──────DOS.

02 ⁝  " SABADO POR LA TARDE"





Nayeon hizo una mueca— ¿Estas seguro que tengo que ir? —pregunto.

Miro disimuladamente el interior de la cafetería, a través de las ventanas de cristal, divisando al par ya dentro. Nayeon se deshizo del casco que cubría su cabeza, su novio la imito.

—Tienes que ir —aseguro el, mientras asentia.

La castaña puso sus pies sobre el suelo, bajando de la motocicleta de una vez— Te quieres librar de mi...

Kim volvio asentir con una sonrisa divertida, ofendiendo a Nayeon, quien golpeo su hombro—¡ Au! Es broma—paso su mano por donde antes habia golpeado. El también descendió de la motocicleta— Sabes que prefiero pasar tiempo contigo, pero debes mejorar tus notas —se excusó— Ademas, alguien tiene que ser el inteligente en nuestra relacion...

Nayeon soltó una risa— Esto sera incómodo —se quejo, dejando notar su molestia.
"¿Porque tengo que pasar mi sábado modificando preguntas de exámenes?"》 se cuestiono mentalmente.

La castaña prefería estar en su casa o pasando el día con Sunho, ya que despues de la "traumatica" escena de la otra noche habia recibido un bono y la eleccion de poder tomarse el fin de semana.
De igual forma, el Sr. Lee habia dado el aviso; el fin de semana no prestarian servicio de seguridad, por alguna razon el "Tio" no estaria disponible.
Por mucho que a Nayeon le sirviera el dinero extra que ganaria si lo hacia por su cuenta, no era egoísta ni mucho menos idiota para hacerlo sin seguridad, luego de lo ocurrido la otra noche.

— Tu, ¿que haras hoy?

Sunho acomodó el casco de la castaña en el manubrio izquierdo de la moto, demasiado concentrado, tomando su tiempo para responder a la pregunta— Kitae... Luego de ir a casa, tengo que acompañarlo a un lugar —argumento— Y... tal vez no pueda venir por ti.

Lee lo observo en silencio unos segundos, mientras el chico solo intentaba esquivar su mirada, encontrando más interesante mirar los autos pasar o cualquier persona que los ojos de su novia. Sabía que ocultaba algo o por lo menos había omitido algunas cosas— No te preocupes.

Nunca habia sido una persona celosa, ni posesiva, nunca tuvo motivos para desconfiar de su novio, mucho menos ahora. Era conciente de el amor y respeto que Sunho sentia por ella, llevaban un año y medio de relacion, sin embargo durante su amistad lo habia conocido lo suficiente para saber que el nunca haria nada para lastimarla. Ella conocia su historia, el rechazo hacia su padre, la muerte de su madre y hasta la reciente mudanza con la nueva familia de su padre, en la embajada.

En cambio el con ella, era todo lo contrario, Nayeon se habia encargado de contar lo justo y necesario de su vida.
No estaba orgullosa de haber mentido, pero lo quería demasiado, no era capaz de arruinar aquella imagen que el tenia sobre ella.

Aclaro su garganta, mientras acomodaba su pequeña mochila— Entonces... Debo entrar —miro hacia el interior, nuevamente, notando a Jisoo y Gyuri, sentándose en una de las mesas— Estan alli —volvio a quejarse, esta vez en voz baja— Adiós —saludo, mientras le tiraba un beso volador.

Dio tan solo dos pasos, cuando sintio que la tomban del brazo haciendo que girará en su lugar, se encontró con el rostro de Sunho, quien la miraba con una sonrisa— ¿Te irás sin saludar? —Nayeon negó mientras soltaba una risita, acercó su rostro al de su novio, dejando un pequeño beso en sus labios, aprovechando las pocas personas que transitaban a su alrededor— Ahora si, adiós bonita.

Ella se alejo, comenzando a caminar mientras oia el ruido del motor de la motocicleta encenderse, empujo con su cuerpo la puerta, para que está se abriera. Antes de entrar se giro a mirar nuevamente a su novio, lo vio reirse de su desgracia por ultima vez para luego marcharse.

