Capitulo 19 (Inicia El Plan)

Hola mis terrones de azúcar, ya tenemos los dos fic's seleccionados.

Mi Y Sol con cuatro votos y Amor Entre Pasillos Con tres votos.

Si el fic que elegiste ayer no gano, tienes una ultima oportunidad por esta temporada, para intentar suerte.

Espero que les guste, tendrán las actualizaciones muy pronto.

Ahora vamonos a la tercera y ultima ronda de votos, por la conmemoriacion de 400 terrones y hasta allí os quedamos, pues no hemos llegado a los 450 terrones aun.

Pero eso significa que muy pronto lo vamos a lograr.

Ademas, al llegar a los 500, tendrán lo siguiente.

Cinco fic's con dos capítulos actualizados, y ademas... Una pequeña sorpresa, que no diré.

Ahora si a los votos de este día, recuerden terrones de azúcar, tienen derecho a dos votos y que los usen para votar por dos fic's de su agrado, aquí las opciones:

Cartas Anónimas (AioiaXMarin)

Sirviendo A Un Dios (KagahoXHades/Alone)

Pecado De Amor (HyogaXCamus)

Complicados Sentimientos (MiloXCamus)

Pétalos Marchitos (DeuterosXApros)

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Ese beso, pareciera durar mucho más que solo unos segundos.

El deseo de que fuera así, viniendo principalmente del Cangrejo dorado, y hubiera continuado, si no fuera por el brusco empujo de parte del Ariano.

-¡¡¡BASTA!!!- En ese momento hace uso de toda su fuerza, es capaz de derribar al cuarto guardián de esta generación, sus manos delante, desviando la mirada, odia sentirse tan expuesto, las mejillas sonrojada, la respiración que se pierde por un contacto muy pasional que no esperaba, el latir de su corazón descontrolado, no lo quiere sentir así por alguien que no sea Itiá.

-Lo siento... Pero ya no me puedo controlar...- Deja escapar sus palabras, levantándose despacio del suelo de aquel bosque, demostrando unas mejillas rojas, sus ojos fijos en el pelirrojo.

No esperaba admirar de nuevo esa adorable belleza que conoció en esa noche de embriaguez, cuando su corazón sintió la primera punzada de dolor y conocer los sentimientos de ese borrego malhumorado.

-¡¡¡PARA DE DECIR ESTUPIDECES!!!- Esta realmente furioso, nadie le roba un beso y se sale con la suya, aunque este hombre ya lo ha hecho tres veces.

Gateguard se odia a si mismo por sentirse tan inseguro, que su corazón lata de esta forma repentinamente, por un beso que no pidió, ni deseo, pero ahora ya no esta tan seguro.

-Gateguard...- Lo llama con un tono suave y dulce, acercándose peligrosamente, no le importa cuántas protestas existan, no quiere perderlo en ningún momento, ya no lo dejara ir –Por favor... Dame solo una oportunidad de hacerte eternamente feliz-

-¡¡¡JAMÁS LO LOGRARAS!!! ¡¡¡MI FELICIDAD ESTA CON EL PATRIARCA!!!- Se intenta apartar del Lemuriano, interponiendo su propio cosmos entre ambos.

Teme tanto perderla cabeza con otro beso, no sabe que más hacer, la culpa lo vuelve a consumir, no pidió esto, pero ahora, una parte de su ser se siente ansioso por volver a probar los labios de Sage.

-¡¡¡DÉJAME INTENTARLO!!!- No le interesa salir herido, hacer lo que sea, incluso sentir el golpe feroz del carnero dorado.

Las lágrimas salen de esos tristes ojos, que ruegan por una oportunidad de demostrar su amor, sus sinceros sentimientos que desea trasmitirle al pelirrojo.

Baja la mirada, le duele este desprecio, pero más... Que sufra por un maldito amor, que ha maldecido desde el momento que supo, el dolor que padece su amado ya no debe continuar.

