capítulo 3
Madara entrecerró los ojos detrás de su máscara.
Observó con detenimiento a las dos, no, las tres mujeres paradas delante de él.
La chica pelinegra era la que parecía más competente hasta ahora.
Su velocidad y enfoque a la hora de atacar eran de admirar, pero sin lugar a dudas lo que más impresionó al Uchiha fue el hecho de que para ella, parecía que cosas como matar, y pelear, estaban grabadas profundamente en el fondo de su ser, tanto así que estas actividades eran realizadas con naturalidad.
Además estaba su espada.
Enfoco sus poderosos ojos en ella, y lo vio.
Había una energía oscura recorriendo constantemente el filo de la espada.
No era una espada normal, por un momento le recordó a las espadas que poseían los siete espadachines de la neblina.
Y por ende recordó al último miembro de Akatsuki que había muerto.
Kisame y Su espada, samejada, emitía un aura similar a la de esta chica.
― esa espada que tienes, parece un poco interesante.
Madara dijo con leves indicios de verdadera curiosidad.
Los ojos de la chica se mantenían impasibles, y no respondió, solo apretó el agarre sobre la empuñadura, y pudo ver como tensaba sus piernas, y se preparaba para realizar un ataque cuando la situación lo requiriera.
El enmascarado se mantuvo calmado.
Luego miro a la rubia.
No parecía ser interesante, solo una chica impulsiva, confiada y violenta, ella moriría por ser tan descuidada algún día.
Lo que llamo la atención de Obito fueron el par de orejas en su cabeza, y con ayuda de su Sharingan podía ver que una extraña energía brotaba desde el cinturón que ella estaba usando, y se repartía por todo su cuerpo.
La energía era violenta e inestable, casi como si fuera un reflejo de la personalidad de la chica. Le recordó un poco a cuando los jinchuriki, usaban el chakra de sus bijuu, obviamente no era tan potente y corrosivo, pero había una ligera similitud.
Luego miro a la mujer, que fue llamada jefa.
Le había tomado un poco de tiempo encontrar la guarida de Night Raid.
Y estaba decepcionado, esperaba que la líder de esta organización fuera un poco más interesante.
Pero Tobi ya había conocido a tantas personas como ella, a lo largo de las décadas, que había vivido como Madara Uchiha, que sinceramente era aburrido.
Esta mujer parecía lamentarse de la muerte de sus camaradas, podía verlo en su cara, en su figura ligeramente encorvada, en sus hombros caídos, y aun así, seguía luchando, como si esa lucha realmente pudiera cambiar algo.
Tobi tenía curiosidad.
Estando en un nuevo mundo.
Ese pensamiento idealista de luchar por un futuro mejor, por promesas vacías hechas a personas muertas. Seguirá estando presente.
sentíañ curiosidad por ese punto.
Es por eso que había querido visitar a todas estas personas, por curiosidad, y tal vez encontrar algo interesante.
Pudo sentir varias presencias acercarse a la habitación. Los ruidos que sus pisadas provocaban resonaban en los sensibles oídos de Madara.
Era casi cien por ciento probable, que no podría tener una buena charla, si llegaban más intrusos.
Entonces en solo una fracción de segundo.
Él se hundió en el suelo de roca sólida.
Akame entrecerró sus ojos, y rápidamente agudizo todos sus sentidos.
Leone dejo caer su mandíbula, pero se recuperó rápidamente.
Y en un parpadeo, la figura del enmascarado surgió detrás de la líder, y coloco una mano en el brazo de ella.
Akame y leone lo notaron, y se movieron para atacarlo y proteger a Najenda.
Pero solo basto un instante para que la figura de Najenda se empezara a distorsionar.
Akame se movió mucho más rápido que leone, y solo le tomo un instante acercarse.
madara sujeto su espada, para bloquear cualquier posible ataque que la chica lanzara, mientras estaba absorbiendo a la líder.
Con su Sharingan observo atentamente todos los movimientos de la chica.
Y por un instante pudo ver la duda en su mirada, ella dudo sobre intentar atacarlo, o en cambio tratar de proteger a su líder.
Tobi sonrió, sabiendo cual sería la opción que ella elegiría.
La pelinegra extendió su mano hacia la líder, sujetándola.
Y entonces ambas fueron absorbidas por el Kamui.
Tobi se concentró en mandarlas aun lugar alejado de su área de almacenamiento, y en general el área que más frecuentaba.
Madara se movió hacia un lado, dejando que la rubia hundiera su puño contra el suelo, y produjera pequeñas grietas en este.