Rodo los ojos y entro de una vez. Sólo le tomo dar unos cuantos pasos para ver a Bae pasar por su lado izquierdo, con su celular pegado al oído, respondiendo alguna llamada, sin siquiera dirigirle una mísera mirada.

No le toma importancia y continúa con su camino, llegando donde se encontraba su timido compañero de clases. Aun a pocos metros, lo vio mirando su pequeña taza de cafe para luego llevarla a su boca, provando su contenido y volver a depositarlo en la misma taza asqueado. Justamente en el momento que ella llega junto a el— ¿Acabas de escupirlo nuevamente dentro? —Oh Jisoo levanta la mirada rápidamente al oir su voz, la cual lo habia tomado desprevenido, no creia que la castaña fuera a aquella reunion— Eso es asqueroso —comento ella, soltando una risa al notar el rostro sonrojado y algo asustado del chico.

《Tierno》pensó.

Este sólo se quedó mirándo a la castaña dejar su bolso y caminar hasta la caja para realizar su pedido. Observo cada acción de ella desde su lugar, de pies a cabeza le parecía una chica bonita, de las que nunca en su vida se atrevería a hablar, pero allí estaba en un café junto a ella. Nayeon se volteo encontrándose con los ojos del chico observandola, al hacer aquel contacto visual, Jisoo se obligo a bajar la mirada, nuevamente, avergonzado.

— ¿Es tu primera vez en un cafe? -—pregunta Na yeon, tomando la silla junto a él para sentarse.

Oh negó rápidamente, moviendo su cabeza— Si. No.

— Bueno... Parece que si —sonrió— ¿Empezaron sin mi?

Jisoo negó tímidamente— Estábamos por comenzar —argumento en voz baja— Pero... su mama llamo y... bueno.

La mesera llego a su mesa, dejando sobre esta el té que Nayeon habia pedido junto a un vaso de agua. La castaña le agradeció y en cuanto a la mesera dejo la mesa, deposito el vaso de agua en la taza de Jisoo, el la miro atento— Pruébalo... —argumento. Mientras volvia a acomodarse en su lugar para luego disfrutar de su taza de té. El se acerco a probar gustoso nuevamente aquella bebida que habia pedido sin conocerla del todo, degustando su sabor, Nayeon lo miro divertida debido a sus expresiones, Oh volteó a mirarla— ¿Mejor?... —el asintio, timido— Parece que no volvera rapido... —ambos miraron hacia la entrada de aquel café, viendo a Gyuri quien parecia tener una acalorada conversacion con su madre— Asi que... Cuentame algo de ti.

Jisoo se sorprendió; debido al repentino interés, haciendo sonreir a la castaña— Estamos en la misma clase... —murmuró el chico— De hecho hemos estado en la misma clase por cuatro años.

Nayeon fingió asombro— ¿De verdad? —el asíntio— Eso lo sabía —respondio su propia oración, con obviedad. Sabia perfectamente que habia compartido clases con Jisoo durante años— Te note en séptimo... y en octavo, y también en noveno. No tenías interés en nadie, pero ahí estabas.

Jisoo la miro por un momento, en los que Lee asíntio, demostrando que aquello era verdad.
Cuando Nayeon se transfirió a aquella escuela, había sido el primer chico que noto, la chica creyo que tal vez sus amigos habían sido transferidos o que era alguien conflictivo y por eso no tenía amigos.
Con el tiempo fue notando lo equivocada que estaba. Ya que el chico no se esforzaba por hablarle a ninguno de sus otros compañeros de clases y los pocos que se acercaban terminaban por alejarse debido a su rechazo.

Lee no negaria que en algun momento penso en acercarse al chico y entablar una conversacion, le daba cierta pena ver su soledad.
Se mantuvo en ese dilema durante 1 año y medio, hasta que conocío a Minhee, Kitae y Sunho. Con esto se convencio que seria una pérdida de tiempo y se olvido de su solitario compañero de clases.

Jisoo iba a contestar aquello, pero su voz fue interrumpida por la presencia de Bae Gyuri. Quien se sentó frente a ambos nuevamente— Empecemos de una vez.