-Sabes... Que te amo tanto... Que haría cualquier cosa para protegerte, incluso desafiar al patriarca por ti- Un suspiro triste, aquellos ojos verde oliva, observan con suma ternura al ariano, quería tocar su suave rostro con todo el amor posible, la sinceridad en sus palabras que se demuestran en acciones, si se lo permitirá, jamás lo haría llorar.

-Olvida ese sentimiento- Por primera vez, Gateguard habla de forma serena ante las revelaciones amorosas del Lemuriano –Serán intitules, yo no puedo traicionar al patriarca, yo lo amo y aunque no lo haga él...- Una sonrisa triste se dibuja en su rostro, tanto dolor por que su amor no es correspondido como esperaba –Yo jamás dejare de estar a su lado-

-¿Aunque te lastime?- No comprende como alguien pueda aceptar ese tipo de amor, es algo que nadie debería hacer.

Pero es una ley de la vida, todos aceptamos el amor que creemos merecer, sin importar que...

Esa es la razón por la que debemos amarnos a nosotros mismos, así sabremos qué es lo que merecemos en realidad y no conformarse con menos, nunca.

-Es la única forma de estar a su lado- Confiesa sin muchas ganas, pero es mejor acabar con esto, antes de proseguir a la siguiente fase del plan –Así que... Aunque me usé a su antojo, por mi está bien, mi cuerpo y corazón solo le pertenecen a el patriarca... Espero que lo entiendas, pues será la última vez que te lo diga, déjame en paz Sage- Su tono se volvió un tanto agresivo, su mirada verde la cual ha perdido su brillo inicial, porque su amor no sea correspondido como lo desea, pero lo soportara.

-No...- Susurra, frunciendo el ceño, sus puños cerrados, apretándolos con toda la fuerza posible, el cosmos del cangrejo dorado se intensifica volviéndose sumamente agresivo, se ha cansado de esas palabras, de cómo ver a quien ama, que no entienda que en ese lugar donde está, no le corresponde, porque no merece ser maltratado.

-Sage, ya basta- Habla firme, por la reacción del cosmos ajeno, entiende perfectamente que esto es malo.

Este Lemuriano que siempre actúa de manera tranquila y sensata, interponiendo la razón antes que los sentimientos en muchas ocasiones o actuando de una forma tan dulce como el sabor de cualquier fruto rojo.

Ya ha sido demasiadas veces rechazado, y por alguien que a su parecer no merece tener un amor tan sinceró y puro como el que posee de Gateguard hacia el patriarca.

-Gateguard- Ignora la primera defensa que había puesto, soportando el ataque, es suficiente para él –No te dejare ir esta vez- Sujeta los brazos del pelirrojo, infringiendo algo de fuerza en esa presión, el árbol detrás de Aries sirve para impedirle huir.

-¡¡¡¿DE QUE ESTAS HABLANDO?!!!- Forceja con el cangrejo, pero se sorprende que no pueda moverlo ni un solo centímetro.

Esta es la verdadera fuerza de Sage, la que es regida por un sincero sentimiento, invadida por el dolor del sufrimiento de quien tiene su corazón, cegara su juicio solo para proteger a Aries.

Ya no lo dejara decidir por sí mismo, cuando todo lo que ha hecho es sufrir por un maldito hombre de más de trecientos años que solo lo usa a su mero antojo, hiriéndolo a gusto y placer.

-Iras conmigo- Un tono de voz ronca, sumamente diferente al del Sage de siempre, incluso su mirada con un tono seductor y tenebroso.

-¿A... Dónde?- Es tan aterrador ver esa expresión del cangrejo, parece irreconocible.

-A Jamir, a tu país de origen o a donde sea- Acerca su rostro al del pelirrojo, para suplicarle entienda que esto lo hace por su bien –Solo estemos juntos, olvida a quien te hace daño, quédate a mi lado, te lo suplico- Aflojando su agarre de esos brazos pálidos, para llevar una de sus manos hacia la mejilla sonrojada de Aries y acariciarla para demostrarle que no le tenga miedo.

