12.-Colagusano

El animago y el licántropo volvieron en sí, Ahora todo estaba más que claro. ¡Hermione venía del futuro! ¡Sabía tantas cosas que ellos aún desconocían!

-Ahora lo saben ..... Albus también lo sabe.-

Dijo Hermione esperando ver la reacción positiva o negativa del par de magos.

Remus fue el primero en hablar.

-Hermione, esto que has hecho es muy peligroso-

La manera en la que lo dijo el Joven Remus hizo recordar a Hermione al que fuera su profesor.

-Lo he hecho para evitar dolor y muertes, mi vida no es nada en comparación de la de los demás. Quisiera darle a Harry la paz y la familia que solo Sirius puede darle.-

-Tienes razón Hermione ya nada se puede hacer y qué mejor que honrar tu sacrificio haciendo las cosas bien esta vez. No imagino que tuviste que dar, para que estuvieras aquí, Gracias por evitarme la soledad y regresarme a uno de mis amigos.-

Remus ya se había inclinado para donde la joven bruja y puso una mano en su hombro le sonrió y miró con agradecimiento y amabilidad. Ella solo sonrió le reconforto esa reacción en Lupin pero Sirius no había dicho nada aun.

Apartando la mirada de Remus Hermione busco a Sirius detrás del licántropo pero no lo vio, Remus alzó la mirada y se retiró.

Hermione solo pudo sentir sobre sus hombros los brazos de Sirius que se deslizaban hacia ella desde atrás.

Estando Sirius detrás suyo la abrazo, Hermione cerró de nuevo los ojos pero esta vez para solo sentirlo. El miedo que ella había tenido de imaginar que Sirius tomara mal su decisión de volver en el tiempo se esfumó.

-Hermione.... Espero me puedas perdonar por no hacer lo suficiente en el futuro, te falle a ti y a Harry si mi "yo" del futuro se hubiera dado cuenta de la maravillosa persona que eres seguramente habría hecho MÁS para evitarte todo esto y no hubieras tenido que regresar a este momento. Gracias Hermione por evitarme todos esos años de agonía y locura, esta vez todo va a salir bien voy a poder ser un hombre libre y cuidare a Harry, no sé cómo pagártelo.-

Sirius hundió su cabeza entre los cabellos de Hermione que seguía sentada sin moverse, lo único que pudo hacer fue acariciar la cabeza del animago que estaba entre sus cabellos. Solo Sirius podía hacer que su corazón dejara de latir y al segundo latir de nuevo como si no hubiera un mañana.

¡Oh cuánto lo amaba!

Remus toció haciendo que el animago se separará de la joven bruja.

-Hermione como pudimos ver en tus recuerdos, Peter se hizo pasar por la mascota de uno de los hijos de la familia Weasley, ahora sabemos dónde se encuentra ¿Qué haremos para atraparlo con éxito?-

La bruja volviendo a tomar aire les dijo cuál era su plan.

Primero tenían que convencer a la familia de que la rata tenía alguna enfermedad y en su lugar les darían una lechuza y llevársela, parecía ser sencillo pero debían de tener mucho cuidado.

Todos meditaron el plan y nos les pareció mal, ya que la casa estaría llena de niños pequeños no querían exponerlos ya que a Peter no le importaba dañar a quien fuera por huir.

Remus tenía muy poca comida en su casa pero no le importo ofrecerla a sus amigos, habiendo comido Hermione se ofreció a pagarla pero Remus no aceptó el dinero, ya había recibido mucho de aquella chica.

Los amigos no pudieron evitar preguntarle a Hermione cosas sobre el futuro, como era Harry su personalidad, si Remus era buen profesor cosas así. Por un momento quisieron preguntar cosas más profundas pero por temor a enterarse de algo que era mejor no saber, no lo hicieron y tampoco Hermione les diría más, como sus respectivas muertes.

Siendo de noche Hermione se sintió cansada y se despidió de Remus, el sugirió antes de que se fuera la joven bruja que Sirius pasará la noche con él en su apartamento, ya que Hermione era una señorita que debía tener su espacio, El animago hizo una mueca pero aceptó, sería más seguro para todos.

Era verdad Hermione necesitaba espacio no se imaginaba estando a solas con Sirius tal vez no respondería por ella, era mejor así.

Hermione desapareció dejando solos a los viejos amigos.

-Sirius aunque te vez muy sano no imagino por lo que pasaste en Azkaban, puedes dormir en mi cama yo dormiré en esta silla.-

El joven Remus le ofreció a su amigo con amabilidad, el animago protesto.

-No querido amigo, puedo dormir en cualquier sitio como perro es mejor-

En medio de donde se encontraban apareció el elfo doméstico de la familia Black asustándolos.

