-Inicios y Finales-
Notas iniciales: helloooo gente bonita!!! Espero que estén bien está noche. Solo vengo a darles noticias sobre esta historia....hemos comenzado etapa PREFINAL.😲😲😲.
Nunca pensé que iba llegar este momento, pero así es.
Pero antes de comenzar con detalles finales y eso, quiero hacerles dos cositas, una: estoy preparando fanarts que algunos fans me han comentado, y tengo la pregunta de que otro momento les gustaría ver ilustrado.
Y dos : un especial de preguntas a personajes 😶😶, yo sé que muchos tienen dudas, amor-odio por otros xD. Pero si tuvieran la oportunidad, ¿Que les preguntarían y a quién? Y antes de caps finales los subiré con todo y respuesta uwu
Les agradezco mucho el amor y apoyo que le han dado a esta historia, nunca creí que a muchos les gustaría, aparte que es mi primer omegaverse Higuel. Tuve muy buenos momentos en el ❤️❤️❤️
Sin más, los dejo con este cap medio loco xD❤️❤️❤️😘😘
Los amo mucho❤️❤️❤️❤️
Beka-San~
,
- Mi señor Asra...-
- ¿Que sucede?
- El Sultán dió aviso de una futura celebración.
-El dabke no está cerca aún...¿Cuándo lo mencionó el rey?
-Esta mañana mi señor...
-Tal como lo dijo. Ve llamando a Judal necesito hablar de mis pendientes, está vez...nadie nos podrá detener.
--------------------------------------------
El día de hoy, habían comenzado las sequías intensas en el reino de Abtule. Los campesinos ya estaban preparándose para cuidar los cultivos, en estos días, los alimentos, las crianzas de ganado y extracción de materiales, se dificultad mucho.
Ya solo faltaban un par de Luna más para que el Dabke de este año llegasé. Este evento consiste a la llegada de las lluvias, el agua de manantiales se llenan desbordándose, la gente del reino siempre mencionaban que era por magia la llegada de este fenómeno.
Sin embargo, las fechas pueden variar, algunas ocasiones pueden adelantarse o atrasarse. El cual ya habían tomado un poco de conocimiento para descifrar en que momento podría llegar.
Pero, en esta ocasión, no solo los habitantes de Abtule esperaban la llegada del Dabke, en el palacio, había mucho movimiento de los sirvientes. Algunos llevaban canastos con sábanas limpias corriendo en rumbo a donde se encontraba la habitación del joven médico, incluso llevaban jarrones de agua con demasiada rápidez.
Afuera de la habitación se encontraba el joven Hiro sentado en una pequeña silla, pasando su mano con un poco de ansiedad por su vientre. Miguel estaba a un lado de pie, estaba perdido en sus pensamientos, estaba igual de nervioso que si mejor amigo Leo, el día de hoy, su pequeño bebé venía a este mundo.
-¿Crees que estarán bien adentro?- preguntó el Hamada mirando a su pareja.
-No lo sé...ya hay mucho silencio y los sirvientes no han dejado de estar saliendo y entrando...
-Solo deseo que no se haya complicado y que Leo pueda estar concentrado.
-¡Aahh! ¡Estoy tan nervioso!- exclamó el alfa pasando sus manos por su rostro.
-Miguel calma...no me quiero imaginar cuando nasca el de nosotros.
-Allí si te seré sincero...me moriré de la ansiedad.- el Omega suspiró al ver a su pareja de esa manera. El silencio volvió a gobernar entre ambos, pero, después de unos segundos un llanto pequeño venía de la habitación.
Ambos jóvenes, sintieron como sus corazones habían parado al escuchar aquella pequeña voz llegando al mundo.
En unos escasos segundos, salió el joven Leo con una gran sonrisa en su rostro
-Ya...nació... Es un niño...-dijo el joven médico, sin pensar, se fue hacia su amigo y lo abrazó.- Vengan...hay alguien que quiere conocerles.
Abrió la puerta de la habitación y ambos entraron con cuidado. Frente a ellos, yacía Kubo algo fatigado y en sus brazos un pequeño bulto apegado a él. Hiro se acercó hacia donde estaba su amigo y este lo recibió con una gran sonrisa.
-¡Qué felicidad Kubo!
