15.-El loco anónimo

—¡Ufff!

—Los músculos están...—el forense señaló a un hueso cuyos músculos lucían casi desprendidos de su sitio—¡Diablos, debemos extraer ADN para cotejarlo con el de la mujer que mañana en la mañana estará aquí.

—Aún tiene cabello—dijo otro, pero su fisonomía está casi intacta ¿ Creen que este sea el desaparecido?

Mientras escrutaban con curiosidad, Shion llegaba a la estación acomodándose su chaleco y visiblemente perturbado por las noticias y las identidades de los heridos. Envió una patrulla hacia la casa de Aioros y Julián porque temía que el castaño fuera la siguiente víctima.

Sorrento le informaba mediante audios y fotos sobre la situación tanto de Kanon Gémini, como de Julián Solo quién era sometido a una cirugía de emergencia, más no se sentía tranquilo con la nota de positivismo de su subordinado con respecto al gemelo de Saga quién estaba consciente. En un momento le envió un mensaje diciéndole que no se moviera hasta que los dos salieran de sus cirugías y vivos, porque estaba más seguro en ese sitio que en la misma estación de policía.

—¡Señor!—el forense se acercó mostrándole una fotos del cuerpo, tuvo que cerrar el chat y prestar atención a los requerimientos del hombre quién tenía una expresión como si descubrió un tesoro pirata.

—¿ No es él verdad?

—Es el joven desaparecido hace ocho meses—señaló con el dedo un mechón de tonalidad rojiza casi difuminada que sobresalía entre la escasa mata negruzca—además es tinte el resto de cabello.

—Es evidente—dijo a secas.

—Pero, queremos confirmar que es él mediante una prueba de ADN. Es sólo trámite, un familiar de nuestro muchacho llegará mañana para el procedimiento.

Asintió de acuerdo mientras observaba con morbosa fascinación los rasgos del cadáver que fueron cubiertos por una sábana blanca. Su celular no cesaba de sonar con llamadas de oficiales y fiscales que exigían que el caso  ya no era un simple plan de crimen pasional si no que debía manejarse como desaparición forzada con ejecución y suplantación de identidad con agravante de atentado a dos personas cercanas a uno de los objetivos en el crimen pasional.

—Si, si se comprueba que está vivo, enfrentará una pena máxima hasta por  profanación-comentó al fiscal de turno que se dirigía al hospital—le pido que tenga cuidado, esa gente está en todos lados.

—Lo tengo en cuenta, capitán—dijo el hombre cerrando la llamada.

Shion se frotó las sienes ante todo el alboroto, aún no resolvían el asesinato del primer forense, ni la muerte del vecino de Aldebarán quién junto  a los muchachos de sistema revisaban los videos de las cámaras de seguridad cercanas al sitio de ambas muertes.

Ese día con su noche, serían muy largos por lo que organizar a sus hombres sería muy agotador.

Mientras esto acontecía, en los patios de la institución el vehículo abandonado, era revisado por cuatro peritos en busca de huellas digitales o algún rastro de ADN de los implicados. Shiryu merodeaba cerca de ellos con actitud nerviosa, había sido tan tonto en dejar abandonado aquel auto en esa calle, sólo porque debían ocultar ese bendito cuerpo.

Más los cuatro hombres, advertidos sobre sus intenciones, hablaban en clave para despistar al pelilargo oscuro que no lograba entender nada y creyó que eran banalidades, eso si, no creyó que sus huellas estaban al alcance en un trozo de tela que supuestamente serviría para limpiar rastros.

—Disimula—dijo uno—está tras nosotros—dicho esto, recolectó varias cosas de la guantera.

Su acompañante sonrió de lado ante la advertencia, Shion ya sabía todo por lo que solo era cuestión de tiempo para que lo detuvieran y cayeran el resto de cómplices. Recolectadas las huellas dejaron el vehículo para analizar las muestras para que así Shion consiga la orden de detención para el joven azabache.

En el hospital, Kanon luchaba por su vida mientras Sorrento en peor estado que él, se hallaba en uno de los quirófanos al cual llevaban varias bolsas de sangre. El gemelo a pesar de estar tranquilo se sentía desfallecer, no quería morir ahora que había encontrado el amor.

 No puedes morirte, hermanito

Parecía un espejismo, ¡Saga! ¡ Su hermano! ¡ Su opuesto y complemento!

 La muerte ahora no es una opción, aún no es tu tiempo.

Las lágrimas comenzaron a quemar en sus ojos, superar su muerte no era algo que haría pronto, nunca lo superaría.

Pronto estarán tranquilos...

—¡ Espera Sa... Saga!—estiró la mano-¡ No...!

Bip, bip, bip

—¡ El paciente tiene un paro cardiorrespiratorio!—gritó una enfermera—¡ Rápido!

Tal vez Saga no estaba en lo cierto.


*******

Tocaron el timbre, Aioria soltó una bocanada de aire que podría ser entre ansioso y molesto. Milo se ofreció a abrir la puerta.

—Si es él, su cama será el sofá mugroso que se niega a lavar.

—Ya amigo...—muerto de risa el joven peliazul se dirigió a la puerta sin imaginar que al otro lado una mujer de cabellera oscura y larga estiraría su mano para llevárselo.—¡Hey Ka...!

