7. Tan dulce y delicado tesoro

Off le había dicho "cariño", y quiso preguntarle ¿Qué significaba aquello? Pero no tuvo el valor de hacerlo. Él no podía cuestionar a su amo, no lo tenía permitido, pobre de él si se atrevía a hacer algo como eso, castigo seguro significaba su insolencia de preguntar las cosas.

Después de que la mujer que se encargaría de enseñarle a leer y escribir se fuera, el señor Jumpol había querido llevarlo a la cama. No le sorprendió, en realidad ya se había tardado, por lo general, sus dueños usaban su cuerpo casi inmediatamente después de su compra. Nada más llegar al sitio que sería destinado para su cautiverio e inmediatamente empezaba la tortura sexual en su contra; golpes, besos salvajes, más golpes, penetraciones despiadadas, más golpes, y así hasta casi dejarlo inconsciente, aunque en varias ocasiones si habían logrado dejarlo desvanecido.

Pero Off llevaba días sin anunciar un encuentro sexual entre ellos. Hasta ahora. Y aunque no le gustaba comparar a sus amos unos con otros pues de igual forma todos eran crueles, brutales y violentos, el señor Jumpol era completa y absolutamente harina de otro costal. Éste lo llevaba a la habitación en brazos, con cuidado y esmero, procurando velar por su seguridad de que no se pegara con ningún mueble o alguna pared.
Lo llevó a su habitación, y por supuesto que así sería, el cuarto del señor Jumpol estaba prohibido, ese pulcro espacio no era lugar para las prácticas sexuales de las que seguro iba a ser presa. No podía dejar de preguntarse qué tan salvaje y atroz sería su amo actual. Si bien se había portado relativamente bien con él, sabía que los asuntos de cama eran diferentes.

—Quítate la ropa —la voz de su amo lo sacó de sus pensamientos.

—Sí señor.

—Eres el sumiso perfecto —susurró Off con voz ronca.

Gun se deshizo de sus prendas lo más rápido que pudo, lo que menos deseaba era hacer enojar a su amo, prefería hacer todo lo que le dijese para evitar algún castigo, ya suficiente tenía con que fuera un animal en el sexo como para agregar más salvajismo al acto por no obedecer.

—Tienes un cuerpo hermoso —dijo Off casi quedándose sin aire— los moretones no pueden quitar lo exquisito, delicado y perfecto que es —con el dorso de su mano derecha comenzó a acariciar la anatomía del más joven empezando por sus brazos, muy lentamente, despacio muy despacio, muy suavemente para después rozar su pecho y abdomen— estás temblando, cariño —dijo Off— relájate —susurró. Él sabía que era la primera vez que Gun experimentaba placer a la hora de tener relaciones sexuales, lo había deducido desde un principio por las reacciones del menor antes de que éste se lo confirmara. El chico ni siquiera era consciente de que aquello era sentirse bien, satisfecho, complacido... era tan extraño para el menor que su rostro mostraba confusión—. Quiero que no te guardes nada Gun —susurró— quiero escuchar los gemidos que salen de tus labios —pasó la yema de sus dedos por los carnosos labios del joven— lo que vas a sentir es placer y es justo que me hagas saber qué tanto lo estás disfrutando ¿Entiendes?

—Sí...sí... señor.

Con que aquello era placer, pensó Gun con la respiración entrecortada. Era una sensación... nueva... positiva... muy... agradable... cautivante... que absorbía todas las células de su cuerpo y las hacía explotar como fuegos artificiales a lo largo y ancho de su ser. Se sentía... bien, muy bien. Y tal cual su amo se lo había pedido dejó que su boca hablara por él sin ser consciente de lo que salía de ella.

—¡Aaaahhh! —fue un gemido largo pero pausado, sin prisa y absolutamente erótico.

—Eso es cariño —Off se lamió los labios— ¿Te gusta lo que mis manos estás haciendo con tu cuerpo?

—Sí... señor.

—Espera a que veas lo que soy capaz de hacer con mi boca.

Evidentemente Gun no sabía de lo que hablaba el hombre que lo había comprado, pero tampoco tuvo que esperar mucho para poder averiguarlo pues el mayor se hincó ante él para introducir con especial satisfacción su miembro que estaba semi erecto. ¡Y por Dios! era la segunda vez que lo hacía y era demasiado bueno.

