Capítulo 8: Convencer a Satine

Narrador Obi-Wan: 

Han pasado diez días desde lo de los esclavos, los habitantes de Yavin, han hecho todo lo posible por salvarlos de enfermedades mortales, darles comida, apoyo moral y a varios les han dado trabajo en el planeta, para que tengan con que sustentarse y recuperen su estilo de vida. Algunos, han tenido una mejoría más rápida que otros y a los que les cuesta trabajo recuperarse, Fernanda, trajo de su planeta a psicólogos especialistas de todas las edades; de esa forma, ellos aprenden a volver a tener confianza de ellos mismos y al mismo tiempo, ellos se vuelven capaces de ser auto-suficientes. Pero hoy, el Maestro Yoda, me concedió una semana para descansar y para ir a un retiro de meditación, se supone que debo ir sólo pero, yo sé que hay alguien que me está esperando y estoy muy emocionado por verla.

Cliosse: - ¿A dónde va, maestro Kenobi? - llegó a mi cuarto, un jovencito que quiero mucho, su cara pequeña y su inocencia, me abren el corazón cada vez lo veo; por lo que, al voltear a verlo, sonreí con alegría.  

Obi-Wan: - Cliosse, pasa - le dije con la mano y él se acercó para abrazar mi pierna derecha y no me pude resistir, a cargarlo - ¿qué hace por aquí un niño tan inteligente? - ambos reímos. 

Cliosse: - Pues, yo estaba pasando por aquí y de repente, veo que su puerta está abierta y lo vi empacando sus cosas, ¿va a ir a algún lado? - qué niño tan inteligente. 

Obi-Wan: - Pues, digamos, que el maestro Yoda - le fui diciendo, mientras terminaba de colocar, mi ropa en mi maleta - me dio una semana de vacaciones, debido a que estuve muy ocupado con el asunto de los esclavos en Yavin - dije sonriendo y él detectó mi alegría. 

Cliosse: - Y ¿va a ver a alguien, en especial? - me preguntó curioso, lo que no sé es que si mi modo de alegrarme es tan obvio, que incluso él pudo detectar que iba a verla. 

Obi-Wan: - ¿Por qué preguntas? - lo coloqué en mi cama, para que yo pudiera terminar de arreglar mis cosas en la maleta. 

Cliosse: - Es que....yo me ponía igual, cuando la maestra Fernanda y sus amigos, me llevaban a ver a mis papás - dijo tranquilo y sonriendo, en eso, yo cerré mi maleta y me le quedé viendo intrigado - descuide maestro, no le voy a decir a nadie. 

Obi-Wan: - ¿Estás seguro de lo que me dices? - le pregunté para asegurarme de que no se arrepintiera después. 

Cliosse: - Sí, le prometo no decir nada, ni siquiera a mis papás - me ofreció la mano para sellar la promesa y yo sonreí, sorprendido de la astucia de este niño.

Obi-Wan: - De acuerdo - entonces, cerré mi puerta y me aseguré de que no hubiera nadie a los alrededores - y ¿si yo te dijera, que estoy enamorado de alguien? - él, comenzó a formar una sonrisa, pero me intrigó el hecho de que lo hiciera - ¿No te molesta? - lo único que recibí de respuesta, fue un abrazo de felicidad y yo, le correspondí con cariño.

Cliosse: - ¿Cómo me voy a enojar, si eso te hace feliz? - sentí su sinceridad y lo abracé un poco más fuerte - Y ¿cómo se llama? 

Obi-Wan: - Se llama Satine Kryze, de hecho....ella era la Duquesa de Mandalore - pensé en ella y mi sonrisa se hizo más grande.

Cliosse: - ¿Ella es bonita? - me preguntó soltándome del abrazo y yo, sin querer saqué unas lágrimas.

Obi-Wan: - ¿Que si es bonita.... - dije considerando el hecho de que él es un niño de 10 años - para mí, ella es la mujer más hermosa del Universo - lo volví a abrazar - cada vez, que la veo siento como mi corazón late con fuerza y....y.... - luego, pensé en el momento en que Maul la atravesó con su sable - y casi la perdí para siempre - salieron más lágrimas y él, se me quedó viendo algo triste - por un año, pensé que ella estaba muerta y....nunca, le había dicho que la quiero - él me dio un beso en la mejilla y me limpió las lágrimas, como mi madre cuando era joven.

Cliosse: - Entonces, ¿por qué no se lo dice ahora? - eso, me dejó perplejo - Fer nos dice, que no hay regalo más grande que el amor hacia alguien y que el ahora, es muy importante - eso, también me lo había dicho Qui-Gonn - no quiero que este triste, maestro Obi-Wan....vaya con ella y dígale que la quiero mucho. 

