06. Hermosa.
—¡Ya tengo la lista, ya tengo la lista, soy un chico inteligente que ya tiene su lista!
Harry gruño contra la tela de la almohada cuando el pequeño peso de Zayn cayo sobre su espalda. Por suerte el chico se habia asegurado de no caer con sus rodillas sobre alguna parte importante del rizado, seguramente le hubiese quebrado una costilla en su emoción. Podia sentir como el chico practicamente vibraba con alegria, Zayn siempre estaba en ese estado de animo últimamente. Era lindo y jodidamente irritante al mismo tiempo.
En un intento desesperado de conseguir un momento más de sueño, el ojiverde hundio su rostro en la almohada e ignoro la presencia del moreno. Debia saber ya que era algo estupido intentar persuadir a Zayn. El niño era como una bola de energia que no se detenia un segundo, menos aun cuando le daban una tarea a cumplir. Harry habia cometido el error de dejar al chico a cargo de la lista de invitados de la fiesta que organizarian el fin de semana en la casa. Ahora estaba pagando las consecuencias de esa decisión.
—¿Harry? —la pequeña mano del moreno se hundio en sus rizos y le dio un pequeño jalón—. Despierta, debes ver mi lista.
—Ahora no, enano —murmuró—. Dame cinco minutos más de sueño.
—Dijiste eso la última vez y me ignoraste por dos horas —pellizco uno de sus muslos con sus uñas, logrando que Harry diera un salto—. Despierta.
—Diez minutos, dame eso y me comprometo darte toda mi atención. —era una mentira descarada pero Zayn era lo suficientemente inocente para creerla.
Un suspiro aliviado escapo de sus labios al sentir la cama moverse seguida de los pequeños pies de Zayn golpeando su camino hacia la puerta. Deberia hablar con Liam sobre correas y cuerdas y tal vez un nuevo despertador para el chico que sonara más tardar al mediodia. ¿Era tan malo pedir unas horas más de sueño? Si, lo era cuando tenias a un chico de veintiun años con la emoción de un niño de cinco viviendo a un par de puertas de distancia. Harry amaba a Zayn con su alma pero habia veces que era un poco excesivo.
Su cuerpo se relajo nuevamente sobre las sabanas, la suavidad y la tranquilidad nuevamente presentes logrando que se hundiera en su mundo de sueños donde nada podia dañarlo como la realidad hacia. En ese lugar no existia Louis ni su pasado juntos. Era solo Harry y Matt Bommer haciendo cosas sucias. Okay, realmente deberia comenzar a leer para que su mente estuviese llena de otras cosas que no fuese pornografia.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que a penas registro el movimiento de la cama. Una mano suave cayo en su mejilla—. Despierta, ya pasaron diez minutos —Zayn anunció—. Cumple con lo que dijiste.
Sabiendo por experiencia que Zayn no lo dejaria respirar con tranquilidad, decidio que habia dormido lo suficiente. Empujandose con sus manos, acomodó una almohada detrás de su espalda y se acomodo para tener una mejor visión del moreno. Antes de que pudiese abrir sus ojos y enfocar con nitidez, un vaso de zumo fue empujado en su dirección junto a un plato con waffles.
—¡Te hice el desayuno! —canturreo el moreno.
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó extrañado pero no a punto de quejarse. Zayn era increible en la cocina, no iba a rechazarle nada.
—Porque tu estas demasiado delgado. Lei por ahí que un chico de tu altura debe pesar alrededor de 60kgs. a 65kgs. He estado observandote y aunque no soy una balanza humana puedo decir que a pesar de que tu complexión es delgada, tu peso esta por debajo del indicado. Algo que realmente no deberia preocuparme porque eres un hombre maduro y sabes como cuidarte a si mismo pero como eres mi amigo y un poco idiota, he decidido que voy a engordarte.
Harry parpadeo una vez y luego volvió a hacerlo antes de llevar finalmente el vaso a sus labios—. No entiendo como puedes ser tan tierno e inteligente a la vez, juro que haces que mi cabeza gire, literalmente.
—Que no entienda algunas cosas cuando me las dices, no quiere decir que sea tonto. Solo tardo un poco más que lo normal en entender pero cuando algo me interesa, me esfuerzo muchisimo por aprender de ello y funciona.
—Lo sé, te he visto en acción antes. —lo miró fijamente—. A veces me das miedo.
—Estas siendo dramatico ahora. —hizo un espectaculo de rodar los ojos antes de alcanzar una pequeña libreta que tenia pequeños dibujos de Winnie Pooh en los bordes, lo que hizo a Harry sonreir. Zayn era una contradicción andante—. Necesito que mires esto y me digas si hay alguien aquí que no quieras que venga.
—Dame. —pidio, alzando la mano para recibir la libreta.
