Capitulo 3 (Entiéndelo)

Nadie sabría la situación en la que se habían envuelto, en donde el carnero de cabellos rojos dejo que un hombre que admira tanto, al grado de estar enamorado de su conocimiento, de su cosmos y que ahora su apariencia también le ayudar a amarlo más, porque Itiá siempre ha sido alguien de un aspecto varonil y atractivo.

Siempre se había valido de su aparecían y labia para obtener lo que deseara de los demás.

Nadie en toda su vida joven, pudo resistirse, pero alguna vez se enamoró de alguien...

Del primer guardián de su generación, pero no logro quedarse a su lado.

Las guerras arrebatan a las almas destinadas.

Después de ello, solo quiso olvidar aquel dolor de perder a la única persona que amo con sinceridad, y solo gozo de los placeres carnales con diferentes parejas, hombres y mujeres por igual, mientras disfrutara.

De igual forma, hizo más de lo que antes pudiera con el cuerpo de su primer amor.

De nuevo en esta época, tenía un cordero entre sus manos y lo había hecho suyo sin piedad alguna, aprovechándose de lo que el menor siente por él.

Lo disfrutaría, sin importarle las protestas que algún día diera.

Se hizo tarde, la noche cayo al santuario, una ligera brisa se sentía en la época calorosa del año.

Moviéndose entre las sabanas de aquella cama, que se manchó por varios orgasmos de parte de ambos, aunque la mayor parte de Itiá fue dentro del carnero.

Gateguard despertaba de a poco, no supo en que momento perdió el conocimiento.

Lo que recordaba es que el ahora joven patriarca, pero con mayor fuerza, lo sometía ante él.

Sujetándolo fuertemente de las caderas mientras lo penetraba con fuertes embestidas y los espasmos llegaban a su ser sin piedad.

Cuantas lágrimas de placer derramo, no tenía la cuenta, pero su cuerpo ya no es el mismo.

Abrió sus ojos, estando boca abajo y desnudo...

Intento voltearse, peor el dolor en su trasero no lo dejo del todo, sabía lo que paso... No se arrepentía, le gusto sentirse lleno de ese placer, y que Itiá se lo proporcionara fue su mayor sueño hecho realidad.

Miro con atención sus brazos, teniendo unas marcas rojas en sus muñecas... Le dolían algo...

Su mente divagaba un poco, pero de a poco pudo recordar cómo fue que terminaron en su piel.

Esto solo provoco que un sonrojo se posara en sus mejillas.

-Eres adorable cuando te sonrojas- Esa voz grave, que provocaba un estremecimiento en todo su ser, no solo por lo antes vivido.

-Pa... ¿Patriarca?- No importaba que, siempre ese hombre seria su mayor fuente de nervios, pero también de fascinación.

-Sera mejor que vuelvas a Aries- Esa sonrisa de superioridad, esos ojos oscuros que solo reflejaban su satisfacción sexual, que deseaba nuevamente otro encuentro.

-Yo...- No sabía que hacer ahora, ¿Cómo verlo a la cara?

Después de todo, es un momento a otro se convirtió en su amante, ese sería el titulo apropiado o más común. Pero también quedaba el nombre de juguete... Para Itiá lo seria.

-Vístete rápido, tengo que atender algunos asunto y solo me estas atrasando- Esta vez dijo aquello, con una voz bastante indiferente, y ni siquiera lo miraba, ocupado revisando algunos papeles.

Bajo la vista –Si, como ordene- No repicaría... No podría hacerlo contra el patriarca.

Con dificultad se paró de aquella cama, sintió como sus piernas querían flaquear, pero logro sostenerse de la pared más cercana, ver sus piernas con algunos moretones por los chupetones y marcas de mordidas, templo ante una sensación liquida que aun goteaba de su ano...

Todo su cuerpo se volvió tan ajeno a él, sus caderas dolían, la espalda igual...

Ver su pecho, los pezones rojizos... Las marcas en su piel de las manos grandes y toscas del patriarca...

No sabía cómo sentirse... Entendía que de ahora en más, su vida sería así... Gustaría de ser el único con el que Itiá gozara, le daría su cuerpo siempre, por amor y deseo ambos combinados.

Pero el pelinegro se lo dejo en claro... No es amado, solo deseado con lujuria intensa.

Coloco sus pantalones, pero al ponerlos recordó que estaban dañados... Por una desesperación del mayor... Esto solo provoco vergüenza en su rostro, pero ¿Qué podría hacer?

Tendría que lograr ocultar aquello con la armadura de Aries... Estaría a colocarla pero...

Sintiendo como unas manos que antes le daban caricias dulces, ahora solo lo toca con lujuria en zonas erógenas... Proporcionándole un estremecimiento...

-Mañana volverlas...- Esa voz de nuevo sensual dirigiendo a la rojiza oreja, apretando los pezones maltratados.

-Si...- Esa sensación de nuevo le agradaba, no se resistía ante él.

