17: Atacantes a la vista


Mikey había desaparecido y los habitantes de Alexandría estaban desesperados. Un grupo de adultos había ido a buscar a Mikey, que según las teorías de estos, estaría acompañando a los que se fueron a tratar el tema de la horda masiva de caminantes.

¿Los adolescentes? Cada uno con sus propios pensamientos. Ron Anderson quiso sumarse a la búsqueda, pero no lo dejaron y se encerró en su cuarto a llorar por su mejor amigo ¿Y si Mikey no volvía? ¿Y si lo perdía para siempre?

«El tiene que volver» pensó Anderson mirando la consola con la que siempre jugaba Mikey. Aunque odiaba con todo su ser a Robin y Carl, sabía que ellos andaban en su mundo como para incitar a Mikey a escapar. Estaba al tanto del conflicto entre ambos, la futura pareja andaba con problemas en el paraíso, Mikey no aparecía en su parámetro para hacer algo como eso.

A diferencia de Ron, Enid Steph se había escondido para saber qué cosas harían para buscar a su amigo. Podría no hablar sucesivamente con Donnelly, pero apreciaba sus momentos juntos y lo quería a salvó. Lamentablemente fue descubierta mientras los espiaba, ahora (para su gran desgracia) tenía que aguantar estar encerrada, con llave, en su habitación. Olivia le pasaba comida si la necesitaba y le pedía perdón por no dejarla salir.

━ ¡Vamos, Liv! ━ grito aunque la mujer no se borraba la orden de la cabeza.

━ No, Enid. Es peligroso que salgas, ya tenemos mucho con que Mikey salió ━ afirmó la mayor.

«Esto es una mierda» pensó Enid pateando la pared del cuarto, odiaba estar cautiva en un lugar, prefería el aire libre ¡Ella era un alma libre!

Pero... ¿Y nuestros enamorados? ¿Por donde se encontraban aquellos dos jóvenes que habían sido golpeados?

━ Carl, quédate quieto ━ se quejó Robin ━ Deja de ser tan llorón, idiota.

━ Es que te digo que dolió ━ se defendió el chico pero ella rodó los ojos.

Muchos habrán pensando que Carl y Robin se distanciaron apenas pasó la discusión con Natalie, pero para la suerte no fue así. Michonne (amenazando todo con la katana) los mandó a la casa en la que vivía Carl, todo para que no salieran a buscar a Michael. Todos los adolescentes ansiaban ir por él, pero cada uno fue llevado contra su libertad a algún lugar donde no pudieran hacer nada.

En el caso de Robin Pietro, ella pudo haberse ido con rapidez, pero una parte de su pierna dolía levemente por la patada de Natalie. No tenía un buen conocimiento médico, aun así, Robin sabía que si iba a buscar a Mikey con cierta molestia en la pierna.. Por todos los caminantes, ambos morirían y ella deseaba traerlo con vida.

━ ¿No te duele? ━ Pietro negó ━ ¿En serio no te duele la pierna?

━ Hay molestia, no es mucho.

Las cosas con Carl fueron diferentes, su mejilla se puso ligeramente roja por la cachetada (bueno, la de Robin también) pero su mano tenía vidrio y piedras pequeñas clavadas. Cuando quiso levantarse (usando las manos de ayuda) ambas manos se lastimaron por la basura pequeña que tenían las calles de Alexandria.
Obligada (moralmente, aunque quería hacerlo) Robin tuvo que curar su manos. Estaba en las últimas cuando le terminó de poner la gasa.

━ Una señora te provocó esto ━ se burló y Carl sonrió breve ━ Me preocupa Mikey.

━ A mi también, pero Michonne no me dejó ir a la búsqueda ━ la chica le dio la razón asintiendo y quedó un silencio en todo el comedor de la casa de Carl.

«La oportunidad se dio, aprovecha» pensó el muchacho. A solas con Robin, sin nadie que molestara donde podría expresar lo que había pensando desde el inicio. Pero ella no había dicho nada al respecto, trataba de ignorar su reciente alejamiento, lo que en parte dolía ¿No ansiaba como Él arreglar las cosas?

━ Robin... ━ la llamó con cuidado, queriendo darle una señal de que empezaría una charla profunda ━ ¿Podemos hablar de eso?

