18. Crisis.

 —¿Harry?

Harry se acurruco al otro lado del baño y miró la puerta de forma acusadora, como si la madera tuviese la culpa de que su maldita mente se hubiese descontrolado en el peor momento posible. Ahora tenia a cuatro idiotas y una bebé intentando razonar con él para que abriera la puerta. Bueno, ¡sorpresa! él no lo haria. Dos de esos neardentales tenian la culpa de que estuviese allí en primer lugar, hasta que no se fueran, él no pondria un pie fuera. Que se jodiera el mundo.

El pestillo de la puerta se movió bruscamente y tuvo que controlar las ganas de tomar uno de los frascos apilados a un lado de la ducha y arrojarlo contra la puerta. ¿Por qué seguian insistiendo? Les habia dado la respuesta suficiente a su parecer. Liam habia preguntado "¿Nos abres la puerta?" y él habia dicho "No". No era tan dificil de comprender. Solo queria que se fueran para que pudiese salir, correr a su habitación e hibernar bajo las sabanas de su cama hasta que el pelo se le pusiera blanco, ¿por qué no podian dejarlo hacerlo?

Mordisqueandose la uña del pulgar, intento encontrar una forma de lograr que los idiotas se fueran y él pudiese huir. Esas ideas se hicieron humo en su cabeza cuando escuchó el clasico sonido de una llave siendo introducida y el click de la cerradura abriendose. Él sabia que Liam tenia una llave con la que podia abrir casi todas las habitaciones de la casa, solo que nunca pensó que la fuera a utilizar en algún momento.

En un acto desesperado por recobrar la poca privacidad que habia conseguido, tomó un frasco de lo que parecia jabon liquido y lo arrojó en dirección a la puerta. El frasco de cristal se hizo trizas cuando tocó la madera, el impulso cerró los dos centimetros que habian logrado abrir de la puerta y el sonido hizo eco en sus oidos. Un charco de liquido verde se formo en el suelo, parecia moco de alien en su opinion pero olia a manzanas, lo que lo hizo darse cuenta de que habia arrojado el jabón favorito de Zayn a la basura.

El moreno tambien parecio percatarse de ello:— ¡Pagaras por eso, rizos! Ese era mi favorito y el frasco tenia una manzanita sonriente que pensaba conservar.

—Si entran aquí, les arrojaré con tu perfume tambien.

—¡No te metas con mis cosas o prometo rasgar tu closet entero! —chilló el enano desde el otro lado—. Y mejor sal de allí adentro ahora o voy a entrar por ti.

—¿Que estas esperando, enano de jardin?

Eso parecio provocación suficiente porque la puerta se abrio de golpe y un muy enojado Zayn se hizo paso dentro, golpeando la madera cerrada a sus espaldas. Sus ojos se dirigieron hacia Harry como dagas y él realmente estaba seguro de que el chico estaba enojado por la perdida de su jabón de baño favorito.

Sentandose en la tapa cerrada del inodoro, el rizado hundio su rostro en sus manos y soltó un suspiro. No tenia ganas de pelear, no tenia ganas de hacer nada más que dormir y despertarse dentro de algunos años, cuando ya todos sus problemas se hubiesen resuelto.

—¿Estas bien? —Zayn se arrodilló frente a él, mirandolo preocupado—. No estoy enojado por mi jabón, en serio. Aunque vas a tener que llevarme a la tienda para que pueda conseguir más.

—Siento haberlo lanzado. —susurró—. Pero no es por eso por lo que estoy mal.

—¿Que sucede entonces?

Unió sus miradas a través de su cabello—. Eso es lo que me gustaria saber, me siento un poco fuera de mi zona en este momento.

—¿A que te refieres?

—A que en mis antiguas relaciones, nunca me habia sentido como si alguien estuviese introduciendose en mis asuntos. Siento como si toda mi mierda estuviese fuera para que el mundo la vea y me jode bastante que las personas puedan ver a traves de mi con tanta facilidad.

—Hablas de que Michael se dio cuenta de tu problema con la comida, ¿verdad? —susurró, acercandose más para que nadie escuchara lo que hablaban.

Asintió—. ¿Como lo supo? Yo no le dije nada, ¿tu le dijiste?

El moreno sacudio la cabeza tan rapido que Harry tuvo miedo de que se desatornillara y saliera volando—. Yo no le he dicho nada a nadie, lo juro. Ya no quiero que te enojes más conmigo, ya no hablo de tu vida más.

—Ya no estoy enojado contigo —susurró con media sonrisa.

—¿No? —se irguió, sus ojos enormes y emocionados en su rostro—. Eso es genial, prometo no volver a decepcionarte nunca más.

—Entonces hazme un favor y haz que se vayan. —hizo un gesto hacia la puerta.

—¿No quieres hablar con ellos? Se ven realmente preocupados por ti.

Mordisqueandose el labio, pensó en ello un momento—. Dile a Louis que entre y a Michael que me espere en mi habitación, ¿si? —pidio suavemente—. Hazlo en ese orden, no quiero que comiencen una nueva pelea.

Zayn asintió rapidamente, dejando un beso en su mejilla, se puso de pie y se apresuro a la puerta. Un momento despues, Louis entró solo a la habitación, logrando que Harry se preguntase donde habia dejado a la bebé pero sin atreverse a preguntar. Su mirada bajo a sus dedos mientras esperaba.