-Recuerda Gateguard- Sujetándolo fuerte de las caderas, atrayéndolo a su cuerpo –Ya no eres dueño de tu cuerpo, ni de tus pensamientos, ni de tu ser... -Decía esto, mientras besaba el cuello del pelirrojo y metiendo dos de sus dedos dentro de la boca del menor -Te has suelto completamente mío...-

Se notaba que estaba deseándolo de nueva cuenta, en un arranque de deseo que debía controlar, con una mano apretó un poco el cuello, una actitud algo sádica, pero con un propósito, su mirada se ensombreció... Y de igual forma ese tono volvió a ser agresivo –Si permites que alguien más te toque... No me tentare el corazón para hacerlo desaparecer y a ti...- Apretaba más el cuello del pelirrojo.

-Arrrgg... Pa... Re...- La presión no es tanta, pero si le dificulta el respirar.

-Te castigare... Pequeño corderito- Lo soltó, permitiendo que pasara el aire, Le gustaba influirle un poco de miedo -¿Te quedo claro?-

-Aaaahh... Aaaah...- Su respiración algo agitada, esa sensación con la debilidad de su cuerpo fue desgastante –Si...- Levanto su vista cristalizada para verlo de frente.

-Bien, ahora retírate- Dándole la espalda, volvió a su ocupación, esta vez ya sin prestarle atención al primer guardiana.

Quien se colocó su armadura, y salió avergonzado de la sala patriarcal, tendría que pensar durante la noche lo que acababa de pasar.

Se volvió el objetó personal de patriarca, su cuerpo le pertenecía.

Cada paso que daba le proporcionaba un dolor en su ser, principalmente las zonas donde la penetración dio primicia, la garganta le ardía un poco, la fricción de que el miembro de Itiá lo sofocara de repente, las ataduras que sintió... Como aquellas armas sagradas de Libra lo dejaron inmóvil...

Si alguno de sus compañeros de enteran, de que se volvió... En palabra del patriarca seria "Su Perra", se moriría de vergüenza. Mantenía una postura de orgullo en todo momento, sintiéndose superior ante los demás.

Algo arrogante solo por ser uno de los favoritos del patriarca, ahora sabía porque lo es.

No le molestaba, pero mantendría el secreto por obvias razones.

Como pasó temprano, así regreso, apenas si saludado a piscis y Acuario, pero fuera de ellos, los otros siendo ignorados y es reciprocó.

No se le hacía raro a nadie que este pelirrojo volviera tarde, a veces pasaba por estar escuchando viejas historias del representante de Atena en la tierra, pero obviamente no se imaginaban lo que acababa de pasar.

Su caminar tuvo que encubrirse lo mejor posible... Le dolía las fuertes penetraciones, pero al llegar a su templo podría lavarse y sentirse mejor, más nunca volvería a olvidar esas caricias toscas y ese cuerpo sobre él que le hipnotizo.

Llegar fue la mejor parte de su travesía, nunca creyó que bajar todos los templos fuera algo que le doliera... Pero ahora sí que lo era.

Cada paso era el recordatorio de a quien le servía y no solo como guerrero.

Tendría que verse en un espejo, para admirar todas las marcas hechas en su pálida piel.

Su corazón latía, volvía a estremecerse, pensar en esa sanción de liberación que obtuvo por cada embestida, ni en sus ilusiones, pensó que se volviera realidad.

Quería regresar, de nuevo ser maltratado por aquel hombre, pero debía descansar... Si no mañana no estaría en condiciones, aunque poco le importaría a Itiá, ya recibió la orden de que volviera y no la desacataría.

-Patriarca... Me alaga... Que me escogiera...- Sonrió, como un tonto adolescente enamorado.

Deseoso en ir a darse un baño, quería limpiarse y tal vez recordar cada detalle de la tarde que paso.

Sin embargo dos cosmos que Aries aborrecía a mas no poder, no tanto por que tuviera diferencias con ellos, si no por el hecho de que uno podría quedarse con el puesto de patriarca si algo sucediera al actual y no lo permitiría.

Mientras ambos gemelos antes de entrar, el mayor molestaba al actual santo de Cáncer, por un sentimiento que estaba profesando solo para un camarada de armas.

-Si se lo dices hoy, te pago el almuerzo mañana ¿Qué dices?- Hakurei, Lemuriano de cabellos plateados atados en una coleta alta, tikas de una tonalidad rojiza, ojos verde oscuro, actitud divertida y traviesa, vistiendo la armadura de Altar, se reía del menor de ambos.

-¡¡¡CÁLLATE!!! ¡¡¡NO PIENSO DECIRLE NADA!!!- Sage, el menor con las mismas características, salvo por el cabello suelto, y un semblante más serio y sereno, ahora sonrojado hasta la orejas, por las habladurías del plata –No... Es el momento- Desvió su mirada, deteniendo su caminar.

-Y ¿Cuándo lo será? ¿La hora en que se fije en otro? O ¿Podría ser si alguien le confiese sus sentimientos?- Palabras acidas, crueles, pero sumamente ciertas.