- Oh Hiro...me siento muy bendecido- decía el joven sirviente con lágrimas en sus mejillas.- ahora...me gustaría que lo conocieras...- con mucho cuidado, destapó aquel pequeño bulto, los ojos del asiático y del moreno se abrillantaron. El pequeño tenía el cabello oscuro como el sirviente, su piel era cancelada, una dulce combinación de ambos padres. Tenía su pequeña nariz similar a su padre y sus ojos eran de la misma facción que el Omega.
- Hola...pequeño...- dijo Hiro pasando su dedo por su pequeña mejilla, el pequeño dió una pequeña sonrisa. Aún ser muy pequeño, sin abrir sus ojos sabía perfectamente de quién se trataba.
-Se llamará Oskan.- respondió Kubo mirando con ternura a su nuevo miembro de su tierna familia.
- Estoy muy orgullosos de ambos chicos- comento Miguel mirando a sus amigos.
-Muchas gracias Miguel y Hiro, ustedes han hecho mucho por nosotros. Me gustaría que ambos fueran el tutor de Oskan cuando comience a crecer.- dijo Leo quién se colocó a un lado de su pareja.
- No creo que sea bueno en ello...-dijo algo apenado Hiro, pero la mano de Kubo lo hizo mirar les.
-Hiro, eres una persona única y haberte conocido, ví muchas cosas llenas de sabiduría y experiencias. Serás perfecto.
-Ay Kubo...- un leve sonrojó se delató en el rostro, con una pequeña sonrisa asintió a su amigo. De pronto la puerta fue golpeada por el joven Marco acompañado de Kyle, que estaban en la entrada mirando.
En poco tiempo, todos sus conocidos y amigos habían llegado a recibir al pequeño. Hasta el mismo Sultán había ido a entregarle algunos cuantos regalos a la familia. El ambiente se había convertido en risas, abrazos y cariños para Oskan.
Pero, alguien veía desde lejos aquél lugar, todos perdidos en un rostro de un inocente. Aquellos ojos de color carmesí los miraba con odio y asco, aborrecía la felicidad ajena, pero, veía con más curiosidad al joven de cabellos azabeches que estaba junto a esa criatura.
-Judal, querido amigo. Creo que estás viendo las nuevas nuevas...- dijo una voz masculina, la única que nadie olvidaría con tan solo oírla con maldad entre sus palabras.
-No creí que había este tipo de cosas en tu reino Asra.
-Pues, ahora lo vez, poco a poco este lugar se estará llenando de pestes... En especial de ese Omega Hamada que estorba completamente mi camino.
-Jajajaja no puedo creer que se te haya escapado de las manos tu plan de derroca...-respondío el joven de cabellos oscuros.
-Nunca creí que estaría al lado de ese mocoso...ahora es difícil cuando el sultán lo ama con su corazón.
-Tranquilo Asra...yo te prometí un reino al ayudarme. - miró al hombre con una suave sonrisa fría y malévola.- Tu día esta cerca...pero, primero debo encargarme de quitarle ese hechizo de protección.
-¿Hechizo de protección?- dijo confundido.
-Tenemos intrusos con magia y esta dándole amuletos a ese Omega. Así no podré matar a sus crías.
-Espera...me estás diciendo que él no espera...
-Por eso te lo digo. Tú día está preparado, pero, ahora necesito encargarme de ello...- dijo Judal comenzando a caminar en dirección a los pasillos. Asra volvió a mirar en dirección a dónde estaban los demás, la rabia inundó todo su ser.
-¡No será un maldito mocoso!- masculló para si mismo.- aguarden ...que de esto no te saldrás de mis manos.- sin más se retiró de ese lugar, ya su mente ya estaba trabajando en un plan siniestro. Si debía desaparecer a esos tipos para tomar el reino, debía tomar medidas drásticas ahora. Lo que no contaba es que cerca de allí estaba ocultó el joven Hippo, Jack le había pedido que estuviera cerca de esos hombres en especial de Judal. Ese mago era sádico , sediento de muertes de inocentes por complacer a los hombres que le ayudarán.
Jack se había dado cuenta de las intenciones de Judal en contra de Hiro. Necesitaba el corazón de esos gemelos para poder convoca las fuerzas oscuras y darle el poder infinito. El único capaz de darle desgracias a todo el mundo, la familia de Desirée había luchado contra de este mago inmortal, pero jamás lograron detenerle.
Hippo de inmediato corrió en dirección donde se encontraba su pareja, Jack se había puesto a ver las posibilidades del destino de Abtule. Aún que no lo crean mis queridos lectores, no solo esta historia se trata de ambos personajes que se aman, sino que la magia y los poderes sobrenaturales tienen un punto importante en todo este destino.