Zayn se la tendió, dandole tambien una lapicera que tenia a Buddy, el vaquero de Toy Story, saltando de un resorte en la parte superior. El rizado volvió a mirar al moreno, preguntandose internamente si eso era normal para el chico. Lo era, Zayn tenia su propia colección de cajitas musicales que Liam le habia estado comprando en el paso de los años, lo que era increible era que todas ellas tenian la misma canción de cuna. A Harry le parecia un gesto hermoso que el castaño se hubiese tomado el trabajo de conseguir esa misma melodia que tranquilizaba tanto al moreno en todos los juguetes.
Sacudiendo la cabeza ante la forma infantil del chico, observó la lista con atención mientras bebia su jugo, tachando un nombre aquí y allá. Para cuando termino, solo habia tachado unos pares de nombres y habia terminado sus waffles. Zayn por su parte habia estado mordisqueando sus uñas, lo cual llamo la atención de Harry a ese punto.
—¿Tienes las uñas pintadas?
Los ojos del moreno se abrieron enormes cuando escondio sus manos detrás de la espalda—. No.
—¿Tienes las uñas pintadas de rosa? —presionó, ya que habia visto perfectamente el esmalte en ellas.
Zayn se revolvió suavemente, trayendo sus manos al frente nuevamente—. No te rias de mi, Liam dice que me veo bonito.
Harry miró las uñas del chico, brillantes en un tono rosa chicle y sonrió—. No voy a burlarme, me gustan. —le devolvió la libreta—. ¿Por qué no vas abajo y comienzas a hacer llamadas? Debes avisarles con tiempo para que no hagan planes ese dia.
—Oh, puedo hacer eso. —aseguró, tomando la libreta y saliendo de la habitación sin una segunda palabra.
Cuando Harry estuvo seguro de que el chico ya habia bajado las escaleras, dejo el plato y el vaso sobre la mesa de luz antes de apresurarse hacia el baño contiguo. Ni siquiera llego a traspasar el umbral antes de que sus dedos se hundieran en su garganta. Odiaba hacer eso, la comida apenas procesada por su estomago lastimaba su camino hacia arriba, quemando hasta que finalmente escapaba por su boca nuevamente.
Dios, era tan asqueroso de siquiera pensarlo. Pero eso lo hacia sentirse bien. Cuando vomitaba, sentia como si un poco de todo ese asco que sentia por si mismo escapara junto a la comida. Era estupido y retorcido pero funcionaba para él. Era como una forma de autocastigarse por ser estupido. Porque él lo era, tan jodidamente idiota que le sorprendia que siguiera vivo.
—¿Hazzy?
La voz temblorosa que provenia de la puerta le dijo que habia olvidado cerrarla. Cerrando la tapa, jaló la cadena antes de apresurarse para limpiarse. Era tarde ya que Zayn estaba mirandolo desde el umbral con los ojos enormes y humedos. Y eso solo lo hizo sentirse peor, sabia a ciencia cierta que en cuento estuviese solo se castigiaria nuevamente por ese error.
—Pensé que estabas abajo. —soltó, sin atraverse a mirar a la cara de Zayn cuando se volteo en su dirección.
—Y olvide decirte... —un sollozo interrumpio las palabras del chico. Harry subio la mirada, alarmado al ver las gruesas lagrimas bajar por las mejillas del moreno mientras se mordia el labio intentando tragarse el llanto—. Tu te lastimas a ti mismo, yo no entiendo. ¿Por qué lo haces? Yo te quiero, ¿no te basta? ¿Por qué? No te lastimes, no quiero perderte, no lo hagas, esto es malo, es malo.
Harry maldijo, viendo a Zayn entrar en crisis cuando comenzo a golpear su cabeza con su mano, murmurando una y otra vez "no entiendo, soy torpe".
—No eres torpe. —avanzando, lo envolvió con sus brazos—. No entres en crisis, por favor, Zayn.
—No entiendo —susurró, jalandose el cabello mientras sollozaba—. Tu te lastimas, lastimarse es malo. La gente muere cuando se lastima, Lucy me lo explico. ¿Tu te odias? ¿por eso lo haces? Yo te amo, ¿no te basta? ¿por qué haces esto? ¿no me quieres, me vas a dejar?
—No, cariño, no es nada de eso, es solo que...
—No entiendo, yo... no puedo. —se jalo el cabello con más fuerza, tanta que varios cabellos quedaron enredados en sus dedos. Lo miró, sus ojos brillando por las lagrimas—. ¿Harry?
—Shh. —lo apreto más en sus brazos e hizo lo único que se le ocurrio, comenzó a cantar la canción de cuna que sabia que ayudaba a Zayn.
Él habia avanzado bastante en sus sesiones con los psicologos que Liam habia contratado para él, aun así sus crisis no habian bajado de nivel. La respiración que comenzaba a ahogarlo era una de las cosas qu eno habia cambiado. Harry cantó con más impetú, intentando llegar al moreno con todas sus fuerzas. Se sentia como una mierda por haberle provocado esto a su mejor amigo, Zayn no se lo merecia.
El moreno estuvo así por un momento antes de finalmente lograr calmarse. Suspirando, Harry se aparto y lo miró a los ojos—. Todo esta bien, ¿si?
—¿Por qué haces eso? —susurró con un pequeño puchero—. Tu metiste tus dedos en tu boca, Lucy dijo que eso era malo.
