Capítulo 10
Flash-back
Ella salió de la escuela sintiéndose un poco mal y no sabía por que las palabras del cerdito ése habían calado fondo en ella.
Se encaminó sola por las calles de new York ya que ninguno de sus padres la acompañó en su graduación aunque ya eso era común en ellos.
Llegó a casa y todo estaba en penumbras. Caminó a oscuras llegando al borde de la escalera, pero se resbaló. Cayó sentada y sus manos se mojaron de un líquido, miró su mano derecha donde corría ese líquido rojo e inmediatamente se levantó a asustada y con la poca luz que entraba de la ventana miró el charco de sangre que había. Subió de prisa las escaleras entrando en su habitación cerrando el cerrojo. Tenía pánico eso significaba que sus padres habían discutido y ahora lo que menos quería era que su padre la agarrará con ella y la golpeará como lo hacía cada vez que estaba borracho, pero después del shock empezó a preocuparse por el charco de sangre. Una duda comenzó atormentarla y el miedo se apoderó de sus huesos. Eso significaba que algo sumamente grave había ocurrido y ahora la preocupación se reflejaba en su rostro. Agarró su teléfono para marcar a emergencia, pero no tenía pila así que buscó el cargador y no lo encontró.
-buscabas esto- dijo una voz varonil saliendo del baño de su habitación.
Miró a su padre, tenía los ojos rojos y sus pupilas dilatas lo que significaba que estaba drogado y tomado. En sus manos colgaba el cargador de su móvil y en su rostro yacía una sonrisa macabra. Su ropa estaba llena de sangre y lágrimas bajaban por las mejillas de la pelinegra de 17 años.
-papá por favor no me hagas daño- dijo suplicante y miró la puerta de su habitación para poder escapar.
-quieres que te pase lo mismo que a tu mami- dijo el hombre con malicia y ella negó con la cabeza.
-bueno entonces vas hacer una niña buena y harás todo lo que papá ordene- dijo él y ella asintió con mucho miedo.
-desvistete- ordenó y ella se tenso de nuevo no eso no.
-por favor papá- dijo llorando no quería que su papá volviera a tocarla eso le repudiaba y el asco se apoderaba. Desdé que cumplió sus once años su padre empezó a verla con otros ojos y desdé ese momento empezó a golpearla como a su madre y lo peor de todo empezó a violarla.
-se una niña buena- dijo ese asqueroso hombre y ella empezó a sacar su vestido de graduación.
-eso es- dijo ese hombre acercándose a la adolescente.
-así me gustas- dijo susurrando en el oído de la pelinegra que derramaba lágrimas por doquier.
Y otra vez su padre la violó bruscamente como todas las veces que lo había hecho. Odiaba eso, odiaba a su padre por eso, odiaba a su madre por nunca defenderla y se odiaba a sí misma por ser tan cobarde.
-bueno cielo de ahora en adelante tu eres mi mujer- dijo el asqueroso hombre subiendo la cremallera de su pantalón.
-¿dónde está mamá?- preguntó con mucho miedo, pero esa duda estaba preocupandola.
-en un mejor lugar- contestó el hombre y salió de la habitación.
Ella lloró como siempre lo hacía su vida era horrible muchas veces pensó en suicidarse, pero era una cobarde hasta para quitarse la vida. El único lugar dónde se sentía segura era el instituto ya que ahí era la abeja reina y los demás sus súbditos.
La crueldad que emergía era consecuencia de su asquerosa vida y los golpes tan bajos que recibía.
Un dolor profundo invadió a su cuerpo en el área baja donde siempre después de ese acto tan vil salía sangre. Limpió sus lágrimas con sus manos y desobedeciendo a su cuerpo desocupó la cama encaminándose hasta el baño para lavar y quitar esa sensación de asco que sentía, pero al llegar quedó en shock, su madre estaba tirada en el piso de su baño con tres apuñaladas en su abdomen y una bala en su cabeza. La pelinegra resbaló por la puerta llorando al lado del cuerpo inerte de su mamá.
El miedo invadiendo cada molécula de su cuerpo se paró. No podía seguir así necesitaba ayuda, necesitaba salir de ahí, pero temía por la reacción de su padre tenía miedo de quedar igual que su madre.
Bajó las escaleras con sumo cuidado de no hacer ruido y se tensó al ver a su padre en el sofá de la sala, estaba dormido y una botella de licor estaba en sus manos. Con mucho cuidado abrió la puerta de salida corriendo lejos de ahí,corriendo a su libertad hasta llegar a la estación de policía donde denunció por primera vez a su padre o mejor dicho a su demonio.
Fin del Flash-back
Mis amores esto es para que conozcan la verdadera vida de Sabana y espero saber que opinan al respecto.
Les quiere Yarlin💜
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