― Bastardo.
Ella gruño. Y se lanzó una vez más al ataque.
Un brillo de intención asesina parpadeo en sus ojos.
Sin tener intenciones de alargar las cosas.
Madara lanzo un puñetazo al estomagó de la chica.
Un gruñido de dolor escapo de los labios de Leone, y sintió como sus entrañas eran revueltas.
Por el rabillo del ojo pudo ver un destello, y sintió su corazón detenerse, al ver como la espada del enmascarado se dirigía directamente a su cuello.
Sin embargo, las chispas volaron en el aire una vez más.
Madara entrecerró los ojos.
Un chico castaño, había interferido en su ataque.
― Tatsumi.
Escuchó el grito de la chica rubia, feliz de no haber perdido la cabeza.
Madara inclino la cabeza, y por un instante se preguntó si debía de matarlos, y decidió con facilidad que solo sería un desperdicio de su tiempo, en primer lugar él no vino a la guarida de este grupo de asesinos, solo para empezar una pelea, en cambio él quería tener una charla con la líder.
― Que es lo que está pasando leone.
El chico pregunto, pero sin dejar de mirar al enmascarado.
― es una larga historia, y tampoco lo acabo de entender, pero si se una cosa. ― leone miro con furia al enmascarado. ― Ese tipo se llevó a Akame y a la jefa a algún lugar, creo que él tiene una Teigu parecida a Shambhala.
Tatsumi entrecerró los ojos.
Si el hombre delante de él tenía una Teigu que le permite tele-trasportar cosas, la pelea sería difícil, pero si se parecía a la Teigu de ese tipo llamado Syura, aún tenían una oportunidad de traer de vuelta a Akame y Najenda.
Sin embargo el enmascarado no podía estar menos interesado en lo que sea que ellos estaban pensando.
― Bueno, fue bueno conocerlos, y tener una agradable bienvenida. . . ― el hombre dijo con un tono divertido. ― Pero ahora me tengo que retirar.
En ese momento el hombre se comenzó a hundir en el suelo.
El suelo debajo de los pies de Tatsumi se rompió, y con todas sus fuerzas grito.
― Incursióoooooon.
Un destello de luz. Y un segundo después su cuerpo estaba cubierto por una armadura, con un aspecto muy peculiar.
Lanzo un ataque al hombre, pero este se hundió en el suelo antes de que su ataque pudiera impactar.
Tatsumi no dejo que eso lo detuviera, y con furia golpeo el suelo, una nube de polvo se formó, el suelo se rompió, y se creó un pequeño cráter.
Cuando la nube de polvo se despejo, no había nada.
― Maldición.
Tatsumi dejó escapar una maldición, y luego su armadura desapareció.
Apretó sus puños.
Leone chasqueo la lengua.
Unos segundos después un grupo de hombres con armaduras, entraron a la habitación con sus armas en las manos.
― ¿Qué es lo que está pasando Tatsumi?.
Pregunto, Un hombre que al parecer era el líder del grupo de guardias.
― la jefa fue capturada por un tipo con mascara, que por lo visto tiene una habilidad para tele trasportar objetos y así mismo.
Leone dijo.
Los ojos del hombre se abrieron ligeramente, y luego su mirada se oscureció.
― Todos, pongan en alerta máxima, y empiecen a revisar el área.
él grito.
― Eso no servirá de nada, dudo mucho que ese tipo siga cerca de la base.
Dijo Tatsumi apretando sus dientes, y mirando al suelo.
El imperio había hecho un movimiento, y había capturado a la jefa, ese sería un duro golpe para la moral de todo el ejército revolucionario.
Una mano se posó en su hombro, Tatsumi lo miro, era el líder de los guardias.
― eso puede ser verdad, pero no podemos quedarnos parados, por ahora es lo único que podemos hacer. También debemos de organizar una reunión entre los demás generales del ejército, y decidir cuál será nuestro curso de acción por ahora.
Tatsumi lo miró, y luego soltó un suspiro.
― tienes razón, además Akame esta con la jefa, así que debo de confiar en ellas.
el castaño dijo.
― me pregunto si el imperio está detrás de este ataque, porque no me parece algo que el primer ministro o Esdeath harían. ― el guardia hablo, llamando la atención de Tatsumi y Leone. ― si el imperio sabia de nuestro escondite nos hubieran mandado un ataque sorpresa, capturar a nuestro líder no me suena a algo que ellos harían.