La castaña desvío la mirada hacia ella, para luego acomodarse en su lugar— Claro. Terminemos de una vez.

Jisoo asíntio— ¿Y tú mamá? —pregunto el chico mirando a Bae.

Gyuri levanto la mirada, confusa— ¿Que?

— ¿Se encuentra bien?

Bae soltó una risa, algo extrañada por aquella pregunta— Si —respondio obvia, volvió su vista hacia las preguntas— ¿y la tuya?

Nayeon se digno a beber de su taza de té, sin prestarle atención a su conversación, ella solo queria terminar con la corrección de las preguntas para poder volver a casa.
Aunque no fue por mucho, ya que la respuesta del chico timido hizo que se ahogara con el té que se encontraba bebiendo, tosio un poco para luego aclararse la garganta.
Su risa resono en el lugar, seguida por la de Gyuri— Resulta que eres divertido —comento la castaña, aún riendo.

Su risa se desvanecio en cuanto Jisoo la miro, sin una pizca de diversión en su rostro, notablemente incómodo.
Gyuri siguio riendo, sin percatarse de aquello— Eres rarísimo —argumento Bae, llamando la atención del chico.

Oh bajo la mirada hacia sus manos, ocultando su mirada de ambas feminas. Nayeon mordio su mejilla, sintiendose mal por reirse de aquella forma, literalmente en la cara del chico, sobre aquel tema tan delicado para algunas personas.
Ella conocia perfectamente el dolor de perder a una madre, no sólo el dolor y la impotencia, sino todo lo que venia despues, no era algo fácil de hablar ni mucho menos un tema para bromear.

— Mierda —susurró para si misma, aclaró su garganta, antes de volver a hablar— Perdón.

Gyuri la miro confundida por su disculpa hacia el, luego su mirada se desvio hacia Jisoo, esta vez dejando de reir lentamente— ¿Que? ¿no era una broma? —Nayeon, aprovechando que el ahora tenía sus ojos en ella, nego con un movimiento de cabeza. La cara de Gyuri cambio totalmente al notar el gesto de su compañera.

— No, pero esta bien. Sólo no le digan a nadie —pidió el tranquilamente, mirándo a ambas, ellas solo asintieron para volver a lo que estaban haciendo antes.

Los tres se mantuvieron en silencio, no tan comodo como parecia desde cualquier otra vista.
La castaña mentalmente pensaba en alguna oración lo suficientemente normal y coherente para salir de aquel silencio, sin ser demaciado forzado. Pero su mente no logro argumentar si quiera una, cuando volvio a oir la voz de Bae Gyuri.

— ¿Y tú papá? —preguntó algo dudosa de sus palabras— ¿Se fueron los dos? —termino. Oh Jisoo sólo asíntio— ¿Entonces vives solo?

Nayeon se aclaro la garganta, llamando la atención de ambos— Creo que ya terminamos con las preguntas personales ¿no creen?

Ella no estaba comoda con aquello, el mucho menos, la castaña lo noto despues de ver lo nervioso y timido, que volvía a ser el chico Oh hablando de aquello. No era una conversacion apropiada para ellos, era la primera vez que estaban a solas y ni siquiera eran amigos.
Pero Bae parecia olvidar completamente aquéllo, preguntando para saciar su curiosidad— ¿Cómo es que estas vivo? —volvio a preguntar Bae.

Nayeon miro a su compañera incredula ¿Qué clase de pregunta era esa?

— ¿Que? —respondio el par frente a Gyuri, casi al unísono.

— Se nesecita dinero para pagar renta. El uniforme y otras cosas ¿cómo haces? —el chico la miro un momento en silencio.

— Existe algo que se llama "trabajo a medio tiempo" —hablo la castaña, remarcando cada palabra lentamente— Nose si conoces esas palabras —apoyo su codo sobre la mesa, mirando a Bae.

Jisoo asintio— Si. Eso trabajo... A medio tiempo.

Gyuri sonrió de forma falsa hacia Lee, recibiendo la misma sonrisa de su parte. Para luego volver la vista hacia Jisoo— ¿Qué haces?

