(La canción no tiene nada que ver con la historia)

Notas del autor:

Danny, deja de pensar en ti mismo. (Oh, mierda, yo también hago esto). ¡
El entrenamiento comienza pronto, yay!
Excepto que... no puedo escribir sobre entrenamiento o lucha ni para salvar mi vida ;-; joder

—¡Despierta, Danny! ¡Despierta, despierta! —gritó Dani alegremente sacudiendo a Danny para despertarlo.

El adolescente se despertó gruñendo, hizo una bola de nieve con la mano derecha y la arrojó en la dirección en la que su hermana estaba chillando. Un grito de sorpresa le indicó que había dado en el blanco. Sonrió manteniendo los ojos cerrados y se acurrucó aún más entre las sábanas de la cama. Entonces algo húmedo y extremadamente frío lo golpeó en la cara; ella le había devuelto la bola de nieve.

Soltó un grito breve y se sentó, inmediatamente despierto y con ganas de venganza. Danielle ya había salido corriendo de su habitación y bajado las escaleras. "¡Prepárate para que podamos ir con Frostbite!" gritó mientras corría.

Danny puso los ojos en blanco y miró el reloj. Las siete, maldita sea. Iba a matar oficialmente a Dani. "Dios, pensarías que era Navidad o que le había prometido llevarla a Disney o algo así", pensó mientras se levantaba, caminaba soñoliento hasta su puerta y la cerraba. El mestizo fue a su baño, se desnudó y fue a ducharse. Abrió el agua caliente y recibió un golpe en la cara con el opuesto. No gritó en absoluto mientras se alejaba del arroyo temblando.

—Fantástico, jodidamente bueno. —Esperó a que la ducha se calentara, se dio una ducha rápida y se lavó el pelo. Salió, se recogió el pelo en un moño desordenado, se puso el corrector y se vistió a una velocidad de la que Superman habría estado celoso. Se había acostumbrado a vestirse rápido, considerando que la gente siempre irrumpía en su habitación, su familia, a veces sus amigos y, más a menudo, un fantasma. Todavía estaba flipado por la vez en que Ember había atravesado la puerta mientras él estaba a medio camino de ponerse los vaqueros. Había saltado unos treinta centímetros en el aire, tropezó y cayó de cara (que estaba roja de vergüenza). Le había gritado a Ember que se fuera mientras él terminaba de vestirse y ella se había ido, no sin antes hacer un comentario sobre lo bien que tenía los abdominales para un hombre esbelto como él. Todavía había una quemadura en la pared donde el ectoblasto de Danny la había pasado deliberadamente por alto.

No había ninguna nota de Vlad hoy, pero a Danny no le importaba, se sentía un poco culpable de cómo el hombre siempre estaba allí para él cuando tenía una pesadilla, sin importar la hora. No tenía idea de cómo el otro podía saber cuándo tenía una pesadilla, y Vlad tampoco. Simplemente parecía saber cuándo aparecer. La semana pasada Danny no había visto a Skulker ni a Technus, mucho menos había sido atacado por ellos. Había pasado el tiempo tonteando con sus amigos durante el día y hablando con Vlad por la noche, intercambiando pequeñas historias. Vlad le contaba cómo era vivir en Clockwork; cómo el hombre lo recompensaba ocasionalmente dejándolo ver un partido de fútbol con los Packers o cómo se metía en problemas cada vez que intentaba escapar. Danny contaba historias de cómo habían sido los últimos tres años, historias divertidas y chistes que había escuchado de sus amigos. Suspiró mientras una vez más su mente reprocesaba lo que el otro le había dicho.

"Ella sólo tiene una pequeña cantidad de mi ADN, alrededor del once por ciento, pero sí lo es".

—Entonces, repasemos esto una vez más —dijo su mente por séptima millonésima vez desde que Vlad le había dicho eso—. Técnicamente, él es el padre de Dani. Bueno, eso hace las cosas mucho más fáciles. —Hola Danielle, ¿cómo estás? Oh, genial, gracias por preguntar. Oh, por cierto, he estado pasando el rato con tu padre, que se ha ido durante tres años y acaba de reaparecer. Sí, lo he estado haciendo a tus espaldas. Sí, sé que ha intentado matarnos a ti y a mí varias veces, pero eso es solo porque técnicamente estaba poseído por un fantasma maligno que fue creado a partir de pura miseria. Sí, tiene la edad suficiente para ser mi padre, pero técnicamente tienes cuatro años y Valerie tiene diecisiete, así que es lo mismo que salir con ella. ¿Y Valerie no ha intentado matarte a ti y a mí antes? Sé que estaba bajo sus órdenes, pero aún así, no estaba exactamente obligada a hacerlo.

