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Capítulo 3
Me despierto sobresaltada por la luz que se cuela por la ventana, mi cabeza late con un dolor persistente de resaca. Deslizo mi mano sobre mi frente, tratando de mitigar el dolor, y decido tomar una ducha de agua helada para aliviar un poco el malestar. Después de la ducha, el dolor cede un poco y decido vestirme con unos pantalones azules y una blusa blanca, consciente de que es sábado y no tengo planes concretos. Salgo de mi habitación y llamo a la puerta del cuarto de Daphne.
—¿Qué pasa? —responde ella, bostezando mientras abre la puerta.
—¿Te apetece dar una vuelta? —pregunto, y ella asiente.
—Claro, pero ahora mismo me vendría bien estar un rato más en la cama —responde con una sonrisa perezosa. Río ante su respuesta.
—Son las doce y cincuenta y cinco —le informo entre risas.
—Vale, déjame cambiarme y salgo contigo —dice ella, cerrando la puerta de nuevo. Asiento con una sonrisa.
—Voy a buscar a Pansy —anuncio antes de dirigirme hacia el cuarto de mi amiga, que está cerca del mío. Toco la puerta y ella abre al instante.
—¿Qué haces aquí? —pregunta con curiosidad.
—Vamos a dar una vuelta, ¿te apuntas? —invito, y ella asiente, mirando hacia sus compañeras de cuarto.
—¿Pueden venir Sara y Aria también? —pregunta, señalando a las chicas que están con ella en el cuarto.
—¡Por supuesto! —respondo emocionada, y ellas sonríen. —Vendremos a por vosotras en diez minutos —prometo antes de que Pansy cierre la puerta de nuevo. Regreso a mi habitación, esperando a que Daphne se arregle y venga por mí. Mientras aguardo su llegada, me asomo por la ventana, dejando que mis pensamientos vaguen hacia el pasado verano. Recuerdo el dolor de la traición de mi madre hacia mi padre, intentando borrar esa imagen de mi mente. La escena de agosto, cuando la descubrí con su jefe en la cocina, sigue atormentándome. Un golpe en la puerta me saca de mis pensamientos, y me encuentro con Daphne al otro lado.
—Ya estoy— dice ella y yo sonrió.
—También vendrán Sara y Aria— digo y ella asiente.
—Genial, tengo que ganarme a Sara
—Ya me contarás qué tal la noche con Regulus— ella sonríe. Vamos al cuarto de Pansy a buscarlas. Toco la puerta y Pansy abre, y junto a ella están Aria y Sara.
—Vamos— dice Aria con una sonrisa. Bajamos las escaleras de la sala común y ahí estaban los chicos.
—Blair— dice Draco acercándose a mi. Yo le miro.
—A la tarde nos vemos para presentártela— dice susurrando para que solo yo lo escuche.
—Claro, hasta luego— le digo con una sonrisa. Y antes de salir miro la sala común y veo a Mattheo con una chica mientras me miraba. Cierro la puerta de la sala y me acerco a mis amigas.
—¿Qué te dijo Draco?— pregunta Pansy mirándome con el ceño fruncido.
—Era una bobada— digo evitando el tema, ya que Draco suele ser bastante reservado en cuanto a las chicas.
—Ya— dice Pansy susurrando. Daphne me agarra del brazo mientras andábamos.
—¿Que tenéis pensando hacer?— pregunta Sara.
—Si queréis podemos ir al lago— dice Daphne mirando a Sara concretamente. Le doy un codazo a Daphne y ella se queja.
—Eres muy obvia— digo susurrando.
—Vale, ¿pero tenéis ropa para ir al lago?— pregunta ahora la rubia.
—No, pero tenemos varitas— digo riéndome.
—Cierto— dice Aria riéndose. —Pues vamos—
—¿Te apetece, Pansy?— pregunta Sara y ella mira hacia otro lado.
