Capítulo 36
—Me he enterado que seré tío— dijo el castaño mientras miraba suspicaz a la pelinegra.
—¡Pues! Felicidades — contestó ella con una sonrisa.
— ¿Qué vas hacer con eso?— preguntó Marco acariciando el vientre de Sabana. —Digo por que Jack es el papá— agregó el castaño.
—No lo sé— contestó ella. —Por ahora no quiero ni verlo— añadió suspirando.
—Eso siempre los va unir Sabi— dijo el periodista. —No has pensado qué talves ese embarazo sea una señal— agregó Marco diciéndole a su mejor amiga. —Talves exista la posiblidad de perdonar, olvidar el pasado y seguir adelante— continuó el castaño. —No has pensado en darle una segunda oportunidad a ese bastardo— prosiguió él. — Quizás se equivocó, pero cuando se enteró del accidente, explotó, se notó lo angustiado, preocupado y dolido que estaba— continuó Marco. — Hasta llegué a pensar que en serio ese hombre te ama, apesar de sus errores— dijo el castaño. —Talves por eso no le he dado su merecido por hacerte llorar— añadió con un poco de diversión, cuando notó que los ojos de la pelinegra se cristalizaron.
—No lo sé Marco, lo qué me hizo está muy reciente, quizás necesito un poco de tiempo— contestó ella respirando profundamente. —Por ahora no quiero hablar de él por favor— dijo ella y Marco asintió.
— Está bien— dijo él agachando la cabeza. No quería hacerla sentir mal, pero por los últimos acontecimientos él había notado que ese hombre estaba devastado por el accidente. Acaso eso no era amor.
Tomó de su café y miró a la parejita que estaba al otro lado. Tyler sonreía al escuchar los argumentos que la rubia decía. Se notaba que esos dos estaban hechos para estar juntos. Como él y Sabana. Marco salió del pasillo y lo miró a él.
—¡Oye! Ven acá— lo llamó así que se acercó al castaño y después lo que sintió fue un golpe en su mejilla. ¡Diablos! Eso sí había dolido. —Eso fue por haber hecho llorar a Sabana— dijo el castaño sacudiendo su mano. — Ahora, te ordenó que te levantes de ese asiento, pongas tus pies a trabajar y camines con dirección a esa habitación, le pidas perdón y viva su puto romance de una vez por todas sin mentiras ni traiciones — añadió el periodista y después se retiró dejándolo un poco deshubicado tanto a él como a la parejita que los miraban con asombro.
—¡Oye! Hermano— lo llamó Tyler e inmediatamente se tapó sus cachetes causándole gracia a la parejita. —No iba a golpearte, pero bueno Hannie y yo vamos a comer algo aquí cerca ¿no quieres qué te traiga algo de comer?— preguntó su mejor amigo.
—Como quieras, no tengo hambre— contestó encogiéndose de hombros.
—¡Pues te jodes! Por que te voy a traer algo de comer— dijo su amigo y después se retiró con Hannah, así que quedó solo en el hospital. Pensó en lo que Marco dijo y sabía que tenía razón. No esperaría más, debía ir a buscar a su florecilla y conseguir su perdón, costará lo que costará.
Así que con paso decidido se acercó a la habitación de la pelinegra y sigilosamente la abrió.
Su mirada estaba perdida por la ventana, hasta que sintió su presencia y esos hermosos ojos que lo hipnotizaban se encontraron con los suyos.
—Vete— dijo ella quitando la mirada para volver a ver la ventana.
—No hay nada interesante que ver por esa ventana— dijo tratando de hacer conversación.
— Más interesante que tú, si lo hay— contestó ella aún mirando por la ventana y eso lo estaba empezando a molestar.
—Ok, sabés casi me muero cuando me enteré sobre el accidente— dijo él y ella sonrió de medio lado con cinismo.
—Por que mejor no te vas, acaso no te das cuenta que aquí sobra tú presencia— dijo ella tensando la mandíbula y él suspiró profundamente.
— Sé que me odias, sé que ahora deseas verme lejos, sé que fuí un gilipollas, sé que fuí un cobarde, sé que me dejé llevar por la sed de venganza y mi obsesión— dijo Jack y por su mejilla una lágrima se escapó. —Pero yo te amo Sabana— añadió él y ella cerró sus ojos tratando de detener sus lágrimas. —Voy a contarte la verdad desde un principio y la razón por la cual quize vengarme— dijo él y ella aún mantenía sus ojos cerrados.
—Justo ese día el de la graduación, donde te confesé mis sentimientos y tú me rechazaste, esa noche— continuó él con la historia.
Flash back
Se sentía horrible, sus ojos estaban empeñados por las lágrimas que bajaban por sus mejillas. Caminó por la oscura noche que estaba fría, se acercó a ese muelle y miró el mar. Quería morir, quería desaparecer para siempre. Un chico como él gordo y granoso nadie lo querría. Así que estaba decidido se mataría. Nadie lo extrañaría, o talves su madre y su padre, pero ahora no estaba pensando en ello. Lo único que quería era morir. Se lanzaría de ese muelle.
Se encaminó a la orilla y miró hacia bajó, el mar sacudía las rocas que un golpe de ellas y agonizaria. Y se lanzó en ese precipicio en ese momento no pensó en nada más que morir.
Una luz blanca se apoderó de su conciencia, sus ojos empezaron abrirse hasta encontrarse en una habitación blanca. Acaso era el cielo, acaso no había muerto.
—El paciente está despertando, rápido el paciente despierta— escuchaba alardear a una enfermera y después llegaron varios médicos, que empezaron a reanimarlo. — Está vivo es un milagro que haya despertado después de tanto tiempo— dijo el médico mientras él solo veía borroso.
—Oye ¿Dime tú nombre?— preguntó el médico.
—Jack, Jack Miller— contestó un poco confundido.
— ¿Cuántos años tienes?— preguntó el doctor.
—17— contestó y el médico miró a la enfermera.
—¿Cómo te sientes Jack?— preguntó el médico.
—Mareado— contestó él.
—Es normal después del coma— añadió el médico y él no entendía nada. ¿Por qué estaba vivo? ¿Qué había sucedido después? Eran preguntas que se venían a su cabeza.
Le dolía el abdomen, pero se sentía diferente. Una cabellera castaña apareció por la puerta y su madre lo miraba llena de lágrimas.
—Dios mío Jack estás vivo, es un milagro— dijo su mamá, parecía estar deteriorada, su cabello estaba más largo de lo que recordaba y sus ojos apagados. —Mi amor han pasado tres años desde que intentaste suicidarte, has estado es coma todo esté tiempo Jack, han pasado muchas cosas hijo— dijo ella y sus ojos empezaron a lagrimar tres años, tres años en los que estuvo respirando por una máquina. — Tú padre hijo murió hace un año y medio— avisó su madre llorando y en ese momento se derrumbó, su papá estaba muerto y todo había sido su culpa y culpa de esa chica. En ese momento juró vengarse de ella.
Fin del Flash-back.
—Por esa razón decidí vengarme, pero Sabana todo salió mal, cuando me enteré lo que habías pasado, supe que me había equivocado, el único culpable de todo había sido yo, te amo mí amor, te amo— dijo llorando en el vientre de esa mujer de la cuál estaba enamorado perdidamente.
Ella lloraba y en ese momento sintió algo en su pecho.
—Jack— lo llamó. —Jack también te amo— dijo ella llorando y él la miró para luego besarla.
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