Se despertó sobresaltado al oir una voz con acento español cerca suyo, un joven de cabellos negros cortos y ojos avellana se acercó con una sonrisa de satisfacción. La cirugía para extraer la bala que se alejó en su cuerpo no resultó tan complicada por lo que su recuperación sería rápida; el joven que se identificó como su enfermero de turno anotó en un tablero todo lo que veía en esos instantes, examinó el suero y sus signos vitales, procediendo a llamar a gritos al doctor encargado.

Aioros acomodó su cabeza en la almohada exhalando aliviado, la pesadilla del intento de asesinato por parte de Shura lo había turbado a tal punto de que lo oía en todos lados.

-¿cómo te sientes?-preguntó el joven mientras esperaba al doctor.

" Tiene su misma voz", pensó apretando los dientes algo que no pasó inadvertido.

-disculpa-se apartó como si Aioros tuviera una enfermedad contagiosa-no debí ser tan confianzudo.

Un hombre enjuto, de cabellera blanca en su totalidad, sin ningún signo de arruga en su modesto rostro y usando lentes de botella, hizo su entrada al llamado desaforado del enfermero que se apartó para darle espacio.

-ya te dije Phillips-se dispuso a reprender al joven, pero se cortó en seco al advertir que su paciente se hallaba consciente, alzó una plegaria a los cielos agradeciendo por " ese milagro" ya que Aioros practicamente llegó muerto al hospital-¡ gracias a Dios! ¿ cómo se siente?

Señaló a su pecho donde se visualizaba una venda.

-sólo espero que no quede una fea cicatriz, perdió mucha sangre-comentó deshinibido-Shun hizo un buen trabajo en la ambulancia.

Tomó nota mental, para cuando saliera recompensaría al joven paramédico, su salvador. Julián lo haría sin chistar, de eso estaba seguro.

No obstante esa dicha se esfumó instantáneamente cuando recordó a Shura al cual "hirió" en defensa propia, se aventuró a interrogar al galeno sobre el estado de su ex, la expresión que puso el médico era un completo poema.

Aioros se alarmó.

-mira hijo-se apoyó sobre el respaldo de la cama de su paciente mientras rebuscaba las palabras exactas para decirle la trágica noticia-ese tal Shura jamás llegó a este hospital, según supe, fue trasladado a la morgue.

Baldazo de agua fría.

-yo no quería....-bajó la cabeza-no era mi intención quitarle la vida.

-no es momento de lamentarse hijo-dijo el médico controlando el goteo del suero-agradece que sigues con vida, porque a esta hora estarías en una caja fría siendo llorado por tus familiares y amigos. ¿ aunque me gustaría saber por qué ese tipo se volvió loco a tal punto...? ¿qué le hiciste?

-¡ doctor!-apostrofó el enfermero ante la dureza de las palabras-el pobre puede traumatizarse.

Una mueca de molestia se formó en el bello rostro del castaño deformando sus facciones, no necesitaba compasión ni protección de nadie, lo que más quería era pararse de esa cama y que le aclaren las circunstancias en que Shura se adentró al recinto donde se celebraba su boda.

Médico y enfermero se enzarzaron en una patética peleíta sobre si era factible que en el juramento de Hipócrates existiera un párrafo en el que se admitía que se le hable de esa forma a los pacientes, Aioros tomó la almohada y se cubrió la cabeza para atenuar la molestia de oírlos.

-espere señor......

-necesito hablar con el paciente Aioros Niarchos-Shion entraba como tromba a la habitación, su ceño se suavizó al verlo recuperándose.

-¿ quién es usted?

Los otros dos en completo silencio abandonaron la habitación, el oficial puso tranca a la puerta para no ser interrumpido, jaló una silla y se sentó. Enfocó sus amatistas en las de Aioros que presentía que todo una a dar un giro de 360 °.

-investigo el intento de asesinato en contra de su humanidad-Aioros entrecerró los ojos, Shion prosiguió ignorando la tribulación del castaño-sólo me faltaba su testimonio.....

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-¡ voilá!

Hyoga apartó la revista deportiva que leía sin pestañear ante la exclamación de triunfo de su amigo, el encargado de la informática forense.

Se hallaban en una oficinita con paredes pintadas de blanco y puertas de vidrio, una la ventana colindaba con una autopista que vista desde la misma producía vértigo. El amigo de Hyoga tenía la función de descodificar y descubrir cada cosa relacionada con homicidios o crímenes informáticos.

-¿ encajó la SIM?