— Un poco de esto y aquéllo...  —respondió simple, sin querer dar más detalles.

— ¿Eres acompañante masculino? —pregunto Gyuri, sin rodeos, bebiendo de su bebida. En ese momento Nayeon volvio a recordar porque la chica le caia tan mal, era juntamente aquello lo que la irritaba; el hecho de querer saber todo e involucrarse en todo lo que no era asunto suyo, no podia lidear con personas asi.
Jisoo se sorprendió por aquella pregunta, causando solo una risa en la chica Bae— Es broma. Con esa cara ni hablar.

Oh bajo la mirada, Nayeon no supo si el chico sintio aquello como un comentario malo o simplemente estaba actuando naturalmente.
La castaña levanto su mano derecha, atrapando el rostro de el chico Oh y presionando sus mejillas a la vez, para luego girarlo levemente y que este volteara a mirarla. Observandolo de cerca, notando el tono rojizo que habia tomado su rostro ante tal acto por parte de Lee— Mmm... Yo no diria que es feo —opinó y luego miro a Gyuri, quien la veía con los ojos entrecerrados— Con ropa adecuada y algo de maquillaje podria entrar en la empresa de tu mami —aseguró, volviendo a mirar al chico— ¿No crees? —preguntó a Gyuri, volteando el rostro del chico ahora hacia la pelinegra.

— Y con algo de esmero —argumento Gyuri, acomodandose en su lugar— En fin... lo tuyo es admirable.

Oh abrio los ojos de mas, al escuchar aquella ultima oración— ¿Que? —pregunto con algo de dificultad y apenas inaudible, aún con la mano de Nayeon haciendo presión en sus mejillas.

La castaña apenas noto aquello lo solto de inmediato, Jisoo desvio la mirada hacia ella encontrandose con los marrones ojos de la chica, sintiendose nuevamente intimidado al recibir una sonrisa de labios cerrados por parte de Nayeon.

— Viviste un infierno durante un año y medio sin tus padres —ambos voltearon a mirar a la femina frente a ellos— Es increíble ¿no te molesta contarnos?

Nayeon solto una risa sin gracia, llamando la atención de Gyuri, quien clavo los ojos en ella— Básicamente lo obligaste a hablar... O ¿crees que te lo ha dicho porque eres su mejor amiga?

Gyuri solto un suspiro pesado. A Bae tampoco le agradaba del todo Nayeon, nunca habian cruzado palabra durante las clases compartidas. Pero el hecho de que perteneciera al grupito de "el idiota Kitae", como ella lo llamaba, no le generaban ganas de entablar ninguna relacion con ella— Solo pregunté, el quiso contarn...

— Obviamente por educación iba a hablar —la interrupio—Si intentas saber todo y sigues preguntando... 

Dentro de la discucion, ninguna presto atención al chico que aun se encontraba en la mesa, ambas muy metidas en el papel de molestar a la otra. Hasta que oyeron al chico luchar con el inevitable llanto que se le aproximaba. Nayeon lo miro de reojo— Genial, lo has hecho llorar. 

— ¿Por que lloras? ¿Eres bipolar? —se preocupó Bae.

El chico Oh levanto la mirada, con la vista en la chica pelinegra frente a el. Nayeon noto las lagrimas en sus ojos y algunas bajar por sus mejillas. Jisoo sorbio su nariz— Es que nunca me habían dicho cosas así...

《 "¿Así de feas?" 》se pregunto mentalmente Nayeon.

Solto un suspiro agotada, ya se habia hartado de estar alli y ni siquiera habian comenzado con la corrección de las preguntas, que habia dejado el profesor Cho— Okey... Me encanta oir salir de tu boca más de dos palabras Jisoo —miro al chico, quien secaba sus lagrimas con las mangas de su hoodie— Pero, de verdad. No quiero pasar todo el dia aqui, así que terminemos de una vez con las correcciones.

Antes de que algun pudiera soltar otra palabra el celular de el chico Oh comenzo a sonar, interrumpiendo aquella conversación. Nayeon fruncio el ceño ante el peculiar tono.

