Hoy más que nunca, desate mi furia, lloraba día y noche, esperando alguna respuesta del significado de mi vida. Sufría más que nunca, la felicidad me daba la espalda, e intentaba sobrevivir, pero me acuchillaba aún más por dentro, y seguía botando lágrimas. Sin lugar alguno en dónde poder huir, siempre me recordarias.

Tus palabras hacía ella, cortaban más que una navaja. Dedicabas tus poemas, de los cuáles era la primera en leerlos y en enloquecerme. Me enriquecías con tanta belleza, me dejabas destrozada cuándo demostrabas suficiente amor por ella. Y cuándo la noche caiga, no dejes que te use. Sé que en mis palabras tengo fé, y que algo malo sucederá. Pero tú sigues siendo feliz y me enorgullece, tener ésta cercanía hacía a ti. El haberte conocido, me entregó tantos deseos que permanecían encerrados dentro de mí, y que lograste sacarlos por medio de palabras. 

Tú hiciste florecer millones de palabras envueltas en papel de regalo, para tan sólo abrir y sorprender. Entregaste a mi vida una nueva forma de pensar, mis ojos tuvieron otra perspectiva. Dejaste mi amor al aire y tomaste a una envuelta de dinero. Siempre supe que estarías dispuesto a enamorarte. Por mucho odio que lanzaste en esa página, algún día te ibas a enamorar, y lo hiciste al igual que a mí. Me dejaste envuelta en tus pensamientos que daban un bucle tentador.

Llegaba la noche, y un frío arrasaba, necesitaba algún calor que me sostuviera en éste momento. Volví a llorar, cómo lo hacía en cada noche. Y me sentía sola, y usada. Desesperadamente necesitaba algún abrazo tuyo. Que me fortaleciera y que volviera a darme la energía posible para darte mi mayor esfuerzo de amor.

Sentía que en éste momento tu podrías estar haciendo el amor con ella. Y no me apenaba saber eso, yo sólo quería tener algún pedazo de tu corazón, no disfrutar de los placeres con una persona a la que he amado más que a a mi familia. Que jamás supe quiénes fueron, y nunca me interesaron. Sólo me dejaron botada cómo si fuera un basural.

Siento que estoy sin esperanzas, mi amor se desvanece, y entro en pánico cada vez que veo una foto tuya, y no textos de los cuáles disfrutaba, sonreía, sintiéndome ansiosa, muy feliz por haber conocido a éste hombre. Que me ayudo, que me sostuvo sin saber quién era, y que sus frases me ayudaron a levantarme día a día.

Acaparaste leídas en tu página. Y ya no es lo mismo para mí, estaba acostumbrada a ver el sitio de comentarios vacíos. Pero fue para mejor, más personas te apoyaban. Y más amor llegaba.

He intentado hablar con el cineasta del cuál sólo se digna a decirme que se encuentra ocupado. Quizás se preocupa por ti y por tus libros. Cosa que debes estar en tus vacaciones y no escribiendo. Me saca de quicio que intenten hacerme boba, a veces lo soy, o siempre tras no haber aprovechado esa oportunidad de verte.