Odiando a ese árbol con todas sus fuerzas, pareciera olvidar que su cosmos esta al mismo nivel que el del hombre delante, es solo que la impresión de esta cercanía y acción combinada con palabras de promesa, que en Sage sin duda son verdaderas y podrían cumplirse.

No aparta su rostro de ese toque, es cálido y suave... Pero aun así... Unas pequeñas lágrimas amenazan con salir de sus orbes verdes.

¿Acaso está emergiendo un sentimiento que lo hace sentir ilusionado?

Una ilusión por la cual el brillo de sus ojos se vuelve a evidencia.

-No, Sage... Para esto...- Aparta su rostro, por fin reacciona como debía ser, según por fidelidad, mordiendo el labio inferior, con el corazón desenfrenado, y manos temblorosas –Jamás me iré a ningún lado contigo, yo... Debo quedarme en el santuario, al igual que tu... ¿Nuestro juramento hacia Atena... Acaso no importa?-

–Te demostrare lo que es un verdadero amor, no te dañare, no haremos nada que tú no quieras...- Pareciera que ha ignorado las palabras, no quiere pensar en lo obvio –Solo quiero complacerte... Hacerte feliz, mi amor... Solo te pertenece a ti, nunca te haría llorar... Por favor, solo te pido permanecer a mi lado, olvida al patriarca...- Una súplica de nueva cuenta, su corazón vuelve a calmarse.

Sin embargo en la mente del pelirrojo, haber usado esas palabras.

"Olvidar al patriarca"

¿Cómo podría hacer una cosa sí?

Su corazón jamás lo permitiría, un amor enfermizo que se ha convertido algo tan puro, al probar las deliciosas del sexo con la persona que amas, aun sin ser correspondido, lo aceptas por completó.

-¡¡¡OLVÍDALO!!!- Con todas sus fuerzas y haciendo uso de su cosmos, lo aparta con todo lo que tiene, pero no para herirlo, al parecer este borrego está cayendo en ese cálido sentimiento que Sage ha despertado en él.

-¿Gateguard?- Llamándole la atención esta situación, sus ojos se abren con cierta sorpresa.

-¡¡¡YA DÉJAME EN PAZ!!!- De nuevo el alzar la voz desesperado, pero con una diferencia que no querría ver el cangrejo nunca.

El llanto, las lágrimas cayendo.

Claro que piensa eso, seria posiblemente más feliz con Sage, porque él lo amaría de forma sincera, le demostraría que es lo más preciado para él, jamás le haría daño, ni lo haría sentir menos que basura.

Sin embargo en el terco y desolado corazón del pelirrojo, eso no puede existir... Permitirse enamorar de alguien que no sea el patriarca.

Pero no traicionara al patriarca, no lo hará... Lo ama con todo su corazón, se siente sucio de solo imaginarse a lado de alguien más.

De haber recibido un beso que no sea del patriarca, le provoca un malestar muy grande en su estómago, que quiere aguantar, y hacerlo desaparecer de una vez.

-Dijiste... Que nunca me harías llorar y... Lo estás haciendo...- Su voz entre cortada, el cuerpo temblando, las lágrimas cayendo por aquellas mejilla del mismo tono del cabello.

Esta imagen parte en dos a su corazón, le ha hecho daño... Igual que en esa misión de regreso, hacerlo llorar es algo imperdonable, pero... Ya está...

¿Qué más puede hacer el Lemuriano?

Sus manos desean alcanzar al ariano, abrazarlo y disculparse... Comete los mismos errores del patriarca, lo hiere, lastima...

Ahora no se siente digno de protegerlo, mas no fue su intención, solo deseaba ofrecerle su corazón y un nuevo mundo de oportunidades solo los dos.

¿Habrá sido muy atrevido?

¿No lo pensó bien?

Se dejó llevar por sus sentimientos y lastimo a alguien que ama...