El semblante de Pietro se tensó, suspiró y dejó de tener sus manos cerca de las de Carl. Apoyó su cuerpo en el respaldo de la silla y sus ojos marrones se enfocaron en los suyos.

━ No hay nada de qué hablar ━ como había temido, Robin Pietro no quería arreglar las cosas.

Su corazón se achicó ante la mirada fría de la adolescente, se preparaba para saltar a la defensiva y discutir hasta que ella lo escuchará. Lo que menos quería, en estos momentos tan difíciles, era perderla.

━ No hay nada de qué hablar, Carl ━ le repitió cuando él abrió la boca para hablar ━ No estoy lista para confesar lo que me pasó, al recordar me siento débil, asustada y estúpida.

Viendo que Robin sí diría más que un "No", Grimes prefirió callar para darle la voz a la contraria.

━ Más cuando se trata de alguien como tú o hasta tu padre. ━ sintiendo debilidad, la castaña miro a otro lado ━ Son personas que tienen una imagen mía, una imagen ahora... Temo que cambie todo cuando sepan que hice.

━ Jamás pensaría algo malo de ti ━ con una mezcla de timidez y valentía, acercó su mano a la de Robin.

━ No fue tan así ━ dijo con una sonrisa un poco burlona━ Las cosas son así Carl Grimes: Aceptas que no podré hablar y que hablaré hasta estar lista, o me voy ━ lo encaró con seguridad, Alejo su mano y bajo sus cejas para querer intimidar, o darle a entender que iba a en serio.

«¿Ella se va o ella se queda?» No había otra forma de pensarlo. Carl Grimes debía elegir si quería que Robin Pietro se quedará con él, aun con secretos... O no tendría la verdad, ni a Robin.

Carl estaba en un Apocalipsis, en cualquier situación con un mejor contexto, habría actuado por el lado de su curiosidad y tendría a Robin Pietro lejos de Él, o extendería la discusión hasta que Robin le dijera la verdad.
Así actuaría un Carl que vivía en un mundo normal, un Carl que no había madurado tanto como el que tenía que sobrevivir todos los días. Teníamos a un Carl Grimes que, aunque seguía siendo un adolescente, tenía claro que lo importante era tener a Robin con Él cuando estaban en un mundo donde no sabías si al otro día seguías respirando. Y él quería tanto a Robin, el dolor que le daría perderla era más fuerte que sus ansias de verdad.

━ Ya te fuiste ━ negó con una sonrisa decaída ━ No voy a dejar que te vayas otra vez ━ la miro a los ojos sintiendo su piel erizarse.

━ Lástima ━ Robin sonrió de lado ━ Deseaba irme ━ ironizó y rieron leve ━ Bueno, la tercera es la venci...

━ ¡Vamos, Rob! ━ la interrumpió riéndose mientras le daba un golpe leve en el brazo.

━ ¿Que me golpeas, idiota? ━ le devolvió el golpe en el brazo entre más risas ━ Ahora corre, Grimes.

El mencionado se levantó antes de irse a la cocina para buscar algo con el que defenderse de Robin Pietro.

Ambos habían extrañado hacer sus juegos, sus bromas, el reírse del otro y lo más importante de todo lo que habían extrañado: Las sensaciones que le transmitía estar juntos. Robin tenía su corazón latiendo más rápido cuando Carl estaba cerca de Él, como si le pudiera dar un beso. Y Grimes entraba en un pánico mental por solo verla feliz, sus comentarios sarcásticos, sus risas y las sonrisas que tiraba eran hermosas para él.

Dos amigos que se veían como algo más ¿Como acabaría esto entre los dos?

En plena pelea con cucharas simulando ser espadas, los dos adolescentes quedaron cerca el uno del otro. Sus frente chocaron con leve rudeza sacándole una carcajada, movieron sus cabezas para admirar sus ojos y Robin tanteó una sonrisa, que salió a medias.

━ Fue difícil estar peleado contigo, no tenía a una loca que me hiciera hacer locuras ━ Robin rodó los ojos.

━ Muy gracioso ━ dijo con sarcasmo ━ Tal vez yo extrañe al Sheriff que siempre estaba para calmar mis locuras ━ sonrió burlesca.