—Chicas, se me olvidó que había quedado con Marcus— dice ella y nosotras nos miramos.
—Pero si hoy a la mañana nos dijiste que no tenías ningún plan— dice ahora la rubia.
—Si, pero Marcus me mando una carta— dice mientras se va. —Adiós— dice yéndose.
—Que raro— digo y ellas se miran entre sí.
—Bueno, ¿seguís queriendo ir?— pregunta Daphne y las otras asienten. Nos dirigimos hacia el lago. Y al llegar Aria se quita su vestido floral y se sienta en una esquina, mientras mete sus piernas en el agua. Yo me quito mis pantalones y ni blusa y me quedo también en ropa interior.
—¿Qué tal está el agua?— digo sentándome al lado de la rubia.
—No muy fría— comenta mirándome y yo meto también mis piernas en el mar. Suspiro.
—Está perfecta— digo y ella asiente. —Venid chicas— digo y ellas se quitan su ropa, quedando también en ropa interior. Daphne va corriendo y se tira al agua, provocando que el agua nos salpique.
—¡Te voy a matar!— exclamó cuando la rubia sale a la superficie. Me tiro yo también al agua y nada hacia ella. En cuanto la alcanzó la agarró de la cabeza y la intentó ahogar, pero no puedo, debido a que ella tiene más fuerza.
—Otra vez será— dice riéndose de mi Daphne. Ruedo los ojos y miro a Sara y Aria metiéndose en el agua.
—Bueno, contadme, ¿os interesa alguien?— nos pregunta Sara.
—Yo lo acabo de dejar con Jacob— comentó y ella frunce el ceño.
—Algo había oído, pero no lo sabía— dice ella sorprendida. —¿Y que paso realmente?— pregunta Sara.
—Constantes celos— comentó con desinterés. —Siempre estaba celoso de que pasase tiempo con mis amigos— digo y ella asiente.
—Te entiendo, yo estuve con un chico igual, y es muy molesto— dice ella con una mirada de compasión.
—Si— susurró sumergiéndome un momento en en el agua, para mojar mi pelo. —¿Y tu?— le pregunto a la morena cuando salgo a la superficie.
—Me gusta mucho Blaise, pero él siempre está con chicas— comenta Sara.
—Vaya— digo susurrando. —Háblale— le digo.
—No es tan fácil
—¿Y eso porque?— pregunto confundida.
—Conozco a Blaise y no se fijaría en mi— dice con cierto tono de tristeza.
—Sara, el es mi amigo, y créeme que eres literalmente su tipo— le digo y ella me mira con los ojos muy abiertos.
—¿Tu crees?— pregunta y ahora Daphne se une a la conversación.
—¡Si!— exclama ella. Sara le sonríe.
—Lo tendré en cuenta, chicas— dice ella sonriéndonos. Mientras va nadando hacia donde está Daphne.
—Yo quiero hablar contigo— dice ella y Daphne le mire nerviosa.
—¿Que pasa?— pregunta.
—Ayer os vi a ti y a mi hermano en la fiesta— dice y Daphne se pone roja. —¿Te gusta?— pregunta Sara.
—Si— susurra Daphne.
—No le hagas daño— vacila la morena y Daphne niega.
—Por supuesto— dice Daphne esbozando una pequeña sonrisa.
—¿Y tú?— pregunto hacia Aria ella nos mira nerviosa.
—Bien, pero no digáis nada, porque sois cercanos— dice Aria murándonos a Daphne y a mi. Nosotras sonreímos.
—Tranquila— dice Daphne. Aria se acerca a nosotras, para que nadie le escuche, cuando realmente no hay nadie en el lago.
—Hace mucho me fijé en Enzo, pero siento que soy su mejor amiga— dice la rubia entre susurros.
—¡Eso es genial!— digo yo contenta.
—Enzo, es un chico muy bueno, Aria— dice sonriéndole Daphne.
—¿Eso creéis?— pregunta ella.