Jisoo tomo de su bolsillo su movil, sacandolo apenas debajo la mesa, desbloqueandolo alli para saber de que se trataba.
Todo esto, sin percatarce de la mirada de la chica Lee, quien se encontraba sentada junto a el observando la misma pantalla de celular que el.
Levantó la mirada a los pocos segundos, volviendo a bloquear el dispositivo a la vez que se levantaba de su lugar algo acelerado excusandose con ir al baño.

Nayeon termino su taza de té, dejandolo de lado mientras sacaba su anotador para comenzar a copiar las preguntas que debían corregir.

— ¿Porque tiene dos celulares? —Gyuri hizo notar su presencia, tan molesta para Nayeon, nuevamente.

Nayeon se encogio de hombros, sin siquiera levantar la mirada hacia ella, dejando en claro que aquello no le interesaba— ¿Te importa?

Bae Gyuri rodo los ojos hacia ella, aunque esta no lo noto ya que seguia concentrada en su libreta.
El silencio las invadió al instante.
La pelinegra miraba hacia la ventana y a las personas en el cafe, mientra Nayeon habia terminado de anotar todo y ahora solo hacia garabatos en una de aquellas hojas.

Los segundos pasaron, convirtiéndose en 40 largos minutos, mientras no habia rastro alguno de Jisoo.
Las esperanzas de que volveria fueron nulas en cuanto habia pasado una hora exacta.

— Parece que lo espantaste del todo —comento Nayeon cínicamente, guardando sus cosas nuevamente en su bolso— Y... Tengo cosas que hacer —se levantó de su lugar— Asi que me voy. Haré las preguntas del 1 al 10, ustedes corrijan las otras.

Se alejó, caminando hacia la puerta de aquel cafe, dejando a Bae Gyuri sola, a la espera de el chico Oh. Sabiendo perfectamente que el no regresaria pronto y dudaba que Bae esperara mas horas alli sentada.

El camino hacia su departamento le resulto corto, con sus auriculares puestos y la musica reproduciendo a todo volumen.
En cuanto llego a su edificio subio rápidamente, mientras mentalmente enumeraba lo que haria al llegar; primero una ducha, segundo comer algo y tercero dormir una siesta.

Una vez en su piso, camino por los pasillos a medida que se acercaba a su puerta visualizo una figura sentada en el suelo, junto a la puerta de su departamento.

Fruncio el ceño, acercandose con precaución, hasta que reconocio el cabello color castaño cobrizo de aquella persona.
Minhee se encontraba alli sentada en el suelo, con sus rodillas abrazadas a su pecho, mientras escondía su rostro entre medio de estas.

Se acerco rapidamente, inclinandose para quedar a su altura, preocupada al ver a su mejor amiga en aquel estado— Min hee —susurró— ¿Qué ocurre? —toco su hombro, haciendo que su amiga brincara del susto ante el tacto y levantara su rostro, Nayeon quito su mano, mirandola con preocupación.

Su rostro estaba hinchado, debido al llanto y sus ojos se habian tornado de un color rojizo, Minhee la miro en silencio, mientras respiraba con algo de dificultad. Parecía encontrarse en una especie de shock— ¿Estás bien? ¿Que ocurre?

Volvio a repetir, mientras su amiga negaba con un movimiento de cabeza en respuesta.
Nayeon abrio sus brazos para envolverla en un calido abrazo, escuchando los sollozos de Minhee quien volvia a romper en llantos.

Ver a su mejor amiga en ese estado la habia preocupado. Minhee no lloraba, nunca lo hacia frente a alguien, desde que la conocia la habia visto llorar de ese modo tres veces, hoy contaba como una.

No habia logrado argumentar ni una sola palabra, solo se limitaba a interminables sollozos, confundiendo y preocupando aun mas a la chica Lee.
Ella la habia dejado llorar, desahogarse, creyendo que tal vez su amiga habia peleado con Kitae, pero por mas ilogico que le parecia, queria creer eso.

