El hospital estaba solitario, una que otra enfermera pasaba, pero no le decían nada de la pelinegra. Estaba preocupado y su mundo estaba debatiéndose entre la vida y la muerte. Su mejor amigo apesar de que él era el culpable de su separación aún así estaba ahí dándole su apoyo, junto con su madre y su prima. Unos minutos después entraron Hannah y Marco. Ella parecía odiarlo con la mirada.
-Tú, tú eres el culpable- gritó con tanto odio la rubia mientras empezaba a golpearle en el pecho. - Si Sabana se muere quedará en tu conciencia bastardo- gritaba la rubia aún golpeándolo, pero lo que más le dolía eran sus palabras. Ella tenía razón, todo eso era su culpa, su florecilla estaba en peligro por su maldita cobardía. Marco agarró Hannah llevándola al otro extremo de la sala de espera. Se sentó en el sofá con las manos cruzadas y su madre le acarició la espalda.
-Es mí culpa mamá- dijo con lágrimas en los ojos.
-No, cariño las cosas pasan por algo- contestó su madre, pero estaba seguro, era su maldita culpa. Miró a su amigo que tenía la mirada perdida hacia el otro lado. Tyler miraba fijamente a la rubia que estaba desconsolada al otro lado.
- Por que no vas- dijo él y el castaño negó.
-Me odia- contestó desganado Tyler.
-Me odia a mí, contigo solo está resentida, pero no te odia, deberías ir- dijo el rubio y su amigo negó resoplando pesadamente.

El médico después de varias horas de tortura por fin dió la cara.
-Familiares de Sabana Williams- dijo inmediatamente todos se acercaron.
- Yo soy su mejor amiga- dijo la rubia desesperada.
-, y yo su prometido- dijo él ganándose una mirada fulminadora de parte de Hannah.
-Bueno, gracias a Dios pudimos contralar la situación y ahora Sabana tanto como su feto se encuentran estables- dijo el médico y en ese todos estaban en shock ¿Acaso Sabana estaba embarazada?. - Por sí no lo sabían la chica tenía dos semanas de embarazo- continuó el médico y en ese momento una chispa de esperanza creció en él, iba hacer papá.
- Seré papá- suspiró profundamente y una emoción crecía en él. Su madre lo miraba sonriendo ya que ella siempre había deseado ser abuela,  su prima alzaba una ceja emocionada, su mejor amigo sonrió a medias, Hannah y Marco aún estaban procesando la información.
-La paciente está aún está dormida, pero por ahora necesito a alguien con ella- dijo el médico.
-Yo voy- contestó inmediatamente el rubio y Hannah lo miró mal, pero no replicó.

La rubia fue con dirección a la capilla del hospital y se puso de rodillas.
-Gracias por salvarles la vida, tanto a mí amiga, como a ese bebé que lleva dentro- dijo sonriendo con un poco de alivio, iba a ser tía.
-Dios es muy grande definitivamente- dijo una voz muy reconocida para ella. - ¿Podemos hablar?- preguntó el castaño un poco nervioso.

Ella se levantó y lo encaró, él tenía sus ojos irritados, parecía que había llorado y eso dolió muy en el fondo a la rubia.
-Hannie hermosa, por favor perdóname- dijo Tyler y una lágrima rodó por su mejilla mientras se incaba. - Hannah te amo- dijo él y ella sintió ese montón de mariposas en su vientre. -, y fuí un idiota lo sé, pero ¿qué hubieras hecho tú sí los papeles fueran diferentes?- preguntó él y ella en ese momento entendió un poco la situación, estaba claro que jamás hubiera traicionado a Sabana aunque no estuviera de acuerdo con la situación.
-Tyler entiendo, pero me metiste cuando te pregunté sí él tenía buenas intenciones con mí amiga- dijo ella llorando y él negó con la cabeza.
-No te mentí amor, cuando me lo preguntaste ya Jack había desechado la idea de hacerle daño, él la ama- dijo Tyler acercándose a la rubia. - como yo te amo a ti- prosiguió mientras sus manos se acurrucaron en las mejillas de la rubia y su mirada bajó hasta esos labios que tanto le gustaba besar. Ella al sentir eso que solo el castaño le hacía sentir, cruzó sus manos por el cuello del chico y lo besó.

Tan tan tan ¿Ahora qué pasará?

Les quiere Yarlin 💜