Capítulo 8 

Busco a mis amigos en la sala común de Slytherin, que está llena de gente de todas las casas, incluso de Gryffindor.

Creo que Draco ya debe estar quejándose de la cantidad de gente. Entre las risas, charlas y la música fuerte, es difícil encontrar a mis amigos. Decido ir hacia la barra, esquivando a la gente en mi camino.

Allí veo a Serena, vestida como una bruja de película.

—¡Serena! —grito para que me oiga, sabiendo que la música fuerte y su dificultad para escuchar pueden hacer que sea difícil comunicarse. Se gira hacia mí con una sonrisa.

—¡Blair! —dice con una sonrisa brillante—. Qué guapa —añade mirando mi disfraz de vampira.

Llevo un vestido negro corto y ajustado, con un antifaz de encaje que resalta el color de mis ojos. Además, mi pelo está suelto, y me puse sangre falsa en los labios y el cuello.

—Gracias —digo con una sonrisa—. Tú también estás increíble.

Serena, también sin saber dónde están los demás, pregunta:

—¿Sabes dónde están todos? —Niego, ya que tampoco tengo idea.

—He buscado con la mirada y no los veo —digo, y ella asiente entendiendo.

—¿Bailamos? —propone con risas, y sin dudarlo, nos unimos a la pista, disfrutando de la energía festiva que llena la sala.

La música seguía retumbando en la sala común, y las risas y charlas se mezclaban con la magia de la fiesta de Halloween. Después de un rato, decidimos alejarnos un poco del bullicio y encontrar un lugar más tranquilo, donde estaban nuestros amigos, para conversar.

—¿Qué tal estuvo esa charla en el rincón, Pansy? —pregunta Serena con una sonrisa, ya que estaba junto con un nuevo chico.

Draco se ríe y le da un codazo a Pansy.

—Oh, nada interesante, solo discutíamos sobre las maravillas de esta fiesta —responde con sarcasmo.

Draco ríe.

—Y sobre lo increíble que está tu disfraz, Blair. ¿De dónde sacaste la idea?— yo frunzo el ceño.

—Es un secreto de vampiro —respondo con un guiño.

Daphne se une a la conversación, poniendo los ojos en blanco.

—¿Y qué piensan hacer ahora? ¿Seguir bailando o buscar algo más emocionante?

—Podríamos explorar los pasillos del castillo, dicen que en Halloween hay sorpresas y sustos preparados.

Veo que la idea entusiasma a algunos, pero otros muestran ciertas muecas.

—No sé, ¿no prefieren seguir aquí? —comenta Theo, mirando hacia la pista de baile.

—Estoy de acuerdo con Theo, aquí la fiesta está en su punto máximo —dice Blaise.

La decisión queda en el aire, y mientras algunos discuten sobre qué hacer a continuación, mi mirada se cruza con Theodore, que está observándome en silencio. Nuestros ojos se encuentran, y hay algo en su expresión que me hace sonrojar levemente.

—¿Qué opinas, Blair? —pregunta Daphne, rompiendo el momento de complicidad.

—Hmm, creo que podría ser divertido explorar un poco, ¿no les parece? —propongo, intentando desviar la atención.

Mi propuesta genera opiniones divididas, pero finalmente,  decidimos aventurarnos por los pasillos oscuros del castillo.

Mientras exploramos los oscuros pasillos de Hogwarts, nos adentramos en un ambiente misterioso. La luz de las antorchas parpadea, proyectando sombras que parecen moverse por sí mismas. Serena se aferra al brazo de Draco, riendo nerviosa ante cualquier ruido repentino.

—¿Qué les parece si nos dividimos en parejas y exploramos diferentes áreas? —propone Daphne, tratando de crear un poco de emoción a la noche.

La sugerencia genera entusiasmo en todos, y pronto nos dividimos en parejas: Serena y Draco, Pansy y Blaise, Daphne con Enzo, y yo con Theodore. 

Nos dividimos y yo junto Theodore, comenzamos a movernos por el castillo. 

En una de las esquinas, encontramos una puerta entreabierta que parece llevar a una sala desconocida. 

