Padre E Hijo
Historia: "Padre e Hijo"
Me llamo Evelin y soy estudiante de psicología, estoy a punto de graduarme de la carrera y por lo tanto, ya tengo que tener a mis pacientes para poder hacer mis prácticas. Mi último paciente me lo asignó mi profesor, me comento previamente que era un caso que iba a agradarme por las connotaciones del mismo, (en confianza le platiqué que sentía ganas de ahondar un poco más en la parapsicología, y en respuesta positiva este docente me apoyo bastante con mi iniciativa).
El caso implicaba tratar con un niño de 7 años, llamado "Daniel", muy inteligente y con una habilidad para el dibujo impresionante, al hablar con su madre primeramente me comento que su hijo estaba de acuerdo con tomar un tipo de terapia para terminar con sus recurrentes pesadillas y terrores nocturnos. Este niño actualmente hace el tercer grado de primaria (debido a su gran capacidad de aprendizaje, lo adelantaron un año, le gusta mucho leer y estudiar, al igual que jugar con su PC).
Este joven es hijo único, la mujer que lo cuida cuando está ausente su mamá es la señora de la limpieza. Daniel sufre de terrores nocturnos en los cuales, cuenta su progenitora, se levanta gritando y últimamente con moretones. Como fue una entrevista previa de lo que es un historial clínico en el que se toman datos más específicos del paciente, yo me quedé con el diagnostico de los terrores nocturnos y problemas de insomnio, mi profesor le proporcionó teléfono y dirección del lugar del encuentro en donde yo iba a darle consulta a su hijo, tome fecha, nombre de la mamá, del niño, de los teléfono fijo y celular. No imagine que los vería de forma brusca antes de nuestra sesión pactada.
El pasado jueves me llegó una llamada precisamente de la señora, sin embargo la estática nos impedía hablar, pienso que fue a causa del clima estaba nefasto, llovía y relampagueaba bastante así que entre gritos ella y yo quedamos de vernos en el lugar de consulta, la escuché bastante alterada, pero pensé que era porque no se escuchaba muy bien, (error). Llegó agitada, mojada con el niño por culpa de la lluvia, sus caras lo decían todo. Parecía que alguien los venía persiguiendo, se veían pálidos y con expresión de miedo total, la madre sollozaba, debido a que trataba de asimilar lo que había visto.
Hice intervención en crisis porque de verdad estaban fuera de sí y la madre diciendo una y otra vez que no sabía ya que hacer, que se estaba volviendo loca. Al niño lo calmé con una pequeña terapia de juego, y la madre al verlo tranquilo empezó también a relajarse y fue allí donde le dije que en confianza me contara lo que había sucedido. Ella replico - "Es que no me vas a creer, no se... no me va a creer ya me estoy volviendo loca, ayúdeme, no sé qué creer..." - con la voz quebrada se agarraba la cabeza. La alenté a que me contara, puesto que yo no estaba en posición de juzgarla sino de ayudarla.
"Lo que pasa es que me vine desde mi hogar, acababa de llegar y encontré la casa muy silenciosa, ya no estaba la señora de la limpieza, tiene por costumbre irse unos diez minutos antes que arribe al inmueble, no obstante me avisa por teléfono cuando se va. Vivimos solo mi hijo y yo allí, hoy al llegar sentí algo bien feo, un presentimiento que decía que algo no estaba bien" La mujer histérica relato que su hijo siempre estaba jugando al llegar y que al verla rápido la recibe alegremente, pero hoy no, ya se había hecho moneda corriente la situación de los sueños y pesadillas nocturnas, esta vez el nene llorando comento que veía a un hombre y a un niño, (estos primero les decían que solo querían ser sus amigos, con el tiempo cada vez que se hacían ver, les faltaba partes de su cuerpo, trozos de carne, y que riéndose se comenzaron a morder entre ellos) .
En éste momento la madre llamó a su hijo y le levanto la remera, - "Mire, la única que está en la casa es la mujer de la limpieza, ella me lo cuida, además sé que le tiene un aprecio enorme por lo que sería incapaz de hacerle algo, aparte mi niño me diría si sucediera algo con ella." (Efectivamente, el niño tenía mordidas en la espalda, hombros y costillas.) "Mi daniel se levanta de repente todo mordido y rasguñado y no sé qué le pasa. Hoy precisamente me pareció raro no ver a mi chiquito, subo al cuarto de mi hijo, lo vi durmiendo en su cama, pero a la vez debajo de sus frazadas algo se movía haciendo movimientos bruscos.
Le quito la cobija de encima y me doy con un trozo enorme de carne descompuesta, algo deforme sin forma. Era como un hombre mutilado, sin pies, sus costillas marcadas, pero no vi más porque solté la cobija y ésta se desvaneció. Esa cosa ya no estaba ahi. Mi hijo se despertó enseguida gritando, llorando mucho, diciendo "déjame", me acerqué con la intención de calmarlo, pero me pateó. Como pude lo agarré y lo saqué de aquel lugar, lo calmé poquito en el camino para traerlo aquí pero cuando te llame, no te puede escuchar así que decidí mejor venir aquí y contarle"
Yo quedé anonadada con el relato, cosa que por su puesto traté de no mostrarle porque el chiste es ayudarla, no complicarle más la existencia. Le dije que le tomaría de una vez los datos y que le haría unos test. Ella al oír "test" acoto que le había realizado un año atrás análisis y tomografías para descartar posibles episodios esquizofrenia y que no tenía nada, que había ido con distintos especialistas pero que prácticamente lo que hacían era juzgarla y no se sentía cómoda, ya no sabía que hacer o con quién acudir, me pidió que le creyera y yo le creo totalmente.
Junto con la terapia de juego, hice unas cuantas preguntas al niño, llegamos a la parte del dibujo, le dije que me gratificara la situación por la que había pasado. Mientras lo hacia me contaba que ya tenía mucho tiempo soñando cosas muy feas, que al principio solo veía al niño, fueron con el correr de los meses que el otro espíritu se hizo presente pidiendo ser su amigo también.
Me dijo ademas que un día sin más empezaron a morderse y que en sus sueños aparecían mordidos o incluso sin pies, o sin manos. El niño se llama "Tristan" y el hombre "Cris", no sabe de dónde vienen, pues dice que solo juega con ellos y que a veces los ve en su casa, flotando, pues como ya no tienen extremidades optan o por arrastrarse o por flotar por su cuarto o la casa. Al parecer se fueron más tranquilos a su casa que fue lo que me dejó bien. Me inquieta mucho todo lo que me contaron, espero poder ayudarlos y saber qué situación es la que sufren. Igual llegamos a un acuerdo de que recibiré llamadas de la mamá para que me platique lo que sucede y poder asesorarla para que tranquilice a su pequeño cuando tiene terrores nocturnos
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