^07^
Yoongi comenzaba a desesperarse.
-Hobi, amiguix del alma, si no movemos el cabus no llegaremos a la escuela a tiempo y si llego tarde ya sabes que mamá me grita y no me gusta cuando me grita.
-Yoongi...
-¿Qué?
-Le estás hablando a una palmera.
Yoongi entrecerró sus ojos como pudo a lo que tenía tomado con su mano. -Para mi lucen iguales.
-Dame tu puta mano y ya.
Dicho esto Hoseok tomó la otra mano de su amigo y comenzó a jalarlo, dirigiéndose a la escuela.
En el mundo habían personas que iniciaban su día de una forma no muy buena. Existen muchas frases que se usan para referirse ello, por ejemplo; me levanté con el pie izquierdo... perdón, es la única que me sé. Resumiendo, en el mundo hay personas que no tiene buenas mañanas; el despertador no sonó a tiempo, el agua estaba helada cuando intentó bañarse, se le quemaron los panes para su desayuno, su ropa se rompió al ponersela y no tenía un repuesto, el autobús/tren/lo que sea se les fue, un charco lo empapó cuando se dio por vencido con su vida y decidió caminar, ¡en fin! Un montón de cosas por las que tu día empezaría mal.
Si deseas exponer una mala mañana tuya, que es obvio que querrás hacer aunque yo no te lo pedí, puedes comentarla aquí.
Prosigo.
Habían ese tipo de personas.
Luego estaba Min Yoongi.
Les contaré la mañana de Yoongi.
Iniciemos con que una paloma le cagó en la cara.
Aparentemente, Min Yoongi tenía mucho calor la noche anterior, y como el buen pobre que es, en su casa no existe el aire acondicionado, por lo que usan ventilador -que su mamá tomó, adueñandose del artefacto- o abren las ventanas. El pobre Yoongi abrió su ventana por el intenso calor que tuvo en la noche, y sin que nadie se lo esperará, una paloma había pasado la noche en su habitación y, justo cuando la alarma de Yoongi sonó, la paloma se espantó tanto que cuando huía del lugar defecó en el rostro del chico de cabello oscuro.
Yoongi se había despertado por el impacto y, completamente ido por la acción del ave, de alguna forma, terminó botando su mueble de al lado de su cama, donde estaban su lamparita de noche, su teléfono conectado, un vaso con four loko, unas gomitas y sus lentes de contacto.
Los putos lentes de contacto que se llenaron de pelusa cuando al caer, el recipiente donde los guardaba se abrió y botó ambos lentes debajo de su cama, un lugar oscuro y tenebroso donde sólo valientes se atrevían a mirar.
Y Yoongi no era valiente, por lo que, después de quitarse la popo de paloma de su bonito rostro con una camiseta sucia que encontró en el suelo, decidió que sólo por ese día usaría sus antiguos lentes de pasta gruesa y tendría que buscar trabajo para volver ahorrar dinero para unos nuevos lentes de contacto. Su madre no se los compraría, ella con trabajo lo alimentaba.
Pero ¡oh sorpresa! Sin que Yoongi lo supiera, su madre había vendido sus lentes al mejor postor en una página de Internet. La mujer incluso les había puesto una historia detrás del artefacto viejo y sin uso -Yoongi había dejado de usar esos lentes a los 15-, diciendo que los lentes habían pertenecido a John Lennon.
Nadie le creyó y le terminaron por intercambiar los lentes por un paquete de chicles. Eran chicles sabor cereza, así que los aceptó.
Después de que Yoongi se enterara que su madre había vendido eso y más cosas suyas por Internet, corrió a darse un baño, donde todo estuvo relativamente normal, nada interesante sucedió en ese lapso de tiempo, pues estaba acostumbrado a bañarse sin los lentes, por lo que ver borroso mientras se daba un baño no era una tarea difícil.
Lo difícil vino después.
Cuando se cambiaba se puso toda la ropa al revés, si no fuera por la dulce anciana que gustaba de espiarlo todo el tiempo del edificio de enfrente, quien le gritó que estaba pendejo y que se estaba poniendo todo al revés y que, gracias a ello la anciana pudo tomarle video una vez más mientras se desnudaba, no se habría dado cuenta. Luego, a la hora de hacer su desayuno, en lugar de hacerse un rico sándwich de mantequilla de maní, se hizo un sándwich de pollo frito y pepinillos... ni siquiera yo como la autora puedo explicar eso. Aún así, Yoongi logró comerse la mitad, porque la comida es oro y no se desperdicia.