Dijo mientras caminaba hacia la salida.
― eso significa.
Tatsumi dijo con esperanza.
El guardia dejo que una pequeña sonrisa se dibujara en sus labios.
― significa que es probable que el sujeto que secuestro a nuestra líder, y a la señorita Akame, no este del lado del imperio, lo cual hace más probable que podamos encontrarlas.
Leone se quedó pensativa, y luego comento.
― él dijo que quería hablar, o algo así, no lo escuche muy bien.
El hombre asintió, y estuvo unos momentos reflexionando.
― dudo mucho que el imperio esté interesado en hablar, así que eso hace más plausible la idea de que ese hombre no es miembro del imperio.
― Si no es parte del imperio, entonces quien es, ¿está de nuestro lado?
Tatsumi comento, pero por su mirada era más que obvio que él no creía eso.
― bueno, secuestro a la jefa y, casi me corta la cabeza así que dudo que este de nuestro lado.
Gruño la rubia.
― bien, dejemos para después la especulación, ahora tenemos una crisis en nuestras manos, y a tan solo unos días de realizar el golpe final, debemos de empezar a organizarnos.
dijo el jefe de los guardias.
Tatsumi asintió, y camino fuera de la habitación destrozada.
Decidió que por ahora revisaría el área, en busca de la jefa y Akame, incluso si era poco probable que estuvieran cerca.
No estaría tranquilo solo quedándose parado, y el no sería de utilidad para elaborar una estrategia o decidir cuál sería el mejor curso de acción a partir de ahora.
Entonces cuando salía de la habitación, miro de reojo a leone que se había quedado parada en medio de la habitación.
― Leone, estas bien.
La rubia se sobresaltó un poco, y sus hombros temblaron.
Miro a Tatsumi y dijo apresuradamente.
― sí, solo necesitó un momento.
Tatsumi noto que algo no estaba bien, y dudo un momento si debía de irse o quedarse, al ver la mirada en la cara de leone, supo que era algo en lo cual no podía ayudarla, así que decidió salir.
Leone se quedó sola en la habitación, miro al suelo.
Apenas hace unos momentos estuvo a punto de morir.
La idea de morir no era algo nuevo, ella sabía que el camino que eligió no tendría un final feliz, pero morir en esta situación, era tan lamentable, morir sin siquiera poder ayudar en la guerra que se acercaba.
Ella sintió un nudo en su garganta, no quería morir, no sin antes estar segura que el imperio había caído.
Llevo una mano a su pecho.
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En un área con una cantidad considerable de árboles, y arbustos.
Un pequeño río cruzaba un claro, cubierto por un pasto verde brillante, y algunas flores de diversos colores y aromas.
El viento era suave y agradable.
Una distorsión se produjo, y una figura se materializó de la nada.
Madara se detuvo unos momentos, y observó el área.
Había encontrado este lugar mientras se dirigía a la guarida de Night Raid, y pensó que este lugar seria el adecuado para tener una conversación.
Podría haberlo hecho en su dimensión,. Pero eso sería peligroso, dado que en su dimensión no podría usar su intangibilidad, y sería mucho más problemático defenderse si esa chica pelinegra decidía atacarlo.
Movió su cabeza.
Entonces una distorsión en forma de líneas espirales se formó alrededor de su ojo.
En un instante los cuerpos de Akame y Najenda, fueron lanzados unos 10 metros por el suelo.
La pelinegra fue la primera en reaccionar y recomponerse, en cuanto estuvo firmemente parada en el suelo, y cuando sus ojos carmesí se encontraron con la figura del enmascarado, ella se convirtió en un borrón, y en solo un instante apareció delante del enmascarado.
Dio una estocada con la intención de matar.
El asombro se mostró ligeramente en sus ojos cuando su katana atravesó al hombre. Pero no hubo sangre, y no sintió el impacto de su espada con la carne y hueso.
Su confusión solo incremento cuando ella misma atravesó el cuerpo del enmascarado.
Una sensación de desagrado casi se mostró en su cara, en ese momento.
Inmediatamente tomo distancia, con un salto hacia atrás. Siempre manteniendo sus ojos firmemente clavados en la figura del enmascarado.
― Akame, espera.
Najenda hablo, sonando calmada.
La pelinegra dudó un momento, pero luego lo miro, Najenda le había dicho mientras estaban en el extraño lugar en el cual el enmascarado las había mandado, que no hiciera nada imprudente.
miro al hombre con ojos calculadores.