-¡Amo Sirius! ¿Dónde está Hermione? Tengo esta carta para ella, por suerte pude ocultarla de mi Señora.-

El elfo tenía un sobre en una de sus manos con la firma de Albus Dumbledore. Sirius le preguntó

-¿Ya regreso mi madre? ¿Se ha dado cuenta de que estuvimos ahí?-

El elfo agacho la cabeza.

-Si amo Sirius, pero no se molestó mi señora felicito a Kreacher por ayudarle, mi señora está orgullosa de usted por haber ayudado al señor oscuro.-

Sirius lo interrumpió furioso

-Kreacher que te quede claro que yo no ayude a nadie, no quiero volver a ver a mi madre, no volveré a esa horrible casa y Hermione está abajo en el segundo apartamento, vamos entrégale su carta.-

Sin responder el elfo desapareció.

-Así que mi madre me creyó partidario de quien tu sabes ¡Tonterías!-

Dijo indignado el animago que continuó hablando a su amigo ahora en otro tono

-Seguro que mi madre moriría de enterarse, que quiero unir mi vida a una bruja que no es sangre pura ni viene de ninguna familia mágica... una bruja hija de muggles-

Remus abrió los ojos con asombro

-Sirius.... Tú.... ¿Enamorado? No puedo negarte que me alegra pero... ¿tú? ¿Quién es la afortunada?-

-Si Remus, me he enamorado ¡enamorado! de la dueña de la carta de Kreacher, de ¡Hermione! ¡Querido lunático! ¡De ella! Pensé que ella había estado enamorada de mi hermano Regulus, una larga historia.... pero ahora sé que ¡No! En su futuro el ya no vivía, tengo sospechas de que me quiere igual a mí! –

Remus estaba contento por su amigo, más por su mirada llena de luz ¡Que dicha por él que si podía permitirse enamorarse!

Mientras tanto en el apartamento de abajo Hermione recibía la carta de Albus Dumbledore de manos de Kreacher.

Señorita Hermione Granger

Ya he avisado al Señor Remus Lupin de su visita que sé está en sus planes. Espero pueda perdonarme el atrevimiento, si no me equivoco en el momento en el que lea esto ya estará con él.

Ya he arreglado algunas cosas sé que todo saldrá bien en la captura de Peter. Cuando eso suceda estaré ahí para ayudarlos a usted y al señor Sirius Black.

Con cariño

ALBUS DUMBLEDORE.

Hermione comenzó a entender porque Lord Voldemort temía tanto al director de Hogwarts, era un alivio tenerlo de su lado.

Agradeció al elfo doméstico se despidió de él y habiendo desaparecido Hermione se dispuso a dormir pero antes de hacerlo vino a ella dos cosas extrañas que había dicho Sirius sobre su hermano Regulus, tal vez Sirius estaba confundido y mal pensó las cosas ¡Si supiera que al único que amaba era a él!

A la mañana siguiente Hermione subió con un sustancioso desayuno que le había encargado al casero.

Llamó a la puerta, pero se asustó porque nadie habría, tal vez Sirius y Remus ya no estaban no habían aguantado las ganas de ir por Peter.

Delante de ella la puerta comenzó a abrirse, ¡Era Remus!

-Ufff Hermione eres tú, por un momento pensamos.... Nada disculpa la tardanza.-

Entrando Remus llamó a su amigo.

-Sirius puedes salir es Hermione-

Hermione no pudo evitar reír.

-¡Me alegra que sean cuidadosos!-

Todos se sentaron a comer, para Remus su mejor comida en meses, para los demás una muy alegre.

Terminando de desayunar se dispusieron a salir.

Hermione dio las últimas instrucciones

-Remus aunque es de día por favor bebe la poción.-

Llevándose el frasco a los labios le dio un sorbo que hizo que pusiera una mueca de asco, pero siendo un regalo y algo que le haría bien se la tomó aguantando el mal sabor.

-Gracias Hermione.-

-Bueno ahora beberemos esta poción todos, necesitaremos suerte para que todo salga bien hoy.-

Hermione sacaba de su bolsa la poción de "Felix Felicis"

Cada uno le dio un sorbo, que les daría 3 horas de suerte a cada uno, con una seguridad que nunca habían sentido en sus vidas salieron del edificio, nadie vio a Sirius salir en su forma de Perro. Irían al callejón Diagon por una lechuza para hacer el intercambio por la rata de la familia Weasley.

Estando ya en el callejón. Hermione, Remus y Sirius se quedaron pasmados.

Caminando junto a sus pequeños hijos iba el señor Weasley hacia la tienda de mascotas con ¡Una rata en las manos! ¡Era Scabbers!

Hermione se detuvo en seco.

-¡Yo distraeré a los niños, ustedes encárguense de Peter!.-

Con seguridad Remus camino entre la gente seguido por Sirius transformado en perro, entrando a la tienda justo detrás del señor Weasley.