Más tarde, cuando Yoongi salió de casa -después de lavarse los dientes y hacer otras necesidades-, se tropezó con todo. Vivo, muerto, Yoongi se tropezó con todo. Era una maldita suerte que el pobre chico no haya perdido un diente en la mitad del camino que recorrió solo o que lo hayan secuestrado.
Entonces había encontrado a Hoseok a mitad del camino, su amigo preguntándole porqué es que lucía como si lo hubiesen asaltado y Yoongi terminando por contarle toda la historia... pero sin darse cuenta que en todo ese tiempo, a quien le había estado hablando, era a una palmera de por ahí.
-Debiste quedarte en casa, estúpida. - Lo regañó el castaño, mientras seguía jalando sus manos entrelazadas.
-No tengo nada que hacer ahí. - Mantenía sus ojos entrecerrados. Lo único que lograba ver eran manchas borrosas, algunas en movimientos y otras quietas.
-Pudiste quedarte a dormir todo el día.
Yoongi se detuvo después de eso.
-Hobi, sueltame, creo que aún puedo volver.
-Muy tarde, bella durmiente - Yoongi casi pudo ver su sonrisa. -, ya estamos dentro de la prisión.
Yoongi pataleó cual niño pequeño con un adorable puchero. Definitivamente ese no era su día... ni ningún otro, nada nunca le salía bien, ya debería acostumbrarse a esa horrible vida que le tocó.
-A ver, deja te ayudo un poco. - Dijo Hoseok aún con su mano tomando la de Yoongi.
Se puso frente al pelinegro y con su mano libre intentó arreglar su mal aspecto. Yoongi estaba un poco sucio, con mugre y sangre seca en sus pálidas mejillas, su cabello estaba completamente fuera de lugar y con algunas hojas y ramas en él, su uniforme estaba maltratado y arrugado, Hoseok supo que no podría hacer mucho para mejorar su imagen, mucho menos con una sola mano, pero se negaba a soltar la mano de su amigo.
Sentía que si lo saltaba el pendejo se iba a morir para siempre. ¿Qué iba a ser de su vida sin esa puerca enamorada? No podía dejar a Yoongi así, se dijo en su mente que, al menos sólo por ese día, mantendría a Yoongi bajo sus alas.
No dejaría que nada malo le sucediera.
No soltaré su mano en todo el día, pensó mirando hacia otro lado con una sonrisa boba.
-Waaa. - Entonces vio algo.
Hoseok soltó la mano de Yoongi.
-¿Hobi? - Preguntó Yoongi un poco asustado. Aun veía la mancha de Hoseok frente a él, pero se asustó al sentir como soltó su mano.
-Esa chica de allá se parece a Hyuna - Oh no. -. Nos olemos luego, bro. Hobi debe trabajar.
Se fue.
Se fue y Yoongi inmediatamente procedió a maldecirlo.
-Maldito aborto inútil, jodido condón roto, puto chupacabras.
Yoongi registró la traición de su amigo en su memoria y se dijo que más tarde lo mataría y culparía a Namjoon de ello. Sonrió ante esa idea, todos los alumnos a su alrededor viéndolo con miedo, ¿y cómo no temerle cuando tenía la típica mirada de niño espectro de una película de terror por su estúpida miopía? Ah, hoy sería un día duro, definitivamente.
El pelinegro intentó recordar que clase tenía en primera hora, pero fue inútil. Yoongi no almacenaba ese tipo de información en su cerebro, él tenía cosas más importantes que almacenar... cosas como Taehyung.
Llevó una de sus manos a su pecho y cerró sus ojos, imaginando el rostro del nene ese.
<<Yoongo bongo está en su lugar feliz>>
Pero para suerte del chico, la campana sonó, avisandole que debía ir a su salón corriendo o no ir y esconderse para no ser atrapado.
Dado que no recordaba como llegar a su salón o qué clase tenía y que se puso de malhumor porque le despertaron de su sueño de amorts con Taehyung, decidió irse a morir por ahí. Iría al baño o a donde su ceguera pudiese llevarlo. No sería tan difícil, seeeee, querer es poder, y Yoongi quiere sobrevivir al menos la mañana y como a medio día llamar a su madre para que viniera por él.
