8.- Necesidad.

Hola n.n

Regreso en esta historia, a las pocas personas que aún lo siguen se los agradezco y esta va para ustedes. Espero no se traumen con el lemon que a decir verdad no es la gran cosa, puesto que todavía soy novata en ese ámbito.

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, Kanon se sintió seguro por primera vez en la misma, desde la muerte de Saga quería estar solo, evitaba las insistentes llamadas de Aioria. Se sabía de memoria la ubicación de cada objeto de su alcoba por lo que cuando sonó su celular por quincuagésima vez, a tientas estiró su mano y cortó la llamada.

Al otro lado de la línea, Aioria bufó indignado.

-volvió a cortarme-refunfuñó, Aioros que hacía unas horas tuvo el alta médica chasqueó la lengua, la insistencia de su hermano podía exasperar a cualquiera.

-¡ déjalo tranquilo! quiere estar solo.

-se nota..... pero igual voy a ir a verlo-dicho salió de la presencia de su hermano y cuñado que realizaba varias llamadas indicando que en las horas de la mañana del otro día se reuniría con la junta de accionistas de su compañía.

Ajeno, Julián pactaba un almuerzo con altos ejecutivos de otra empresa mientras Aioros trabajaría desde la casa hasta que el médico de cabecera dictaminara que podía reincorporarse a las labores de oficina. El castaño en vista de lo acontecido en su enlace persuadió a Julián para que aplazara el viaje de recién casados hasta que se resolviera el asunto de la sospecha sobre Shura, por supuesto que el heredero de los Solo tomó eso como una paranoia.

No podía negar que amó con locura a Shura, pero, pero..... las diversas humillaciones a los que lo obligó mientras compartieron lecho lo orillaron a despreciarlo tanto que no soportaba que le dirigiera la palabra. Julián fue que lo sacó de aquel infierno al que Shura poco a poco lo arrastraba.

Y el sólo pensar que estuviera vivo por ahí, planeando su venganza le helaba la sangre.

-¿ pasa algo Aioros-interrogó Julián al verlo ensimismado. Aioros sonrió conciliador apartando las elucubraciones, se inclinó hasta rozar con su nariz la de Julian para darle un beso que estremeció todos los vellos del peliazul.

-nada-coló sus manos debajo de la camisa de vestir de su esposo que se mordió el labio ante las caricias que le prodigaba Aioros-hace tiempo que.....

-no lo hemos echo desde que saliste de ese departamentucho-concordó asumiendo el papel de amante lujurioso-¿ que tal una ronda antes de incorporarme a mis labores?

-todas las que quieras-dijo despojándose de sus ropas mostrando una perfecta anatomía que deleitó a Solo.

Posó sus labios sobre su pecho saboreando la textura de esa piel morena, avanzó lentamente hasta su manzana de adán, subiendo hasta su barbilla para tomar por sorpresa su boca que ansiosa lo recibió, como Aioria se había ido a buscar al solitario Kanon tenían todo tiempo disponible para amarse. Dejaría que Julián tomaría las riendas del encuentro, dejaría que él borrara con sus besos, toque y caricias todo lo que en su momento Shura le dejó e hizo a su cuerpo.

Dejó un espacio entre sus piernas para que el otro se acomodara, gimió cuando un vaivén se apoderó de su zona baja, provocándole un ronco gemido que Julián lo tomó como estimulante para moverse con más energía, ahora que se hallaban juntos querían estar metidos en esa cama todo ese día, hacer el amor hasta el hartazgo y olvidar por parte de Aioros el fantasma de Shura.

-tanto tiempo en abstinencia.....

Aioros enfocó sus azules pupilas nubladas por el placer en el rostro de su esposo y sonrió con malicia, a los pocos minutos los gemidos se dejaban oír hasta la sala. El castaño sinceramente deseaba que nada de eso hubiese pasado, que Saga aún viviera y todo seguiría normal.

**************

Tenía una vaga sensación mientras dirigía sus pasos hacia el departamento de Kanon quién desde la repentina e inesperada muerte de Saga se apartó de él. Enfundado en un buzo gris y pantalones jeans desgastados, Aioria caminaba bajo una ligera llovizna cuyas gotas nublaban su visión. Comprendía perfectamente el dolor de Kanon pero es que alejarse así sin motivos, le causaba un mal sabor en la boca.

Ni qué decir de Milo, durante las exequias del gemelo mayor el escorpión lloró desconsoladamente mientras se lamentaba el no haber estado esa fatídica noche con Saga.

