4.- Lazos y sepultura.
Hola n.n
De nuevo por acá, emocionada porque falta poco para llegar a un año mas de vida.
Espero les guste el capitulo.
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Un mujer alta y de largos cabellos oscuros y ojos verde oliva se presentó hermosamente ataviada de negro al laboratorio de ciencias forenses, Afrodita y Ángelo aguardaban que les entregaran el ataúd con el cuerpo; Afrodita se puso de pie y se acercó a saludarla.
Ella se veía muy afectada.
-¿ cómo pasó esto?
Afrodita tomó sus finas manos transmitiéndole consuelo respondió mientras Ángelo miraba con impaciencia a varios autos y personas que al igual que ellos pugnaban por que les entregaran los restos de sus familiares.
Supuestamente Ángelo tenía entendido que su amigo no tenía ningún pariente vivo, cómo es que Afrodita conocía a esa mujer y por qué nunca le dijo nada.
-irrumpió en una boda-no podía decirle que se " deschavetó", eso la ofendería-todo se tornó confuso y alguien le disparó.
Ángelo lo miró con incredulidad, Afrodita tensó su expresión dándole a entender que no estaba dispuesto a discutir detalles sobre la muerte de Shura delante de su pariente la cual sollozaba lastimosamente.
-era mi único hermano-su vestido ondeó al caminar hasta la puerta de la morgue donde varios funcionarios afanosamente movían ataúdes-él era un hombre sano.....¿ no sé que pudo haberle acontecido para que....?
-pregúntele al idiota que lo dej....
-¡ cierra el pico Ángelo!-apostrofó Afrodita en voz baja-¿ no ves que la pobrecilla sufre por esta pérdida?
-mira quién lo dice-se burló-me ocultaste información valiosísima y ahora ese poli creerá que tenemos algo que ver con la estupidez de la cabra.
Le dirigió una mirada de hastío.
Al ser entregado el ataúd, ella consideró que debía sepultarlo al día siguiente sin pérdida de tiempo, cuanto más se lo hiciera menos dolería....
El entierro fue discreto, con la presencia de unos cuantos conocidos entre esos el francés dueño del establecimiento que miraba a todo el mundo con cara de que todo le parecía gracioso cosa que no gustó a la hermana del difunto ni a los amigos más cercanos de Shura.
Un sacerdote realizaba el servicio mientras los pocos presentes seguían el hilo de la ceremonia que culminó con unas palabras de consuelo de parte del anciano cura que roció agua bendita sobre las flores y posteriormente unos corpulentos hombres pusieron el ataúd en el foso que fue cubierto con tierra.
La pariente afligida sólo derramaba copiosas lágrimas al ver que la tierra abrazaba para siempre a su único hermano.
-y ese-señaló Ángelo con la barbilla al galo-¿ de donde salió? del circo o qué....
-me da mala espina ese tipo-convino Afrodita que tenía cara de consternación y tristeza infinita-¿ viste cómo miraba el ataúd?
-eso no me importa-apostrofó Ángelo visiblemente incómodo mientras veía a las pocas personas que se marchaban-lo que me llama la atención es que como supo que hoy sepultabamos a la cabra loca. Pero también el echo de que las huellas digitales de Shura fueran borradas....
Afrodita no había caído en cuenta en ese ínfimo detalle.
-seguramente se enteró por la prensa-murmuró posando la vista sobre la lápida de mármol en la que recitaba el nombre y apellido del occiso con una dedicatoria de parte de ellos.
Su interlocutor sacudió la cebeza exasperado, chasqueó la lengua para responder con inquina.
-¿ de donde? de la sección de sociales. Yo que sepa no fui a la prensa invitando a un cantinero desconocido al entierro de nuestro amigo-dijo con ironía-no seas ingenuo Afrodita.
Ofendido Afrodita lo miró con rabia, según tenía entendido él tenía que haber impedido que Shura volviera un pandemonium la boda de Aioros, pero claro la tortuga de Ángelo fue incapaz de detener la locura que terminó en sangre, dolor y muchas dudas. Echó un último vistazo al montículo de tierra y arrojó una rosa blanca marchándose sin siquiera responder a las palabras venenosas de Ángelo.