― tú no eres parte del imperio verdad. ― El hombre se mantuvo callado. ― tomare eso como un sí, ahora bien, cuál es tu objetivo.
Madara se mantuvo en silencio, y luego se encogió de hombros con un aire despreocupado.
como dije solo quiero tener una charla.
― Por qué.
No pudo evitar preguntar Najenda.
― Curiosidad.
Respondió con simpleza el enmascarado.
Najenda entrecerró los ojos.
Cada vez que este hombre hablaba, menos podía entender que era lo que el buscaba, podía sentir el aura de peligro que el irradiaba, ella había enfrentado a muchos tipos con un aura similar, pero la de este enmascarado era tan opresiva que estaba segura que vencerlo no era posible para ella.
Miro ligeramente a Akame, ella permanecía tranquila.
Pero podía notar que estaba tensa, probablemente no preocupada por su propia seguridad, sino por la de ella.
Najenda sonrío débilmente, apreciaba la preocupación de Akame, pero se sintió un poco subestimada.
Miro una vez más al enmascarado.
― Bueno entonces, misterioso hombre enmascarado, de que quieres hablar.
Él inclino la cabeza.
Najenda sonrío, al ver la reacción del hombre por la forma en que lo llamo, la líder de la revolución decidió seguirle la corriente y ver como se desarrollaban las cosas.
―la conversación podría ser un poco larga, así que tomare asiento.
El hombre dio un salto y llego a una de las ramas de los árboles que los rodeaban, y se sentó tranquilamente.
La peli plateada alzo una ceja, este hombre estaba actuando muy calmado, lo cual solo indicaba dos cosas, era un idiota ególatra, o tenía la habilidad y el poder para respaldar esa actitud, y ella sospechaba que era la última opción.
― bueno en primer lugar, me gustaría saber. . . ― el enmascarado comenzó. ― Cuál es tu objetivo para realizar esta rebelión en contra del imperio.
Najenda se quedó en silencio, y luego la ira lleno su corazón.
― enserio estas preguntando esto. . .
Ella trato de controlar su rabia, pero esta se filtraba de sus palabras.
― sí, tengo curiosidad.
El hombre respondió ignorando la irritación creciente de la mujer.
― es para poder crear un país mejor.
Najenda dijo.
― ¿Un país mejor?, y ¿exactamente cuál es la definición que tú tienes de un país mejor?.
El enmascarado pregunto.
― eliminar a los bastardos que llenaron de corrupción al imperio, solo para poder vivir cómodamente aprovechándose de los habitantes.
La que hablo fue Akame.
El enmascarado giro sus ojos y la observó unos momentos, al menos es lo que pareció, pues las dos mujeres solo podían ver los agujeros negros de su máscara.
― Bueno, eso es decepcionante. Pero era predecible.
Él dijo con aburrimiento mientras recargaba su barbilla en su puño.
― ¿decepcionante? ¿ a qué te refieres?.
Najenda pregunto.
― La visión que ustedes tienen es idealista y absurda, creen que algo cambiara solo matando a unas cuantas basuras, eso es muy optimista de su parte.
El enmascarado dijo. Y luego agrego.
― nada cambiara, incluso si tienen éxito en su rebelión, esa es la realidad.
El enmascarado declaró con frialdad
Najenda entrecerró los ojos.
Y entonces una intención asesina, increíblemente densa lleno el aire.
El hombre giró su cabeza y observo a la chica que liberaba tal presión.
Akame estaba mirando con ojos penetrantes al hombre.
Si las miradas mataran, el enmascarado ya hubiera muerto cuatro veces.
― No cambiara nada, es inútil, idealista. ― la chica murmuro. Sus ojos fueron ensombrecidos por sus mechones de cabello oscuro. ― no dejare que nadie diga que lo que estamos haciendo es inútil, no dejare que tú desprecies el sacrificio que mis compañeros hicieron para poder llegar hasta este punto.
Najenda miro a Akame, y recordó a todos los miembros que habían perdido en el camino, podía entender la ira de la chica.
― Como dije es inútil, tus amigos murieron por nada.
El hombre exclamó cruelmente.
Akame apretó el agarré sobre su espada, y pareció que en cualquier momento se lanzaría al ataque, pero sorpresivamente se mantuvo bajo control.