Hermione corrió hacia donde estaban los pequeños Fred y George Weasley y un pequeño Percy evitando que entraran a la tienda.

Los niños habían caminado detrás del señor Weasley pero debido a la gente los fue dejando atrás sin darse cuenta.

-¡Hola ¿Cómo están? Me llamo Hermione ¿Qué hacen por aquí muchachos tan guapos?-

Hermione al ver a Fred con vida sintió que todo había valido la pena ahora más que nunca.

George fue el primero en hablar.

-Nuestra rata hace dos.... no tres días que está muy enferma no quiere comer, así que papá la trajo a que la revisarán-

Percy lo interrumpió.

-Cállate Fred papá nos ha dicho que no hablemos con extraños.-

-Pero no soy una extraña soy su amiga ya les he dicho mi nombre, soy Hermione miren tengo chocolates.-

Dijo esto sacando unas barras de su bolsa.

Mientras tanto en la tienda entraba el señor Weasley siendo recibido por el dueño de la tienda.

-¿En qué puedo servirle?-

Al instante entraban Remus seguido por Sirius como perro.

-Es mi rata tiene poco con nosotros, pero desde hace dos días que no quiere comer y se comporta de manera extraña.-

-¿Oh me permite revisarla?.-

Dijo el dueño recibiendo la rata en sus manos.

-Muy raro no parece que tuviera nada...solo le falta un dedo-

-¡No tiene nada porque no es una rata!-

Interrumpió con furia Remus.

Inmediatamente la rata con horror en sus chillidos salto de las manos del dueño de la tienda, corriendo por toda la tienda, Remus sacó su varita tratando de lanzarle un Hechizo inmovilizador, sin éxito.

Finalmente la rata por un segundo se posó en la puerta de la entrada tratando de salir, ese segundo fue suficiente para que dé entre los presentes saltará el enorme perro logrando tomar con el hocico a la rata, lo hizo con tal fuerza que salieron disparados a la calle rompiendo la puerta.

Hermione se puso enfrente de los niños que gritaron asustados llamando a su padre. Ella tenía la varita lista en su mano.

Todos voltearon a ver a la tienda de animales por el ruido y ahí en medio de la calle había un enorme perro con una rata en su hocico.

La rata temiendo morir tomó su forma humana para asombro y horror de todos los presentes.

-¡Immobulus!-

Remus lo inmovilizó con su varita habiendo salido detrás de los dos animagos

Voces comenzaron a oírse por todo el callejón

-¿No es ese Peter Pettigrew? ¿No es el que había matado Sirius Black? ¿No estaba muerto? ¿Un animago?-

Sirius seguía estando en su forma de perro pero aunque Colagusano estaba inmóvil no dejo de morderlo.

No se habían esperado capturarlo con tantos testigos pero era mejor así.

El señor Weasley sin comprender nada salió de la tienda para abrazar a sus pequeños hijos y veía con horror al hombre que hasta hace un momento había estado en sus manos como una rata.

Hermione estando libre del cuidado de los niños apuntó a Sirius con su varita, lanzándole un hechizo falso.

-¡Transformación!-

Hermione sabía que ser un animago no registrado era un delito todos tenían que enterarse de la inocencia de Sirius Black y este no podía retomar su forma y dejarse en evidencia como animago no registrado lo enviarían de nuevo a Azkaban!

Sirius entendiendo las intenciones de la bruja retomó su forma.

Al verlo se oyeron gritos de la multitud.

-¡Soy Sirius Black, yo soy inocente los crímenes que se me imputan los hizo él!-

Gritó señalando al petrificado Colagusano.

Al momento llegó un escuadrón de Aurores y apuntaron a todos con sus varitas acorralando a Sirius, Remus, Hermione y al petrificado Peter.

De entre los Aurores y Hermione y los demás, apareció el mismísimo Albus Dumbledore acompañado del Ministro de Magia.

-Espero no haber llegado tarde.-

Dijo con una sonrisa el Director de Hogwarts.

Lo sucedido ese día se volvió noticia nacional. Inmediatamente después de eso se celebró un juicio tal vez el más famoso de ese entonces desde la caída del señor tenebroso él primero que le hacían a Sirius Black para demostrar su inocencia Albus Dumbledore lo defendió en persona, aunque después de interrogar a Peter con pócima de la verdad y de mostrar su marca tenebrosa. Black se vio absuelto ¡Era inocente! ¡Un hombre libre!

Le retiraron a Peter Pettigrew su nombramiento como orden de Merlín y se lo dieron a Sirius como disculpa por haberlo recluido en Azkaban injustamente.

A Remus se le ofreció un trabajo en el ministerio por ayudar en la captura y aclaración de los hechos.

Ahora solo faltaba destruir a los Horrocruxes restantes......

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