Capítulo 24
Su oficina parecía vacía, el silencio era poderoso, pero le encantaba todo lo que era poder así que no era ninguna molestia. Su jornada laboral terminó a mediados de la 6:30pm así que se dispuso a caminar hasta su auto, pero su teléfono vibró, rodó los ojos al notar quién era la remitente.
-hola florecilla- contestó lo más amable que podía.
-hola- contestó ella con timidez y eso lo hizo sonreír, estaba disfrutando verla comportarse de esa manera y no iba a negar que le encantaba verla tan ingenua, parecía otra persona la que ahora se había apoderado del cuerpo de Sabana "o realmente está siendo ella misma" sugirió su conciencia, pero borró ese pensamiento eso era estúpido, él conocía muy bien a la pelinegra y no se dejaría manipular por esa víbora y su cambio repentino.
-¿para qué me llamabas preciosa?- preguntó de forma mielosa y aplaudió mentalmente por su actuación.
- quería saber cómo estabas- contestó ella y él sonrió con arrogancia.
- estoy muy mal- contestó él y Sabana en su penhouse frunzo el ceño al escucharlo decir eso.
- ¿Qué tienes?- preguntó preocupada la pelinegra.
- estoy enfermo y necesito una enfermera para que me cuide- dijo él y ella sonrió por un momento le había creído que tonta.
- mmm así que necesitas una enfermera ¿cómo le gustaría qué fuera ella?- dijo ella de forma coqueta.
- puede ser de cabello negro, ojos marrones, piel blanca y hermosa como una rosa con espinas- contestó él y Sabana se sonrojó, le gustaba sentirse querida por alguien que no la mirará mal aunque él no conocía su pasado, pero a como iban las cosas estaba confiando en él, talvez muy pronto le contaría la verdad sólo esperaba que la siguiera queriendo por ese lado le daba temor contarle sobre su pasado.
- pues es imposible caballero su pedido a sido denegado- dijo riéndose divertida y él sonrió orgulloso al oír su hermosa risa por el teléfono.
- bueno entonces me moriré de amor- habló él y después colgó el teléfono.
Arrancó su auto para dirigirse al penhouse de la pelinegra, por qué esa noche él tendría su medicina estaba seguro.
Ella miró su celular confundida, él había colgado, su cabeza estaba haciéndose miles de historias "y si se había enojado" era lo primero que llegaba a su cabeza. Estaba tan sumisa en sus pensamientos hasta que el timbre de su penhouse sonó, ella extrañada ya que no esperaba a nadie fue de inmediato abrir, pero sus ojos se abrieron como platos al mirar a la persona que estaba del otro lado.
- la enfermera no podía ir, así que tuve que venir a buscar mi medicina- dijo Jack de forma pícara y ella se sonrojó aún no se acostumbraba a sus comentarios. Ella aún no había dicho nada, pero lo único que sintió fueron los labios de Jack jugar con su boca y su lengua invadir su paladar, un sabor a menta con chocolate y un poco de whisky invadió su boca, pero le encantaba como ese hombre la devoraba con pasión.
-¿Qué me haces Sabana Williams para tenerme comiendo de tus manos?- preguntó él encaminandose aún con ella hasta llegar al sofá. - eres mi adicción florecilla- susurró él aún con ella en brazos.
- y tú eres mi salvación- dijo ella dejándolo confundido, pero ella volvió a besarlo así que borró cualquier pensamiento extraño para disfrutar de esa boquita que lo estaba volviendo loco, no negaría que le encantaba los roces de sus labios y cómo sus manos recorrían sus bíceps con timidez mientras sacaba su camisa. El aprovecho para soltar esa faldita que le estaba estorbando y sacar la blusa de la florecilla dejándola solo con su ropa interior. Ella enredó sus piernas en la cintura de Jack y después él se encaminó a la habitación donde la dejó con delicadeza en la cama para luego sacarse el pantalón para colocarse arriba de ella aprovechando para besarle el cuello a la pelinegra y luego dejar un camino de besos hasta llegar a sus pechos, una de sus manos soltó el broche que estaba en la parte adelante del sostén y lo retiró mientras su boca se disgustaba de esa blanquecina piel mientras la saboreaba con sensualidad y disfrutaba escuchar esos jadeos de gatita que esa hermosa florecilla suspiraba mientras enredaba sus manos en su cabello rubio. Él bajó sus besos por el plano abdomen de la pelinegra hasta llegar al borde de su braga mientras ella con los ojos cerrados se estremecía en la cama y sus manos sujetaban las sábanas de su cama. Él bajó la braga dejándola completamente desnuda y se acercó al centro de la chica, uno de sus dedos se adentró en su feminidad mientras ella se retorcía de placer, insertó otro de sus dedos.
- Jack- jadeó ella con los ojos cerrado y él sonrió con arrogancia. - te necesito voy a venirme- dijo ella con dificultad y él aprovecho para acercar su boca al centro de la chica disfrutando de ese sabor hasta que ella se corrió y él se apartó. Su cuerpo se relajó al correrce, pero luego el rubio se acercó para besarla y la chispa de deseo volvió a encenderse hasta que sintió la punta del miembro de su acompañante acercarse a su feminidad y después de una entoscada la penetró sin cuidado.
Les quiere Yarlin 💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top