Halló a Kanon sentado en las escaleras con la mirada cansada y un periódico abierto en la sección de deportes,al parecer el gemelo se hartó de tener por compañía a la señorita oscuridad por lo que optó por salir; al verlo acercarse alzó una ceja mientras devolvía el diario a un regordete señor de dientes amarillos quién no ocultó la sorpresa de ver a alguien aparte del difunto Saga visitar a su joven vecino. En ese ámbito el gemelo era algo reservado.

-¡ Hola Kanon!

Una vez que el rollizo vecino se retiró con el periódico bajo el brazo dedicó estas frías palabras al más joven.

-¡ Aioria!-respondió con un dejo de fatiga-necesito estar sólo

-parece que no te alegra verme.

Negó entrecerrando los ojos, no era su intención ser brusco ni áspero, es más aunque dijera de dientes para afuera que prefería a Soledad, deseaba fervientemente tener la compañía reconfortante del castaño.

Aioria al verlo más de cerca se asustó al pensar que Kanon ya no quería nada con él, que todo fue una ilusión patrocinada por la atracción física, que nunca avanzarían al otro nivel.

En completo silencio se dirigieron hasta el departamento cuya puerta rechinó señal de que necesitaba mantenimiento, una vez adentro Kanon habló pero ya no con la misma sequedad, si no a modo de disculpa.

-¡ lamento hablarte así...!-vió un par de ojos azules teñidos de preocupación, se mordió el labio inferior presa de un deseo inconmensurable, un torbellino, un huracán que arrasaba con arrancar su cinismo típico. una ola asesina que rompía en la costa de su corazón poco acostumbrado a amar intensamente. Aioria era hermoso en todo el sentido de la palabra, lo era de afuera hacia adentro.

-¿ por qué? no me prives de verte cada día, de adorar tu sarcasmo, tu mordaz sentido del humor.... ¿ quieres que admita que siento algo por ti....?

-cada vez que nos vemos dices eso, Aioria-protestó sacándole una corta sonrisa-a menos que sea una frase favorita, entonces creeré que lo nuestro pueda ser posible....

Aioria no refutó nada a esas palabras, mató la distancia entre ambos provocando que Kanon respingara, se estiró un poco y rozó su boca sin hallar resistencia.

-ahora si....¿ crees que a pesar de las sombras que se ciernen sobre nuestros amigos, nos lanzaremos a esta empresa?

Sin darle tregua a seguir, Kanon calla su reclamo con un beso en el que expresaba lo que sentía, Aioria no se sorprende, corresponde con la misma intensidad.

¿ Quién osaría romper ese mágico momento? ¡ Nadie que no supiera lo que sentían el uno al otro!

Aioria se deja guiar hasta la habitación del mayor que ansioso se lanzó buscando el ansiado beso que encendería sus instintos, el menor se dejó hacer y aunque sería su primera vez colaboraría en todo para hacer de ese encuentro el más memorable.

-no hay marcha atrás-susurró Kanon.

-estoy dispuesto, eres tú quién debe aclararse.

Murieron las palabras en sus gargantas, la espalda de Aioria chocó contra el colchón y sobre su pecho el peso de Kanon quién coló sus manos debajo de la prenda que lo cubría arrancándole una sinfonía de gemidos que para el gemelo eran el mejor concierto de su vida.

-¡ quiero verte sin ese estorboso trapo!

Aioria se incorporó para despojarse de toda la ropa deleitando la vista del gemelo que sin pudor alguno recorrió esa perfecta anatomía sonaría cursi o patético en un hombre como él, pero tenía ante sus ojos a un dios caído, la perfeccción masculina se le ocurrían todos los epítetos habido y por haber antes de asaltar cual ladron a ese cuerpo.

Se colocó de rodillas alzó sus manos y acarició sus muslos disfrutando el contacto de la piel que se estremecía, sonrió malicioso cuando llegó hasta su intimidad provocando que un jadeo se escapara de la garganta del castaño que por tremenda sensación ya se sentía llegar al infierno. Kanon ya no aguantando un segundo más ser torturado por la reacción de su propio cuerpo, en un santiamén quedó como vino al mundo; comenzó a preparar al menor metiendo un par de dedos en su entrad, cuando consideró que estaba listo ,su sexo se coló en el interior de Aioria que ante la intromision estrujó las sábanas víctima de un intenso dolor. Kanon creyó que era mejor no seguir al notar el " sufrimiento del más joven", más el semblante de este se relajó e indicó moviéndose que podía iniciar.