Si es que la mujer le respondía, había bloqueado el número de Yoongi después de que el chico la llamara todas las noches a las tres de la mañana para que le llevara a su habitación leche tibia y galletitas.
Una vez mandó a dormir a Yoongi afuera en plena madrugada. Para sobrevivir, Yoongi se volvió el líder de una pandilla de por su barrio.
Ese chico sabe adaptarse y sobrevivir. Como un ninja. No lo toquen.
<<A menos que sea Taehyung, entonces puede hacerme lo que quiera>>
Okay.
Yoongi se guió tocando las paredes de los pasillos por los que caminaba, su vista si estaba mala, pero aún podía ver algo, por lo que cuando pudo distinguir el característico color azul rey de el letrero de baños de hombres, sonrió felicitándose a sí mismo. Y decían que nunca serviría para nada. Sin perder el tiempo entró tal vez haciendo demasiado ruido, fue un poco brusco, por lo que terminó de cara al suelo, como todo su camino a la escuela.
-Mierda - Dijo sentandose y llevando su mano a su nariz, donde se golpeó. Entonces olió el olor de los baños. -. Uy, mierda. - Hizo una mueca.
-Perdón. - Se escuchó en alguno de los cubículos.
-No importa, chico - Se levantó del suelo. -, pero deberías traer un spray de rosas o uno de esos pinos con olor de los autos contigo. La gente de nariz sensible no soportará éste olor.
-Oh, tengo un amigo con nariz sensible.
-Yo tengo un amigo de pito sociable al parecer. - Murmuró para si mismo.
-¿Qué dijiste?
-Nada, viejo, sigue en lo tuyo.
Yoongi sentía sus manos sucias, por lo que fue a los lavados con pasos lentos. Comenzaba a compadecerse de las personas que no tenían el sentido de la vista, incluso él con un poco de vista lo odiaba, se sentía demasiado expuesto y no era bonito. Llegó sano y salvo, haciendo de inmediato lo que tenía en mente. Después de cumplir su misión en la vida, se dirigió a un cubículo libre, entrando por alguna razón al que estaba al lado del que estaba ocupado. Olía horrible pero sus pies se movieron hasta allí.
Yoongi se sentó en el retrete con la tapa abajo, cerró la puerta, palpando en ésta hasta dar con la cerradura y ponerla, para después subir sus pienas y abrazarlas contra su pecho a la vez que descansaba su frente en sus rodillas. Estaba algo cansado de su agitada mañana, le dolía todo el cuerpo y pensar en Taehyung lo ponía feliz y triste a la vez.
Entonces sus pensamientos a lo Yoongi sad fueron interrumpidos por unos gruñidos de al lado. Parece que ese chico también las tiene difícil.
<<Hay que hacer un amigo para variar>>
<<Hacer popo y mi situación actual no es tan diferente, ¿verdad?>>
<<Creo que tenemos muchas cosas en común>>
-¿Mal día? - Habló Yoongi en un tono bajo. Debía mantener en mente que se estaban saltando las clases, no podían ser descubiertos.
-Una mañana de mierda... literal. - Su voz sonaba como si se estuviera forzando. Y bueno... lo hacía.
-Si, lo noto.
Se quedaron en silencio de nuevo. Yoongi se desespero, ¿era tan difícil en verdad platicar con alguien?, ¿por qué el chico no le hablaba?
Aún así, no se dio por vencido. Un extraño sentimiento en él pidiéndole hablar con el chico popo a su lado.
-¿Desde cuando estás ahí?
Del otro lado se oyó un gruñido con un deje de confusión y desconcierto.
-Desde que llegue a la escuela. - Apenas pudo escuchar.
-¡Wow! Eso suena a demasiado tiempo, ¿aún sientes las piernas?
-Oh... un poco, si.
-Me alegro por ti.
Más silencio.
-¿Te gusta el pan?
-¿Me estás sacando platica mientras hago del dos?
Yoongi lo pensó minuciosamente. -Si.
-¿Por qué?
-Me salte la primera clase y me metí en el baño para esconderme, ¿crees que tengo algo mejor que hacer?
-Podrías distraerte con tu teléfono.
