19. Código Pelirrojo.
—¡Levanta el culo, bolas tristes, nos vamos de fiesta!
Harry gimió lastimosamente, hundiendo su rostro en la almohada en un intento de pasar desapercibido. Sabia que el chico lo habia visto ya, sino no hubiese entrado a su habitación como si fuese la suya pero la esperanza es la última que muere, ¿verdad? Aunque cuando se trataba de Ed Sheeran, Harry sabia de sobra que estaba jodido y no de la manera bonita.
Y su esperanza murio, aplastada, descuartizada y arrojada al rio, cuando el peso muerto de Ed cayó sobre su espalda acompañado de un grito parecido al del tipo de la pelicula 300 cuando van a la guerra. Deberia haberlo sabido, ellos podian no ser los amigos más cercanos pero habian logrado crear una especie de amistad en el correr de esos años. Lo que lo llevaba a pensar que si Ed se encontraba allí era porque la parejita Ziam habia gastado todas sus ideas para intentar sacarlo de la cama.
Ed era su ultimo recurso y como un buen abogado, siempre encontraba maneras de ganar.
—Me estas asfixiando.
El pelirrojo se movió sobre él hasta que su rostro quedo en su cuello—. No estoy tan pesado.
—Haz abusado de tus postres, pecas.
—No estoy gordo, solo soy de huesos anchos. —aseguró, logrando que Harry riera, el sonido ahogandose en la tela de la almohada—. Asi que, ¿que te trae por aquí, Harritos?
—No me digas así y esa pregunta deberia hacerla yo, estas en mi cama.
—Bueno, a decir verdad estaba buscando tener un poco de acción pero luego apareció tu cara toda ojerosa, como la de un zombie buscando cerebros en un concurso de belleza, con ese pelo que parece esponja y se me fue me a bajo el libido tan rapido que debio haber roto algun record.
—Oh, jodete, Sheeran —murmuró—. No hubieses tenido suerte ni aunque me hubiese visto bien, nosotros no congeniamos, ¿recuerdas?
—No es tan dificil, tu solo abre las piernas y...
El cuerpo del pelirrojo produjo un sonido seco, seguido por un silbido delatando el aire escapando de sus pulmones cuando Harry se movió hacia un lado y lo envió fuera de la cama. Pasandose una mano por el rostro, el rizado se acercó al borde y miró hacia abajo, riendo al ver la expresión de Ed, parecia como si le hubiesen pegado una patada en sus joyas.
—No tendré sexo contigo, ni en esta vida ni en la otra, ni en las que siguen a esa.
Ed lo miró un momento antes de que una risa sin aliento saliera de sus labios—. Al menos hice que muevas el culo del centro de la cama.
Harry torció los labios, dandose cuenta de que estaba entrando en el plan del chico de cabeza. El pelirrojo nunca llegaba a ningun lado sin uno de sus planes infalibles, él siempre tenia una forma de ganar en lo que fuera. Él no entraria en su jueguito, no otra vez.
—Jodete. —susurró, volviendo al centro y jalando las sabanas sobre su cabeza antes de acurrucarse en posición fetal nuevamente. La vida era una mierda fuera de su habitación, por lo que habia decidido que no saldria de ella en un par de años por lo menos.
—Que original, me ofendiste en niveles que no puedo expresar —susurró sarcasticamente, trepando a la cama a su lado—. ¿Vas a quedarte todo el día acostado?
—Si, el día, la semana y lo que resta del año si es posible.
—Que bien, yo no trabajaré el resto de la semana así que me quedaré a hacerte compañia, ¿no estas emocionado?
—Sal de mi cama, cabeza de fosforo.
—¿En serio? ¿Que tienes, cinco años? —bufó—. Inventa algo más original.
Harry se apoyó en sus brazos para poder mirarlo con el ceño fruncido—. ¡Sal de mi puta cama ahora mismo o haré almohadones con tu maldita piel, Elmo subdesarrollado alimentado con deshechos radioactivos!
Ed lo miró por varios minutos antes de romper en carcajadas—. Oh dios, no veia esa parte de ti desde hace tiempo.
—¿Eh?
—Nada. —se puso de pie, jalando a Harry de un brazo y arrojandolo sobre su hombro—. Tus costillas se estan clavando en mi hombro.
—Ufff —fue todo el sonido que salió de los labios de Harry cuando el chico lo dejo sobre la cama y lo tomo en brazos al estilo princesa. Para cuando el chico pudo reaccionar, ya estaban en el pasillo con dirección a la escalera—. ¡Espera! ¿Que rayos crees que haces?
—Te estoy sacando de tu encierro autoimpuesto —anunció, arrugando la nariz—. Y llevandote por una necesaria una ducha, ¿hace cuanto que no tocas agua?
—Cuatro días —advirtió Liam, abriendo una puerta en el pasillo que Harry identifico como el baño—. Preparamos la bañera, solo arrojalo alli adentro.
—¡Esperen, no pueden hacer esto! —se revolvió intentando escapar pero fue inutil—. ¡Dejame!
Ed siguió caminando con un poco de dificultad gracias a sus movimientos pero consiguió llegar hasta el baño y meterlo con brusquedad dentro de la gran bañera que habia allí. Zayn apareció de la nada con un bote con algo que olia dulce y comenzó a volcarlo en sus rizos pegajosos, haciendo espuma con sus pequeñas manos con rapidez. Harry intento escapar de las manos del niño pero un golpe en la nuca por parte de Ed lo mantuvo quieto.