—¡Pues claro! Solo que es muy tonto y nunca capta las indirectas— digo yo riéndome. —Estoy segura de que le gustas, Aria— digo dándole una sonrisa y ella la devuelve.
(...)
Habíamos pasado todo la mañana juntas y ahora me encontraba en la sala común esperando a Draco, ya que me iba a presentar a la chica nueva que le gustaba. Cojo un libro que había en la sala para hacer tiempo. Comienzo a leerlo hasta que alguien se sienta a mi lado, me giro y veo a Blaise.
—¿Que haces aquí?— pregunto yo y el me mira de vuelta.
—Esperar a Theodore y a Mattheo— dice el y yo asiento. —¿Tu a quien esperas?— pregunta y yo cierro el libro que estaba leyendo para dejarlo encima de la mesa.
—Espero a Draco— comentó y él asiente.
—¿Va a contarte lo de aquella chica?— pregunta el moreno y yo asiento.
—¿Tu lo sabes ya?— pregunto y él asiente.
—Si, porque Mattheo dijo que estaba buena, y Draco se cabreo y al final lo acabo contando— comenta.
—Que raro, por parte de Mattheo— digo rodando los ojos y el moreno se ríe.
—Cierto
—No llevamos ni una semana y a Draco ya le guste aquella chica— digo riéndome.
—Así es Malfoy— dice el otro burlándose.
—¿De quien hablan?— pregunta Theodore llegando y junto a él Mattheo.
—De Malfoy— dice Blaise riendo. En cuanto el moreno dice su apellido llega el nombrado a la sala.
—¿Que pasa?— pregunta él frunciendo el ceño. Yo me rio mientras me levanto.
—Vámonos— digo yendo hacia el.
—¿A donde van?— pregunta Theodore.
—No es de tu incumbencia— contesta el rubio a mi lado dándose la vuelta y yo le sigo.
—Mierda— susurró antes de salir y Draco se gira confundido. —Me olvide la varita en la habitación, espérame un minuto— digo yendo hacia mi cuarto. Entro a mi habitación, y abro mi cajón y de ahí saco mi varita de color negro. Cierro el armario y al girarme veo a Mattheo en la puerta de mi habitación.
—¿Que pasa, Riddle?— pregunto cruzándome de brazos y el me inspecciona de arriba abajo.
—Me contaron el otro día, lo que pasó con tus papis— se burla el moreno de rizos.
—¿De que hablas?— pregunto confundida, debido a que nadie sabía eso, excepto yo.
—Tu madre al parecer es una zorra— comenta haciendo una pausa. —¿Con su jefe, enserio?— pregunta riéndose mientras se mete una mano en su bolsillo.
—¿Como sabes tu eso?— pregunto notando mis ojos húmedos.
—Al parecer viene de familia lo de zorra, ¿no?— pregunta burlándose.
—Cállate— digo notando como mi tristeza pasa a ser rabia. Me acerco poco a poco a el.
—¿No tenía suficiente con la fortuna de tu padre, que tuvo que ir con su jefe?— dice y saco mi varita, mientras le apunto con ella. El solo se ríe. —Soy más poderoso que tú, yo que tú no haría eso— comenta burlándose.
—Soy muy poderosa, Riddle— digo con una mirada seria.
—Pero yo te puedo aplastar solo con mi mano— dice acercándose hacia mi. —Y no tienes porque meterte conmigo, bonita— dice parándose enfrente mío y bajando mi varita hacia abajo. —Ya sabes quienes son mis padres
—Eres un ser despreciable— escupo enfadada y él se ríe. —Repito mi pregunta, ¿como sabes lo de mi madre?— pregunto.
—¿Mattheo, Blair, que pasa aquí?— pregunta Draco llegando a la puerta de mi cuarto.
—Nada, vámonos— digo empujando a Mattheo con mi hombro y salgo de mi cuarto junto con Draco.
¿Opiniones?
Intentaré actualizar también mañana!!
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