21.

 A la mañana siguiente del Día de los Enamorados, Minho y Taemin viajaban en el Mercedes rumbo a la constructora. Iban con las manos entrelazadas, y de vez en cuando se daban arrumacos y besitos. Choi le avisó a Cassandra que ya no podría pasar a recogerla, que si quería pidiera un taxi o esperara a que Kyu pudiera llevarla. Obviamente, ella estaba furiosa, pero no lo demostró. Pensaba que era un castigo por tomar el anillo y haber mandado ese mensaje al idiota de Lee Taemin, así que aceptó la segunda opción.

Wendy estaba feliz por su amigo.

—Taem, estás precioso. ¿Y dices que el jefe trae uno igualito?

Taemin tenía una sonrisa maravillosa, y su mano lucía muy bien.

—Sí, amiga, estoy tan contento que tengo miedo de que esto sea un sueño y despierte sin que sea real.

—Eso no va a suceder, Taem. Es más, si quieres te pellizco para que veas que es verdad.

—No, Wendy, con que me lo digas es suficiente. Te creo.

Ambos se echaron a reír por las ocurrencias de la chica.

Minho, mientras tanto, estaba hablando por teléfono con un cliente cuando la puerta de su oficina se abrió y apareció Cassandra, vestida con un ajustado vestido rojo y un escote de infarto. Jessi le reclamaba por haber entrado así, ya que sabía que debía esperar hasta que su jefe le avisara.

—Eres una igualada. Soy la prometida de Minho y puedo pasar cuando se me dé la gana. Además, también soy socia mayoritaria de la empresa Choi.

—Señorita Wang, eso lo sé, y entiendo que usted puede despedirme si lo decide. Pero son órdenes estrictas de mi jefe que absolutamente nadie entre en su oficina sin su autorización. Esa regla se aplica incluso para su familia.

—Buena idea me diste, voy a hablar con recursos humanos para que hagan tu carta de despido y te den la liquidación correspondiente. Ya no quiero volver a ver tu cara de boba.

—Señorita Wang, con todo respeto, esperaré a que mi jefe me dé la indicación de irme.

—¿No entendiste que soy la socia mayoritaria y yo...

—¿Quieres cerrar la boca, Cassandra, y dejar de decir tantas tonterías? —exigió Minho, visiblemente molesto.

—¡No son tonterías! Lo que pasa es que esta tipa no sabe guardar su distancia con su superior, y en este caso, soy yo.

—¿Superior? ¿De qué hablas? En mi constructora no existen ese tipo de discriminaciones. Si no te gusta cómo son las cosas aquí, puedes irte a otra empresa donde soporten tus niñerías.

Cassandra se puso rígida. Le enfurecía que Minho tratara a todos los empleados al mismo nivel que ella. Ya estaba cansada de esa "mediocridad" con la que vivía su prometido. Le gustaba Minho, y mucho, pero ya no soportaba ese trato tan "injusto" que le ofrecía.

Jessi, por su parte, hizo una reverencia y se retiró, consciente de que debía alejarse. No quería que la discusión escalara más allá de los caprichos de Cassandra. Cerró la puerta de la oficina para que los demás no escucharan sus quejas.

—Siéntate, Cassandra —pidió Minho.

Ella obedeció, sabiendo que estaba a punto de recibir una reprimenda por lo del anillo.

—Estoy muy molesto. ¿Por qué hiciste eso?

—Ese idiota callejero ya te vino con el chisme, ¿no?

—Fue una broma.

—¿Una broma? Pues no lo pareció.

—Mjm. Es tan infantil... No sé cómo puedes seguir como perro faldero tras él.

—¿Tras él? Cassandra, no te estoy entendiendo.

—Claro que entiendes. Sé perfectamente que sigues con tu romance. Minho, ¿cuántos años le llevas? Es un niño, ¿no te da vergüenza que te señalen como pederasta?

—¿Qué tiene que ver Taemin en todo esto?

—Minho, deja de fingir que no sabes nada. Sé que ese maricón me acusó contigo. La verdad, me divertí mucho haciéndole creer que nos acostamos, y que el anillo que llevabas en tu saco me lo diste como propuesta de matrimonio. ¡Jajaja! Me hubiese gustado ver su cara de zorra engañada.

Minho lo entendió todo en ese momento. No habían estado hablando de lo mismo, pero sintió cómo la sangre le hervía de coraje. Esa tipa había humillado a su Taemin, y eso no se lo iba a perdonar nunca. Nadie podía faltarle el respeto a Taemin sin recibir un castigo.

—Lárgate de mi oficina. Será mejor que pienses qué vas a hacer para que Taem te perdone, porque yo no lo haré. Eres una mujer egoísta y sin escrúpulos, capaz de cualquier bajeza con tal de obtener lo que quieres. Pero te tengo noticias, Cassandra. Yo estoy perdidamente enamorado de ese chico y no soy pederasta; él es mayor de edad. También te aclaro que no soy bisexual, soy completamente gay, me gusta chupar pollas. Así que te recomiendo que no me pidas que te bese, porque no creo que te agrade saber dónde he puesto mi boca. ¿Estamos?

Cassandra ni siquiera parpadeó. Estaba horrorizada, en shock. Todas las palabras de Minho le provocaban asco. Una cosa era sospechar algo, y otra muy distinta era saberlo. Sobre todo, si era el propio Choi quien le confirmaba esas cosas repugnantes que hacía. Siempre había pensado que Taemin solo era un pequeño desliz de Minho, que quizás salía con él para fastidiar a Byung y a Seung. Incluso creyó que el anillo era solo para molestarla a ella también. La verdad es que ni siquiera sabía que vivían juntos.

