O1 ❙ La menstruación si puede dar poderes
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❛ La menstruación si puede dar poderes ❜
Andrea Sánchez no era precisamente una persona con grandes sueños, solo quería tener una vida lo suficientemente estable y no preocuparse demasiado por su futuro por lo que restaba de su adolescencia. No era sobresaliente ni demasiado problemática, a menos que te metieras con su familia o sus amigos, y más allá de su gran amor por la comida así como su mala costumbre de llegar tarde a la escuela por quedarse dormida, a pesar de que iba en el vespertino, no había demasiadas cosas que la caracterizaran. Solo una adolescente normal que disfrutaba de la compañía de sus pocos amigos o de pasar sus días libres encerrada en su habitación mientras veía anime o leía fanfics en su celular.
Probablemente su estilo de vida fue una de las muchas razones por las que le resultaba tan extraño estar parada frente a un gran edificio, probablemente mucho más costosa que su propia existencia, con una mochila de Scooby Doo colgada sobre su hombro y una maleta pequeña siendo sostenida por su mano y descansando en el suelo.
— ¿Estás segura de que no hay una escuela para personas con poderes en México o algo así? Tal vez podríamos conseguir que un dios Azteca sea mi mentor. Mi abuelita también es buena opción, no hay nada que no pueda hacer ¿Estás de acuerdo? ¿Si? Perfecto — La muchacha trató de darse la vuelta y volver al auto, solo para ser detenida por la mano de su madre jalando su mochila—. Mami, en serio ¿Crees que el amigo de la tía Carmen sea el más indicado para tratar conmigo? ¿Qué se supone que voy a decir? "Oiga señor millonario, resulta que el mes pasado mi periodo vino con poderes súper extraños de la diosa mixteca de la luna y mi mamá y yo no sabemos cómo tratar con ellos por hasta hace unas semanas mi única preocupación era el examen de dibujo" ¿Acaso eso te parece creíble?
—Esa podría ser una manera de comenzar —interrumpió la voz de un hombre que, hasta ese momento, Andrea solo había visto en internet. Oh y acababa de avergonzarse frente a él, perfecto—. ¿Señora y señorita Sánchez?
—Es señorita Sánchez y señora López —corrigió la chica, mirando al hombre con detenimiento por unos segundos—. ¿Y si es un vendedor de órganos, mami? No me dejes sola.
Su madre le dió un golpe en la cabeza por su descortesía.
—Tony, me alegra verte — El pelinegro le sonrió a la mujer y ambos se metieron en un conversación mientras ambas eran guiadas al piso privado del millonario.
Andrea se desconectó de la conversación, no le interesaba demasiado lo que su madre y el hombre hablaban, estaba más ocupada tratando de tranquilizarse mentalmente; no tenía problemas para socializar pero tampoco es como si le interesara mucho hacerlo, sin embargo no se sentía cómoda quedándose en un lugar con gente desconocida para ella y sin ninguna presencia familiar. Aun así, no se podía quejar, entendía muy bien en que tipo de situación estaban y que sí se quedaba con su familia ocasionaría más mal que bien.
La historia era realmente algo simple pero demasiado exasperante para la chica que se desesperaba cuando los protagonistas de una serie tardaban mas de diez capítulos en confesar sus sentimientos. Un día normal es su vida había comenzado con los típicos dolores menstruales y a la hora del desayuno comenzó una tormenta, lo que no hubiera sido extraño si no fuera porque todo el líquido en las tazas de sus familiares comenzó a flotar y terminó cayendo sobre ella.
En resumen, se convirtió en una especie de Carrie, solo que en lugar de sangre fue agua lo que la empapó.
Después de eso su abuela les explicó que su familia tenía una especie de conexión con los dioses antiguos de México y que cada cierto tiempo un miembro de la familia se convertía en una reencarnación y obtenía grandes poderes. Una linda historia que hubiera sido mejor si su querida abuela supiera como controlar sus poderes, lamentablemente no tenía esa información y solo pudo darle un tamal como consolación.
De cualquier forma, solo había aceptado venir para controlar sus poderes y volver a su vida normal, no quería tener más responsabilidades en su vida ni involucrarse en el mundo moralista de los héroes. Sería más útil haber obtenido el poder de la teletransportación, así al menos no llegaría tarde a la escuela.
—Andrea, por favor compórtate, mi niña — Su madre le dijo con dulzura, sacándola de sus pensamientos, mientras la atraía en un gran abrazo. Notó que ya estaban en la gran sala de la torre de los vengadores—. Te amo.
