Reunión

Percy Jackson a Rick Riordan, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda.

Pensamientos

—Hablando—

—{Otro Idioma}—

<acción>

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—¡Jason, Percy, paren!, ¡¿Qué creen que están haciendo?!— el gritó de Piper McLean se pudo escuchar a lo lejos, originándose en alguna parte de Kansas

<Choque metálico>

<Choque metálico>

<Choque metálico>

<Relinchidos>

La razón del gritó de la fémina adolescente era debido que tanto su novio como el hijo de Poseidón, conocidos como Jason Grace y Percy Jackson respectivamente, empezaron a tratar de matarse de la nada.

¡Jefe, ¿Qué es lo que le ocurre?!— preguntó Blackjack, el fiel corcel y amigo de Percy, encontrando extrañas las acciones de su jefe mientras luchaban contra el hijo de Júpiter y el espíritu de la tormenta conocido como Tempest

—¡PERCY PARA!— Piper gritó usando el poder heredado de su madre para influir en Percy que deje de atacar a Jason

—¡NO ESTAS AYUDANDO!— Percy gritó mentalmente, queriendo hacerlo en voz alta a la hija de Afrodita, ya que su embruja-habla casi ocasiona que le corten el cuello

¡¿Jefe!?— pregunto el pegaso siendo capaz de escuchar los pensamientos del Jackson debido a la conexión que tenia el griego debido a su herencia

¡Un momento!— Percy le dijo a su amigo mientras luchaba por liberarse de lo que sea que trataba de controlar su cuerpo, al mismo tiempo que se defendía y trataba de evitar matar él a Jason, junto con luchar contra la influencia del embruja-habla de Piper

Pasó más de medio minuto de lucha antes de que lograra expulsar de si mismo lo que trataba de controlarlo para matar a Jason, quien estaba tratando de matarlo y Piper gritándole a los dos

—Al fin— dijo Percy al liberarse, al mismo tiempo que desviaba otro ataque de Jason

—¡Percy para!— gritó nuevamente Piper, ocasionando que Jason lograra darle con un rayo a Percy y derribarlo de su pegaso

Jason llevo a Tempest cercar de Percy, pero Blackjack ayudo a su amigo, chocando contra el espíritu de la tormenta antes de abrir sus alas para golpear a Jason aunque sea un poco, que lo distrajo, permitiendo que Percy saltara contra el romano, derribándolo de Tempest, y como había perdido su espada debido al rayo que recibió, no perdió el tiempo en darle puñetazos a Jason en la cara para noquearlo o dejarlo fuera de combate

—¡NO!, ¡PERCY, PARA!—

Gracias al poder en la voz de McLean permitieron a Jason quitarse de encima a Percy y levantarse del suelo, cuando el Jackson se detuvo por un breve momento

Percy se levanto molesto y alzó la voz—Piper hazme un favor y ¡CALLATE!— gritó la ultima parte tomando por sorpresa a la chica, pero tan solo termino el gritó tuvo que esquivar varios ataques de Jason con su espada romana

—¡Al Hades!— soltó Percy antes de arriesgarse con la maniobra de desarme que le enseñaron en su primer año en el campamento griego, que solo había practicado un par de veces desde entonces

Afortunadamente para él... funciono, teniendo ahora a Jason sometido con la espada del rubio presionada contra el cuello del mismo hijo de Júpiter

—¡Jason estas — Percy trato de hacer reaccionar al rubio, pero tuvo que soltarlo para evitar ser apuñalado por la hija de Afrodita— ¡¿Piper que estás...— comenzó a demandar una respuesta a las acciones de la fémina, antes de detenerse al ver una mirada perdida en sus ojos, dándose cuenta que ahora ella estaba siendo controlada —Esto tiene que ser una broma— se quejo el Jackson

Pero tuvo que actuar rápido cuando la chica trato de apuñalar al romano, abordando a Piper contra el suelo, sosteniendo sus brazos con una mano, le tapaba la boca y posicionándose de tal manera que no pueda usar sus piernas contra él

Jason estaba por atacar a Percy que estaba de espaldas a él, cuando Blackjack le dio una patada en la cabeza, noqueando al hijo de Júpiter