—¿Que sucedio, Hazz? —preguntó el chico con suavidad, sentandose en el suelo cerca de sus piernas.

—No sucedio nada —jaló con suavidad un trozo roto en su uña—. Creo que me descontrole, eso es todo.

—¿Quieres intentarlo de nuevo? Porque no me creo eso ni un poquito.

Chupando el labio dentro de su boca, impidio que el puchero que queria formarse saliera—. No es nada, es algo con lo que estoy tratando, no necesito...

—Vamos, cariño, tenme un poco de confianza y dime la verdad.

—Es dificil tenerte confianza cuando no te conozco.

—Me conoces —sonrió—. Me conoces mejor que cualquier otra persona.

—Conoci al Louis de hace tres años, no a ti —movió las manos nerviosamente—. Sabes que, no importa, no estoy en condiciones de tener una conversación ahora, no sé ni siquiera donde me encuentro emocionalmente, no creo que sea un buen momento para esto.

—Tu nunca pareces estar en un buen momento, Harry.

Eso logró que Harry levantara la mirada, frunciendo el ceño—. Disculpame por tener problemas, si te molestan tanto talvez deberias solo dejarme en paz, despues de todo has sido tu quien esta detrás de mi para que le de una oportunidad, a mi no me afecta que desaparezcas.

—¿O sea que me diste una oportunidad para que dejara de fastidiarte?

—Yo no dije eso.

—Así sonó —contraataco.

—Deberias revisar tus oidos —murmuró—. Talvez tambien la cabeza, tu no estas bien de la mente.

—Al menos no me meto los dedos en la garganta para por seguir en las tapas de las revistas.

La boca de Harry se abrió en shock y pudo ver el arrepentimiento escrito en el rostro de Louis al instante que aquellas palabras salieron de su boca pero no iba a permitir que se saliera con la suya—. ¡Jodete, Louis! —gritó—. No sabes nada de mi.

—No lo sé porque tu no me dejas conocerte.

Harry se puso de pie y se dirigio a la puerta—. ¿Para que voy a dejarte conocerme, para que tengas más posibilidades de lastimarme?

—¡Yo no quiero lastimarte!

—¡Pues es lo único que has hecho desde que te conozco! —gritó, volteandose. La figura de Louis se vio borrosa a través de las lagrimas que se negaba a admitir—. Acaso no lo ves, todo esto es tu culpa.

—¿Que?

—Me importan una mierda las revistas, Louis. ¿Crees que me gusta ser un maldito muñeco que las personas usan a su antojo? ¡Odio ser modelo!

Louis dio un paso al frente y Harry retrocedio—. ¿Entonces por que lo haces?

El rizado mordió sus labios, intentando mantener el llanto pero ya no podia, estaba inundado con todo, sus sentimientos por todos lados—. Pensé que si veias que podia ser lindo me querrias.

—Tu siempre has sido hermoso, Hazz.

—¿Entonces por que me rechazabas? —chilló—. Estuviste dos años rechazandome sin darme una explicación, ¿sabes como me hacia sentir que me trataras como un maldito perro frente a todo el mundo?

—Oh dios, Harry —avanzo pero cuando Harry soltó un pequeño gemido de dolor e intento fundirse con la puerta, se detuvo—. Nunca me di cuenta, nunca...

—No, no lo hiciste porque Michael tiene razón, nunca has visto más alla de tu nariz —se pasó las manos por el rostro, pequeños hipidos escapaban de sus labios cuando se esforzaba por no seguir llorando—. ¿Sabes que es lo peor? Que a pesar de saber que tu no me mirarias de forma diferente, segui esforzandome por convertirme en alguien que pudieras desear.

—Eres hermoso, Harry —susurró—. Yo te quiero.

—¿Por qué? —su voz salió en un susurró ronco—. ¿Por qué ahora? ¿Que jodidos cambio? Dimelo porque estoy volviendome loco intentando comprenderlo, Louis, y no puedo.

—Nada cambio, solo te quiero, ¿por qué no puedes aceptarlo así?

—¡Porque eso no sucede en la vida real, las personas no solo cambian de parecer y te aman de un momento a otro! —las nauseas lo golpearon con fuerza—. Oh dios.

Cruzando la habitación en un par de pasos, se arrodillo frente al inodoro y volcó el poco contenido de su estomago en él. Louis se acercó, pasando una mano por su espalda pero Harry sacudio la cabeza, las lagrimas ardiendo en sus ojos y rodando por sus mejillas mientras intentaba recuperar algo de control sobre sus emociones.

—Necesito que te vayas —pidio.

—No voy a dejarte solo.

Eso solo arrancó un sollozó de sus labios—. Por favor, Louis, necesito un poco de espacio. Dejame ordenar mis sentimientos, no quiero decir más de lo que ya dije. Vete, por favor.

Louis dudo un momento pero se marchó—. Llamame cuando te calmes. —susurró antes de salir del baño.

Harry soltó un suspiró aliviado antes de dejarse caer hacia atrás y acurrucarse en el suelo, intentando controlar sus sentimientos otra vez. Malditas crisis nerviosas. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top