Respiro y soltó sin vacilar.

-voy a casa de silvana quede en acompañarla a comprar algo- optó por contarles la verdad.

-no puedo creerlo, este mundo esta patas arriba. Ahora las víctimas van en busca de los asesinos , ¿Les llevan el arma también? Dime ¿que clases de flores quieres para tu entierro? ¿Rosas, margaritas o tulipanes?

-¡karla! ¿Que te ocurre? Te estas pasando, no le digas esas cosas- la reprendió Amelía.

-pero no se dan cuenta, nosotras hemos visto todas las cosas extrañas que ocurren alrededor de esa chica, y la manera tan poco convencional de comportarse cuando esta con ella.

-¡basta! Nada me va a pasar, así que parala karla.

Aria se dio media vuelta y salió de la casa de su amiga. Estaba enojada por todo el alboroto que habían formado sus amigas en especial karla. Miro su reloj llevaba 15 minutos de retraso. Las palabras de sus amigas rondaban su cabeza, habían logrado sembrar la duda. Estaría más atenta se decidió, comprobaría si todo eran especulaciones de sus amigas, o era una verdad que no había querido ver.

cuando llego a la casa de silvana se disponía a tocar, pero al poner los nudillos sobre la puerta esta cedió retrocediendo.

-¿Silvana? ¿Estas aquí?- no había respuesta, un ruido proveniente del interior la hizo ingresar.

La chica se encontraba sentada en una silla de comedor de espaldas a la puerta.

-te has tardado mucho, pensé que no vendrias.

-lo siento, estaba con mis amigas y... ¿Cómo sabías que era yo?.

-solo te esperaba a ti, así que quien más podría ser. ¿soy tu amiga? Debías haber estado aquí hace más de 20 minutos- aunque su reclamo la tomo por sorpresa, sus palabras sonaron tan tranquilas que no le dio mayor importancia.

-no es seguro que dejes la puerta abierta. No es seguro. Lamento haber tardado pero ya estoy aquí eso es lo que importa.

- no podre salir, mis padres tuvieron un imprevisto, decidí quedarme a esperarte.

-oye de veras lo siento.

Silvana se dio la vuelta. Durante todo ese tiempo había estado de espaldas.

-me gusta tu look.

-gracias- el cambio de conversación la había descolocado. Aria llevaba puesto unos jeans negros, zapatos altos del mismo color,un suéter rojo y una chaqueta de cuero negro que cerraba el atuendo, además algunos pulsos y los labios rojos, y el cabello suelto sobre uno de sus hombros.

-podemos quedarnos y ver una película, otro día me acompañas a comprar lo que necesitó.

-me parece bien.

Subieron a la habitación de silvana escogieron la película. Luego de un par de horas, la película había finalizado.

-tengo que contarte algo aria.

-claro, dime.

-me gusta lucas.

-¿enserio?- trató de sonar sorprendida, aunque era algo que ya sospechaba. Un alivio recorrio todo su cuerpo, sus amigas se habían equivocado. Silvana estaba enamorada de lucas. No pudo evitar sentir un poco de molestia, aunque no entendía muy bien ¿por qué?.

-si, ¿entre ustedes hay algo?.

-solo somos amigos- hablo aria respirando pesadamente.

-¿Porque lo dices en ese tono?.

-no lo digo en ningún tono

-me alegra saber que solo son amigos, no me gustaría que fueses mi rival- el tono de sus palabras no le agrado mucho a aria.

-¿quieres que te haga una trenza?

"Vaya esta chica cambia de conversación de manera brusca". asintió. Silvana se coloco detrás de ella y empezó a trenzar el largo cabello de aria.

-tienes un cabello muy bonito se parece al mio. Aunque el mio es mejor. ¿Te imaginas como te verías si te quedarás calva?

La pregunta la incomodo, y prendió algunas señales de alarma, no entendía la intención de sus palabras.

- no silvana, ¿por que habría de imaginarme eso?

-era solo una pregunta..

-pues una de muy mal gusto.

Aria se levanto apenas si había dejado que terminara la trenza.

-ya tengo que irme, se hace tarde.

Silvana acompañó a aria a tomar un transporte. De camino a casa la chica no podía dejar de pensar lo que acaba de suceder. Pudo fijarse que silvana la observaba con detenimiento como si estudiara sus movimientos .