Apretó los puños hasta que se le pusieron blancos, la mandíbula tensa, y una lágrima rodó por su mejilla. Quería abofetear a Minho, pero no lo haría. No podía. Ya lo había decidido antes: quien pagaría por todos esos desaires y humillaciones sería ese bastardo de Lee.

—Lo lamento mucho, Minho. Será mejor que demos por terminado el compromiso. Hablaré con tu padre. Y no te preocupes, no romperé la sociedad. Solo dame un par de días. Después de eso, anunciaremos nuestro rompimiento a la prensa. Si lo hacemos así, sin una buena explicación, las acciones caerán y los clientes se retirarán.

Minho asintió con la cabeza y le indicó con un gesto que se retirara. Ella lo hizo, aparentando estar afligida, pero no lo estaba. Lo que sí era cierto es que tenía el coraje atravesado, y alguien lo iba a pagar. Bajó hasta donde trabajaba Taemin y le pidió hablar en privado. Este aceptó y se dirigieron a la bodega de las computadoras. Sabía que las cosas podían ponerse tensas, así que prefería que nadie escuchara su conversación. Cuando estuvieron adentro, Cassandra borró de inmediato su falsa sonrisa.

—Siéntate —ordenó Wang.

Taemin obedeció y se acomodó en una silla frente a ella.

—Así que resultaste más inteligente de lo que pensaba. ¿Por qué no me delataste con Minho?

—Porque no creí lo que me envió. Analicé la fotografía, ese tipo tiene el pie plano y Minho no. Así que todo lo demás sobra. Usted está mal de la cabeza. Solo una persona enferma haría algo así sin pensar en las consecuencias.

—¿Te crees muy listo, ¿no?

—No, solo estoy seguro del amor de Minho. Sé que jamás haría algo para lastimarme.

—¿Sabes algo? Te subestimé. Reconozco que me equivoqué contigo. Pero no todo está perdido. Es hora de poner las cartas sobre la mesa, y te advierto que yo tengo el as.

—Pues no lo creo. Min no me va a dejar. Es más, nos vamos a casar muy pronto. Ayer me pidió matrimonio.

Inocentemente, Taemin le mostró su anillo de compromiso. Cassandra recordó que Minho llevaba uno igual, lo había visto cuando hablaron. Eso la enfureció aún más, así que asestó su golpe final.

—Yo pienso que eso nunca va a suceder, a menos que quieras que su madre termine en la cárcel por fraude. Si Minho incumple el contrato que ella misma firmó, la denunciaré, y pasará algunas noches en prisión mientras sus abogados tratan de sacarla. Y por otra parte, las monjitas y todos esos delincuentes volverán a donde pertenecen y de donde nunca debieron salir: a la calle. Desde este momento voy a pedir a mi abogado que suspenda la donación mensual que hemos estado dando a ese internado que, a mí en lo personal, me importa un carajo.

—Mamá Victoria no lo permitirá.

—Ella ya no tiene voz ni voto. Perdió todas sus acciones. Ahora son mías, yo las compré. Victoria debería leer bien los documentos que Byung le da a firmar. Tengo el control de ese lugar. Seung me hizo el favor de informarme cómo están financieramente. Necesitarían un milagro para salir adelante. Ni con lo que tu amiguito el modelo lograrían salvarse. Pienso vender ese lugar. Ya tengo un comprador que me ofrece una buena cantidad, y no pienso rechazar la oferta.

—¿Min sabe todo lo que usted planea hacer?

—No. Y si sabes lo que te conviene, te quedarás callado y te alejarás de su vida para siempre.

Taemin tragó grueso. Estaba a punto de llorar, pero esta vez no lo haría. Debía ser fuerte y soportar los embates de esa bruja. Si tenía que sacrificar su amor por su suegra y el internado, lo haría. Todos ellos merecían una segunda oportunidad, como la que él tuvo alguna vez.

—Está bien. ¿Qué tengo que hacer?

—Desilusiónalo. Haz que se arrepienta de haberte conocido.

—Eso no va a ser tan fácil, nos amamos demasiado.

—Eres una zorra, así que sabrás cómo hacerlo. Los de tu clase tienen bastantes mañas. Ya una vez las usaste para envolverlo, ahora úsalas para que deje de amarte. Si lo logras en una semana, te doy mi palabra de que los dejaré en paz, a los callejeros y a Victoria.

Taemin ya temblaba de ira. Ella era el demonio disfrazado de mujer.

—Lo haré, pero eso no garantiza que se quede con usted. Él es totalmente gay.

—De eso me encargo yo. Tú no estarás para verlo, pero lo convertiré en un hombre de verdad. Y tú solo serás un vago recuerdo.

—Usted no tiene ni la menor idea de lo que es el amor verdadero. Será mejor que se vaya antes de que me arrepienta.

Cassandra salió de la oficina con el rostro altivo, en señal de triunfo. "Fue bastante fácil asustar a ese estúpido niño, pensó. No creo que le diga nada a Minho. Si lo hace, lo negaré. Ya se me ocurrirá algo más."

Taemin, por fin, pudo liberar la tensión que había acumulado durante todo el tiempo que Wang estuvo allí. Sus lágrimas comenzaron a mojar su rostro. No quería llorar, deseaba mantener el control, pero fue inútil. Gimió de dolor, su pecho ardía como nunca antes. Pensó que moriría ahí mismo. "¿Por qué no puedo ser feliz?"  —¿Cómo es que esa mujer disfrutaba viéndolo sufrir? ¿Estaría pagando por algo malo que había hecho y que ni siquiera recordaba? Tendría que buscar otro trabajo. Si continuaba en la constructora, sería imposible dejar a Minho.

CONTINUARÁ...

 😭🤬💔😭🤬💔😭🤬

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