—Lo es, yo... —se mordió el labio con fuerza e hizo una cosa que jamás pensó que haria... le mintió a Zayn:— Algo me cayo mal, estaba intentando desintoxicarme por mi mismo. Fue una mala idea.
Zayn no se vio convencido pero como siempre, era demasiado inocente—. No volveras a hacerlo, ¿verdad?
Dudo—. No, no lo haré.
El más bajó suspiró aliviado y apoyo su cabeza en el pecho de Harry, quien se sentia como la peor mierda que hubiese existido.
(...)
Subiendo al ascensor del hotel, Harry seguia golpeandose por haberle mentido a Zayn. Dios, se sentia como una jodida peste que no deberia estar respirando, el moreno era demasiado inocente para hacerle una cosa así. Por suerte lo habian llamado para un rapido trabajo como modelo de una marca de ropa para la que ya habia trabajado y lo habia aceptado, más porque queria salir de la casa y de la presencia de su mejor amigo, que la verdadera necesidad de trabajo.
El hotel donde lo habia citado era uno de los más lujosos. Las paredes brillaban de un claro amarillo que se combinaba con los tonos blancos y los detalles en plata aquí y allá. Habia columnas de marmol que decoraban el salón principal, dandole un aire un poco antiguo si parecer demasiado. Le agrado, era exactamente el tipo de lugar al que comenzaba a acostumbrarse gracias a los Payne. Lastima que Lucy estaba fuera, ella hubiese amado el lugar.
Sacando su celular del bolsillo de su jean, comenzó a juguetear con él pensando en la posibilidad de mandarle un mensaje a la castaña cuando un grito femenino lo tuvo subiendo la mirada. Las puertas metalicas comenzaron a cerrarse en el momento exacto que una joven mujer de rojizo cabello corria hacia la puerta aferrandose a un pequeño bulto envuelto en una manta rosa.
Inclinandose hacia adelante, Harry puso la mano en la puerta para evitar que se cerrasen y le dedico una sonrisa a la mujer cuando entró con él.
—Muchas gracias —jadeo la joven, mirandolo con una alegre sonrisa que llegó hasta sus ojos verdes—. Voy tarde para un trabajo y van a matarme cuando aparezca.
—A decir verdad, yo tambien voy tarde —le devolvió el gesto antes de extender su mano—. Soy Harry Styles.
—Sé quien eres, se supone que seré tu compañera en las fotos —explico—. Soy Emma, por cierto.
—Un gusto conocerte, Emma.
Ella le hizo un gesto de comprensión mientras jalaba algo desde adentro de su bolso pero teniendo a la pequeña en brazos se le hacia dificil sacar lo que fuese que estaba buscando. Se veia realmente increible para ser una madre, desde sus zapatos de tacon a su cuidado cabello, aun así le recordó a su propia madre cuando luchaba con Gemma y él por la calle, intentando mantenerlos cerca mientras luchaba con las cosas en su bolso.
—Puedo ayudarte, si lo deseas —ofreció.
Emma lo miró indecisa antes de suspirar—. Lo siento, estoy haciendo un desastre de mi misma, ¿verdad? —hizo una mueca—. Realmente, no tuve tiempo de nada. La niñera de Gini me cancelo a ultima hora y tuve que rearmar toda mi agenda para el dia de hoy y...
—Tranquila, respira y calmate, todo esta bajo control —le sonrió amablemente—. ¿Por qué no me das a esa hermosura por un momento mientras sigues buscando lo que necesitas?
—No quiero abusar de ti ni nada.
—Amo a los niños —aseguró, extendiendo sus manos hacia ellas—. Damela, puedo sostenerla.
El sonido aliviado que salió de sus labios le dijo que estaba haciendo lo correcto—. Gracias, Harry, eres como un angel caido del cielo. —le paso a la bebé.
El rizado rio—. No lo creo, solo intento ayudar —las puertas se abrieron y ambos salieron al pasillo. Harry acomodo mejor a la pequeña niña en sus brazos, amando automaticamente los hermosos y extrañamente conocidos ojos celestes que le devolvieron la mirada—. Wow, mirate, eres preciosa, cariño. Y me recuerdas a alguien.
Emma rio a su lado—. Es identica a su padre, solo que tiene mi cabello.
—¿Si? Tal vez lo conozco —se encogio de hombros. La pequeña le dedico una sonrisa desdentada y Harry se enamoro de ella, era demasiado linda—. ¿Cual es el nombre de esta princesita?
La pelirroja al fin encontró lo que buscaba, ondeando su telefono en el aire y lo miró—. Su nombre es Ginger —contestó—. Ginger Tomlinson.
La sangre de Harry se congelo en sus venas y sintió a su corazón saltearse varios latidos cuando se quedo mirando esos ojos azules que lo miraban atentamente sin poder creer que estaba sosteniendo a la pequeña hija de Louis y que ella era tan malditamente linda que Harry sabia que no podria odiarla como creia que haria.
Estaba tan jodido.
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