—Se...se...señor... ¡Oh señor!... —la boca de Gun se había desconectado de su cerebro en ese mismo instante— ¡Ahhh!

En la mente de Off se formó una sonrisa orgullosa. Era increíblemente caliente y sensual escuchar los gemidos de Gun. ¿Por qué nadie más se había tomado el tiempo de darle placer al joven y escuchar sus fascinantes suspiros? Los hombres que habían estado antes que él no supieron de lo que se perdieron, aquellos eróticos sonidos que salían de la boca del menor eran el acorde perfecto para poner tan dura como el acero la masculinidad de cualquiera. La suya por ejemplo ya incluso estaba chorreando aquel líquido blanquecino con el que deseaba llenar el interior de su "sumiso".

El miembro de Gun se fue irguiendo conforme las lamidas y chupadas de Off avanzaban en cantidad y lujuria. Era la primera vez que alguien me metía a la boca su pene y ahora podía entender un poco porque los hombres con los que había estado disfrutaban tanto que él hiciera aquello, todo lo que estaba sintiendo era increíble y no quería que se acabara, pero por su mente no dejaba de rondar la pregunta de por qué el señor Jumpol estaba haciendo aquello cuando se suponía que debía ser al revés.

—¡Aahhh! ¡Se...señor.... Señor Jumpol! —Gun echó la cabeza hacía atrás cuando sintió que toda su hombría estaba en la boca de su amo.

—Llámame Off, cariño... di mi nombre con esa lujuriosa y obscena boquita tuya.

—... ¡Oh... Off!

Era la primera vez que Off permitía que uno de sus "sumisos" lo llamara por su nombre y no se había arrepentido. El aullido en el que Gun había pronunciado su nombre lo hizo endurecerse más, mucho más de lo que alguna vez había estado antes. ¡Jo-der!

Con una mano se aferró a la cadera del menor mientras con la otra abría de prisa la bragueta de su pantalón para poder sacar su miembro y masturbarse. Se suponía que los papeles de ambos debían ser inversos, Gun tendría que estar se rodillas mamando su hombría y dándole placer, pero justo así como se estaban dado las cosas, lo estaba disfrutando como el jodido infierno.

—Off... Off... —el cuerpo de Gun empezaba a convulsionarse de placer cosa que excitó mucho más al empresario.

Pero el mayor ignoró su llamado. Sabía que solo repetía el nombre del hombre que lo estaba haciendo gozar como nunca en su vida como si le agradeciera por ello, y eso solo provocó que moviera su mano sobre su propio miembro de forma más rápida y violenta. Jamás se había masturbado con tanto vigor y velocidad, si no supiera que era imposible, tendría miedo de amputarse su masculinidad.

—Off... esto... Off siento que-

Pero Off no iba a parar. Sabía que si lo hacía detendría la corrida que Gun estaba a punto de tener, y no era tan perverso y vil como para no dejar que terminara, él mismo esperaba con ansias ese "bendito momento". Así que movió su boca y su lengua con mayor agilidad y a los pocos segundos el caliente esperma de Gun topó en su garganta. Tan dulce, suave, caliente y exquisito, como el joven dueño del mismo.

—¡Aaaahhh Oooff!

El mayor dejó de masturbarse para sujetar a Gun que debido al intenso placer que había experimentado se había desmayado quedando completamente inconsciente.

Lejos de preocuparlo, Off sonrió de lado y acostó al menor en la cama dejando su cabeza justo en la orilla, giró su rostro y con Gun absolutamente ido, empezó a follarle la boca.

No tuvo reparo alguno con que el joven estuviera desvanecido, Off metía y sacaba su miembro de aquel hermoso orificio bucal sintiendo incluso mayor placer que con su propia mano. Quizás el hecho de que el menor permaneciera "dormido" aumentaba su excitación pues técnicamente lo estaba violando y eso calentaba su polla mucho más.

