Capítulo 11

Jack miró de nuevo ese documento y bufó enojado por culpa de esa chiquilla embustera. Debía seguir con su venganza, así que debía bajar la guardia y acercarse de nuevo a la insoportable bruja.

Manejó con dirección al penhouse de Sabana, debía mantenerse sereno si quería volver a ganarse la confianza de la caprichosa Sabana. Subió al elevador y al llegar al piso de la pelinegra suspiró varias veces para tranquilizar el coraje que esa insolente le propiciaba.

Tocó el timbre y no sabía por qué razón se sentía nervioso y no le gustaba esa sensación. Una pelinegra apareció frente al él y tensionando los músculos lo miró con odio.
-¿Ahora qué quieres?- preguntó cortante mente la insoportable pelinegra.

Él tragó saliva ya que nunca en su vida se había rebajado a pedir disculpas.
- quería pedirte una disculpa ya que me comporte como un cretino- dijo bajando la mirada para que todo pareciera más real.

La pelinegra sintió su corazón palpitar, pero no todo se lo pondría fácil.
- qué crees a ésta estúpida la convezco tan fácil con solo una disculpa, no cariño a mi no me la hacen dos veces, así que desaparece de mi vida- dijo ella con palabras venenosas y él tensó la mandíbula, se había olvidado lo orgullosa que era Sabana y lo arpía que solía ser.
- está bien, solo me siento triste al saber lo idiota que fuí y quería pedirte perdón, pero por lo que veo eres muy orgullosa, solo espero que algún día puedas perdonarme por qué no me daré por vencido- dijo él aunque por dentro quería insultarla y tratarla como la víbora que era.

Al escuchar al rubio ella sintió una inmensa alegría, pero no le pondría las cosas tan fáciles. Si realmente él estaba interesado en ella tendría que ganárselo porqué no volvería a ilusionarse con un patán que solo quería sexo con ella sin ningún compromiso. Ella no era una zorra y mucho menos iba a rebajarse a algo tan estúpido por un hombre. Su vida nunca había sido nada buena, siempre solía sufrir y estaba harta de eso. Necesitaba ser feliz alguna vez y no dejaría que un imbécil arruinará lo poco que había conseguido al pasar de los años. Había estudiado leyes, para ayudar a las mujeres que eran maltratadas por sus esposos y así no permitir que su historia se repitiera.

Los únicos que conocían esa trágica vida eran Hannah y Marco ya que los conocía desde que eran pequeños, así que ellos le ayudaron a superar esa vida tan dolorosa.

Ahora no permitiría que un hombre como Jack Miller la hiciera sufrir por que estaba harta de sufrir.
- no me importa lo que digas vete- dijo ella y él asintió retrocediendo. Cuando la pelinegra cerró la puerta la ira controló el cuerpo del rubio. Se sentía idiota por haber hecho semejante bajez por culpa de esa chica que merecía sufrir por ser tan insolente y desalmada, pero dentro de él sabía que no solo lo hacía por su venganza sino porqué a pesar de odiarla con todo su alma la amaba con la misma intensidad y eso lo repudiaba.

Ella se encaminó hacia la salida con dirección a su auto, pero una pequeña rosa estaba debajo de su puerta con una nota escrita con una letra cursiva y muy elegante.

Mi pequeña rosa con espinas espero que puedas perdonarme por ser tan imbécil y proponerte algo tan estúpido como lo de la otra vez y también por decirte esas palabras irientes. Lamento tanto Sabana porqué aunque no me creas desde que llegaste a mi vida he visto con otros ojos. Nunca he sido un hombre de relaciones serias, pero por ti sería capaz de cambiarlo todo.
Tal vez no me creas, tal vez pienses lo peor de mí, pero quiero demostrate que soy completamente sincero. Se qué no me será fácil ganarme de nuevo tu confianza, pero lucharé por ello.

Se despide con amor tú más fiel y gran admirador.

J.M

Una lágrima rodó por su mejilla no sabía porqué ese hombre la hacía sentir eso, porqué se metía en su cabeza poniéndola patas arriba. Ella no era una mujer que creyera en el amor, siempre dudó de ese sentimiento y nunca creyó sentirlo porqué el amor te volvía débil, pero ahora no sabía por qué sentía esas mariposas revolotear en su vientre, por qué se emocionaba con solo leer esa nota y por qué sentía que ese hombre podía llegar a entenderla, pero no todo era tan color de rosa y algo le decía que nada iba hacer fácil para ella, llamelon como quiera sexto sentido, intuición o presentimiento, pero sentía que esa felicidad no iba hacer duradera y que un gran sufrimiento se acercaba a ella y por esa razón no quería creer en él aunque su corazón se emocionaba con tan solo escuchar su nombre.

Ay Sabana a pasado por tanto dolor. ¿Será que Miller logré su venganza y destroce aún más a la pelinegra? ¿Ustedes qué creén?.

Les quiere Yarlin💜

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