No dijeron palabras, preferían tenerse cerca que hablar. Hace tanto que no había un acercamiento, sus cuerpos tenían la sensación de que picaban, que debían abrazarse y sentir el calor y cariño que se brindaban.
Y el cuerpo actuaba por sí solo, ambos se abrazaron con la sonrisa más grande que pudieran formar. Robin sintió las mismas ganas de llorar que cuando abrazo a Michonne, tener a Carl con ella le hacía bien y más sabiendo que la había respetado con un tema tan importante para ella.

Con su reconciliación, lo que faltaba para ellos era aclarar el por qué sus corazones se alteraban por el otro, y que eso iba más allá de una amistad. Ellos pensaban en el otro de otra forma, con otros ojos, ellos se querían pero no como amigos.

━ Necesitaba esto ━ la confesión de Carl la puso nerviosa y emocionada.

━ Yo también, de alguna manera ━ cortaron su abrazo con lentitud, deseando seguir así ━ Ahora que estamos bien ¿No te parece que debemos ir por Mikey?

Era sorpresivo que Robin Pietro estuviera tranquila, por dentro estaba por saltar los muros de Alexandria para ir en busca de su amigo. Pero por fuera buscaba mantener la paz, su pie molestaba y el grupo que iba por Donnelly ya se había ido. Su pie lastimado también era motivo para quedarse, pero el entusiasmo de tener a Carl con ella, le provocaba ganas de ir a matar caminantes ¡Hasta una horda!

━ Creo que estaría, pero es peligroso. Tu pie está lastimado y si vamos, morirás.

━ Bien, pero Mikey nos necesita.

━ Necesita amigos, y no hemos sido los mejores ━ con duda, Robin balbuceo palabras en defensa de su opinión.

Las palabras no salían, en el fondo tenía razón. Mikey necesitaba amigos y una vida más estable, una donde sus padres no lo trataran mal, una donde sus amigos no se quisieran matar entre si. Tal vez lo que Mikey necesitaba era un acto más simple, como un regalo y un consuelo.

━ ¿Y si vemos en hacerle un pastel?

━ Si, una torta no estaría mal ━ Carl río leve ━ ¿Que pasa?

━ Torta... Da gracia ━ Pietro bufo.

━ Callate, estupido ━ lo empujó un poco antes de agarrar su brazo y llevarlo a la puerta ━ Veremos a Enid, le haremos algo lindo.

Sentir a Robin cerca y tomando su brazo le dio una sensación de paz. Había extrañado todo esto, y amaba saber que Robin no quiso aumentar el drama en la pelea, los dos querían volverse a hablar y su último deseo era alargar algo que los torturaba. El cariño le había ganado a todo ¿El amor? Seguramente.

Su cerebro se había tildado por Robin, tanto que no cayó que su hermana menor lo esperaba para un paseo. Tuvo que darse cuenta cuando el sonido de la voz dulce de Judith llegó a sus oídos, frenó antes de dar un paso afuera y Robin volteo curiosa.

━ Judith, me necesita.

━ Traela, vamos de paseo y de cocina con la niña Grimes ━ le guiño el ojo, Carl río ocultando que se había olvidado que tenía una hermana por un momento.

La ceguera que le provocaba Robin Pietro era grave, demasiado cursi para mi gusto.

Robin esperó afuera de la casa, se sentó en la silla que había y analizó con su vista a los habitantes que pasaban. Suspiro, sus rostros, sus sonrisas y su caminar, todo se veía despreocupado. Algunos no eran conscientes de lo que pasaba afuera, o fingían no saber para el bienestar propio.
Cerró sus ojos cuando una brisa pasó cerca, al cerrarlos recordó aquel suceso que había cambiado su vida.

La sangre, la muerte. Robin había huído de la muerte, se había salvado de morir, el día que ella pudo partir con sus seres queridos... Ella se salvó. No se consideraba una mujer fuerte, menos una sobreviviente excepcional. Solo pensar en eso le daban ganas de vomitar y llorar, su cuerpo se ponía rígido y la actitud despreocupada de siempre, se iba.

Ese día Robin Pietro temió por la muerte. No se burló de la muerte como le gustaba hacer, no fue bromista ni sarcástica, solo hizo lo necesario para sobrevivir. Hasta traicionar sus principios, y era algo que le daba miedo cada día recordar.

━ Estoy listo ━ cuando escucho a Carl, abrió sus ojos forzando una sonrisa ━ ¿Nos vamos?