¿Cuál era el motivo en el Desirée y Jack debían proteger a Miguel y Hiro? Simple, en la sangre de Hiro corre un poder legendario, de un poderoso espíritu que otorgaba oportunidades de volver a reencarnar.
En la sangre de Miguel corría el poder de otro espíritu encargado del tiempo y espacio. Estos dos antiguos espíritus habían estado siempre juntos desde los inicios de los tiempos, entre ellos un misterioso sentimiento había surgido. Haciendo que cambiarán el rumbo de sus historias, ambos habían decidió bajar al mundo de los mortales para traer bendiciones y esperanzas para todo hombre.
Sin embargo, las fuerzas oscuras del dios de la muerte deseaba a toda costa obtener esos poderes y castigar a la humanidad.
Cada vida era interrumpida, Omegas, Betas y Alfas inocentes morirían y volvían a verse en otra. En esta ocasión la vida de Hiro y Miguel dependían de su reino, cambiar el mundo del trato a su clasificación. Asra y Judal necesitaban interrumpir y destruir su travesía por el tiempo y vida.
-Jack...Judal sabe de los pequeño...-dijo Hippo agitado al llegar a donde se ubicaba su pareja. Estaba sentado con sus ojos cerrados en mitad de la habitación, las velas se movían intranquilas cuando el castaño dijo esta noticia. Abrió sus ojos y su rostro se volvió en terror cuando escuchó sobre aquel mago de la desgracia.
-No es posible...- dijo dándose vuelta para ver a su Omega.
-Lo dijo mientras estaba con Asra. Ví que ese hombre iba en cólera, no se qué vaya hacer ...
-Tranquilo. He visto todas las posibilidades hasta ahora...-se levantó y se dirigió a uno de sus libros que tenía en una de sus mesas.
-¿Que fue lo que viste Jack?.
-Hay cientas de posibilidades, pero una está incompleta...y esta es...
- ¿Que debemos hacer?- dijo Hipo algo preocupado al ver la seriedad que tenía el alfa.
-Necesitamos que Desirée mande mensajes a los demás reinos que han estado ellos...el día se era acercando. Judal vida la forma de obtener a los gemelos...debo potenciar el hechizo de protección.
- Traeré los ingredientes necesarios.
-Hippo, esta vez...Trae un poco más de oro.- el Omega asintió y siguió con su búsqueda. El alfa albino siguió buscando hechizos más poderosos, no podía dejar a esos gemelos en manos de Judal.
Sin ellos, los espíritus de ambos amantes de vuelvan a encontrarse en otra vida.
Mientras tanto en el reino del rey de la calamidad, la joven adivina yacía en su habitación tejiendo un pequeño telar. En el se podían ver diferentes símbolos adornando aquella tela, coronas, flores, vino, piedras preciosas y una que otro diseño alegre.
De pronto dejó de tejer y miró por su ventana, a lo lejos podía ver la primera estrella asomándose, algo dentro de ella estaba dándole una sensación horrible. Como si algo estuviera sucediendo mal, suspiro y comenzó a resitar una pequeña oración a todas las fuerzas de que no sucediera nada. Iba a continuar su tejido cuando su puerta fue llamada.
-¿Si?
-Soy yo Desirée. ¿Puedo pasar?- dijo una voz joven detrás , era el pequeño hijo del rey.
-Pase joven amo.
-Venia si podías contarme una historia...mi padre está muy ocupado en su sala.- dijo el joven príncipe con tristeza al entrar. Desirée solo le sonrió amablemente y lo invito a sentarse frente a ella. Acomodo su tejido y lo guardo en una canasta, el niño miró con curiosidad lo que había ocultado, pero, guardo su pregunta para más tarde.
-Bien, ¿Que historia quiere que le cuente?.
- Tengo muchas preguntas sobre la Hada y el rey...pero me gustó mucho la historia de los dioses del tiempo y la reencarnación.- dijo ahora con un poco de alegría.
-Ah...nos quedamos en una buena parte ¿Cierto?- asintió el príncipe- bien...en que me quedé...
-Dondé el ey anciano le pidió a ambos dioses concederle su deseo.
-Ya, ya. Bueno, aquél rey que estaba a punto de morir, le había pedido a ambos dioses un deseo. No era el deseo de volver a nacer, ni mucho menos detener su tiempo de vejez, el deseaba con todo su corazón una familia. Este rey a lo largo de su vida jamás pudo tener una familia a quien dejarle conocimientos, poder y amor a su reino, por lo cual se los pidió con su ser tener una antes de su último aliento.