Poco a poco sintió que su cuerpo quería liberarse, estaba llegando a su punto culminante, a ese momento de mayor satisfacción sexual y solo con la boca de Gun. No obstante, y aunque lo deseaba con todas sus ganas, no iba a venirse dentro de aquel precioso agujero, corría el riesgo de que el menor se ahogara con su semen, eso lo haría cuando él estuviera lúcido y pudiera saborear su blanca semilla.

Justo cuando su esencia estaba punto de explotar, sacó su miembro de la boca de Gun y después de tirar unas cuantas veces más de su hombría, Off soltó un áspero, ronco y rudo gemido corriéndose en la adormilada cara de su "sumiso". Los chorros salían disparados directamente a las mejillas, ojos, nariz y labios, manchando lascivamente aquella carita de ángel.

—¡Oh que rico! —Susurró Off exprimiendo con lentitud hasta la última gota que le quedaba adentro— luces fantástico tesoro mío —se inclinó y lamió sus mejillas— mi sabor mezclado con el sabor de tu piel es delicioso.

Gun seguía sin despertar, pero Off no estaba preocupado, el joven seguía respirando y de hecho parecía hacerlo con mucha tranquilidad. Recordó que era la primera ocasión en la que lo veía dormir, siempre lo dejaba despierto antes de irse a la cama y lo encontraba de la misma forma al despertar.

Tomó su esbelto cuerpo entre sus brazos y lo acostó mejor en la cama colocando su cabeza en la almohada, tapó su anatomía con las sábanas y después de dirigió al baño para mojar una toalla y limpiar el rostro de Gun con cuidado. Aún dormido, el menor soltó un suspiro y se removió un poco para acomodarse mejor.

Pasó unos segundos acariciando su cabello y su cara. Gun era maravillosamente hermoso. Dormido, verdaderamente parecía un ángel. Sus facciones estaban relajadas, como nunca lo habían estado desde que llegó. En ese instante Off supo que aquello era debido al orgasmo que había tenido, nunca antes había experimentado algo tan ponente, tan intenso, tan poderoso, tan placentero y por eso había caído completamente rendido.

"Tan dulce y delicado tesoro", pensó Off. Aunque en el fondo sabía que no debía pensar así, que él no tenía esa clase de pensamientos por ninguno de sus "sumisos", él compraba esas personas para hacerlas experimentar dolor por eso era lo que lo excitaba, porque aquello era lo que lo prendía, porque el dolor de las personas lo hacía correrse con potencia y tenacidad. Pero aquella experiencia con el lindo muchacho que había comprado había sido muy... gratificante.

Sin abrocharse el pantalón, dejó aquella habitación apagando la luz cuando salió. Al llegar a su alcoba entró al cuarto de baño y puso a llenar su majestuosa tina. Deseaba tanto una ducha... y mientras esperaba a que la tina llegara a un nivel adecuado para introducir su cuerpo bajó su vista hasta su miembro.

Estaba parcialmente erecto y aún húmedo con la saliva de Gun. Pensar en ese joven terminó por levantar por completo su hombría. Por su momento pasó por su mente ir a la habitación contigua y penetrar duramente a su "sumiso", al fin de cuentas para eso estaba ahí. Sin embargo, en lugar de eso, simplemente acarició su masculinidad y se masturbó nuevamente.

Recordar como folló la boca de Gun minutos atrás hizo que otro ardiente orgasmo lo sacudiera por completo gritando sin pudor el nombre del chico que dormía en la otra habitación. No podía esperar el momento de entrar en su cuerpo, si con su boca había disfrutado como loco, ya se imaginaba lo que sería enterrarse en su fruncido agujero.

Cuando la tina se llenó, cerró la llave, se desnudó y entró en el agua tibia sin dejar de pensar en los labios de su "sumiso". ¡Maldita sea!, masculló mordiéndose el labio. Suspiró y nuevamente se masturbó con ímpetu dentro del agua. Un tercer orgasmo llegó y soltó una carcajada. No era la primera vez que se corría tres veces en una noche, lo irónicamente gracioso es que él mismo se había dado placer porque su "pareja sexual" se había dormido.

—Gun... Gun... Gun... —exhaló frustrado— no sabes lo que te espera...

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Hasta el momento Off se ha contenido... ¿Podrá seguir haciéndolo? 

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