-¿Crees que si pudiera le estaría hablando a un chico mientras saca los demonios?
-Mientras me purifico.
-Mientras le mandas un fax al diablo.
Algo en ellos hizo click junto con el corazón de Yoongi que hizo un doki doki.
Yoongi salió de nuevo de su ensueño cuando escuchó otros ruiditos del otro lado.
-¿Tienes diarrea? - Preguntó el pelinegro con genuina curiosidad. Ahora le agradaba el chico, estaba pensarlo en incluirlo a su grandioso grupo de amigos que constaba de Hoseok, él, y sus otras personalidades reprimidas. Algo así como fragmentado pero todo pasiva y meco.
-Creo, no sé. - Se volvió a quejar.
-¿Comiste algo en mal estado? - Incluso ahora estaba de frente a la pared que los separaba, sus piernas arriba del retrete junto con su trasero.
-Según yo, no.
-Dime lo que comiste ayer antes de dormir y hoy en la mañana.
-Okay, ugh.
Después de otros soniditos que no voy a poner, imaginen que los censure, el nuevo amigo de Yoongi comenzó a hablar, en su tono de voz uno se imaginaba a él típico personaje a punto de morir, con la espada clavada en su pecho, diciendo sus últimas plegarias.
Todo muy bonito hasta que recuerdas que en realidad está defecando algo bien.
-Ayer... antes de dormir... me comí dos hamburguesas del McDonald's.
Yoongi ahogó un grito de horror.
-Con razón estás así, chico - Negó con la cabeza, como si lo estuviera viendo. -, todo el mundo sabe que esas hamburguesas son del diablo.
-No están tan malas.
-Claro que si.
-Me comí dos.
-¡¿Si te demuestro lo contrario, dejas la candidatura?!
-¿Eh?
-Perdón, saqué al mexicano en mi y me deje llevar.
Por muy asqueroso que sonase, Yoongi ya se había acostumbrado al fétido olor de su nuevo amigo, por lo que ahora se encontraba incluso más relajado que antes. Su corta plática le pareció buena, sintiéndose bien consigo mismo por socializar con alguien más que no sea Hoseok. El perro infeliz que lo dejó por una chica que se parecía a Hyuna bb.
-Espero le de herpes. - Dijo en voz alta.
-¿Amiguis?
-No era a ti, amix, era a un perro sarnoso que conozco.
-Ay, ya me había asustado, amiguis.
-No, amix, todo love contigo.
No entendía en que momento comenzaron a hablarse de esa manera, pero sólo queda gozarlo, ¿no?
<<Wonka dijo gocen>>
-¿Y por qué te saltaste la clase, amiguis? - Yoongi se puso contento por que su nuevo amigo iniciará la conversación. - Creo que lo mío es más que obvio, pero no sé tus razones.
-Hoy desperté y... en resumen, no tengo mis lentes y estoy bien puta madre miope. - Palabras más, palabras menos.
-Uy, se escucha grave.
-Lo es, amix, lo es.
-¿Entonces no ves nada? - Ésta vez se escuchó preocupado, a lo que Yoongi ladeo la cabeza con el ceño fruncido.
-Veo manchas y colores, pero no distingo muy bien a menos que esté muy cerca del objeto o la persona. - Explicó serio como su amix, sus auras de pendejos yéndose por le caño... o por el culo de su amix, digo, ya está descargando de todas formas, jeje.
-Algo es algo, tan siquiera. - Yoongi pudo jurar que el chico sonreía.
Así que Yoongi sonrió. Era interesante el extraño sentimiento de comodidad en él al hablar con su amix, era como si se sintiera completamente correcto el estar de esa forma, juntos, como si todo eso fuera de los más normal, y aunque no lo fuera, ellos pretendían que si. Yoongi mordió su labio inferior, tenía ganas de hasta agregar a Facebook al chico.
-¡Santo niño Jesús! - Gritó su amix, casi sacándole un pedo.
Casi.
-¿Qué pasó? - Preguntó el pelinegro desconcertado. Hace unos momentos todo estaba bien, ¿qué está mal ahora?
-Algo... algo terrible. Esto es un presagio de mala cosecha, significa la caída del Reino. - Escuchó terror en su voz.
-Amix - Se dio cuenta que no sabía su nombre, pero eso lo dejó para otro momento, ahora su amix estaba mal, debía ayudarlo. -, ¿qué fue lo que sucedió?, ¿qué está mal?