Obi-Wan: - ¿Tú y por qué? - pregunté levantando una ceja, pero sonriendo al mismo tiempo. 

Cliosse: - Porque ella es la que la hace feliz y a mí me gusta más cuando está feliz - lo abracé con todas mis fuerzas y lo besé en las mejillas. 

Obi-Wan: - Dime, ¿no te gustaría decírselo en persona? - cuando se lo dije, él formó una gran sonrisa - Además, no sé, tal vez te pueda dar un recorrido por el lago que a mí me gusta - eso lo emocionó tanto, que brincó hacia mí y lo cargué con un brazo y tomé mi maleta para irnos a Stewjon...pero antes, nos encontramos a Fernanda.

Fernanda: - Vaya, vaya....¿a dónde con esa maleta? - preguntó sonriendo. 

Obi-Wan: - Pues, el Maestro Yoda me dio una semana libre - y le guiñé el ojo, para que supiera a qué me refería - y aquí, Cliosse, me va a acompañar porque le voy a dar unas clases de meditación particular - él volteó a verme indignado, por lo que Fer rió ligeramente. 

Fernanda: - De acuerdo, yo veré cómo me las ingenio para decirle al Consejo - nos volteó a ver sonriendo y luego, se acercó a Cliosse - ¿quién es mi príncipe? 

Cliosse: - Yo - ella le dio un beso y se fue, de ahí, nos subimos a mi nave y tomamos el curso a Stewjon. 

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Narrador Satine: 

Después de diez días de lo que pasó con los esclavos, pude recuperarme de las heridas de cuando era esclava, los Tres Magos han venido a visitarme seguido para curarme y darme terapias de recuperación. He podido, encontrar un trabajo digno, los sirvientes en la casa de Obi-Wan, han sido muy comprensivos y muy amables conmigo; la verdad, todo esto me ha ayudado a recuperar la confianza y el amor que siento por Obi-Wan, me hace recuperar las fuerzas para seguir adelante. Hoy me paré en el balcón de la recámara de Obi-Wan, para observar el lago y sentir la brisa del aire y de repente, siento unas manos suaves que me rodean la cintura.

Satine: - Obi-Wan - lo llamé recargándome en su pecho.

Obi-Wan: - Satine - me volteé para verlo de frente y me acarició la cara con una de sus manos - te extrañé - yo sonreí complacida, no era muy común que lo dijera.

Satine: - Y yo más - nos besamos tranquilamente y nos abrazamos, para dejar atrás los miedos - ¿qué haces aquí? No me imaginaba verte tan pronto - le dije sonriendo.

Obi-Wan: - Bueno, digamos que el maestro Yoda, me encomendó un retiro de meditación por una semana - me guiñó un ojo para hacerme entender que no fue a su retiro - pero en lugar de eso, vine a raptarla a usted, duquesa - sonreí como niña traviesa.

Satine: - Osea...quieres que te acompañe a tu meditación - pregunté seriamente.

Obi-Wan: - No - chocamos frentes - porque tú eres mi meditación - eso, me dejó con la boca abierta - vine a pasar toda una semana con la mujer que amo, ¿acaso es mucho pedir? - negué sonriendo y lo volví a besar.

Satine: - Más bien, la que pide mucho soy yo....Obi-Wan, te estás arriesgando mucho por venir a verme - él, me interrumpió con un beso.

Obi-Wan: - No hay sacrificio ni riesgo, que no valga la pena por estar contigo, mi amor - escuchar esas palabras de sus labios, me hizo sonrojar mucho que no resistí y me aventé a besarlo con fuerza - además, hay alguien, que quiere conocerte - lo vi confundida - ¡Cliosse! - llamó y de repente, entra un niño pequeño que me ve asombrado.

Cliosse: - ¿Es ella? - preguntó asombrado y Obi-Wan, me hizo acercarme con él.

Obi-Wan: - Sí, es ella - él niño se me acercó corriendo y me abrazó con alegría - ella es Satine, la mujer que conquistó mi corazón, desde que era un Padawan - yo volteé asombrada y vi que Obi-Wan, me sonreía por igual - él, vino a acompañarme a nuestro retiro - me guiñó el ojo y yo, me sonrojé ligeramente - su nombre es, Cliosse.

Satine: - Mucho gusto en conocerte, Cliosse - le dije sonriendo.

Cliosse: - ¿Es cierto, que usted es una duquesa? - yo asentí y me daba mucho gusto que me reconociera. 