― El sufrimiento y la miseria están íntimamente ligadas a la humanidad, es una parte fundamental de la civilización, y una muestra de ello es la guerra. La guerra puede ser cruel y devastadora, pero casi siempre está ligada a las necesidades de los humanos por recursos, territorios o cualquier otro motivo político o ideológico, desde siempre los humanos hemos estado enfrentándonos entre nosotros, y con el paso del tiempo, nuevas armas se crearon, nuevas estrategias, y con ello vino algo inevitable, el incremento de la crueldad y la destrucción que causábamos a otros.
El hombre se puso de pie, y extendió sus brazos.
― La lucha que ustedes están realizando es inútil, porque al final, luego de unos cuantos años o décadas, el ciclo se volverá a repetir, alguien iniciara una guerra creyendo que su razón es justa y que las muertes que se provocaran no serán un desperdicio, que algo cambiara, solo para después volver a repetirse, es un ciclo infinito.
El hombre guardo silencio, y por un momento su mente divagó.
En un principio Konoha se había creado para ser un lugar donde los niños no tuvieran que ser mandados a morir a los campos de batalla.
Pero una vez más fue solo el deseo idealista de un soñador, lo único que consiguieron con la formación de la aldea, fue hacer que otros siguieran su ejemplo, y luego la primera guerra mundial Shinobi surgió, seguida de una segunda y finalmente una tercera.
En esas guerras, se produjeron asesinatos en masa, decenas de miles de personas murieron, ¿para qué?, para que sus hijos volvieran a ser llevados a más guerras.
El hombre miro a ambas mujeres. y exclamo.
― No tiene ningún sentido luchar por nada en este mundo podrido, porque sin importar que tan duro lo intentes, al final nada cambiara.
Najenda lo miro con ojos fríos, este hombre es el tipo de personas que ella más odiaba.
Alguien que se la pasa quejando de que nada tiene sentido.
― Según tus palabras, vivir en este mundo debe de ser una tortura para ti, entonces por qué simplemente no vas a un lugar alejado y mueres.
Najenda escupio con desprecio.
El hombre se quedó parado mirándola.
Un silencio sepulcral lleno el aire.
La peli plateada se arrepintió un poco de haber dicho esas palabras, al final seguían estando en desventaja contra este sujeto.
Sin embargo el enmascarado cambio de tema, sin preocuparse mucho por el insulto que acababa de recibir.
― dime, que es lo que buscas de todo esto, según entiendo, quieres cambiar algo, ¿no?, exactamente que buscas, cual es el motivo por el que dentro de unos días, comandaras a decenas de miles de soldados a morir.
― Yo busco todo eso, quiero que las personas puedan vivir felices y tranquilas, quiero que las vidas de todos sean valoradas, quiero que todos los que abusaron de su poder, y lastimaron a personas inocentes paguen por sus crímenes.
― es bastante noble de tu parte, tener un objetivo como ese.
El hombre camino un poco más, y la paso de largo.
―entonces si lo que tu buscas es justicia, dime. . .
El hombre dejo que sus palabras flotaran en el aire un momento.
― Esa chica.
Señalo a Akame.
― También será castigada por sus crímenes.
El hombre pregunto con leves indicios de interés.
Akame abrió los ojos un poco sorprendida.
Najenda fulminó al enmascarado con la mirada.
― Que estas tratando de decir.
El hombre se encogió de hombros.
― esa chica ha matado a personas inocentes, ¿verdad?, entonces me pregunto si ella pagara por esos crímenes, según tú, lo que buscas es justicia, acaso es justo que solo las personas que odias, reciban un castigo, y esta chica en cambio sea perdonada, solo porque esta de tu lado.
― Como estas tan seguro de que ella hizo algo como eso.
El hombre se giró y las miro a las dos.
― por sus ojos, puedo decir sin ningún tipo de duda que ella a matado a miles de personas, no dudo que la mayoría de ellos han sido malvados, pero. . . tampoco tengo ninguna duda en que ha matado a inocentes. Incluso si solo fue uno, no sería justo, si no es castigada.
Luego el hombre agrego como una ocurrencia tardía.
― Además ella no lo negó.
Dijo mientras miraba a la pelinegra.
Pero Madara, No estaba muy interesado en esa respuesta.
Porque la verdadera justicia, no existía en este mundo.
Porque en primer lugar, el mismo concepto de la justicia fue creado por humanos, que no son perfectos, que son volubles, que tienen en ellos la bondad y la maldad, y casi siempre una de esas dos características sobre sale más que la otra.
Sabía perfectamente que el imperio que la mujer llamada Najenda quería crear, se tendría que crear por medio del derramamiento de sangre.
Por qué después de todo es la única forma que los humanos tienen de resolver los conflictos.
