Capítulo 28
- Jack- dijo la pelinegra removiendose en la cama y el rubio frunzo el ceño al ver a Sabana levantarse de su lado abandonando su calor. - debo decirte algo muy importante- agregó ella mientras colocaba su ropa interior y él hizo una mueca con su boca, que podía ser más importante para querer levantarse de sus brazos. - Voy a contarte todo sobre mí- prosiguió ella y eso llamó la curiosidad del rubio que inmediatamente se levantó colocándose sus bóxer. - mi vida no ha sido fácil Jack- dijo ella sentándose en el borde de la cama y sus ojos empezaron aguarse por qué hablar sobre eso le resultaba tan difícil. - siempre fue un infierno- continuó ella y él se acercó preocupado a la ver el semblante de la pelinegra. - entenderé si después de ésto no quieras estar conmigo- prosiguió ella y Jack frunzo el caño mirándola fijamente. -cuando yo estaba chiquita mis padres siempre discutían, gritaban, mi padre era un alcohólico y siempre que llegaba a casa empezaba a golpear a mi madre, me sentía tan perdida, sin poder hacer nada, ella tampoco hizo nada, fue cobarde igual que yo- dijo y sus mejillas empezaron a mojarse de lágrimas.
Jack se acercó envolviéndola en sus brazos, donde ella se sentía protegida, mientras él se sentía miserable, ya que él no conocía esa parte de la vida de la pelinegra, él creyó que su vida era perfecta, por eso era tan caprichosa cuando estaban en el instituto.
- si no quieres continuar lo entenderé- dijo él al ver que ella no dejaba de llorar y no sabía por qué le dolía verla tan vulnerable.
- no- contestó con seguridad limpiando sus mejillas la pelinegra.
-al cumplir mis once años, estaba empezando a entrar en mi adolescencia, era todavía una niña- dijo y él estaba preocupado por el dolor que emendaba la mirada de Sabana. - mi padre llegó una noche completamente tomado y drogado, no le bastó con golpear a mi madre y dejarla inconciente- dijo ella y él tensó la mandíbula imaginándose lo peor.
- él subió a mi habitación, estaba escondida, para que no me encontrara, estaba aterrorizada, ese hombre nunca se había metido conmigo, él solo buscaba a mamá, pero esa noche todo cambio, él me encontró y gritó que yo era tan zorra como mi madre, que era cualquiera, que me odiaba por arruinarle la vida y me golpeó, me golpeó- dijo temblando en sus brazos y él solo quería matar a ese patán que le hizo daño a una criatura, a una niña. - él después de golpearme dejándome débil, abusó sexualmente de mí por primera vez- dijo la pelinegra echándose a llorar y Jack sentía su pecho contraerse nunca en su vida había deseado matar a alguien como ahora quería matar a ese infeliz. -eso no fue todo Jack cada vez que llegaba borracho se repetía como una maldita rutina, todos pensaban que mi vida era perfecta, pero nadie conocía mi verdadero infierno- dijo ella llorando y él se sentía tan mal, él llegó a juzgarla sin ni siquiera conocerla como todos lo hacían, llegó a etiquetarla como una persona presumida, una víbora sin sentimientos, pero en realidad, esa era su máscara para escapar de la asquerosa realidad en la que la florecilla vivía. - hasta el día de mí graduación, ese día fue la última vez que ese infeliz me violó, él mató a mi mamá y en ese momento entré en pánico huyendo de ahí, huyendo de mi infierno- decía la chica en sus brazos y él sentía impotencia por no poder borrar esos recuerdos de su memoria. - después en la comisaría conocí a la doctora Grumer, ella me ayudó a salir adelante, era psicóloga por lo tanto me dió sus terapias, pude encontrar un trabajo para mis gastos y la universidad y Marco y Hannah siempre estuvieron ahí para mí, para ayudarme al igual que la doctora Grumer. - esa es mi vida Jack, esa la verdadera Sabana, la que muy pocos conocen- dijo después mirándolo a los ojos, ella tenía sus mejillas rojas al igual que sus ojos y nariz por culpa de las lágrimas derramadas.
- Sabana perdóname, perdóname por ser tan capullo, quiero que sepas que te amo, que pase lo que pase te amo, y siempre te amado, perdóname mi florecilla con espinas- dijo abrazándola mientras enterraba su rostro en el cuerpo de la pelinegra, se sentía un miserable por haberla juzgado sin antes conocerla de verdad. Ella sin comprender las palabras del rubio lo abrazó por qué solo en sus brazos se sentía protegida, solo en sus brazos se sentía a salvo.
¡Uh! Será qué ahora todo vaya bien para está pareja un poco dispareja. Por fin Jack sabe la verdad, será que deja atrás esa sed de venganza o continuará...
Les quiere Yarlin 💜
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