Satine: - Así es, yo era una duquesa de Mandalore - cargué al pequeño.

Obi-Wan: - Corrección, eres y seguirás siendo la duquesa de Mandalore - me sonrojé al escuchar sus palabras - Cliosse, ¿por qué no vas a la cocina? Los sirvientes, deben de estar por allá - el niño asintió emocionado y cuando lo bajé, se fue corriendo a la cocina, dejándonos a mí y a Obi-Wan solos.

Satine: - Gracias, por lo que dijiste - le dije, mientras cerraba la puerta con seguro y cerraba las persianas.

Obi-Wan: - Y lo dije muy en serio - se acercó a mí y me tomó la mano - tú, a pesar de que todo el mundo crea que estás muerta....sigues siendo la duquesa de Mandalore, los Tres Magos, se han encargado de eso - me le quedé viendo a los ojos sonriendo.

Satine: - ¿Y tú qué piensas de mí? - le acaricié el rostro cariñosamente - ¿En verdad, crees que soy buena duquesa, a pesar de mis errores?

Obi-Wan: - Satine, todos cometemos errores....ningún ser vivo es perfecto - me besó la mano - y sí, yo creo que eres una gran duquesa, sobre todo.... - colocó mi mano sobre su corazón - tú, eres la reina de mi corazón - me dejó sin palabras, pero me entraron las ansias de besarlo - tú, has sido la mujer más importante en mi vida y no podría pedirle más a la vida, que no sea estar contigo para siempre - fue tanta la emoción que tenía, que no dudé en besarlo con pasión y desesperación e instintivamente, lo fui despojando de sus ropas y él, las mías.

Satine: - Te amo, Obi - le dije mientras nos acariciábamos y él, me iba besando el cuello.

Obi-Wan: - Yo también, te amo, Satine - y nos acostamos haciendo el amor dulcemente.

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Narrador Fernanda:

Pasaron, ya más de diez días y sigo soñando con esa visión de mis padres; pero sigo sin entender qué tiene que ver mi familia, con la de Anakin, Obi-Wan y Ahsoka. Estuve revisando mis diarios, porque ahí es donde apunto la mayoría de mis visiones, mis sueños, canciones y hechizos.....me la he pasado buscando desde hace días y no encuentro nada. Lo único que me queda, es meditar, por lo que me fui al salón de meditación y me llevé un pedazo de una camisa de mi papá, para que así, el Universo me diera sabiduría; pero, cuando empezaba a relajar mi mente....comencé a tener visiones. Al terminar de meditar, recordé que había, un campamento en Tattoine, pero ya se imaginarán de quién se trata.

Fernanda: - Bueno, tal parece que tendré que hacer una visita a los tuskens - dije seria y poniéndome de pie. Pero al salir, cae la casualidad, que me encuentro con Caspian.

Caspian: - Y ¿a dónde vas con tanta premura? - me preguntó cuando casi choco con él sin querer.

Fernanda: - Ahh...tengo...que - intenté ser convincente, no les podía decir nada hasta no tener pruebas - ir a Tattoine.

Caspian: - A Tattoine - me miró con una ceja levantada y yo, sonreí para no dar a conocer mi angustia - ¿y se puede saber a qué vas a Tattoine?

Fernanda: - Es, un encargo que Dios, me dijo que hiciera - y radicalmente sí era verdad, Dios me dio la pista de ir para allá, luego, Caspian me dio una de sus miradas convincentes que usamos para que digamos para decir la verdad; pero en esta ocasión, no iba a servir de nada, no puedo decir nada hasta averiguar lo que sucede en realidad - y no estoy poniendo a Dios de testigo, pero en serio, ahora no te puedo decir nada - intenté salir corriendo, pero él me detuvo con fuerza, sépase que nadie puede vencer a los Tres Magos más que ellos mismos o que estén muy asustados.

Caspian: - Está bien, confío en ti, pero....antes de que te vayas, tengo que decirte algo - se acercó a mi oreja - ya conseguimos devolver la neutralidad a Mandalore - me quedé con la boca abierta.

Fernanda: - ¿En serio? ¿De verdad lo logramos? - él asintió emocionado y yo quería gritar de emoción, ¡por fin una buena noticia en días! - Pues entonces, ya es tiempo de regresar a la duquesa de Mandalore - reí con cierta maldad.

Caspian: - ¡Uff! El golpe que va a recibir, Sidious cuando se dé cuenta de que no podrá controlar a todos los sistemas neutrales - ambos reímos imaginándonos su cara, luego, nos despedimos y me dirijí al hangar, para tomar mi nueva nave y dirigirme a Tattoine.