-He sido maldecido, he sido juzgado. Los cielos me están castigando por todos mis pecados, uno a uno, de forma tortuosa, de forma cruel. Porque los dioses no tienen clemencia, y es obvio que la poca misericordia que hay en sus corazones inmortales no será gastada en un simple mortal.
-Okay, ya te dejaste llevar mucho, amix.
-Ah, bueno, es que no hay papel y me altere.
Yoongi se quedó en silencio un momento y después gritó.
-¡¿No hay papel?! - Es aquí cuando lo imaginan como esa famosa pintura, "el grito". -. Se nos viene la mala cosecha, la caída del Reino.
-O puedes buscarme un poco de papel.
-Bien pensado, amix.
Después de buscar en su cubículo con sus manos, encontró el contenedor de papel, llevando su mano hasta la abertura de éste y encontrando un gran rollo. Rápido con ambas manos comenzó a jalar una gran cantidad de papel, con una sacando y con otra tomandolo todo.
-Creo que estaban por aquí... - Oyó murmurar a su amix, pero como no lo dijo en voz alta y no parecía que era para él, no respondió.
Después de tener una gran cantidad de papel -pensando en la diarrea de su compinche-, se agachó y pasó su mano por debajo de la pared que los separaba.
-Ten, amix. - Dijo moviendo un poco su mano, para llamar la atención.
-Gracias, amiguis - La profunda voz sonó con un tono risueño. Pronto el papel fue tomado de su mano, pero cuando Yoongi iba a sacar su mano, el chico lo detuvo, tomandolo. -. Espero que esto te sirva, son de lectura, pero es mi forma de agracerte.
Con el ceño profundamente fruncido, Yoongi cerró su mano en el artefacto que se le fue dado. Su amix lo soltó y pudo recuperar su extremidad, tocando ahora con amabas manos el objeto. Lo reconoció de inmediato, una sonrisa tímida formándose en su rostro y sintiendo el mismo arder. Eran unos lentes. Su amix dijo que eran de lectura, lo que quiere decir que el aumento no puede ser mucho, pero aún así, Yoongi lo agradecía.
Sin pensarlo mucho y escuchando a su amix decir algo como "estoy todo rosadito", se colocó los lentes, parpadeando un par de veces para adaptarse a su nueva visión. Tenía razón al decir que el aumento no era bueno, pero Yoongi estaba seguro que con esto podría detener sus caídas y podría evitar ser atropellado en la calle.
-Amix, creo que esto es el inicio de una bella relación entre tu y yo.
-Me harás llorar, amiguis... aunque bueno, ya estoy llorando, esto me arde hasta el alma - Suspiró. -. Por cierto, ¿cómo te llamas?
<<Cierto, el nombre>>
<< ... >>
<<Ahora que lo pienso, su voz me parece conocida>>
-Min Yoongi es mi rasa. - Respondió aún tocando los lentes. Se los devolvería mañana.
-¿Min Yoongi? - El nombrado cerró sus ojos cuando reconoció el tono de voz usado. Ya veía lo que venía. -. ¿Min Yoongi, como el qué le dio un sándwich con comida para perro a Namjoon la semana pasada?
-¿Cómo se exparsen esos rumores tan rápido por aquí? - Se preguntó a si mismo cruzando sus brazos. -. Pero de todas formas, si soy ese mero petatero.
-¡¿De verdad?!, ¿no me mientes? - El pelinegro le daba risa la forma en la que hablaba. Era como si lo admirara. -. Amiguis, tu eres el hombre. Eres el único que se le enfrenta a la bestia de Namjoon y sale vivo, no ileso, pero vivo.
-Esa última parte no me gustó mucho pero gracias, supongo.
-Eres tan genial, Min Yoongi.
-Basta, decirme por mi nombre completo son muchas formalidades. - Chasqueó la lengua.
-¿Entonces como te llamó?
-Lady Min o amiguis. Queen Min. Tu patrona Min. La señora de los cielos Min... espera, me estoy hablando en femenino yo solito. Puto Hoseok.
