8.-La Promesa
Afortunadamente Hermione sabía que Sirius era un animago no registrado. A excepción de Remus y Peter nadie sabía de su condición. Con su forma de perro sería más fácil salir a la luz del día a ella nadie la conocía aún, la situación no pintaba tan mal. Aprovecharía esto para buscar al Profesor Lupin he ir por Peter Pettigrew. Sabía perfectamente donde estaba en ese momento, En la casa de los Weasley. Ella había visto en carne propia lo desastrosa captura de Scabbers, no permitiría que pasara lo mismo otra vez. Era una justicia que se le debía a Sirius y a Remus. Pero antes de irse necesitaban hacer algo igual de importante.
-Sirius antes de irnos necesito que me ayudes en algo muy importante- El animago se mostró interesado ¡Por fin seria de ayuda! Hermione continúo antes de que Sirius dijera algo.
-Tengo que decirte algo muy importante, se trata de Regulus, desconozco cuánto sepas de él, pero te diré lo que sé. Regulus se volvió un mortifago y estando en las filas de quien tu sabes se dio cuenta de dos cosas, una, un objeto muy importante para derrotar a quien tu sabes, un guardapelo que perteneció a Salazar Slytherin. Y otra de la terrible maldad de este. Él quiso enmendar su camino Sirius, Regulus fue un gran hombre, antes de morir obtuvo el guardapelo para derrotar a quien tu sabes. Tenemos que destruirlo, y ese guardapelo esta en esta casa.- Hermione le tenía respeto y admiración a Regulus, porque en vida había tratado bien a su Elfo Domestico eso hablaba bien de él, como persona y por su sacrificio.
Sirius estaba sorprendido, desconocía todo eso de su Hermano, siempre lo quiso pero la diferencia de pensamientos los había distanciado, se sintió triste por él.
-Pero Hermione, el día que James y Lily murieron también lo hizo quien tú sabes- Sirius protesto no comprendiendo del todo.
-Eso nos hizo creer Sirius, él sigue vivo entre nosotros débil pero vivo y el guardapelo que descubrió Regulus es uno de otros objetos que lo mantienen con vida, Horrocruxes, Sirius eso es lo que hizo el señor tenebroso para mantenerse con vida solo hasta que sean destruidos, él no volverá jamás, para eso nos ayudara Dumbledore y la Orden del Fénix restante.-
-En caso de retomar su fuerza, por lo primero que ira, será por Harry ¿Me equivoco?- Sirius ya había comprendido. Hermione asintió, Sirius entendiendo mejor la situación haría todo por proteger a Harry.
-¿Cómo vamos a destruirlo?- Preguntaba Sirius con curiosidad
-Hay un hechizo, que es el que necesito que conjures.... Fiendfyre, Kreacher lanzará el guardapelo al fuego y lo que voy a hacer es lanzar el contra hechizo Fiendlocked, para no morir calcinados-Deberían de tener mucho cuidado con la energía negativa que emanaba de aquel objeto, no quería vivir de nuevo todo lo que paso cuando el guardapelo estuvo con Harry Ron y ella.
Kreacher entraba a la habitación malhumorado con el guardapelo en una mano y la fotografía de Regulus en la otra. El guardapelo daba ligeros saltos como si fuera una corazón latiendo. Miró con desprecio a Hermione como si oliera mal.
-Maldita sangre sucia...- Dijo el elfo doméstico en voz baja. Sirius entendió perfectamente y le gritó con furia.
-¡Callate Maldito Elfo!-
-¡Sirius.... Sirius! ¡Kreacher! Tranquil incensé Por favor! Aquí no podemos destruirlo es demasiada pequeña esta habitación- Hermione trataba de tranquilizarlo aunque también fuera difícil para ella, la situación la estaba molestando.
-Se donde en la habitación donde está el árbol genealógico de la familia siempre odie ese horrible tapiz!- Saliendo Sirius por delante Kreacher lo siguió con el guardapelo en alto, no quería estar cerca de Hermione.
Al llegar más que una habitación era un salón, estaba vacío solo el tapiz que cubría casi toda la pared era lo más llamativo. Hermione pensó que era muy arriesgado que Kreacher lanzara el guardapelo al fuego así que le pidió que mejor lo dejara en medio del salón.
-Kreacher, deja el guardapelo en el piso, ahí en medio del salón.- El elfo sintió ira de que alguien como esa bruja "Sangre Sucia" le ordenara algo, pero recordando a su Amo "Sangre Pura" obedeció.
Sirius se sentía terriblemente incómodo ahí, odiaba ahora más que nunca ese sitio. Y la imagen del Elfo dejando el guardapelo en el piso lo distrajo, que llevaba en la otra mano el Elfo.