Theo me mira con curiosidad, y asiento con determinación. Al abrir la puerta, nos encontramos con una habitación antigua y polvorienta.

—Vaya, parece que hemos encontrado un lugar olvidado —comenta Theo, examinando el lugar con interés y yo me rio.

—Sí, es como si el tiempo se hubiera detenido aquí —agrego, mirando la habitación llena de objetos antiguos y cuadros desgastados.

Mientras hablamos, una figura se materializa en un espejo polvoriento.

—¡Ah! —exclamo, retrocediendo sorprendida.

Theo se gira hacia el espejo y sonríe al reconocer la figura reflejada.

—¿Quién pensaría que encontraríamos un espejo de Oesed en Hogwarts? —dice Theo mirándome.

La figura en el espejo nos muestra un escenario que parece sacado de un sueño de Theodore, éramos el y yo sonriendo y riendo juntos, compartiendo momentos de amor. La imagen parece transmitir una paz que no hemos experimentado en mucho tiempo.

—Es extraño, ¿verdad? —comento, observando la imagen.

Theo asiente.

—Sí, pero no puedo negar que se ve bien —añade con una sonrisa.

—Perdona por lo de anoche—dice este con una sonrisa, yo simplemente asiento. 

—Olvidemos eso

La noche avanza, y decidimos regresar con el resto del grupo. Los cuales ya estaban todos juntos reunidos, junto con Mattheo, el cual antes, no estaba. 

—¿Dónde estaban ustedes dos? —pregunta Pansy con una ceja alzada.

—Explorando rincones oscuros de Hogwarts, ¿y ustedes? —responde Theo con una sonrisa misteriosa.

La atención de Mattheo se posa en mí, y aunque su mirada es intensa, prefiero no abordar el tema por ahora. La noche es demasiado mágica para arruinarla con tensiones innecesarias.

La música y las risas continúan en la sala común. Mattheo se une a algunos compañeros de casa, y yo decido acercarme a la barra para tomar algo.

 Mientras espero mi bebida, siento una presencia familiar a mi lado.

—¿Cómo estuvo tu pequeña aventura con Theo? —pregunta Mattheo con una sonrisa burlona.

—No tan emocionante como imaginas, Mattheo. Solo exploramos un par de habitaciones olvidadas —respondo, esbozando una sonrisa irónica.

Mattheo asiente con una mirada burlona.

—¿Habitaciones olvidadas? ¿Alguna sorpresa interesante por ahí? —pregunta, mostrando un atisbo de malicia en su voz.

—Solo antiguos objetos polvorientos y un espejo que parecía sacado de las historias más aburridas de Hogwarts. Nada que valga la pena mencionar —comento, intentando restar importancia al asunto.

Mattheo sonríe con malicia.

—Quién iba a decir que te embarcarías en una aventura nocturna con Theodore, el chico misterioso de Slytherin. ¿Algún misterio resuelto o secretos desvelados? —pregunta, guiñando un ojo y yo le miro confundida.

—¿Te preocupa perder tu título de "chico misterioso"? No hay nada que puedas aprender de mí, Mattheo. Mis habilidades son para mentes más inteligentes que la tuya —respondo, marcando la rivalidad entre nosotros.

La conversación toma un tono más agresivo, cada palabra suya cargada de sarcasmo y rivalidad. A medida que continuamos intercambiando comentarios punzantes, nuestro grupo parece darse cuenta de la tensión entre nosotros. 

—Bueno, Blair, ¿piensas quedarte toda la noche en esta esquina o te unirás a la diversión? —pregunta Mattheo, señalando la pista de baile con una mirada retadora.

Solo intentaba molestarme más.  

—No tengo intención de arruinar mi noche bailando contigo, Mattheo. Prefiero compañía más agradable —respondo con frialdad.

La tensión entre nosotros es palpable, y con esa última respuesta, decidimos separarnos, cada uno siguiendo su propio camino en la fiesta.

Decidí buscar a mis amigos en la pista de baile.

Al acercarme, veo a Daphne bailando con Enzo, mientras Draco y Serena se mueven con gracia en perfecta sincronización. Busco con la mirada a Theodore, pero parece haberse perdido entre la multitud. 