Grimes no opinó cuando Robin le sonrió con mucha falsedad. Suponía que había sido por su pasado, pasado el cual no mencionaba y Carl esta vez lo respetaría. No le quedaba más que ser el mejor amigo y el mejor chico con el cual Robin haya hablado, le sonrió con todo el cariño que podía expresar y le extendió una mano.

━ Vamos, Rob ━ la chica se sonrojo un poco antes de tomar su mano.

La otra mano estaba en el carrito de Judith, y con ayuda de nuestra protagonista, bajaron el carrito de la entrada de la casa.

El recorrido iba a ser corto, así llegaban a salvar a Enid. Robin hablaba sobre el plan que tenía para convencer a Ron Anderson de actuar, era sencillo y eficaz.

━ No vamos a manipularlo emocionalmente.

━ ¡La presión emocional es lo mejor!

Si, de a poco, se formaba una vez más la amistad que tenían. Hablar sobre Mikey y lo que debían hacer, alejaba la mala época que tuvieron (y que terminó hace poco). Por supuesto que Carl no era tan distraído como para no pensar en lo que sentía por ella, y en cómo sus sonrisas salían más rápido y más natural.

«Amo oírla hablar» Robin era una mujer enérgica y vivía cada acto que tenía que hacer. Así era con él, y le gustaba cuando sus manos se movían por todos lados, mostrando más emoción que antes. Carl estaba cerca de confirmar sus emociones si Robin seguía actuando de esa manera tan extraordinaria.

━ Que lento ━ se quejó en mitad de camino.

━ Robin, tenemos que llevar con mucha tranquilidad a Judith. Es una bebé.

━ ¡Pero necesita emoción! ━ se quejó y Carl sonrió de costado rodando los ojos ━ Hagamos algo más rápido y furioso ━ alentó y tomó el mando del carrito.

El chico de sombrero de Sheriff (que dejaba de usarlo en Alexandria) puso fuerza para evitar que hiciera una locura con su hermana. De reojo notaba que Judith sonrió automáticamente ante el "rápido y furioso" tal parecía que la pequeña Grimes iba a ser igual de valiente y enérgica que Robin.

La burla en los ojos de Robin, las llamas imaginarias que tiraban los ojos marrones y la sonrisa ligera pero provocativa. No era momento para admirar el rostro de Pietro, pero no podía evitarlo.

━ No ━ sonrió de costado.

━ Si ━ sus rostros se acercaron con desafío.

Ninguno se quejaba de su acercamiento, su reconciliación había pasado hace nada y ahora estaban cerca de besarse (sí es que se atrevían) pero con Robin y Carl, esperabas de todo.
Por detrás de ese dúo, el padre Gabriel se acercaba, era momento de madurar y el único que se mostró amable con él para eso, había sido Carl (antes que arruinará todo, casi matando a todo el grupo de Rick). Se quedó parado cuando noto a la pareja de amigos, tenía entendido que andaban alejados y ahora se veían... Unidos, Gabriel se puso feliz por ellos.

━ Carl... ━ con el llamado del padre, el llamado se distrajo. Gabriel se sintió mal por interrumpir, pero era importante.

«Hoy ganamos las lindas» pensó Robin antes de empujar el carrito de Judith. La risa de la bebé era fuerte y alegraba mucho a la chica. Rieron a la par mientras pasaban las calles de Alexandria, si Judith pudiera recordar esa escena, lo habría hecho con mucho aprecio.

Carl se exaltó cuando las dos muchachas huyeron de él, se quejo internamente y volteo a Gabriel. Estaba por insultar, tratarlo mal, pero tenía que contenerse.

━ Oíste lo que hable de Deanna sobre tu grupo.

Anteriormente, buscaba ayudar al padre, pero luego de casi causar su muerte y hacerlos retroceder mucho. El querer ayudarlo lo mando al carajo.

━ ¿Qué quieres?

━ Hablaba de mí, no de ti o de tu grupo. Ahora lo entendí y quiero servir.

Mientras Gabriel aceptaba usar armas y matar caminantes, o hasta personas. Una adolescente y una bebé corrían entre risas, sus ánimos eran similares aún con su edad.

La gente a su alrededor estaban atentos a ellas, les provocaba ternura lo que hacían. Robin ganaba el apoyo del pueblo ante la situación de Mikey, una donde ella era vista como un peligro.

