Capítulo 6

Sentía la mirada de Jack todo el tiempo y eso la estaba poniendo nerviosa.

Se dirigió a la barra y pidió un trago de vodka para relajar sus músculos tensos.
-Sabana que bien encontrarte por aquí- dijo el castaño sonriendo.
-Franco- dijo ella sonriendo y lo abrazó, pero desde la mesa alguien miraba la ecena con rabia.
-maldita zorra- dijo tensando la mandíbula.

-¿bailas?- preguntó el castaño y la pelinegra aceptó.

Una música pegadiza comenzó a sonar y Sabana bailaba con Franco al compás de la melodía.

Una rubia pasó frente a él y no dudo en usar su encanto para engatusarla y luego se fue a bailar con ella muy  cerca de la otra pareja.

Sabana miró a su costado y Jack sonrió con arrogancia mientras pegaba a su cuerpo a la rubia con la que bailaba y no sabía por que razón eso le molestaba, así que ella también jugaría ese juego acercándose aún más al castaño y Miller no le gusto mucho esa jugada por que sus músculos se veían tensos y la pelinegra sonrió satisfecha.

La música cambio para algo menos movido y más sensual así que Jack se alejó de la rubia y se acercó a la pelinegra.
-cambio de pareja- dijo entregándole la rubia a Franco y éste lo miró mal, pero la rubia lo jaló.

La pelinegra estaba confusa cuando sintió las manos del rubio en su cintura pegando su espalda a su fornido pecho.
-baila para mi muñeca- dijo en el oído de ella y ese gesto la estremeció y su cuerpo como el traidor que era empezó a moverse muy despacito y sensual haciendo que el mini Jack se despertará.

Jack entrelazó sus manos y caminó entre la gente hasta llegar al baño y ella no sabía por que su cuerpo y mente seguían al rubio.

Empezó a besarla con desesperación y ella siguió el beso con mucho deseo. El rubio bajo la cremallera de su vestido mientras la acorralaba a la pared y sus piernas subieron a la cintura de él, ella sabía que debía parar que él era un completo idiota y que ella estaba callendo rendida a sus besos obsesivos, pero hacia completamente todo lo contrario.

Su vestido desapareció de su cuerpo dejándola en ropa interior y el rubio pasó su mirada lujuriosa por todo ese cuerpo que había deseado desde que era un joven.
La pelinegra empezó a quitar los botones de la camisa mientras Miller besaba su cuello hasta llegar al borde de su sostén.
Ella logró quitar la camisa blanca dejándole una vista espectacular de sus abdominales aunque una marca extraña parecía una cicatriz sé colaba por ese duro cuerpo sus dedos recorrieron la cicatriz y el rubio se tenso y luego la beso con rabia ya que esa cicatriz había sido gracias a ella.

Sus manos viajaron por la suave piel de la pelinegra hasta llegar al broche del sostén sacándolo con un solo movimiento y su mirada viajo hasta esos pechos que tanto había deseado ver, su boca se apoderó de esas dos montañas mientras la pelinegra jadeaba de placer y sus manos jugaban con el broche del pantalón del rubio.

Él arrancó la única prenda que le quedaba a la pelinegra dejándola completamente desnuda a su merced y sonrió con arrogancia al ver que ya tenía poder sobre ella.

Su pantalón desapareció dejándole en bóxer y ese gran atributo marcándose en él. Sacó un paquetito plateado y luego se quitó los bóxer dejando a la vista su gran erección mientras ella estaba perdida mirando el cuerpo completo del rubio y se mordió el labio en solo reparar de arriba a bajo, él se acercó de nuevo acorralandola en la pared y la penetró de una manera brusca, sus embestías eran dolorosas, pero a la vez placenteras hasta que los dos llegaron al clímax.

Él se apartó de ella dejándola débil y empezó a vestirse para luego desaparecer del baño dejándola sola.

La pelinegra aún confundida con lo que acababa de pasar empezó a vestirse y miró sus bragas desbaratadas así que se quedó desnuda en la parte baja de su cuerpo.

Salió del baño algo incómoda ya que debajo de vestido iba sin nada. Caminó hasta llegar a la mesa donde se encontraban Hannah y Tyler, miró a todas partes y él no estaba.
-¿dónde te habías metido?- preguntó su mejor amiga mirándola de arriba a bajo.
-dime que tuviste buen sexo- dijo divertida la rubia y justo en ese momento Jack apareció sonriendo con arrogancia mirándola a ella esperando su respuesta y sus mejillas se calentaron.
-eso no te importa- dijo agarrando su cartera y saliendo del lugar se sentía rara, no sabía como se dejo llevar hasta acabar en ese incómodo momento.

Salió del antro y caminó hacia su vehículo, pero un hombre moreno, alto y asqueroso se acercaba a ella así que prefirió avanzar con más rapidez, pero una mano se coló en su brazo y sintió miedo, hace mucho no sentía esa sensación.
-a dónde creés que vas preciosa- dijo ese hombre con malicia y eso la hizo recordar el pasado.
-por favor no me haga daño- dijo y sus lágrimas bajaron por sus mejillas.
-pero si solo nos vamos a divertir- dijo agarrándola con fuerza pegándola a la pared.
-suelteme- grito ella forcejeando pero el hombre tenía más fuerza.
-por favor- decía llorando, pero algo paso y ese hombre calló inconsciente en el suelo y miró a su principe.

El rubio la miraba con preocupación.
-¿estás bien?- preguntó y ella asintió.
-gracias- susurró y él sonrió con dulzura limpiando las lágrimas de sus mejillas.
-no me lo agradezcas mi muñeca, yo voy a destruirte pero también a protegerte- dijo abrazándola aunque ella no entendió que quiso decir con eso, pero aún así aceptó muy gustosa ese abrazó.

OMG esto se prendió...

Les quiere Yarlin💜

Michel Brown: Franco O'Connor

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