-06 Príncipe perdido-
Esa noche había comenzado a llover después del joven Kerem había aparecido en esta época. El príncipe estaba algo confundido y lleno de temor, no sabía que hacer ahora que estaba bastante lejos de su hogar. El hombre que le estaba ayudando para que se calmara era ahora su único apoyo para darle un poco de su confianza y agradecimiento por lo que estaba haciendo. Le había propuesto llevarle a un lugar en que lo ayudarían, le ayudo también a cubrir sus ropas llamativas y sus joyas que también captaría de miradas de algunos que otros delincuentes que yacían por las calles de la ciudad.
Cómo podía siguió a aquel hombre sin decir ni una palabra, una que otra pregunta eran dirigidas al Omega pero no eran más allá que su nombre o la edad que tenía. Aún seguía extrañado como entendía su lengua nativa, pero le había mencionado que había estudiado anteriormente todo sobre su reino. ¿Qué hace un Omega con tan brillante puesto como maestro en estos apestosos lugares?
Kerem solo se limitó a no preguntar más allá de su vida pasada pero, al seguir con su camino, notaba que algunas personas lo miraban con cierta rareza, pues su piel y ojos claros eran de llamar mucho las miradas de los habitantes. Unos con maravillas y otros con cierta malicia, para ser sinceros el joven príncipe jamás había estado fuera de su palacio solo, al menos que su padre le mandará ir con algunos soldados o sirvientes, pues aunque pareciera físicamente un Alfa, él podía peligrar por sus ciclos de celos o por sus inconscientes feromonas.
-Joven, no se vaya muy detrás de mí. A veces aquí hay ladrones o peor aún raptores de Omegas. Tomé mi brazo y no se aleje de mí- habló el hombre sonriendo con amabilidad. Kerem solo asintió y tomó con fuerza al mayor. Siguieron cruzando aquellos tenebrosos callejones, hasta que en un momento llegaron a algunas calles más concurridas, llenas de luces publicitarias, risas por todo el alrededor. El mayor le hizo una leve seña para seguir adelante para señalarle un gran edificio, se podía ver que estaba bastante viejo, para su sorpresa del príncipe miró una gran "pintura" mostrando la bandera del símbolo de su familia, entre otros donde mostraba algunas joyas de su madre y padre. Estaba algo sorprendido y también extrañado del porque en este lugar de raros, yacían estas "pinturas" de su familia, tenían algunas letras impregnadas pero, no sabía exactamente que es lo que decían. Solo podía reconocer el nombre de su reino en todo en el lugar.
Se habían detenido en la puerta principal cuándo un joven guardia de cabellos grisaseos se acercó a ambos. Kerem escondió el cetro de su padre para que no estuviera a la vista, pensaba que aquel joven había visto esa preciada reliquia.
-¿Salem? ¿Qué estás haciendo por aquí viejo amigo?- habló aquél joven con una amplia sonrisa y abrazando al mayor con mucho cariño, el Omega soló se limito estar unos pasos atrás. Pero aquellos ojos azul profundo se enfocaron en él. La sonrisa del albino e tornó algo seria y sorprendida.
-Jack...este joven es el príncipe perdido de Abtule...lo reconocí por las antiguas imágenes de los libros que te conté que solía estudiar en la universidad.
-¿No estás ebrio, Salem?- bromeó algo nervioso, pero el mayor Omega solo negó. Extendió su mano para que se acercará pero, Kerem dudaba en acercarse.
-Tranquilo, es un buen amigo mío. Él me ha ayudado demasiado en mi vida en las frías calles...y además es alguien muy especial. - el joven soló sé quedó en silencio intentando poner su confianza en este extraño. Sin embargo, el guardia escucho que su amigo estaba hablando en la lengua nativa de Abtule, se acercó quitándose la gorra de su uniforme y haciendo una gran reverencia ante él.
-Lamento asustarle príncipe Kerem- ahora el ojiazul habló en su lengua.
-¿Cómo es que...?
-Tranquilo, soy amigo de sus padres, aunque fue muy desconsiderado seguir yendo al palacio para presentarme con usted y su hermana.
-¿Ves? Te dije que mi amigo era muy especial y puede ayudarte mucho.- habló el mayor con una amplia sonrisa.
-Bueno, sé que no hay que hablar tan libremente de su presencia, joven príncipe. Mi hermana también estará encantada de recibir al hijo de su mejor amigo. Vengan.-Comentó el joven guardia para abrir las inmensas puertas de aquél lugar. Estando dentro, el Omega se sorprendió al ver todo el lugar decorado como en su palacio, mostraban las grandes pinturas de su familia, sus reliquias que ahora estaban deterioradas y llenas de polvo. Mientras más avanzaban, más cosas que le hicieron muy familiares estaban allí, jamás creyó que en un lugar cómo ese estuvieran estas cosas valiosas, sin un sin fin de soldados aguardándolas. Cada vez este nuevo mundo lo estaba dejando bastante desconcertado.