Vio un par de hileras blanquísimas enceguecerlo, dedos finos y elegantes y un trapo impregnado de cloroformo, el cual le hizo perder el conocimiento.

—¡Tan bello!—acarició su morena mejilla mientras un hombre alto de cabellera corta oscura hacía acto de presencia tras suyo. Miró con indiferencia al joven desmayado y a un gesto suyo, un joven de cabellera platinada procedió a ayudar a Pandora con el cuerpo exánime de Milo.

Él sonrió con simpleza, Pandora advirtió que la misma no era hipócrita, más bien era como esperanzadora.

—Ya te transferí a tu cuenta la cantidad que mereces—le dijo antes de cerrar la puerta—vete antes que todo esto estalle, ¡ Me serviste mucho preciosura!

—¡Shura...!

—Sólo  él me entregaré—dijo ante el respingo de la mujer que negó dejando caer los pies de Milo, Aioria ante la demora de su amigo se dispuso a salir para reclamarle.

—¿ Porqué demoras tanto M...? ¿ Tú?

Pandora insegura se llevó el cuerpo de Milo mientras Shura bloqueaba el paso del castaño que trató de cerrarle la puerta ya que no tenía un arma a la mano para defenderse. Los dedos fríos de Shura se introdujeron en la boca de Aioria quién los mordió sin saber que los mismos contenían una droga para dormirlo.

Shura puso seguro en la puerta para asegurarse de que  no escapara en tanto la saliva corría por sus dedos, su víctima enmudeció ante el terror de morir en manos de aquel hombre que desgració la vida de su hermano a tal punto de volverlo un prisionero de sus bajos instintos.

—Calmado, si no esta droga te matará en minutos—advirtió al pálido castaño que bajó la guardia—ahora, aparta tus dientes de mis dedos lentamente.

Sabiendo que no tenía más opción, el castaño obedeció, pero automáticamente su cuello fue víctima de la hoja de un cuchillo. Lo maldijo internamente.

—¿ Dónde está Kanon?

—Entre hierros retorcidos—dijo con malicia, ante eso, Aioria enmudeció causando la risa malévola de su captor—quizá en poco te llamen para decirte que su cadáver está en la morgue.

—¡Mentiroso!—pisoteó su pie provocando que el cuchillo cayera al suelo—Kanon no me dejaría solo...

Sin perder su sonrisa triunfal, sacó su celular y le mostró un video enviado por sus secuaces del momento del accidente, el castaño reconoció el vehículo de su amante que perdió la parte delantera del mismo al chocar con otro.

El otro esperaba que se deshiciera en lágrimas y suplicara misericordia.

Aioria aunque sentía miedo y angustia por su pareja, no demostró en sus facciones aquellas emociones, en cambio las disfrazó de frialdad para enfrentar a su atacante que vio divertido el espíritu de lucha, por lo que atraería a su presa predilecta hacia la trampa que prepararía.

—¿ Quieres jugar?—tomó su barbilla entre sus dedos, acercó su rostro para sacar su lengua y lamer una de sus mejillas—tu desafío silencioso me excita. ¡ Ah lo de la droga en realidad  fue un afrodisíaco!

—Me das asco—escupió directo a su rostro furioso por la mentira—no permitiré que pongas tus repugnantes manos sobre mi.

—Ja,ja,ja

Horrorizado, Aioria vio como una navaja cortaba su camisa en dos dejando su torso al descubierto, luego unas manos errantes recorrer esa zona. 

¿ Pagaría con su cuerpo, la enfermiza obsesión de ese hombre?

Aioros sufrió en carne propia sus gustos dementes por años, pero no se zafaba de él por temor a que lastimara a sus conocidos y familiares.

—¡ Ngh!

—¡ Si, sí, gime para mi, Aioros!—pellizcaba una de las tetillas del joven castaño que en vano trataba de realizar alguna maniobra para zafarse de su captor—¡ Tu voz deliciosa me enciende!

Como un muñeco roto fue empujado contra el frío suelo mientras aquellas garras lo despojaban de su ropa lentamente...

—¡Sé que tu interior está ansioso por recibirme!—confesó lujurioso en tanto tomaba con sus grandes manos el rostro pálido del joven.

Aioria cerró los ojos con fuerza, resignado solo deseaba que hiciera lo que quiera y lo deje en paz. Tal vez Aioros ni siquiera imaginaba la magnitud del caos o quizá era víctima de otra trampa en otro lugar.

Cuando un par de dedos se colaron en su interior, Aioria se sintió perdido.  La locura en esos ojos le dijeron que no había escapatoria, Aioros no llegaría.

" Voy a protegerte, nadie te lastimará", prometió Kanon cuando se sinceraron y él le creyó.

" Me cuesta creerte, pero sé que eres leal a tus convicciones"

— No los esperes—susurró con su aliento frío como su alma mientras embestía con sus dedos—cuando te encuentren, habré tomado todo de ti...

o-o-o-o-o

Aún me es difícil escribir escenas del tipo que se insinúa al final de capítulo, pero era necesario para el desenlace en unos cinco capítulos estimo.

Creo que es evidente quién es el que tramó todo eso.

Un abrazo y se me cuidan mucho :D






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