-pufffff-bufó este-aquí vamos de nuevo-y echó a andar detrás de su amigo que se alejaba considerablemente-¡ hey Afro, no quería.....!
Un gesto obsceno fue su respuesta.
Por su parte, el francés al verse solo, rodeado por el deprimente paisaje del cementerio, extrajo su móvil del bolsillo de su pantalón oscuro y marcó un número. Cuando una voz de mujer le respondió al otro lado, dijo estas palabras....
-todo listo, sólo es cuestión de confundir al policía y localizar a Aioros Niarchos para darle el susto de su vida.....
Alguien más intervino en la charla.
-¿ que tal todo Camus?
-tal como se lo planeó, pero recuerda que hay un cabo suelto-esperó que la mujer retomara la conversación-si Shiryu sabe todo así que debes llamarlo para advertirle lo que le acontecerá si abre su linda boquita.
-bien, entonces aquí empieza tu parte-la mujer ronroneó esa última frase-claro si quieres competir con " ese".
Las estruendosas risas no se hicieron esperar, enfurruñado Camus cerró la llamada sin opción a réplica.
-¡ váyanse al infierno!
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Milo se acercó a Aioria que mantenía la cabeza apoyada sobre el hombro de Kanon que le hablaba en voz baja. El muchacho aunque no era tan amigo de Aioros sentía que debía estar a lado de Aioria que era su amigo de toda la vida.
-¿ aún no saben nada?
-ya fue operado, pero el médico dice que mi hermano no quiere recibir a nadie-se irguió y bostezó-necesito verlo ¿ entiendes Milo?-casi gritó.
-si ya sé gato, pero no tienes que gritarme-frunció el entrecejo, Kanon ahogó una risita al advertir el mal humor de su no- oficial-novio. Se dirigió a Kanon-¿ has visto a Saga?
-acaso lo ves aquí-con un gesto abarcó a su alrededor- tú sabes que se siente culpable de que ese demente haya roto la seguridad, así que yo de ti voy a consolarlo.
El tono malicioso hizo enrojecer terriblemente a Milo, Kanon era peor que las vecinas de su edificio las cuales siempre fisgoneaban su vida privada y comentaban malignamente cada vez que Saga llegaba a visitarlo.
-deja de insinuar boberías-se cruzó de brazos fingiendo indignación-yo no hago esas cosas con Saga.
-si como no-farfulló burlón Kanon.
Después de ese breve intercambio de palabras, Milo abandonó la sala del hospital deseando estar en su modesta casa, dejarse caer extenuado mientras se "empipaba" de cerveza negra, más el saber que Saga no se hallaba bien le obligó a ir en pos de él.
Un bulto tropezó con su humanidad, farfulló un improperio pues su camisa favorita quedó salpicada por gotas de agua sucia que resumía de un hueco en medio de la calle. Ya se alistaba para disparar su artillería de malas palabras cuando el desconocido con sonrisa afectada se acercó para comprobar si estaba todo bien.
-disculpa amigo....
-mira por donde vas niño-dijo con inquina, pero su voz se heló al darse cuenta de quién se trataba-¿ Hyoga?
-¿ Milo?-su rostro se iluminó, lo abrazó feliz de haberlo hallado nuevamente-¿ que tal amigo?
Su enfado se esfumó de golpe, olvidó el incidente de su camisa y saludó como se debía al rubio al que no veía desde hacía tres años cuando se marchó a estudiar criminología.
El trayecto hasta el departamento de Saga era largo así que aprovechó para ponerse al día, sin darse cuenta que el destino colocaba al rubio en su camino para desentrañar el misterio que se comenzaba a tejer alrededor de la pasada tóxica relación de Aioros y Shura.
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Certamente no es la gran cosa, pero considero que explico ciertas cosillas por ahi. Poco a poco desenmarañare esta historia, pero lo que si les digo es que nada es lo que parece, habrán sorpresas quien sabe....
De igual forma gracias a todas y todos por seguir la historia.
Los quiero y un abrazo :D
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