Despacio y lento comenzaron las embestidas, sus bocas necesitadas de saborearse no cesaron de acariciarse, saborear y transmitir cada sensación, cada sentimiento sin tener a nadie que les prohiba demostrarse que a pesar de todo lo que ocurría, Eros los bendecía haciendo de ese encuentro algo más que sexo, besos y caricias atrevidas....

-Aioria.......-dijo un sofocado Kanon.

-¡ cállate y sigue!

En un momento determinado las embestidas se tornaron más salvajes, rápidas. Sus cuerpos lucían mojados y resbalosos dando una imagen erótica que hasta la misma Afrodita se sonrojaría por el espectáculo de amor y pasión que ofrecían aquellos dos bellos hombres, los primeros espamos del orgasmo comenzaban, Kanon quería a ese punto, quería que ambos llegaran al clímax por lo que se impulsó lo más que pudo hasta cuando el gutural gemido de Aioria le advirtió que alcanzó el orgasmo.

Poco después Kanon se vino dentro del joven que se arqueó ante la sensación, su primera vez y única.

Ya no existían las cochinas dudas, ni la sombra de las Parcas, eran ellos dos y ahora que comprendieron que se encontraron, no se separarían......

**************

-¡ hola Saga!

Milo se sentó frente a la lápida donde horas antes fue sepultado el hombre con el que pocos meses se casaría, el mármol tallado con letras negras causaban un inmenso dolor al joven que no comprendía las razones de su abrupta partida. Depositó un discreto ramo de flores sobre la misma, las flores serían las que adornarían esa boda que nunca seria.

-no me acostumbro a.....-bajó la mirada evitando no llorar-¿ sabes?-apartó una lágrima-el gato trata de animarme pero no lo logra del todo porque le preocupa Kanon..... él se apartó de él cuando moriste.

Más allá, guarecido por la soberbia estructura de un mausoleo, un hombre observaba cada movimiento de Milo, la vestimenta oscura le confería un aire melancólico, pero a la vez majestuoso resaltando sus facciones y sus ojos celestes.

-ahora que lo tienes libre, ni te le acercas.... ¡ Vamos Camus! voy a comenzar a creer que mis costillas rotas fueron en vano-mururó una siniestra voz atrás suyo.

Camus frunció el ceño ante lo dicho, al aceptar el trato se condenaba a ser quemado en el infierno sin opción a tener un juicio. Ver esas orbes teñidas de malicia, odio y maldad le producían arcadas.

-pero no tenías que matarlo-cuestionó sin dejar de mirar a Milo que charlaba con la lápida-el trato fue asustarlo, obligarlo a que se alejara de él si era posible fuera del país.

-tú tan pacífico-se burló su interlocutor.

-¡ vete al demonio! estoy harto de participar en tus chanchullos, cada día planeas matar a alguien más de ellos-explotó Camus, Milo giró la cabeza al oír la discusión metros más allá-¿viste estúpido infeliz? por tu asquerosa provocación él ya se dio cuenta.

-¿ y? no querías llamar la atención de tu principito de cuentos de hadas, lo tienes libre, no hay duda que tiene buen cuerpo.....

Ya no siguió lanzando más palabras porque un puñetazo cortó las sandeces que vendrían a continuación. Apretando los dientes de la ira, Camus se marchó posponiendo el segundo encuentro con Milo, pero antes su interlocutor lo detuvo con estas certeras palabras.

-te ilusionarás como me pasó a mi..... te aferrarás a algo que no significa nada y a alguien que siente lástima por ti....te obsesionarás por él que terminarás haciendole daño.

Volteó a mirarlo, en sus orbes se esfumaron los malos sentimientos dando paso a la nostalgia, un amor perdido, pero esa sensación duró nanosegundos porque este pestañeó y la lucidez de su mirada se esfumó y volvió a ser el mismo ser vil que cerraba el círculo de Aioros Niarchos y arrastrarlo a la misma locura que hacía mella en él.

-oíd mi consejo Camus..... llegarás a viejo....

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Esta humilde servidora aprovecha la noche para actualizar, microeconomía me tenía en una crisis existencial, mis compañeros le dicen la hora del trauma xD por eso no pude actualizar los días pasados.

Cualquier inquitud inquietosa, ya saben diganla nomás.

Cualquier horror ortográfico perdonen.

Se los quiere :)

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