—Gracias— dijo Percy al girar la cabeza y ver lo que hizo su amigo

Jefe, ¿Qué en el Hades pasó?— pregunto el Pegaso, mientras el espíritu de la tormenta se iba de ahí 

—Algo trataba de controlarnos, para que nos matarnos entre nosotros, me libre de eso y ahora parece que esta esta en ella— resumió el hijo del mar, mientras la fémina se retorcía debajo de él, además de sentir que su espada reaparecía en su bolsillo

Ohrespondió el Pegaso

—Si... oh— dijo Percy mientras se levantaba y sentaba a la chica que seguía luchando, pero debido al hecho de que no sabía como liberar a alguien que no fuera él mismo, fuera de hacer que luche contra ella como le enseñaron cuando estuvo visitando Atlantis antes de ser secuestrado por Hera, sin mencionar que en este momento la chica no estaba dispuesta a cooperar en ello.

Además de que estaba molesto por lo ocurrido en los últimos minutos, como que era con el lado romano de Dionisio que no fue de mucha ayuda antes de que se fuera; su estado de ánimo no era el mejor, así que para acabar con el problema en ese momento saco su espada y uso el pomo de la espada para noquearla antes de que pudiera decir algo—Me van a reclamar por esto, lo sé—

¿Ahora qué jefe?

—Hay que llevarlos—

Antes de que Percy Jackson pudiera terminar de hablar, él y los otros tres desaparecieron del lugar

—...al barco— dijo Percy antes de abrir más los ojos por la sorpresa de que Hazel, Malcolm, Frank y Leo estuvieran frente a él, salidos de la nada, pero también se percato de que ya no estaba donde habían estado hace unos segundos, sino en otro lugar donde Percy no podía evitar sentir que estaba en el océano

—Por Hades—

—Esto es malo—

—Carajo—

Percy y Blackjack escucharon a Malcolm, Frank y Leo decir antes de escuchar un gritó

—¡Jackson!—

Percy reconoció la voz, y se trago una maldición, esperando haberlo imaginado

—¿Díganme que el espantapájaros no está detrás de mi?— pregunto el Jackson a los 4 semidioses frente a él, pero los 4 semidioses no respondieron solo se quedaron viendo, pero su respuesta vino de un gritó indignado detrás de él, mientras los cuatro estaban tensos en espera de ser atacados.

Percy dio un suspiro, al mismo tiempo que Leo soltaba un gritó al percatarse del estado de sus dos amigos —¡Hey, ¿qué le pasó a Piper y a Jason?!— 

—Se los explico luego— dijo Percy al darse la vuelta y ver tanto a Reyna, a Octavian, así con lo que parecía ser toda la legión, el hijo del mar maldijo mentalmente antes de centrarse en los legionarios, todos preparados para la batalla, aunque en la opinión del hijo de Sally, encontraba ridículo a Octavian vistiendo una armadura que estaba demasiado limpia y brillante, que también le quedaba algo grande por lo delgado y escuálido que era el legado, sin mencionar su pálidez resaltaba más. 

Pero al mismo tiempo que Percy los veía sentía que estaba en el océano, por lo que trataba de saber donde estaba y solo enfoco su mirada hacia atrás de los romanos, así como a sus lados sin mover la cabeza, solo los ojos, dándose cuenta de algo importante... ¿en donde estaban?

Tras un momento de concentración para ubicarse en océano, determinado que estaba en un lugar a las afueras de Atlantis, en una especia de burbuja gigantesca para todos, con una especie de luz flotante encima de ellos; viendo mejor a todos los demás se podía dar cuenta de que unos pocos se habían dado cuenta ya que estaban mirando hacia arriba y otros lados, y les estaban empezando a decir a los demás sobre el agua a su alrededor.

