Las risas aumentaban proporcionalmente a medida que lo hacían los tragos y shots de tequila. Estábamos sentados alrededor de la mesa jugando a un estúpido juego junto con Niall, Harry y Frankie, simplemente para ver quién era el más inmune al alcohol.

- ¡Hazlo, Styles, no actúes como si no quisieras! -Lo incitó el rubio irlandés, pasándole el pequeño frasco de sal a Harry. Éste último me miró pidiéndome permiso con su seductora sonrisa que inevitablemente, tenía un gran efecto en mí.

Hice a un lado mi cabello, reposándolo en mi hombro izquierdo e incliné mi cuello mirando de reojo a Niall, que por alguna extraña razón estaba disfrutando de la escena. Harry pasó lentamente su lengua un poco más arriba de mi clavícula y colocó un pequeño puñado de sal en la húmeda zona. Serví tequila en el pequeño vasito y lo deslicé por la mesa.

Agarró el shot casi con cara de asco debido a la enorme cantidad que ya había ingerido, y antes de hacer lo que correspondía presionó sus labios contra los míos de manera tan rápida que fue casi imperceptible. Lamió la sal que yacía en mi cuello y tomó de un sorbo el ardiente líquido.

Sin darle tiempo a que pudiera tomar la rodaja de limón para aliviar el ardor de su garganta, tomé su rostro con mis manos y lo besé con tal urgencia que en cuestión de segundos estuve sentada sobre su regazo para poder estar más cerca de él.

Me separé bruscamente al escuchar a mi mejor amiga gritar espantada. Levanté la vista y vi a la castaña sentada en el mismo lugar de antes, pero no había rastros de Niall.

- ¡Está vomitando! -Exclamó llorando y riendo a la vez, señalando debajo de la mesa. El alcohol la había afectado aún más que a mí, por lo que me acerqué a ayudarla a pararse. Por suerte Niall no había vomitado sobre ella, de otra manera el bar se hubiese convertido en un campo de batalla semejante al de la primera guerra mundial.

Harry tomó a Niall por la espalda y lo levantó como pudo. Pronto todos nuestros amigos llegaron y, como no podía ser de otra manera, los de seguridad nos obligaron a sacar a Niall del establecimiento. Recordé cómo había aclamado ser el más resistente antes de comenzar el juego. Me burlaría de él el Lunes, eso era seguro.

Me sentía un poco mareada y el trayecto hacia afuera me costó casi el cuádruple de lo normal, perdiendo de vista a todos los demás. Malditos tacones.

Ya en el exterior de Piure, en el intento de recomponerme, tropecé torpemente con una figura que no pude reconocer hasta haber escuchado su enojada voz.

- ¡Mierda, Mollie! -Escuché a Louis e inmediatamente intenté pararme, fallando miserablemente. Bufó frustrado y me levantó por las axilas como si pesara menos que una hoja. Lo empujé por los hombros e intenté seguir mi camino. ¿A dónde iba?- ¿Dónde esta Francesca?

Buena pregunta.

No contesté. Seguí caminando sin rumbo alguno, mirando atentamente el piso. Ni si quiera escuchaba las voces de los chicos. ¿A dónde se habrían ido? ¿Por qué me habían dejado sola?

-Mollie. -Lo oí otra vez y detuve el paso, aún dándole la espalda. "Ignóralo, Mollie" ordenó mi conciencia. ¿Cómo se suponía que debía ignorarlo si estaba sujetándome del brazo?- Hola... Sí, hermano, estaba esperando un taxi... ¿Frankie está con ustedes?.. Porque, eh, M-Mollie está aquí... ¿Eres idiota? ¿Por qué le dirías eso?.. ¿Y qué hago ahora?.. Mierda, Liam... Ok. Adiós.

La brisa nocturna me provocó piel de gallina y me abracé a mí misma, preguntándome cuándo mierda terminaría de hacer frío por completo. Louis me arrastró hacia el borde de la acera y lo vi alzar el brazo. Un típico taxi negro frenó delante nuestro y un anciano nos saludó animadamente. Me subí voluntariamente y me alejé lo más que pude de mi ex mejor amigo, apoyándome contra la ventana y dispuesta a no hablar en todo el viaje.

Ni siquiera entendía qué hacía ahí en primer lugar. ¿A donde iríamos? Yo estaba supuesta a ir devuelta a lo de Frankie, considerando que todas mis cosas estaban en su casa y que no había universo en el que yo llegara a mi casa en el estado en que estaba y pudiese seguir con vida.

-Styles... -murmuró soltando una risita y volteé hacia él, sólo para encontrarlo con una sonrisa burlona. Rechiné los dientes y cerré los ojos con fuerza, sin poder creer que no sólo podía ser tan desvergonzado como para ayudarme si no que también estaba burlándose de mis decisiones.

-No somos más amigos -aclaré y me abalancé hacia él para golpear su hombro tan fuerte como pude.

-Nop.

Rió como si la situación fuera graciosa. ¿Qué rayos le pasaba al idiota de Tomlinson? ¿Acaso estaría borracho él también?

"No, él nunca llega a ese punto" me recordó mi conciencia.

Pagó el taxi y me ayudó a bajarme del mismo. ¿Por qué estaba siendo tan bueno conmigo? ¿Dónde estábamos?

-Tu mamá probablemente nos mataría si te llevo así a tu casa, puedes quedarte -con que ahí estábamos. La entrada principal de su hogar.

- ¿Dónde está Frankie?

-El idiota de Liam la acompañó a su casa. Le dijo que pensó que te habías ido con Styles y estaba llorando histéricamente.

- ¿Cómo pasó todo eso en diez minutos? -Bufé.

- ¿Diez minutos? Cuando te encontré había pasado casi una hora del escándalo de Niall, Mollie. Eres un desastre.

Rodé los ojos y lo seguí a medida que avanzaba prendiendo las luces. Una vez en su cuarto, revolvió su desordenado armario en busca de quién sabe qué por unos cuantos minutos en los que no me dirigió la palabra.

Me lanzó un pijama que reconocí al instante, porque era mío. ¿Todavía quedaba ropa mía en su casa?

- ¿Por qué estás haciendo esto? -Pregunté. La gran pregunta era por qué no podía dejar de preguntar cosas.

-Sería un capullo si no lo hiciera -se encogió de hombros aún sin mirarme.

-Lo eres de todas maneras.

-Buenas noches, Mollie.

Apagó la luz y se acostó casi en el borde de la cama, dándome la espalda.

Iba a ser una larga noche.

it looks as though you're letting go, and if it's real then I don't want to know. don't speak, i know just what you're saying, so please stop explaining: don't tell me cause it hurts.

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