Pero, detuvo su paso cuándo miro algo que lo hizo congelarse por completo. Frente de él estaba una gran pintura en donde solo se podía ver una parte de su rostro, sabía que se trataba de él, por que en una de sus manos llevaba el preciado cetro que su padre, momentos atrás se lo había dado. La pintura estaba bastante dañada, que al menos se podía distinguir ciertas cosas del joven Kerem.
-"El príncipe perdido de Abtule"- habló el viejo Salem, quién no tardó en acercarse al Omega.- lo encontraron a mediados de los años 80, enterrado en las calurosas arenas de viejo Oriente. Se había sacado la teoría de que se había originado una gran rebelión del reino, por la desaparición del hijo varón del Sultán Miguel. Estaba bastante dañado por el tiempo y la arena, pero en los viejos escritos también se habían robado una parte de su nombre. Solo habían mencionado que el príncipe jamás volvió...
-Entonces yo...
-No, aún no esta escrito tu regreso- habló el albino quién ya se había quitado su uniforme y puesto sus viejas ropas de hechicero.- Por una extraña razón, este abrupto rompimiento de las líneas del tiempo y del destino cambiaron bastante. Mi hermana ha estado notando sobre una fuerza maligna que ha sido liberada desde hace mucho tiempo.
-Yo fui el responsable de ello...- habló el Omega mostrando el cetro de su padre. El joven Alfa se sorprendió al ver lo que tenía en sus manos. Colocó una mano sobre su hombro y le invitó a seguir para entrar a una pequeña habitación, que yacía al final de la inmensa habitación de su reino. Al llegar, un leve aroma a té de jazmín llegó a los sentidos del príncipe, cuándo abrió el joven ojiazul aquella puerta, una mujer de cabellos negros estaba sentada frente a un gran espejo de oro. Desde el reflejo de aquella hermosa mujer miró directamente al omega quién la miraba totalmente sorprendido, pues de ella si la había visto un par de ocasiones en el palacio, cuándo su padre solía hablar con ella y su esposo.
-Es bueno verte Kerem.- habló levantándose de su lugar para dirigirse al Omega- nunca imaginé que llegarías a esta época.
-Trae el cetro de Miguel- hablo el joven Jack. La mujer se sorprendió al ver el cetro en las manos de Kerem.
-Tú padre te mando aquí.
-Yo...liberé algo que tenían oculto. Una voz me llamó y ...mi padre...
-Kerem-se acercó aquella mujer para tomar su rostro y la mirará directamente a sus ojos. Un silencio inundo aquella habitación. La bella mujer miró todo lo que había acontecido, sabía perfectamente de quién era aquella "voz". Las estrellas ya le habían mencionado lo que ocurría en esta vida, Miguel no solo le había dejado una gran responsabilidad a su hijo, sino que sabía lo que probablemente sucedería.-Tú padre te mando aquí, por que ambos están aquí.
-¿Mis padres?
-Si, pero, aquella fuerza que liberaste ha hecho de las suyas en esta vida mi joven príncipe. Mi nombre es Desireé, amiga intima de tu padre. Le agradezco mucho a los dioses que te hayan traído a nosotros, estás lleno de dudas y miedos, pero... me encargaré de ponerte al tanto. Mi joven príncipe.
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Mientras tanto no muy lejos de allí, se encontraban los jóvenes Gael y Kubo esperando con algo de preocupación por su amigo Hiro, quién aún no salía del bar. El guardaespaldas del Hamada estaba con un manojo de nervios, pensaba que la identidad de su amo había sido revelada y lo habían secuestrado. Pero para su mejor amigo de la infancia, solo estaba nervioso de que su amigo hubiera caído en las redes de sus feromonas y estuviera devorando al pobre Omega que había contratado, sin embargo toda esa preocupación acabo cuándo el asiático salió por la puerta perdido en un pequeño papel que tenía en sus manos.
-¡Hiro!- exclamó el joven alfa que estaba más preocupado- ¿Todo está bien?
-Eh...si lo estoy. Lamento tardar- respondió mostrandoles una sonrisa algo boba que no paso por alto de el chico de ojos carmesí.
-Wowowo, ¿Pasó algo interesante picarón?- preguntó el rubio mientras enrollaba su brazo izquierdo en el cuello del Hamada menor.
-No, no es nada en especial.