— ¿Mami, cuándo no me he comportado? — La mujer se alejó y la miró con una ceja alzada, como recriminando cada cosa que ha hecho—. En mi defensa, esa señora no debió haber hablado mal de mi hermano, se tenía bien merecido el golpe que se dió accidentalmente gracias a mí en su fea cara.
Andrea recibió otro golpe en la cabeza, cortesía de su madre.
—Hablo en serio, señorita. Quiero que te comportas, que trates de llegar a tiempo a la escuela y que no causes ningún diluvio o algo parecido con tus nuevos poderes ¿Entendido? — La joven hizo un puchero y Teresa, su madre le dedicó una mirada severa—. Andrea Guadalupe Sánchez López ¿Me escuchaste?
La muchacha resopló.
—Si, mamá — Teresa se despidió rápidamente de Tony, besó la frente de su hija y desapareció por el elevador. Minutos después un hecho golpeó a la mexicana—. Espera ¡¿Tengo que seguir yendo a la escuela?! ¿Los superhéroes no se saltan la escuela para salvar al mundo o algo así? Bueno, no es que quiera ser superhéroe, solo quiero superar esta mierda de Carrie — La chica de cabello castaño oscuro tomo ambos brazos del millonario y lo zarandeó frenéticamente—. ¿Cómo se supone que haga esto, señor Iron Man Stark? ¡Tengo las habilidades sociales de una papa! ¡A penas y convivía con dos personas en mi escuela! ¿Por qué mis poderes no incluyen habilidades sociales como hablar idiomas que no entendía antes?... Voy a ir a esa nueva escuela, no tendré amigos, reprobaré, no podré ir a la universidad, mi madre estará decepcionada, viviré en las calles solo sobreviviendo de la basura y luego el gobierno pensará que mis poderes son muy extraños y me llevará al área 51 para estudiarme como a un alien ¡¿Qué pasa si en verdad soy un ser de otro planeta y me diseccionan?! ¡Soy muy joven para ser diseccionada!
Tony tomó tan gentilmente como pudo las manos de la chica y la alejó cuidadosamente de su persona, algo que fue bastante difícil porque la joven parecía tener un agarre mortal, miró su rostro de mortificación por unos segundos y gritó:
— ¡Happy!
VIERNES no respondió pero le comunicó inmediatamente el llamado al hombre, el que solo ignoró el mensaje. No le gustaban los niños.
— ¡¿Dónde le ve lo feliz a esto?! —habló la chica con desesperación, diciendo la palabra feliz en su idioma natal.
El elevador volvió a abrirse, dejando a un rubio y un moreno algo sorprendidos por la escena presentada ante ellos en la cocina de la torre. No esperaban encontrarse una nueva persona en su visita a la que fue como una casa para los vengadores antes de que se creara la base.
— ¿Estás bien, Tony? —preguntó de forma insegura el héroe patriótico.
El millonario suspiró e hizo un ademán para restarle importancia. Sus labios se fruncieron en una mueca al notar el leve dolor que se había instalado en sus brazos debido al agarre de la chica, lo que probablemente dejaría moretones.
Decidió ignorar cualquier molestia a favor de prepararse una taza de café.
—Ella es Andrea, la sobrina de una conocida, se va quedar un tiempo con nosotros —explicó con un rostro inexpresivo.
— ¿Una niña? ¿Quieres hacerte cargo de una niña? —cuestionó con incredulidad, no creía al hombre capaz de cuidar niños—. ¿Acaso tiene habilidades especiales?
—Pues si, wey, no mames — El millonario resopló con diversión por la respuesta de la chica mientras el héroe de guerra fruncia el ceño ante la respuesta grosera con jerga latina que había estado investigando—. Ni que estuviera aquí por la comida.
Sam Wilson abandonó silenciosamente el lugar, no queriendo inmiscuirse en esa extraña situación.
—La comida aquí es buena —debatió con seguridad el rubio.
—Grandes palabras de un hombre que vivió gran parte de su vida con la comida del ejército — Miró distraídamente al techo, sin prestarle mucha atención a la persona con quien discutía—. Tengo hambre.
No llevaba ni diez minutos en ese lugar y ya estaba junto a dos héroes reconocidos pero a pesar de lo extraordinario que eso fuera, realmente no le causaban ningún sentimiento de admiración, se sentía como una intrusa y solo quería regresar a su casa. La torre era demasiado lujosa y no le gustaba que se viera tan poco reconfortante, más que un hogar parecía un sitio de trabajo; con todas las comodidades que podías desear pero sin la calidez de un lugar al cual pertenecer.