-¡¡¡JAMÁS QUERRÍA HACERTE DAÑO!!! ¡¡¡YO...!!!-

-¡¡¡solo aléjate de mí!!!- Expande su cosmos enfurecido, para que el cangrejo no se atreva a acercarse -¡¡¡NUNCA PODRÁS HACER CAMBIAR LO QUE SIENTO!!! ¡¡¡YA DATE POR VENCIDO!!!- Poniendo esa distancia, es como Aries logra salir del perímetro del agarre de Sage, se alejaría a cumplir el destino que ahora posee.

-¡¡¡NO LO HARE!!! ¡¡¡NO ME DARÉ POR VENCIDO!!! ¡¡¡PERO... TAMPOCO TE QUIERO HERIR!!! ¡¡¡GATEGUARD DATE CUENTA QUE MERECES LO MEJOR!!!- El ruego de sus palabras, suenan de nuevo tristes, pero con la mayor precaución de reparar su error.

-¿Tu que puedes saber que es lo mejor para mí? O ¿O que merezco?- Dándole la espalda, tocando el tronco de un árbol, sus lágrimas salen de sus orbes verdes, desesperado por irse y solo volver a los brazos de Itiá, en donde siempre es reconfortable y rudo el ambiente –Tú no sabes quién soy, ni de lo que soy capaz-

-Serias incapaz de hacer algo malo, te conozco y tu naturaleza es pura, tienes un corazón que solo desea amor... Gateguard yo...- Sus pasos deseando ir hacia el pelirrojo, más se detiene repentinamente.

Un cosmos embravecido, furioso, con deseos solo de sangre y muerte, acabar con todo lo vivo, es lo que Sage contempla ante sus semblante confundido.

¿Por qué aquello viene del pelirrojo?

Es imposible que sea cierto.

-No conoces nada sobre mí- Esas son las palabras que el pelirrojo deja escapar, antes que se pierda ante los ojos oliva del Lemuriano.

Se aleja lo más rápido posible, es mejor así... Solo debe concentrarse en buscar el perdón del patriarca, complacerlo después de su falta, no solo con su cuerpo, si no con su fidelidad.

Haría lo que fuera y está por demostrarlo, aunque le duele hacerlo... Cumplirá su palabra y al final ambos estarán juntos.

Aquel Lemuriano de cabellos lacios y de un tono blanquecino, jugando en el viento esas hermosas hebras, siente como el cosmos se dispersa, la maldad que sintió, es perteneciente a su amado pelirrojo.

No podía ser... Se niega a creer lo que ve, lo que puede sentir, es simplemente imposible... Gateguard no podría hacer algo a de ruin ante sus ojos.

Quería derrumbarse en ese lugar, cometió muchos errores en menos de diez minutos...

Hirió a Gateguard, sus lágrimas él mismo las provocó y eso jamás se lo perdonaría en lo más mínimo.

Pero... Al fijarse bien... Sage no provocó ese grado de malicia en Aries...

-¿Qué fue... Lo que Itiá te ha hecho?- Presiente que algo está por ocurrir y solo logro provocar que aquello se aveciné más pronto de lo que debería.

Temeroso en haber hecho peor daño en su borreguito, aunque no sea suyo... Ya lo considera como tal.

Desea protegerlo y... Si el patriarca ya lo ha corrompido, de alguna forma lo hará reaccionar, costara lo que costara.

Debe levantarse de su propio lamento, actuar como un caballero dorado.

Pensar con la cabeza y no solo con el corazón.

Si ha notado un cosmos maligno, en uno de sus compañeros debe ser informado, pero obviamente el patriarca ya no es un símbolo de confianza ante él.

Es mejor llevar esta información hasta la misma Atena, es la única que podría tener una solución factible y... Tal vez... Salvar a Aries de esta forma.

---Sala Patriarcal---

Entre la presencia de vario caballeros dorados, el pontífice de esta época, perteneciente a generaciones anteriores, se encuentra comunicándoles algunos datos importantes.

Informando que un cosmos maligno a estado invadiendo las cercanías del santuario.