-¿Y lo hicieron?
-Ambos dioses, habían hecho un hermoso sentimiento por los humanos. Amaban que el amor nunca muriera y regresarán encontrarse, ambos se amaban con el corazón y querían vivir una vida humana llena de tradiciones y alegrías. Sin dudar ambos se transformaron en humanos, convirtiéndose en descendientes del rey anciano, pero, el rey se había puesto algo triste al ver que eran dos jóvenes hombres. ¿Cómo podrían tener hijos?.
-¡Crearon a los Alfas , Omegas y Betas!- respondió entusiasmado e principe quién hizo sacarle una pequeña risa a Desirée.
-Exacto, Reencarnación se había convertido en un Omega amable y cariñoso. El se encargaría de darle los siguientes descendientes que se expandiría por tierras lejanas y misteriosas. Tiempo se había convertido en un Alfa quién se dedicaría a darles cariño y amor a todos sus habitantes, además de ayudarles en darles buenos tiempos para sus cosechas y demás.
-¿Y así el rey estuvo feliz?
-Si, al ver lo que habían hecho este par de amantes pudo dormir en el sueño eterno pacíficamente. Pero, una fuerza oscura llamada Muerte, tenía envidia del amor que habían hecho ambos dioses, en especial Reencarnación que jamás dejaría que las almas se fueran a su poderoso cetro...
- Por eso quiere aniquilar al Dios de la reencarnación...
-Así es mi joven amo, pero, a veces la magia puede ayudar que estos dioses logren vivir felices. Por eso, la magia pura de luz es la única que puede ayudar a cavar con el mal de la muerte.
-Y oye Desireé....¿Que sentimiento es el que crearon esos dioses?
-Fue el amor mi joven príncipe. El amor fue que hizo cometer locuras pero, lograron que muchos reinos vivieran en este momento. Cómo tú y yo, somos de esos descendientes esparcidos.- dijo la mujer acariciando la mejilla del príncipe. En el tiempo que había estado en este reino la había hecho hace un lazo muy fuerte con el pequeño, el rey aun sigue algo distante con ella, sin embargo, aún tiene la esperanza de que el ey pueda recordar y dejé ir aquella cólera.
El pequeño príncipe estaba a punto de seguir preguntando por la historia cuando su mirada se ubicó en la puerta. Desirée miró a dondé el pequeño tenía su mirada y sorprendió al ver que el mismo rey estaba observando sin decir nada.
-Mi rey...-se levantó la Omega e hizo una pequeña reverencia. sin embargo, el rey no dijo más y caminó hacia ellos.
-Padre...no te enojes con Desirée. Solo me estaba contando una historia...
-De eso hablaremos después, ve con tu maestro a la biblioteca. Tu clase casi inicia...- el joven príncipe asintió y se despidió de la adivina. El silencio inundó la habitación cuando el pequeño los dejo a ambos.
-Tú...- habló el rey haciendo que la mujer lo viera con sorpresa.
- ¿S-si mi señor....?
- Quería...que...-suspiro- no vayas a faltar a la cena de hoy...mi hijo me pidió que te invitara, he visto que le has agradado demasiado con esas historias
- el joven amo, necesita relajarse y hago lo posible de que lo disfruté...
-Si es verdad. Solo no faltes...me retiro.- estuvo a punto de irse, se detuvo y miró de vuelta a la divina.- es extraño...siento como si ...
-¿Si?- dijo la Omega sintiendo como latía con desesperación su corazón. Podía sentir que su rubor ya estaba presente en sus mejillas.
-No nada. La espero entonces...- dió media vuelta y se retiró del lugar. La mujer adivina suspiro un poco desilucionada. Pensó que está vez le diría sobre sus recuerdos pero, debería dejarle su tiempo necesario. Iba a tomar de vuelta su tejido cuando un ave mensajera llegó a su ventana, podía reconocer aquella lechuza blanca que su hermano tenía siempre en sus aposentos.
La tomó con cuidado y le quitó el pergamino que tenía atada en su para. Lo desenvolvió y comenzó a leer su contenido, cada párrafo que avanzaba, sus ojos de abrían más y más. El miedo y horror habían inundado su rostro, podía verse que en aquel escrito decía las peores noticias que pudo haberse escrito.
-Debo apresurar la unión de reinos....
....el ascenso del rey de la muerte está cerca.
Continuará....
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top