Tony fue rápido al analizarla y se dió cuenta casi de manera inmediata que el dramatismo de la chica fue un un instinto de ella para no sentirse tan ansiosa.
—Mocosa, te llevaré a tu habitación — Sin esperar respuesta comenzó a caminar en dirección al elevador, con su taza de café en mano.
La castaña lo siguió casi inmediatamente en silencio, queriendo llegar lo más pronto a un lugar privado. Pensó que tal vez podría pedir permiso para decorar la habitación, si había una estantería incluso tendría la posibilidad de acomodar los pocos libros que trajo y su peluche de Itadori que tanto cuidaba. Eso la hizo sonreír.
Steve fue abandonado en la sala sin tener oportunidad de refutar lo dicho por la chica y solo viendo como se cerraba la puerta del elevador. Había sido completamente ignorado.
— ¿Y qué tan difícil es la escuela? —preguntó la menor en un intento de romper el incomodo silencio.
Segundos más tarde sus neuronas finalmente decidieron comunicarse y, al escuchar el resoplido de diversión del hombre, notó que hizo la pregunta a la persona equivocada. No mostró su vergüenza, incluso si se estaba golpeando la cabeza contra una pared en su mente.
Los dioses definitivamente la veían como su serie de comedia personal.
—No creo ser el más adecuado para contar como es una experiencia adolescente común.
—Se agradece que ponga en exposición mi estupidez —respondió con sarcasmo y un tono levemente bromista, internamente se estaba riendo de ella misma. Las puertas del elevador finalmente se abrieron y ambos salieron con el aire que los rodeaba siendo un poco más ligero que antes—. Doy clases los jueves, no cobro mucho.
El millonario, quién no sabía muy bien como tratar con personas nuevas que no tuvieran algo que ver con negocios o cosas relacionadas con iron man, solo pudo levantar ligeramente las comisuras de sus labios y asentir casi de manera imperceptible. Andrea no se sintió incomoda con esa leve interacción, esa actitud se le hacía un poco parecida a la de su hermano menor.
Tal vez en el futuro su hermano podría hacerse millonario y mantenerla, soñar no cuesta nada.
Tony se detuvo en las puertas de una de las habitaciones de su piso, no estaba demasiado cerca del elevador pero tampoco demasiado lejos, así como tampoco estaba en el piso de las habitaciones de los vengadores. Por supuesto que los vengadores ya no usaban mucho la torre debido a que tenían el complejo, a menos que realmente fuera necesario, pero consideró que la chica se sentiría un poco más segura si tenía un espacio más privado, especialmente si podía tener a alguien como Pepper cerca.
—Esta es tu habitación, puedes decorarla como quieras — La chica sonrió con emoción por las palabras del millonario mientras este abría la puerta.
Andrea no pudo evitar abrir la boca con asombro por lo lujosa que era esa habitación, no parecía tener mucho a simple vista pero al analizarlo se pudo dar cuenta que incluso una almohada muy probablemente valía más que todo lo que ganaría en su vida. Tony, sin saber bien como tratar a una mocosa, acarició su cabeza por unos segundos y luego retiró su mano con una mueca, como si hubiera sido una mala idea. Dando media vuelta, se marchó, dejando sola a la aturdida chica en la puerta.
Una vez recompuesta, la adolescente entró rápidamente a la habitación, sacó de su maleta una cobija de tigre, la extendió sobre la cama, se tomó un momento para admirar su trabajo y luego se dejó caer sobre la suave superficie mientras abrazaba su peluche de Itadori Yuji.
No era su casa pero tal vez no sería tan malo vivir un tiempo en ese lugar. Con ese pensamiento se permitió quedarse dormida unas horas, todo el viaje la había llenado de ansiedad y finalmente podía relajarse.
𝗡/𝗔:
¡Finalmente el capítulo uno está aquí!
Ay, como amo escribir las interacciones de Tony y Andrea. Un adulto con muchos traumas y una adolescente antisocial cuya estabilidad emocional depende de personajes ficticios + un hombre de la segunda guerra mundial que se pelea con la adolescente por cuál comida es mejor.
Un minuto de silencio por Pepper y Happy que son los que más van a tener que aguantarlos.
Inicialmente este fic empezaba después de cw pero necesitaba un personaje para golpear a Ross y devolverle la razón a los adultos.
En los cómics apoyo mucho a mi Cap sobre los acuerdos pero en la película solo quiero golpear a todos, parece más una pelea por Bucky que una por los acuerdos. En fin, team Peter y Andy hacen un mejor trabajo que el gobierno y sus acuerdos.
Gracias por leer esta historia <3
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