-No es fácil- Frunció el ceño –En el momento que te enamores, te darás cuenta que esto nunca es sencillo de admitir-

Giro sus ojos con cierta molestia, por esa actitud tan "Cobarde" Del menor, caminando con paso firme para cruzar Aries.

-¡¡¡OYE BORREGO MALHUMORADO, VAMOS A PASAR!!!- Una actitud alegre, descortés a veces, pero solo porque el primer guardián siempre ha sido grosero con todos y el caballero de plata, es de quienes "Como me trates, te voy a tratar".

Cáncer suspiró, no podía detener la actitud impertinente del mayor, pero ¿Por qué se le tenía que ocurrir ser así, precisamente con Aries?

-¡¡¡¿A quién llamas borrego malhumorado?!!!- Ese pelirrojo caballero, se le borro la sonrisa con solo sentirlos acercarse a su templo, ahora con mayor razón.

- Al único que veo por aquí- Gozaba hacer rabiar a ese pelirrojo, pero más que nada porque eso provocaba que el menor se avergonzara más.

Y lo logro, Sage al acercarse, quiso sonreír para el ariano, pero verlo de esa manera provoco que se sonrojara y desviará algo la mirada.

Aquellos ojos verdes vivos, se posaron en el caballero de plata, mostrándole su descontento, si no fuera por el dolor en su cuerpo, se pondría a pelear de manera física, pero ni ganas tenía de una lucha verbal, se giró, dándole la espalda a ambos gemelos.

-Solo pasen y lárguense, que no tengo tiempo de discutir con ninguno- Gruño para sus adentros, no arruinarían su día, en donde encuentro una nueva felicidad basada en sexo.

-Gracias, borrego enojón- Esa actitud algo infantil de repente, solo para fastidiar al otro, cruzo rápido. Como si sintiera que estuviera haciendo mal tercio, todo conforme a sus planes improvisados.

-Es un verdadero fastidiado- Apretó sus puños –Ese hombre se supone que es quien pudiera tomar el puesto del patriarca si este muriera...- La rabia crecía en su interior.

-Por favor... Disculpa a Hakurei... A veces... Puede comportarse algo tonto- Sonrió, aunque solo viera su espalda, le parecía hermoso, su sola presencia.

-Vete de mí templo Cáncer, que no estoy de humor de aguantar a dos como ustedes- Le señaló la salida, sin verlo.

Posiblemente en otras circunstancias, en otro momento, fuera más experimentado, actuaria diferente, pero es joven e inexperto en muchas cosas.

Asintiendo, algo cabizbajo, comenzó a retirarse del primer templo –Discúlpanos Gateguard... Que pases linda noche- Le dedico una sonrisa, pero el pelirrojo solo lo ignoro. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? Ya sabemos quien lo ha hecho Radamanthys y Minos... Ya los descubrimos, pro si se trata de los jueces... Tenemos que hacer el plan para recuperarlo.

Si no... Estaré en problemas, sin mi reloj no podre escribir, kiaaaaaa.

Jajajaja bueno no, estoy exagerando.

¿Como están el día de hoy terrones?

Yo estoy mega feliz, pues este fic se anda actualizando y la verdad es uno que me pondrá nerviosa, pero quiero exigirme mas en diferentes temas.

Espero lo disfruten mucho, les guste y ya se van dando cuenta a donde va todo, pues tenemos un triangulo amoroso... Jajajajajaja No se si mas adelante un trio, o tal vez no como tal.

¿Que les pareció?

Esa es la pregunta de este día.

Y ahora con ustedes los dos terrones ganadores de los dos capítulos que tendremos en el ultimo día del mes terrorífico Wuajajajajajajaja.

A ver el primer terrón por parte de Fanfiction es Anonimus1000days. Wiiiii felicidades, dime por favor que que personaje no sea de los dorados y obvio tampoco el patriarca, con que sea del universo de Saint Sieya, de todo el universo que ya conocen así que escoge cual quieres y házmelo saber lo antes posible. Total siete puntos

Ahora el terrón por parte de Wattpad es Carla28181971, felicidades terroncito de azúcar, por favor en cuanto veas el mensaje, por favor dime que personaje te gustaría que escribir el ultimo capitulo, puede ser de cualquiera del universo de saint seiya, salvo de los dorados y el patriarca. Tu total ocho puntos.

Felicidades a mis terrones de azúcar.

Nota en Amor yaoi no existe ganador, pues nadie participo.

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos.

Muchas gracias por leer este fic tan loco y que me da chingos de pena, pero me gusta tanto... Por que explora algo que me gusta mucho y de a poco tendrán otros dos con esta linea de tiempo.

Puede que se conecte con un fic del futuro, pero aun no estoy segura.

Ahora si me despido pues debo terminar de hacer la sorpresa de Noviembre, espero que les gusta y esto... Algunos se verán por Wattpad. Aunque se vera mas adelante.

Me despido por ahora, espero sus respuestas a los terrones ganadores.

Nos vemos en la próxima entrega.

Ammu se va. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top