-Kreacher ¿De dónde te robaste eso?-El animago lo dijo con total desprecio al Elfo. A Hermione le molestó esa actitud. Y Hermione casi grito contestando por el Elfo
-¡Yo se lo regale!- Hermione al instante se sintió mal, se estaba dejando llevar por la magia negativa del guardapelo, el amor que sentía por Sirius debía ser más fuerte. Ella se acercó furtivamente al animago sin darle tiempo de reaccionar, con todo el cariño que guardaba su corazón por él, buscó sus ojos, él por un momento pensó que lo iba a besar.
-Sirius, mírame.... El guardapelo tiene magia oscura que saca lo peor de ti, mírame.... Te necesito, sé fuerte, hagámoslo por Harry.- Y viéndose reflejado en la mirada chocolate de Hermione llegó a él un poco de todo ese sentimiento puro en sus palabras.
-¡hagámoslo!- Sirius tomó las manos de la joven bruja y las beso, le había devuelto la compostura.
Se pusieron todos en posición, Kreacher se puso atrás de ellos alzando la fotografía de Regulus, como si se tratara de su fallecido amo y quisiera que esté viera como destruían el Horrocrux, Sirius volteo a verlo, viendo Porfin que se trataba de una fotografía de su hermano. ¿Por qué Hermione tenía una fotografía de su hermano y se la había regalado a Kreacher?
Estando en posición Sirius lanzo el hechizo dándole como objetivo el guardapelo.
-¡Fiendfyre!-
De la varita de Sirius salió un chorro de llamas de fuego que en un instante con toda su fuerza cayeron encima del guardapelo. El calor en el salón era insoportable. Hermione estaba lista para que en el momento en el que el guardapelo fuera destruido, apagará el fuego. Era complicado cerciorarse en qué momento lo fulminaría el fuego, era difícil ver el guardapelo en medio de las llamas que habían adoptado la forma de una quimera sobre el piso donde se ubicaba el horrocrux.
Era tanta la fuerza del hechizo que Sirius tuvo que tomar con las dos manos la varita tenía que tener el control del fuego sino los acabaría matando a todos.
Cuando hubo una explosión de humo negro, con forma de calavera, la onda empujó a Sirius era la señal que Hermione había estado esperando.
-Fiendlocked-
Era un hechizo verdaderamente complicado aún más que el Fiendfyre, pero ella era capaz de invocarlo. Habiendo erradicado el fuego Hermione busco a Sirius, él estaba tendido en el suelo. Ella se asustó terriblemente mil cosas pasaron por su cabeza, cuando él comenzó a moverse incorporándose.
-¿Lo hice bien?- Sirius sonreía, tenía toda la cara roja por el calor del fuego y parte de su ropa parecía chamuscada.
Eso no le importo a Hermione para correr a abrazarlo.
Sirius comenzaba a acostumbrarse a esos arranques de la joven bruja y correspondió el abrazo.
Kreacher los miraba el elfo sentía paz.
Hermione estando en el pecho de Sirius no pudo evitar comenzar a llorar y se aferró a él.
-No quiero perderte Sirius- Aquellas palabras de la bruja lo conmovieron se había preocupado por él, con ternura acarició la cabeza de Hermione. Sirius había desarrollado la sensación de sentirse especial al lado de ella y eso lo reconfortaba.
-Eso no pasará- Sirius ya no se sentía molesto se sentía bien, demasiado bien.
El mago y la bruja retomando el sentido de las cosas voltearon a ver el sitio donde Kreacher había puesto el horrocrux.
Solo había una enorme mancha negra causada por el fuego y el piso totalmente quemado no había quedado rastro del que fuera el guardapelo de Salazar Slytherin.
Sirius se curó con un hechizo sanador las ligeras quemaduras. Hermione y él se preparaban para irse antes de la llegada de la madre del animago.
Sirius quedándose en el salón tratando de arreglarlo con magia, se puso a pensar. Todo tenía sentido ahora. ¡Regulus era el amor fallecido de Hermione!
Ella dijo que era hija nacida de muggles por eso nunca la conoció la familia. Por eso lo miraba de esa manera, por su parecido con su hermano, tenía una foto de él, que regaló a Kreacher. Y sabía cosas de su hermano que ni él mismo sabia. Comenzaba a comprender mejor todo.
Que más importaba su pasado, Sirius estaba enamorado de ella, no podía permitirse perder una mujer así.
-"Haré que olvide el pasado, y que mejor piense en un presente a mi lado. Que me quiera a mí, por quien soy, no por el recuerdo de mi hermano".-
Se dijo Sirius para sí, con decisión. Y cuando algo se le metía a la cabeza a Sirius era difícil de sacárselo y más aún si era en el corazón, aquella bruja ya lo había hecho se había metido en el corazón de Sirius. Y lamento no tener a James con él, para compartirle que se sentía enamorado, ¡Sirius Black era el que enamoraba, no el que se enamoraba!.
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