Ahora la miraba desde la puerta de su habitacion, donde Minhee yacia en su cama durmiendo cómodamente. Como si aquel ataque de llanto terminara por agotar toda su energia aquella tarde.

Nayeon habia notado las marcas en sus muñecas, tambien las de sus piernas, donde había encontrado hematomas y marcas ya conocidas sobre ellas.
Sentío punzadas en todo su cuerpo, sintiendo aquella sensación cuando algo te toma por sorpresa y tu cuerpo se mantiene alerta por voluntad propia.

Algo malo había pasado y ella estaba segura que esto traería consecuencias, tarde o temprano.


Na yeon se levanto de su cama, frotándose los ojos en el proceso mientras un bostezo escapaba de sus labios.
Habia logrado quedarse dormida luego de acostarse junto a Min hee, ella solo queria tomar una siesta, pero su siesta se habia alargado bastantes horas, y en este momento la luz anaranjada del atardecer entraba por una de las ventanas de su habitación.

Oyendo ruidos desde la sala, camino hasta alli, en busca de su amiga, quien ya no estaba en la misma habitacion que ella.
Visualizo a Min hee sentada en su sillon, con su celular en la mano.
Levanto la vista en cuanto oyo los pasos de Na yeon, recibiendola con una sonrisa en sus labios, como si aquella Min hee ahogada en llanto de hace algunas horas, ya no existiera. Dejando solo marcas de su paso, como la rojez en su rostro, la hinchazón en sus ojos y nariz.

Na yeon se acerco a sentarse junto a ella, apoyando su cabeza sobre el hombro de su mejor amiga— ¿cómo estas?

— Mejor —argumento Seo.

— ¿Quieres hablar?... De lo de hace un momento.

Min hee se quedo en silencio, dudando sobre aquello— Estoy bien —asintió varias veces— Sólo, pase un mal momento con un cliente imbécil.

Na yeon fruncio el ceño, confundida— ¿Hoy? —pregunto incredula— ¿Trabajaste hoy? ¿No te llegó el aviso?

Seo se acomodó en el sofa— Pensaba... Pensaba que si lo hacia sola no pasaría nada. Pero un loco, pidió mi servicio, era extraño, me asuste en cuanto sacó su maletín con tijeras y mechones de cabellos en pequeñas bolsas... Habian mas hombres alli querian que llamara al Sr. Lee y...

— Ese maldito infeliz —Min hee la miro sin entender a que se debia su interrupción— Tuve un encuentro con el, el jueves en la noche —explicó a su amiga— Coloco algo en mi bebida o en mi comida, no lo sé... Le había dicho que el servicio ya terminaba y tenía que irme —continuó bajo la mirada de Min hee— Desperté en la habitación de un hotel, me golpeó y luego intento ahorcarme, aún tengo algunas marcas —Na yeon le mostro sus muñecas— El Sr. Lee llego, algo tarde, pero llego... —solto un suspiro pesado— Perdón. Si hubiéramos hablado antes y te hubiera advertido, no tendrías que haber pasado por algo asi.

Min hee nego— Esta bien, no tienes la culpa. ¿Tú estás bien?

La castaña asíntio—Sólo fueron marcas —se encogio de hombros restandole importancia.

— ¿Sun oh?... ¿le has dicho a Sun oh?

Nego rápidamente— No. No lo sabe, cree que me golpee mientras acomodaba los estantes en "la tienda" —soltó una risa amarga— ¿Que crees que pensara de mi si digo que ocurrio mientras trabajaba de acompañante?

Min hee la miro— El lunes cumplimos 100 días con Ki tae. Imagínate si se entera que soy una prostituta —sus ojos se cristalizaron, aunque Na yeon no lo noto— ¿Seguirian con nosotras?

La castaña trago en seco, mientras su mirada se perdia en algun punto de aquella sala.
Aquella pregunta la atormentaba por las noche, esas noches en las que Sun oh la traia hasta su casa luego de haber pasado el dia juntos; y aquellos pensamientos comenzaban a torturarla en medio de su solitaria vida.