—¿Debo bañarte yo mismo o quieres mantener algo de tu destrozada dignidad? —preguntó el pelirrojo cuando Zayn finalmente estuvo contento con la limpieza de sus rizos y se alejo. Harry arrojo una mirada fulminante al chico de pecas, Ed solo elevó una ceja—. Mira, Harritos, tienes dos opciones, te bañas tu o te quito los boxers y te meto mano, tu eliges.
—No puedes hacer esto, no soy un niño, no puedes tratarme como tal.
—Si, si puedo —aseguró—. Si te comportas como un niño, te trataré como a uno. Ahora, ¿te bañas o te baño?
Harry intentó mantener la mirada en el chico pero sabia que iba a perder, jamás ganaba en la guerra de miradas cuando se trataba del abogado estirado. Haciendo un sonido de derrota, mascullo su elección por la primer opción y procedio a darse un rapido baño cuando los tres chicos salieron del baño. Una vez hecho, se seco rapidamente con una toalla limpia y la envolvió en su cintura. Al parecer hizo el sonido suficiente o estaban controlando su tiempo porque ni bien termino de hacer eso, Ed volvió a entrar a la habitación.
—Ahora te ves como una maldita persona nuevamente. —aseguró el chico con una sonrisa antes de tenderle todo lo necesario para que pudiese eliminar el vello facial—. Afeitate, pareces un chico con calvicie.
El rizado estuvo a punto de señalar que eso no tenia sentido pero decidio que no queria discutir, así que hizo lo pedido con rapidez, escuchando a Ed canturrear alguna estupida canción detrás suyo. Ni bien hubo eliminado toda la barba horrible, Zayn entró y le tendió una muda de ropa. Harry se soprendio al ver unos holgados jeans azules y una camiseta negra de una vieja banda de rock.
Ed pareció ver su sorpresa porque sonrió—. Afuera te esperan unos tenis, así que vistete, chico.
—Esta no es mi ropa. —susurró, mirando las prendas en sus manos.
—Lo es, este es el verdadero Harry —aseguró Zayn con una sonrisa—. ¿Podemos traer a mi viejo mejor amigo de vuelta al menos por un día?
—Yo...
—Vamos, Harry, dale el gusto al niño por hoy —apuró el pelirrojo—. Además, tenemos que salir y tu estas retrasando mis planes.
—¿A donde vamos?
—Tu solo cubre tu flaco y palido culo, te espero afuera.
Harry miró con duda hacia el chico pero una sonrisa de Zayn lo tuvo moviendose, su mejor amigo no dejaria que le pusieran una trampa.
(...)
Louis acuno a Ginger contra su pecho y miró hacia su telefono nuevamente, estaba a punto de arrojar el maldito aparato contra una pared. Habia estado esperando que Harry lo llamara por casi una semana pero el chico no habia dado una señal de vida en todos esos días. Él realmente estaba empezando a preocuparse, tal vez realmente lo habia arruinado todo con el chico de rizos. ¿Acaso habia acabado con todas las posibilidades de tener una relación con el chico que queria?
Ginger parecio detectar sus pensamientos negativos porque empezo a retorcerse, haciendo esos tipicos sonidos que precedian el llanto. Louis se movió alrededor de su cocina, tarareando una canción de cuna mientras iba por el biberon de la niña, cuando acerco el chupón a sus labios la pequeña lo atrapo rapidamente y comenzó a beber con avidez. El castaño le sonrió.
—Lo siento, cariño —susurró, obteniendo la mirada de esos ojos azules que tanto se parecian a los suyos—. No te estoy ignorando, en serio, es solo que papá tiene muchas cosas en la cabeza en este momento.
—¡No le creas, Gin, te esta ignorando porque es un mal padre!
—Hablamos sobre esto, Niall, si te vas a quedar aquí, mantendras la maldita boca cerrada. —siseo—. Quiero hacer de cuenta que no existes.
—No puedes pedirme algo así, más aun cuando quieres convencer a tu hija de que eres una buena persona. Eres un imbecil, sería bueno que ella lo supiera desde ahora, así cuando sea un poco más grande y otras personas se lo digan, lo aceptara mejor.
Louis frunció el ceño, dejando el biberon sobre la isla, tomó una manzana de la canasta en el centro y la arrojo en dirección a la cabeza rubia que sobresalia de su sofá. La fruta impacto directamente con la cabeza del chico, enviandolo a rodar por el suelo con un quejido. Satisfecho, volvio a tomar el biberon y lo colocó en la boca de Ginger. La bebé imito su sonrisa alrededor del chupon cuando Louis rio al ver a Niall levantarse con expresión desorientada.
—¡Me vas a pagar esa, Louis! —aseguró.
—Te estoy esperando, rubia. —pinchó. El chico parecia a punto de arrojarse sobre él pero el sonido del timbre lo detuvo. Louis le hizo un gesto—. Ve a atender.
—¿Por qué no vas tu?
—No quisiste darle el biberon a Ginger, así que al menos abre la puerta, maldito vago. —bromeo.
Niall hizo una mueca malhumorada pero de igual manera se dirigio por el pasillo hacia la puerta. El castaño siguió hablando con su hija en un tonó bajo, viendo sus ojitos cerrarse mientras escuchaba a su primo abrir la puerta y hablar con alguien fuera.
—Louis, es para ti. —el rubio apareció nuevamente, haciendo un gesto a la persona que venia detrás de él.
Louis parpadeo y volvió a hacerlo, intentando cambiar la imagen frente a él. No habia visto esa misma imagen en tres años—. ¿Harry?
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