-obvio microbio-se aprestaba a prender el celular de segunda mano conseguido en un puesto de dudosa procedencia-y por cierto ¿ qué es exactamente lo que quieres saber?

-todo lo que guardaba ese chip-señaló a la computadora-aunque pensándolo bien debería reportar esto al capitán antes que dar cualquier paso.

-sabia decisión-le lanzó el aparato-pero asegúrate de dárselo en privado....

El rubio la atrapó en un rápido movimiento, justo cuando iba a guardarselo en el bolsillo, entró un mensaje de texto.

Al abrirlo por poco se le salen los ojos.....

" Si dices algo, tu muerte será real, sin cortinas de humo.... ¡ piénsalo Shiryu!

Remitente: Amal.

Sorrento entró a la pequeña oficina con expresión heriática, pasó a su lado y se inclinó hacia el experto al que comenzó a hablar en voz baja, este asentía gravemente a cada palabra, Hyoga vió que abría una base de datos y digitaba un número celular y su localización.

Al finalizar su charla dirigió una aguda mirada al rubio que tuvo que hacer un ínfimo esfuerzo para no desintegrarse por la misma.

-¿ deberías estar en tu puesto?

El informático lo salvó de un vergonzoso interrogantorio argumentando que venía a hacerle una consulta sobre " Análisis de Archivos".

-está bien-Sorrento palmeó la espalda de su compañero y se retiró empujando deliberadamente a Hyoga que bufó.

-¿ qué le has echo a Sorrento? yo que sepa él se lleva bien con todos....

-no soy un pan de dios-murmuró palpando distraído el celular en su bolsillo-bueno me voy.

-cualquier cosa me avisas.....

Una cosa sabía..... Shiryu se involucró con gente que traficaba con la oscuridad, por segunda vez su conciencia le decía que tenía que ver con el famoso Shura.

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-así que su ex trató de matarlo por dejarlo por otro-analizó Shion luego de interrogar a Aioros que contestó con total sinceridad a todas las preguntas formuladas-sin embargo sus amigos dicen que se transtornó cuando usted....

-¡ eso es una falacia!-cortó indignado Aioros-Shura no era lo que parece....

-¿ qué quiere decirme señor Niarchos?-Shion tuvo una mala espina con respecto a esas palabras.

Una angustia se dibujó en sus facciones, sus manos empezaron a sudar a pesar de que no había calor ni nada parecido por poco más ya hiperventilaba. En su momento el oficial sabría lo que realmente era Shura, ahora era muy pronto.

Se limitó a secarse el sudor de sus extremidades, inquieto Shion observó que Aioros era receloso con respecto a su pasado con el difunto que le daba mala espina. Tal vez lograría sonsacarle algo si le comentaba sobre la rareza en la morgue con el cuerpo y la foto que extrajo de la casa de sus amigos.

-entonces-hurgó entre sus bolsillos sacando la foto doblada-tal vez le parece considerar su silencio con respecto a mi última pregunta-esta foto es de su ex con sus amigos y esta otra-le mostró una gráfica del fenecido en la sala de autopsias-además que sus huellas digitales fueron borradas.....

-¿ esto, esto.....?-tomó la foto y la estudió detenidamente-este hombre es demasiado joven para la edad que tenía Shura-sus ojos casi se salen de sus órbitas-¡ este hombre no es Shura! ¿ cómo no pude darme cuenta cuando me hirió?

-¿ lo conoce?

Hurgó en su mente, los pocos amigos que Shura frecuentaba ninguno se le parecía a ese hombre de la foto sobre la fría plancha de la morgue. Exasperado Aioros crispó los dedos en la blanca sábana, Shura era peor de lo que creía..... sería posible que él.....

Shion sintio una repentina simpatía por Aioros, su evidente desconcierto daba a entender muchas cosas. Entonces su juicio de valor no era vano.

-antes que se vaya-habló ya recuperado del choque inicial-investigue a alguien llamado Camus, es dueño de un barsucho de mala muerte en el que Shura paraba los fines de semana.

-Camus ¿ qué?

-desconozco su apellido, lo que si sé es que su negocio se asienta en los suburbios de esta ciudad el cual se llama " Diamond"

-de acuerdo, investigaré a ese tal Camus-sacó una tarjetita de su bolsillo-si recuerda algo más, sólo llame.

-lo haré oficial-apretujó el cartoncito entre sus dedos.

Y solo, cerró los ojos, desearía que todo eso fuera una mera mentira. Si el intento de homicidio no se hubiera perpetrado, él estaría con Julián disfrutando de lo lindo de su luna de miel.

" En qué clase de persona te convertiste Shura"