"Sí, eso funcionará", le dijo a su reflejo. "Explícalo así, con un montón de tecnicismos y demás. Eso funcionará perfectamente".

—Entonces, ella tiene el ADN de Vlad, pero también el mío. ¿Eso la convertiría en nuestra hija? Después de todo, tiene nuestro ADN combinado. No, es mi hermana pequeña... pero, técnicamente, ¿no es también mi hija? Quiero decir, tiene la genética de ambos... Joder, así que él y yo ya tenemos una hija, qué alegría. Aunque solo sea el once por ciento, sigue siendo su hija. Pero la genética no solo convierte a alguien en "padre", por así decirlo. Pero parece que él se preocupa por ella, así que... ¡uf, me duele la cabeza! Así que mi hermana, que solía ser mi clon, ahora es mi hija, creada por este tipo que solía estar en el exilio durante tres años. Bueno, eso es genial. Mi vida está oficialmente jodida. Pero no jodida de una manera que sea necesariamente mala, pero aún así, esto es normal, ¿no?

"Completamente normal, bueno, normal para mi vida."

Dani asomó la cabeza por la puerta. "Si ya terminaste con tu rutina de belleza, eres bienvenido a unirte a nosotros abajo", bromeó.

Señaló su camiseta roja con dibujos de alas de ángel, sus vaqueros azules descoloridos, sus zapatillas rojas y su moño despeinado. "No diría que esto es un régimen de belleza".

"Bueno, te estabas mirando fijamente al espejo".

Se cruzó de brazos. "Estaba comprobando si tenía granos". 

Ella puso los ojos en blanco. "Simplemente baja las escaleras de una vez".

—Ah, cierto. Todavía no me he vengado de ti por arrojarme esa bola de nieve —dijo mientras caminaba hacia la puerta con su mejor cara de miedo.

Dani soltó un pequeño grito falso, sacó la cabeza por la puerta y corrió escaleras abajo. Él se rió y la siguió. Ella le acercó un cuenco en cuanto entró en la cocina; estaba lleno de leche y caramelos Lucky Charms.

"Come", cantó ella mientras hurgaba en su plato.

Sus padres aún no se habían levantado, pero él supuso que lo harían pronto después de todo el alboroto que Dani y él habían causado. "Vaya. Nunca te había visto tan emocionado por nada antes; me pregunto si Valerie debería estar celosa de Frostbite", dijo mientras comía cucharadas de cereal.

"Qué listo. Me emocioné mucho cuando me dijiste que este año empezaría la escuela secundaria", dijo Dani mientras terminaba su cereal.

Danny puso los ojos en blanco. "Es un milagro que no te hayas atragantado. Ve a cepillarte los dientes".

—Lo tengo, mamá —dijo corriendo hacia el baño.

"Oh, qué ironía", pensó mientras seguía comiendo. Dani ya había terminado de cepillarse los dientes, se había transformado y estaba dando vueltas en círculos cuando terminó de comer. Puso los cuencos en el fregadero. "¿Estás lista?", preguntó mientras se transformaba.

"¡Estaba lista para ser clonada!" afirmó con los ojos brillantes.

Él gimió y resistió el impulso de reírse de su juego de palabras. "¿Por qué, oh, por qué entendiste mi sentido del humor?"

-Porque el universo te odia.-Dijo riendo.

—Eso explicaría muchas cosas —murmuró.

"¿Qué?"

-Nada, vámonos.

Bajaron volando las escaleras hasta el sótano y fueron al portal fantasma. Puso el código en el portal. Johnny, Kitty, Ember, Youngblood y Nocturne conocían el código de acceso, por lo que podían entrar y salir cuando quisieran. Había creado el código de acceso para que los fantasmas como Skulker, Technus y Spectra no pudieran usar el portal. Pero los portales naturales aún podían abrirse y no había nada que él pudiera hacer al respecto. Las puertas se abrieron y atravesaron el vórtice giratorio.

"¡Te corro una carrera!" gritó y salió corriendo.

"¡Tramposo!", le gritó.

Danny ganó, pero por poco.