Frenaron la corrida cuando los pies de Robin se cansaron, cierto, había olvidado por completo su pie lastimado. Hizo una mueca de dolor y la menor alzó su cabeza tras detener su diversión. Judith era una bebé, una niña que no recordaría nada cuando era grande, pero aún así era consciente de que la imagen de la chica castaña que sonreía como una loca, era una imagen que no debía olvidar. Robin le transmitía la misma seguridad que Carl, Rick y/o Michonne.

━ Perdón, Judith ━ la mencionada hizo un leve puchero ━ Duele pie, pie malo ━ asintió con lentitud.

Judith no entendió, solo se guió por Robin y asintió con ella. Provocó una risa en la protagonista y una caricia en el cabello claro de la niña Grimes.

«Es como Carl pero niña» Recordaba las fotos que le sacaba Lori a su mejor amigo, y los pocos videos que hizo. Carl Grimes era el bebé más lindo y más tierno que ella haya conocido, hasta que conoció a Judith.

Si se preguntan de la Robin Pietro bebé, les diré que ella no era fan de verse de bebé. Su madre era fanática de sacarle malas fotos, no era Lori, no sacaba fotos donde se vieran bien ¡No! Ella tenía fotos mientras se comía patas de pollo y se ponía el plato como sombrero (para informarle a sus padres que terminó de comer)

━ Vamos Judith, iremos por Enid ¿Sabes dar ternura cuando te lo piden? ━ la menor ladeo un poco su cabeza y sonrió ━ Dios, eres una genia, sos mi nueva Grimes favorita.

Río dando una última caricia al cabello de la bebé y dio un giro en el carrito para irse a la casa de Enid.

Planes de diversión con Judith fueron interrumpidos de mala manera. Sus ojos vieron una escena nada agradable, una habitante de Alexandria era atacada por un desconocido a machetazos. Los gritos siguieron y hombres desconocidos aparecieron. Todo fue muy rápido y Robin se paralizó por segundos.

La tranquilidad en Alexandria había sido arruinada, el primer ataque había iniciado.

Lo primero que pensó fue en la bebé que aún no lloraba o llamaba la atención. La retiró de su carrito y corrió entre los espacios de una casa a otra, debía ir por un arma y alejarse lo más posible con Judith. La protegía con sus manos, su cabeza y su pecho era cubierto, no dejaría que le hicieran daño.

El caos se sembró y los únicos que tenían experiencia en esto, actuaron como se debía. Entre ellos estaba Enid Steph, que ante los gritos de afuera, se asomó a la ventana (cerrada por Olvia) y su garganta se cerró por su visión.

«Atacantes» y ella estaba encerrada sin nada para salir. Con rapidez se acercó a la puerta y dio golpes seguido para que Olivia la sacará, tenía que salir y hacer algo, o minino iniciar su misión. Ante un ataque así, Enid ya tenía idea de lo que haría: Escapar.

━ ¿Como que no sabes dónde están? ━ cuestionó Carol cuando dejó pasar a Carl que iba por un arma.

Grimes tenía los ojos totalmente abiertos mientras entraba y buscaba con desesperación un arma. Robin y Judith, Judith y Robin... Ella se habían ido justo cuando un extraño asesino a un Alexandriano.

━ ¡Salieron corriendo! ━ grito el chico con preocupación.

Agarró la que mejor le parecía, Carol no intervino en ningún momento. Había entrado en un momento de crisis y desesperación, sus reflejos estarían más atentos ante la necesidad de tener a salvó a las dos féminas. Suspiro cuando Carl corrió afuera del lugar, confío en las habilidades de Grimes y rogó porque no le pasará nada a él y a su hermana.

Mientras tanto, la adolescente escapaba con Judith en brazos, sollozando por los feos ruidos que ella oía. Debía estar alerta pero igual tener en calma a la menor.

Dejó de correr cuando cruzó cerca a uno de los atacantes atravesando un palo en un habitante de Alexandria. Retrocedió unos pasos con cuidado de no chocar nada, susurrando canciones de cuna a la menor.

Un bulto tocó sus pies y al voltear era un cadáver con el pecho tirando sangre y la ropa desgarrada. La sangre que tenía en todo su cuerpo no le afectó (lo primordial era salvar a Judith) solo se enfoco en el cuchillo que tenía en su cinturón, lo tomó junto a unas mantas para ocultar mejor a la menor, se agachó con Judith en un brazo, y el otro preparado para atacar cuando oyó pasos apresurados.