¿Papá nos trajo?— era el pensamiento que tenía el Jackson antes de concentrarse en la pretora —Reyna, te aseguro que todo fue un—

—Guárdate tus escusas graecus, morirás como el perro que eres— exclamo Octavian, interrumpiendo a Percy, ganándose una mirada de Reyna por no reconocer su autoridad, de Percy e incluso del Pegaso negro. Pero antes de que alguien más pudiera decir o hacer algo todos pudieron escuchar una voz, que solo Percy reconoció al instante, seguido de Malcolm quien lo hizo al voltear a la fuente de la voz

—¿En serio?— una voz masculina tranquila, pero con poder en ella detuvo a todos, y pocos pudieron darse cuanta de que había algo de molestia en esta

Todos voltearon a ver a un hombre bastante alto, que parecía estar en la primera mitad de sus 30 años, con el cabello negro, una barba negra prolijamente recortada, un bronceado profundo y ojos verde mar, estaba usando unas bermudas kaki, una camisa hawaiana, así como unas sandalias, junto con una gorra de pesca que dice " El sombrero de pesca de la suerte de Neptuno".

Por su vestimenta, la mayoría diría que es una persona común, sino fuera por la complexión de su cuerpo que era alto y fuerte, además de anormalmente atractivo, pero una sensación de un aura pesada y poderosa cubrió a todos en ese instante 

—Papá— todos palidecieron en cuanto Percy dijo esas dos palabras, que les dijeron a a todos quien era, a parte de Malcolm que era el único otro que había reconocido al ver al dios —¿Por qué nos trajiste?— su pregunta hizo palidece aún más a los demás, que rápidamente empezaron a girar sus cabezas, los que aun no se habían dado cuenta de que estaban dentro de una burbuja gigantesca y así como percatándose de que estaban en el suelo del océano, dentro de una burbuja gigante, para entonces arrodillarse ante el dios.

—No fui yo, hijo, pero antes de las explicaciones, esperemos a los demás—

—¿Demás?— muchos hicieron esa pregunta, pero tan solo unos momentos después varios destellos empezaron a aparecer, que dejaron ver a los semidioses griegos y algunos otros, estando al frente de todos: Thalía, Nico, Rachel, Michael Yew, Calypso, Selina, Charles, Katie, Miranda, Grover, Hestia y Atenea.

—¿Poseidón?— dijo la diosa del hogar, sola para que su sobrina hablara después

—Te atreves a traernos— dijo, aunque preguntándose como pudo hacerlo su tío

Poseidón solo levanto una ceja ante las acciones de su sobrina —Primero, estas en mi reino, es mejor que controles tu ego, segundo, no fui yo quien los trajo— Tras decir eso miro hacia arriba un momento, varios como Atenea miraron en la misma dirección, pero no vieron nada, era como si viera algo que ninguno podía ver —Parece que somos todos, síganme—

El dios se dio la vuelta, y todos estaban reacios o temerosos a hacerlo, bueno casi todos, Hestia fue la primera, seguida de Percy que se adelanto para caminar a lado de su padre, porque tenía algo que decirle, Nico fue el siguiente que al llegar a lado de su primo, de quién recibió un puñetazo de este en el hombro por no decirle quien era cuando no podía recordar nada

—No se supone que se encerraron en el Olimpo, oh valientes dioses— dijo el Jackson a su padre, con algo de molestia en su voz y debido a lo callados que estaban, todos los pudieron escuchar, para el horror de los romanos, debido como le hablaba al dios, aunque fuera su propio padre, los mismo ocurrió con los 7 que no estaban inconscientes, que muy pocos se dieron cuenta de que dio una mirada rápida hacia atrás en dirección a Atenea y Hestia cuando dijo eso, con la primer diosa que lo miro molesta, y Hestia suspirando ante las acciones de los demás dioses.

—Alguien ayúdeme— se pudo escuchar la voz de Leo, pidiendo ayuda con Jason y Piper que seguían inconscientes, Hestia que lo escucho, agito ligeramente la mano y los dos semidioses inconscientes flotaron en la misma dirección en la que iban todos.