Se escuchó una risa del otro lado y un escalofrío recorrió la espina dorsal de Yoongi. Esa risa la conocía. La conocía perfectamente. Esa risa que sonaba como un "ejejejeje", tirandole a violador pero a adorabilidad a la vez. Se congeló en su lugar, su mente trabajando con rapidez mientras sus sospechas por quien se encontraba del otro lado crecían y crecían.
<<Tiene que ser una jodida broma>>
-¿Sabes, Lady Min? - Se podía escuchar como se subía los pantalones y se arreglaba. -, yo creí que por enfrentarte a Namjoon tu serías un tipo aún más rudo que él, así que lo único que hice fue gritar de alegría desde lo lejos cada que le hacías una travesura a la bestia Kim... raro, ese también es mi apellido... pero a lo que iba, eres diferente de lo que pensé - Abrió la puerta del cubículo y salió por ésta. -. Eres divertido.
De pronto, Yoongi no podía hablar.
-Soy Kim Taehyung, por cierto.
Yoongi volvió a su posición inicial, sus piernas contra su pecho y sus brazos abrazando éstas.
-¿Yoongi?
<<¡Vamos, soldado, no nos dejes en vergüenza!>>
-¿Kim... Taehyung... como el chico que siempre trae una bandana en su frente...? - Apenas era audible su voz, ni siquiera él mismo se escuchó. Cerró sus ojos con fuerza, quería salir de ese lugar, se sentia atrapado, sin aire, encerrado.
Estaba comenzando a tener un ataque.
-¡Si, ese mismo! - Entonces se detuvo.
Si voz... si, el saber que Taehyung estaba ahí le ponía los pelos de punta, pero el escuchar su tranquilizadora voz lo controlaba. Seguía nervioso, pero ahora ya no quería explotar. Era como si Taehyung hubiese activado un interruptor de control, algo que lo pudo mantener a raya.
-Sabía que siempre usar bandanas me haría reconocido.
Sonrió. Podía imaginar lo hermoso que debía verse en ese momento.
-Te iba a decir que salgamos juntos de aquí, pero dijiste que te estás saltando la clase, así que supongo que te dejare aquí y nos veremos luego. Porque tenemos que vernos, eres mi amiguis y yo soy tu amix ahora, aparte de que tienes mis lentes ahí y voy a necesitar que me los devuelvas en algún momento.
Se escucharon pasos alejándose. Yoongi aún no creía lo que estaba pasando.
-Tengo que ir al salón, pedí permiso para venir antes, así que tengo un justificante aquí. Me dejarán pasar, creo. ¡Nos vemos luego, amiguis!
-Si... amix...
La puerta de los baños se abrió y después de unos segundos, se cerró. Por varios minutos no se escuchó nada en los baños, Yoongi sólo miraba sus manos, que ahora se veían con más claridad que antes de no usar esos lentes.
Los lentes...
Yoongi sonrió para si mismo, toda aquella interacción que vivió repitiéndose en su mente una y otra vez.
Si, todo estaba bien. Ahora todo estaba bien.
Con una sonrisa, Yoongi se levantó del retrete. Con calma, Yoongi subió la tapa del retrete. Quitándose los lentes y dejándolos a su lado en el suelo, Yoongi se arrodilló frente al retrete.
Y con todo ese revoltijo de sentimientos en su estómago, Yoongi vomitó como si le pagaran por hacerlo.
<<¿Te imaginas que realmente te paguen por vomitar?>>
☁☁☁
Ya llegué, esclavos
*Imaginen que digo esto con voz pendeja* ¿Quien me extrañó?, ¿quién quiere partirme la madre por tardar tanto en subir capítulo?, ¿quién quiere meterme toda la riata por pendeja?
Ya, ya, sé que tardé, pero mi lado pendejo estuvo dormido todo éste tiempo, y apenas ayer en la madrugada como que tuve una revelación divina y escribí todo esto. Me sentí Dios, la mera pistola, tu perra dueña ajúa
¿Ustedes están viendo el mundial? Bro, yo tengo que verlo a fuerzas, mi hermano lo pone en la televisión y por la jerarquía no puedo quitarlo. Soy la más débil de la especia aquí en mi casa, bebés, valgo pura vergucci
Valer vergucci es seguir valiendo pero con estilo *guiño guiño*
Oca, ya me voy 💋 su beso, se lo ponen en donde quieran, ya s
aben, me vale verga.
Bais, básicos de mi kokoro *mueve la mano a lo Miss universo*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top