Él mismo había caído en ese bucle, Nagato también lo había hecho.
Pero el acabaría con ese ciclo infinito, esa era la diferencia fundamental entre él, y esta mujer.
el enmascarado se dio, la vuelta sin esperar la respuesta de la mujer.
― eso era todo lo que quería discutir, al final, realmente solo hay un camino por el cual se puede conseguir la verdadera paz y felicidad.
Najenda observo como el hombre empezó a alejarse, y dirigirse hacia el bosque.
Toda esta conversación había sido muy rara, y no podía entender que era lo que el buscaba.
Pero sus últimas palabras, hicieron que ella alzara la voz.
―¿a Que te refieres con que solo hay un camino para poder obtener la paz?
El hombre se detuvo y giro lentamente su cabeza.
― A nada que te interese.
Él dijo, pero antes de que se fuera Akame le grito.
― ¿Quien eres?
― no soy nadie, no quiero ser nadie.
Dijo mientras, se desvanecía en el aire, como si fuera un fantasma.
.
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..
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La figura del enmascarado se materializo, en un edificio muy alto, pero en una parte de la ciudad, donde nadie podía verlo desde abajo, Por culpa de la arquitectura de los edificios.
Camino hasta la orilla del tejado, y con ojos aburridos.
Observó el palacio que estaba rodeado por Grandes murallas.
La cuna de la corrupción del imperio.
Madara no estaba interesado en el primer ministro.
Solo era un tipo demasiado avaricioso, y estúpido.
Había conocido a muchos tipos como él.
La persona en la que él estaba interesado, era la mujer que era considerada como la columna vertebral del imperio.
Quería tener una charla con esa mujer.
Pero en ese momento no pudo evitar preguntarse algo.
― Que es lo que estaba buscando.
Por qué decidió tener una charla con la lider de la revolución.
Que es lo que él esperaba obtener.
Madara se quedó parado, contemplando la majestuosidad del palacio, construido con el sufrimiento de muchos.
Luego miro a la ciudad completa.
Una ciudad corrompida, hundida en la oscuridad.
Era capaz de entender la motivación de la mujer líder de la revolución para iniciar esta misma, pero, es justamente porque podía entenderlo, que era consciente que no serviría de nada.
Miro hacia el cielo de un color azul, con nubes blancas que lo recorrían con suavidad.
― Incluso si las personas están sufriendo, el cielo siempre será el mismo.
Murmuro.
Luego volvió a mirar hacia el palacio.
Y su figura se desvaneció.
.
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..
Una mujer estaba sentada en una silla, mientras tenía una mirada aburrida.
Era una mujer alta, hermosa y esbelta, con el pelo y sus cejas de color celeste y los ojos azules. Ella utilizaba ropa de un general con mangas largas, un pañuelo azul en el cuello y botas de tacón alto. Ella también tenía una marca en su pecho, que es la prueba de su Teigu.
Estos últimos días habían sido bastante aburridos para ella.
Pues la mayor parte de su tiempo lo había dedicado a crear la caballería helada.
Pero no podía evitar sentirse emocionada.
Una sonrisa se dibujó en sus labios.
Pronto, podría disfrutar de una verdadera guerra.
Esta mujer es Esdeath, la carta de triunfo que tiene el imperio.
Entonces ella noto algo, de inmediato giro su cabeza, y movió su mano.
La habitación se enfrió hasta niveles increíbles.
Y la mitad de esta habitación fue cubierta por hielo en menos de una fracción de segundo.
Esdeath entrecerró los ojos, y miro hacia el hielo.
No había nada dentro de él, solo los muebles que estaban en ese lugar.
Rápidamente escaneo la habitación.
Hace apenas un instante logro sentir la presencia de alguien más en la habitación.
― vaya, le haces valor a tu reputación.
Una voz hizo eco en la habitación.
Esdeath sin perder la calma, miro alrededor.
Y entonces un hombre enmascarado apareció al otro lado de la habitación.
Esdeath lo miro, sin mostrase temerosa o incluso nerviosa.
― para venir hasta mi oficina, y atravesar todo el palacio, debes de ser alguien muy competente.
Ella dijo.
― espero que tengas una buena resistencia al dolor, porque me voy a entretener mucho torturándote hasta que llegue la guerra.
Esdeath dijo con naturalidad.
Sin parecer interesada en los motivos del hombre para venir a su encuentro.
El enmascarado se quedó en silencio.
y una sonrisa apareció debajo de su máscara
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fin
Gracia por leer.
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