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Narrador Satine:

Al día siguiente, cuando desperté, tenía en mente que Obi-Wan estaba a mi lado, pero cuando me volteé y sentí puras sábanas, me di cuenta de que no estaba, ni siquiera en la habitación, por lo que, me cubrí con una pijama y una bata para salir y abrí las ventanas para dejar que se ventilara el cuarto. Al salir del cuarto, fui a ver a Cliosse, para cerciorarme que estuviera ahí, pero no estaba ahí, pero me acerqué para darle un beso en la mejilla; luego, fui a la sala, al comedor, pero no estaba, luego, fui a la cocina y me encontré a los sirvientes.

Satine: - Buenos días - saludé cortésmente.

Carol: - Buenos días, señorita ¿se le ofrece algo de desayuno? - me preguntó gentil.

Satine: - No gracias, estoy buscando al maestro Kenobi - le dije sonriendo y me respondió sonriendo igual.

Carol: - El maestro Kenobi, se despertó temprano y se dirigió al bosque - me lo imaginé.

Satine: - Gracias, a las 9, ¿podrías preparar el desayuno, mientras el pequeño se despierta - ella asintió y yo le agradecí antes de salir; cuando salí de la casa, sentí la brisa del viento que estaba a buena temperatura, luego, caminé por el bosque y me dirigí hacia el lago, que me imagino que ha de estar ahí. Cuando llegué, me impresionó completamente la belleza del lugar.

Al principio, sólo me quedé observando la belleza de los alrededores, hasta que un ruido del agua me sacó de mis pensamientos; al ver bien, me di cuenta de que era Obi-Wan, quien estaba descubierto de su pecho y al ver su fuerte espalda, me quedé embobada al contemplar al hombre que amo, de forma muy hermosa; luego, se volteó para verme.

Satine: - Perdón - sentí como se ruborizaba mi cara y él, sólo rió al verme apenada.

Obi-Wan: - Descuida, vine a nadar un rato, hace tiempo que no venía a disfrutar de este lugar - dijo mientras seguía nadando - ya añoraba regresar - luego, salió del agua y yo, todavía sentía como se ponían los vellos de punta - ¿gustas nadar conmigo? - me ofreció una mano y mordiéndome el labio, tomé su mano y me cargó como novia y ambos, entramos al lago y disfrutamos de la claridad del agua cristalina, nos besamos, nadamos y luego de media hora, salimos a acostarnos sobre el pasto.

Satine: - Jamás, pensé que llegaría a disfrutar de tantas maravillas con sólo estar contigo - lo besé en la mejilla - pero, extraño mucho mi hogar y mi familia - luego, él se volteó a verme - ¿qué, qué sucede?

Obi-Wan: - Pues...digamos, que los Tres Magos me contactaron para decirme....- me dejó en suspenso - que, lograron recuperar la neutralidad de Mandalore, junto con la de los otros mundos que se te habían unido - eso, me quedé con la boca abierta y sorprendida.

Satine: - ¿Es en serio? - él asintió sonriendo - Obi, no juegues conmigo.

Obi-Wan: - Es muy en serio - y lo abracé con fervor y mucha emoción - ahora, eso significa...que ya es tiempo, de que la gran Duquesa Satine de Mandalore, regrese a su cargo - sonreí emocionada, pero tenía dudas.

Satine: - Obi, ¿en verdad crees que pueda hacerlo? - dije triste - Me ausente por todo un año, haciéndole creer a mi pueblo que estaba muerta y no quiero que piensen, que soy una cobarde y.... - me interrumpió.

Obi-Wan: - Satine, jamás digas que eres cobarde - me acarició el rostro - tú no huíste, tú sin querer estuviste encerrada por un año en Zygeria, como esclava, te lastimaron, te torturaron y sin embargo, sigues siendo la misma mujer que conocí hace veinte años - sonreí, casi al punto de sacar lágrimas - estoy seguro, de que tu pueblo te va a aceptar de regreso...sé que va a haber complicaciones y obstáculos, pero te aseguro que yo voy a estar contigo pase lo que pase.

Satine: - Obi, ¿sí sabías que eres el hombre más encantador de la galaxia? - dije escurriendo lágrimas de felicidad - Porque no tienes idea, de lo mucho que significa eso para mí.

Obi-Wan: - Siempre, lo serás, Satine y aunque la guerra siga, haré todo lo posible por verte todos los días aunque estemos a 11 parsecs de distancia - lo volví a besar - entonces, ¿qué dices? ¿La duquesa está lista para regresar? - yo, le tomé la mano y respondí.

Satine: - Absolutamente.

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