Decido unirme a mis amigos y sus bailes y sumergirme en su diversión, tratando de dejar atrás la tensión con Mattheo.

La música cambia de ritmo, y nos sumergimos más a la pista de baile, riendo y disfrutando del momento. Sin embargo, mi noche da un giro inesperado cuando Aria y Sara aparecen.

—¡Blair! ¡Daphne! —exclaman, emocionadas al vernos.

Nos abrazamos con entusiasmo.

—¡Hace tanto que no os veíamos! —dice Serena, abrazando a Aria.

—Hemos estado ocupadas con los trabajos de Snape y algunas travesuras en Hogsmeade. ¡Pero no podíamos perdernos la fiesta de Halloween! —dice Aria con una sonrisa traviesa.

—¿Y ustedes? ¿Algún acontecimiento emocionante en sus vidas? —pregunta Sara, observándonos con una sonrisa juguetona.

—Bueno, Blair y yo nos aventuramos por unos rincones olvidados de Hogwarts esta noche. ¡Estaba todo lleno de polvo y telarañas, daba asco! —comparte Theo, riendo.

—¡Eso suena emocionante! —exclama Aria. —Seguro encontraron algún tesoro escondido.

Espero que fuese en broma, aquí en Hogwarts no había nada nuevo.

—Más bien encontramos una antigua sala de estudios que ni siquiera sabíamos que existía —añade Theo con una risa.

—Vimos el espejo de la oesed— añado ahora yo.

—Dios— susurra Sara. —¿Que vieron?—pregunta esta. —¡Y hablando de travesuras, tenemos que contarles sobre esa vez que casi nos atrapan en la tienda de Hogsmeade! —exclama Sara, entusiasmada. Cambiando de tema radicalmente. 

—¡Oh, eso suena emocionante! ¿Qué sucedió? —pregunta Draco. 

Aria toma la palabra y comienza a relatar la travesura con detalles animados, mientras el resto de nosotros escuchamos con atención y risas ocasionales. 

***

Cansada del ruido en la sala, decidí salir a tomar un respiro. Me dirigí hacia los pasillos iluminados de Hogwarts. Aunque la música festiva aún sonaba en mis oídos, mi intento de encontrar tranquilidad se vio interrumpido al doblar una esquina.

En la penumbra, vi a Theodore y Pansy dándose un beso apasionado. Me quedé sorprendida, como si hubiera visto algo que no debía. Los ojos de Theodore se encontraron con los míos, y Pansy se apartó rápidamente, creando un ambiente incómodo.

—Blair, esto no es lo que parece —dijo Theodore, urgente.

—Sí, claro. ¿Por qué eres su defensor, Theodore? —intervino Pansy, sarcástica.

Intenté mantener la calma, murmuré una disculpa y desvié la mirada. Theodore trató de detenerme antes de que me alejara, pero la sorpresa aún dominaba mis pensamientos.

—Blair, espera, necesito explicarte —insistió Theodore, alcanzándome.

—No necesito una explicación, Theodore. Cada uno puede hacer lo que quiera. Solo... olvídenlo y disculpen mi intromisión —dije, con la voz temblorosa por la confusión y el dolor.

Regresé a la sala común, pero la música ya no tenía la misma alegría. Encontré un rincón apartado, intentando entender lo que acababa de ver. La sensación de intrusión y la imagen de Theodore y Pansy besándose se repetían en mi mente, creando un nudo en mi estómago.

—¿Estás bien? —preguntó Serena, notando mi expresión preocupada.

—Sí, solo necesito un momento —respondí con una sonrisa forzada.

Theodore intentó explicarse mientras me alcanzaba.

—Blair, esto no es lo que piensas—comenzó a decir, pero lo interrumpí.

—No necesito una explicación, Theodore. Cada uno puede hacer lo que quiera. Solo... olvídenlo y disculpen mi intromisión —repetí, aunque mis palabras no reflejaban la confusión y decepción que sentía.

La música seguía sonando, pero ahora era el fondo de una escena que había tomado un giro inesperado. La fiesta continuaba, pero la magia de Halloween parecía esfumarse entre sombras y secretos.

Hola!! Ya es Halloween en Hogwarts!

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