— Na yeon —murmuro, apoyando su cabeza en su hombro— ¿Somos dos idiotas por querer enamorarnos? Aun sabiendo lo patéticamente ordinaria que es nuestra vida...

Na yeon se quedo en silencio, sin saber que responder a aquello, notando como su amiga volvia a soltar lagrimas, nuevamente. Como si aquella pequeña conversación, hubiera servido de excusa para volver a desahogarse.

Estában atrapadas en aquella vida, pero por mas estupido que pareciera, no querían escapar.






— Hola, bonito.

El pelinegro oyó la voz de la castaña, en ese instante levanto la vista de sus pies, encontrándose con la figura de su novia frente a el.

Nayeon se acercó tan alegre como todas las mañanas junto a el, quedando a pocos metros, depósito un corto beso en sus labios. Ella sonrio, mientras Sunoh fallo en el intento de hacer lo mismo, terminando en una mueca.

Se encontraban en el patio trasero del Instituto, donde solian juntarse con Kitae cuando este y sus amigos fumaban o simplemente molestaban a sus compañeros.

Les resultaba mas cómodo estar alli, debido a el trailer, que ocultaba gran parte de aquel lugar, y los arboles que hacian casi imposible a los profesores ver del todo lo que ocurria en aquel lugar.

Sunoh tomo la mano de su chica con delicadeza mientras la atraía hacia el, envolvió su cuerpo entre sus brazos, tomando un poco desprevenida a la castaña por aquel repentino abrazo, apoyo su cabeza en el hombro de la fémina. Nayeon llevo sus manos a el cabello de su novio, dando leves caricias, mientras el cerraba sus ojos ante el tacto. 

El característico ruido de la hora de descanso se oia de fondo, mientras ellos se mantenían en un comodo silencio.

— ¿Que ocurre? —cuestiono Nayeon, tranquila, sin dejar de dar leves caricias en su cabello.

Sunoh solto un suspiro reincorporarse para luego mirarla a la cara— Nada —aseguro con una mueca, pero eso no pareció convencer a la castaña— Solo... extrañe a mi novia.

Nayeon volvio a sonreír— ¿Dormiste anoche? —preguntó ella, dando una leve caricia con su pulgar en las casi invisibles ojeras que ella había notado. El nego en respuesta a la vez que un bostezo involuntario se le escapaba— ¿Por que?

— Me desvele un poco... No puedo dormir.

Nayeon tomo su mano, entrelazadola sintiendo su calidez— ¿Quieres que nos veamos en la tardenoche? Hoy no trabajo en la tienda, puedes venir a casa.

La castaña habia sugerido aquello, con emoción, debido a que los servicios de Tío aun no estaban disponibles y queria aprovechar aquel pequeño tiempo libre que tendria.

Sunoh apreto los labios, recordando el trabajo pendiente, el mismo en el que se habia metido junto a Kitae hace algunos dias atrás— No puedo.

Nayeon aparto la mirada de su rostro, intentando ocultar que aquello no la habia desilusionado— Esta bien.

— Pero... —el coloco su mano en el mentón de la chica, para que ella volviera a tener sus ojos en el— Podemos cenar en mi casa... si quieres.

Nayeon abrió un poco de más los ojos, algo sorprendida por aquella propuesta, causando una sonrisa en el rostro de su novio, debido a lo tierna que se veia.

La castaña sabia perfectamente que, desde la muerte de la madre de Sunoh, su mudanza junto a su padre biológico y su ahora nueva familia, el chico se habia sentido muy abrumado en los ultimos meses. Asi, como tambien le habia costado acoplarse a su nuevo estilo de vida.

Nunca la habia invitado alli, ya que ni siquiera el se sentia del todo comodo en aquella casa, sin embargo el hecho de que lo hiciera en ese momento era un gran avance en su relación.

— ¿Quieres que cene en tu casa? —pregunto algo insegura— ¿Estas seguro?

Sunoh asintio ante sus preguntas, notando la gran sonrisa ahora en el pequeño rostro de la castaña, lo que lo hizo sonreír aun mas— Si... vendrás ¿verdad?

Nayeon solo asintio, notandose realmente emocionada por aquello.


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