Algunos mencionando que lo han sentido.

Pidiendo el concejo del patriarca.

Elaborando algún plan que les ayude.

Saber que Atena está en completa seguridad, es lo que se atreven a preguntar.

-¿Qué podemos hacer?- Francisca de Tauro, demostrando su ceño fruncido y listo ante cualquier respuesta.

-No se preocupen- La voz de aquel anciano, trasmite paz a los allí presentes, con una sonrisa intentando ser genuina –Nos debemos mantener en nuestras posiciones, estar atentos por si debemos enfrentarnos a nuestros propios camaradas-

Esas palabras no sonaban para nada tristes, ni siquiera que ocasionen un sentimiento de angustia en su voz.

Los demás allí presentes, confundidos ante esta revelación.

¿Luchas contra sus propios camaradas?

¿Significa que uno de ellos es el que está detrás de esto?

¿Cómo era posible no haberlo visto antes?

El tiempo de pensarlo a detalle se ha ido ahora.

El sonido de las puertas abriéndose de golpe, muestra al primer caballero dorado, justamente el que custodia Aries.

Su porte serio se demuestra, la cara de pocos amigos de nuevo en su ser.

Los ojos de sus camaradas de armas se posan en él, cosa que le es indiferente por completó.

Camina entre ellos sin darle mayor importancia, para hacer una reverencia ante el de mayor poder, inclinándose como todos, para después ponerse de pie y unirse a la reunión.

O eso se podría pensar...

No dudo más...

Acata la orden del patriarca, aunque doliera su corazón, no iría en su contra...

Tenían una promesa de volverse a ver sin importar que.

Si le ayuda con esto, le demostrara que está de su lado, que jamás lo traicionaría, su amor es sincero y puro.

Todo lo que Gateguard representa es solo para Itiá, por él y para él.

-¡¡¡GATEGUARD!!! ¡¡¡¿QUÉ FUE LO QUE HICISTE?!!!- Las palabras de molestia de uno de esos caballeros presentes.

-¡¡¡¿CÓMO TE ATREVISTE ATACAR A SU ILUSTRÍSIMA?!!!-

-¡¡¡TÚ ERES EL TRAIDOR ENTRE NOSOTROS!!!-

Sus manos están manchadas de sangre ahora.

¿Se arrepiente?

Posiblemente, la persona que ama es la que yace sin vida, por sus propias manos.

Pero es lo que quería Itiá, lo que de verdad deseaba para proseguir con lo que planea.

Aries seguirá sus órdenes aun después de esta muerte.

-No solo yo...- Sus palabras tranquilas, su rostro sin expresión, dejando ver del lado derecho aquella marca de mariposa del inframundo.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Wow este lindo fic ya pronto vera el final, pero aun le falta un poquito, jajajaj creo que primero se terminara este, antes de "Mi Único Deseo".

Pero bueno, por favor disfrútenlo mucho.

Los mega quiero mis terrones de azúcar.

Por cierto... ¿Quien tenga Discord? Me dice si gusta unirse al grupo de la familia terrón de azúcar.

Y así pasarles el link.

En fin... Hoy les debo decir que es el cumpleaños de los gemelos cangrejitos del siglo pasado, muy pasado... Jajajajaja

Así que a felicitarlos como se debe y tendrán un especial como siempre.

Pero primero...

Un día feliz para ti, hoy es su cumpleaños si que si felicidades Hakurei y Sage, su cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es su cumpleaños si que si felicidades Hakurei y Sage, su cumpleaños si que si.

felicitenlos mucho y deles mucho amor.

Y recuerden votar allá arriba.

Muchas gracias a cada uno de ustedes mis terrones de azúcar, por estar apoyándome y estar a mi lado de verdad se los agradezco tanto, son los mejores del mundo mundial.

Sin mas por el momento me despido del día de hoy, tengo que hacer algunas cosas y publicar los capítulos para los gemelos hermosos.

Así que nos vemos mas de rato.

Cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va.

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