—No nos confundas con el resto de los dioses, hijo— dijo Poseidón a su hijo, con este entendiendo que se refería a los atlantes y los que viven en la superficie— Y tengo entendido que eso fue orden de Zeus de aquellos que viven en el Olimpo, aún así preferiría que no los molestes tanto, aunque se lo merezcan— dijo su padre, sabiendo que su hijo no le tenía respeto a la mayoría de los dioses, y con las ultimas acciones de estos, su opinión sobre estos debió bajar más

—¿Por qué fuimos traídos a tu reino?— pregunto Hestia al acercarse a ambos, y hablando antes de que cualquier otro

—Los primordiales al parecer han decidido mostrarnos algo—

La diosa junto con Percy y todos los demás se detuvieron por lo sorpresa a lo que dijo

—¡¿Estás con Gea?!— exclamo el Jackson de manera incrédula, con los mestizos que estaban más cercas siendo sorprendidos por lo que dijo

Poseidón le dio una mirada exasperada a su hijo antes de decir —Dije primordiales, Pontus, Chronos y Ananke se aparecieron cuando Hera te secuestro— los romanos retrocedieron algunos pasas cuando al final se pudo escuchar la clara molestia del dios sobre su hermana— Ellos impidieron a mi y a tus hermanos encontrarte, solo permitieron a Tyson irse hace unos días—

Percy en ese momento recordó que su hermano menor parecía querer decirle algo, pero que debía mantener en secreto

—Y hace unas horas volvieron, informándonos de esto. Y no, no estoy del lado de Gea, te hubiera buscado cuando desapareciste, pero como dije nos impidieron hacerlo, además Gea se las arreglo para restaurar el ejercito que Phorcys uso para atacar Atlantis, estuvimos casi dos meses en guerra hasta hace unos días, actualmente están prisioneros—

Todos se sorprendieron de lo dijo el dios del mar, al mismo tiempo que todos los mestizos se daban cuenta de que estaban entrando en la ciudad de Atlantis, que carecía de agua en ese momento, para que los habitantes de la superficie pudieran caminar sin problema, aún así había una especie de tubos hechos de agua que conectaban los diversos edificios del reino, por donde los habitantes que les era más difícil caminar se desplazaban.

Pero ver ese reino nunca se lo habían esperado todos los mestizos presentes.

—¿Por qué no nos informaron?— preguntó Atenea

—Como si la paranoico de Zeus no hiciera otra cosa que una estupidez—

Nadie respondió a eso, dejando en claro que era verdad lo dicho sobre Zeus, pero en el caso de los romanos, miraban incrédulos al rey de Atlantis

—¿Qué no se habían desvanecido como Urano?— preguntó un griego

—Son primordiales, Urano hace milenios que se reformo, yo pensé que estaban dormidos, pero ahora se que no es así, nos han estado observando todo este tiempo, de acuerdo con ellos su era ya pasó, la nuestra aun esta por verse si continua o no— respondió el dios mientras dirigía a todos hacia su palacio, mientras todos veían las calles de ciudad submarina siendo reconstruida por aquellos atlantes que podían hacerlo con la falta de agua de ese momento.

****************

Todos fueron llevados a una enorme sala en el palacio de Poseidón, donde se encontraba la familia divina de este, y eso incluía a los suegros de Poseidón, los titanes Océano y Tetis, y una de sus hijas con otra diosa, así como Hades y su esposa, quienes fueron una completa sorpresa para los mestizos y las dos diosas del Olimpo.

—¿Y los primordiales?— preguntó Atenea tras saludar con respeto a los presentes en el palacio de Poseidón

—Se fueron, dijeron que volverían si era necesario— Tritón fue quien respondió, con ambos mirándose el uno al otro con miradas serías, para molestia, exasperación y resignación de las demás deidades marinas.

—Entonces ¿por qué estamos aquí?— preguntó Atenea 

Despena se acerco para disminuir el ambiente tensó que estaba formando entre los dos

—Para que viéramos algo, no dijeron qué, solo que esto nos permitirá verlo— respondió la hija de Poseidón y Deméter, mostrándole una especie de reloj de bolsillo, solo que cuando lo abrió diversos círculos hechos de luz aparecieron encima de este, círculos que tenían inscripciones desconocidas para los mestizos —Así, que ¿por qué no terminamos con esto, para que te puedas ir Atenea?. Y ustedes pueden levantarse y tomar asiento— lo ultimo que dijo la diosa fue para los romanos que estaban de rodillas en la sala como señal de respeto a los dioses

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