Capítulo 3: Celos
Había pasado exactamente 2 semanas desde que me topé con los avengers en el super y se podía decir que ahora soy muy amiga de todos ellos, hablábamos día y noche, y siempre salíamos todos juntos ya sea al cine, al parque o a comer algo.
Les tomé mucho aprecio, me protegían mucho y me daban todo lo que pedía, aunque nunca me aproveché de eso.
Hoy me habían invitado a ver una película y pues me estoy arreglando un poco para ellos, extrañamente me sentía muy atraída por ellos.
Me puse una falda negra con unas media de red, y de blusa solo me puse una blusita blanca y un sueter negro, de zapatos solo me puse unas botas negras y con eso quedé lista.
Me maquille lo normal, base, delineado, rubor y labial, no tan cargada. Me puse perfume y ya.
Salí de mi habitación y le dejé un poco de comida a Kiara junto con un poco de agua.
No tardan y llegan, no hagas ninguna travesura ¿entendido? - la señale con mi dedo índice y ella solo soltó un ladrido en asentimiento.
Reí y le acaricié la cabeza por última vez antes de salir del departamento.
Llegué al lobby y me topé con mi vecino, un muchacho de no más de 30 años, alto y muy guapo, siempre me observaba mucho tanto que pensé que era él mi manifestación, se llamaba José.
Hola José, buenas tardes - saludé cordialmente mientras me sentaba en un sillón.
Jazmín, un placer saludarte - inclinó la cabeza, este muchacho era muy refinado. - ¿Va a salir de nuevo?
José me miró mientras alzaba ligeramente una ceja, bueno, y este por qué se mete en lo que no le importa.
Sí, con unos amigos - sonreí torpemente y desde lejos pude ver que ya venían por mí, agradecía que la puerta fuera de cristal.
José se me acercó y puso un mechón de mi pelo tras mis orejas y a la vez me dejó un pequeño beso en la frente.
Decir que estaba sorprendida era muy corto, nunca había actuado tan atrevido, ese acto me hizo sonrojarme ligeramente.
Cuídese señorita, es peligroso andar afuera en estos tiempos - dijo y se fue.
Quedé.
En eso entraron Bucky, Steve y Tony por mí, los tres tenían el ceño fruncido mientras veían por donde se había ido José.
¿Por qué no nos habías dicho que tenías novio? - preguntó Steve, estaba rojo.
No es mi novio, es mi vecino, el del departamento 50, el que está enfrente mío - sonreí inocentemente.
Los tres se miraron entre sí y solo asintieron con la cabeza.
Algo no va bien aquí.
¿Qué planean?
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