Dejó un corto beso en la frente de Judith, la dejó oculta en el suelo, la cual aún tiraba leve lágrimas. Asomó sus ojos y era uno de los locos yendo por una mujer de Alexandria.

El hombre no se dio cuenta de ella, fue a la mujer y estaba por clavar el cuchillo en su pecho. La castaña corrió y se tiró arriba del loco con el cuchillo, una mano se aferró a su pecho y el otro sostuvo el cuchillo. El filo de este se estancó en la cabeza del atacante, tuvo que meter fuerza para ganar.

La mujer gritó y el atacante cayó muerto. Sus manos quedaron impregnadas con sangre de una persona horrenda, un monstruo que había aceptado su lado sádico.

━ Corre ━ le dijo dándole el cuchillo que había usado.

Observó cómo se escapaba con lo que le dio, y agarró con rapidez la única arma del hombre. Un cuchillo más grande y nada más, fue extraño que no tuviera armas de fuego pero no había necesidad de analizar eso. Volvió con Judith frustrada de no hallar un arma.

Alzó a Judith otra vez, la aferró a su pecho con el cuchillo en el cinturón.

━ Shh... Tranquila.

Se agachó levemente escabulléndose por los pastos de la comunidad, a cada ruido extraño, la castaña se escondía esperando que no la encontrarán. Más por Judith que por ella.

Tuvo que ocultarse mucho, y si había uno muy cerca, tenía que atacar con el mísero cuchillo. Ella se arriesgaría y andaría más tranquila, pero no estaba sola y una vida muy pequeña dependía de ella. Estaba siendo sigilosa y calmada, raro.

Así fue cuando vio a Carol junto a un cuerpo. Trago saliva y se animó a correr hacia la mujer. Su corazón latía de una manera muy alta, como nunca había latido en su vida.
Paro cuando estaba en una pared. Varios de los locos atacaban a los habitantes, por suerte no había pasado nada malo.

Suspiro aliviada. Hasta que detrás suyo un grito resonó en sus oídos, se alejó al instante como si hubiera aparecido fuego detrás de ella. Iba a pasar por otro lado cuando otros gritos se oyeron, quedó en el medio sabiendo que si alguno de los locos lo veía, Judith estaría muerta.

Los gritos dejaron de oírse y supo que era su momento de muerte, donde daría su vida por la nena en brazos. Alistó el cuchillo y cerró sus ojos unos segundos antes de abrirlos, su cabeza se iba de lado a lado esperando tirar el cuchillo como si fuera una daga pequeña. No sabía cómo hacerlo, no tenía una buena puntería, pero no importaba.

Y paso, se demostró como el propio Universo o la maldita suerte la amaba. Sus oídos reconocieron disparos de un lado, y sus ojos descubrieron a Carl Grimes. No dejó de tener el arma para arriba, sus ojos se enfocaron en los de ella y un brillo instantáneo apareció en ambos, estuvo tan cerca de morir ella y Judith.

«Sus pupilas están dilatadas» pestañeo por la imagen de enfrente.

━ Rob, Judith... ━ Un quejido se oyó, uno de los atacantes seguía vivo.

Robin lo interrumpió, le pasándo la bebé y con más movilidad, fue por el hombre. Intentaba levantarse en el suelo, hasta que la mano de Robin agarró con brusquedad su cabello y lo obligó a mirarla.

━ Hasta la vista, baby ━ dijo antes de clavar el cuchillo en la frente del loco.

¡Genial! por fin logró decir alguna frase antes de matar. Terminator estaría orgulloso de ella.
Carl hizo una mueca ante la vista divertida sobre el Apocalipsis y la acción de Robin Pietro.

━ Ya puedo morir en paz ━ dijo tras dejar el cuerpo inerte en el suelo, Carl arrugó su nariz y le extendió a Judith ━ Bueno ya...

━ Esa palabra está prohibida ahora ━ le aseguró, Robin guardó el cuchillo y alzó a Judith.

El ojiazul con su arma más grande que su cuerpo se puso adelante. Le ofendió el no poder defenderse, quería matar a esos malditos pero tenía un cuchillo y con eso no ganaría, Carl la tenía que proteger y no era de su agrado. Pero viendo lo positivo, por lo menos no tenía que esforzarse en matar gente.

NOTAS:

no se como perdi este capítulo y lo tuve que escribir otra vez jajskekd
Tkm

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