-¡Oh! ¿Es eso un número telefónico? ¿Es del Omega?
-Hiro, pero no debió...
-Tranquilo Kubo, ni siquiera supo quién era yo...pero estoy algo feliz por verle de nuevo. Al menos pude hablar con él sin que se fuera.
-Sabía que había algo entre ustedes. Gael de Hikari sabe perfectamente lo que mi mejor amigo necesitaba. Ahora vayámonos de aquí antes de que en verdad sospechen de nosotros. El chófer esta en donde mismo. Mientras regresamos, por que nos sigues contando más de ello.
Los tres chicos se dirigieron a su ultimo punto donde se habían cambiado de ropas, pero no obstante un par de minutos después, salió el Omega de piel canela acompañado de su primo, también se podía ver una sonrisa bien formada en su rostro. Su primo no había dejado de observar a Miguel, quién parecía estar totalmente perdido en sus pensamientos.
Ambos latinos habían terminado su turno, ya que tenían que levantarse temprano para su otro trabajo, para ser exactos, esta vida nocturna les ayudaba más en sus gastos de su departamento y algunos pagos de los servicios, que su otro trabajo matutino que realizaban. Marco nunca había visto a su primo tan perdido en sus pensamientos, regalandole al viento sonrisas tan bobas, cómo si fueran de un colegial enamorado. No le mencionó nada en todo el camino, algunas caídas torpes y algunos temas irracionales le estaban ayudando a perder la paciencia en abrir sus labios y averiguar lo que pasaba.
Sin embargo, ya estando a unas cuántas cuadras de su departamento, un extraño aroma le hizo abrir sus ojos de sorpresa, aquél aroma de flor de cempasúchil que su familiar emitía estaba combinada con otro olor que no podía reconocer. Uno dulce pero no tan embriagante, pero podía saber que en aquél baile, tal vez el Alfa que le había tocado le había hecho algo sin consentimiento. Ya anteriormente se había mencionado que algos Alfas arrogantes hacían impregnar sus feromonas solo para dar a conocer su "propiedad".
-Oye...- habló esta vez. Miguel era algo inocente a veces, y eso le preocupaba a su primo.Fácil podía decir que era muy rápido para que alguien lo flechara, pero muy orgulloso cuándo se trataba de amores no correspondidos. Un ejemplo aquel primer amor de primavera.
-¿Si?- respondió el joven Omega aún sin dejarle de sonreír.
-¿Pues que mosco te pico?
-¿Ah? No tengo nada.
-Si claro. Has andado cómo pendejo desde que saliste de dar ese baile privado. ¿Qué no los odiabas?
-Claro que sí...pero, creo que al fin podré olvidar cosas del pasado.-Marco se sorprendió al oír estas últimas palabras, avanzó su paso y se colocó frente del piel canela.
-¿No me digas que con el tipo, te diste un buen faje?
-Pero que...claro que no. Es qué, su aroma me hacía perderme. Era demasiado adictivo, me hacía recordar cómo la primera vez que conocí a Hiro. Claro, no hablo de la persona, sino de sentimiento...similar.
-Aghhh, si para enamorarte a la ligera no se estudia. ¿No que estabas en contra de tener tu pareja destinada y esas chingaderas?
-Si, pero...sabes tal vez sea una señal de que al fin podré avanzar. Desde que volvía a ver a Hiro, el miedo y el odio me estaban matando bastante por dentro. Pero...ese tipo su aroma me hizo olvidar todo...en especial del greñudo ese.
-¿Y qué? Era un cliente, sabes que no podemos meternos con ellos.
-Marco...eso no importa.
-¿Qué?
-No importa, porqué ahora quiero borrar mi pasado totalmente y escribirlo desde cero. Y eso implica...
....Dejar ir a Hiro Hamada.
Continuará.....
hellooooo gente bonita!!! al fin aparezco de años y siglos con algo de Higuel. Pero esta vez quiero ir de nuevo regresando poco a poco aquí a wattpad.
¿Porqué? Bueno, ya estaba lista para rendirme y dejar todo de lado y desaparecerme de aquí. Sin embargo, volví a ponerme a leer otras historias y me di cuenta que sería muy mal dejar con dudas y no darles sus historias favoritas un final digno. Así, eme aquí de nuevo.
Espero que les vaya gustando estas lentas actualizaciones, agradezco su paciencia y el apoyo que me han dado. <3
Síganse cuidando del Covid que ya viene de nuevo otra ola más fuerte. Recuerden que hay personitas que los aman mucho y quieren su bienestar y buena salud.
los amo demasiado y nos vemos en la siguiente!!!!
Beka-san
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