11.- La Verdad

Con el abrazo, Remus y Sirius hacían las paces.

Eran acerca de las 4 de la tarde, viéndose todos ahí, Remus tomo la palabra.

-Pero... ¿Cómo fue que escapaste de Azkaban?- Pregunto emocionado. Sirius al instante volteo a ver a Hermione que se había puesto roja.

-La señorita que vez aquí Remus fue la que me saco de Azkaban, estoy en deuda con ella.- Dijo el animago sin apartar la mirada de Hermione, Remus se impresiono.

-Excepcional, es la primera persona que lo logra.-

Hermione iba a hablar, pero de una ventana que daba a uno de los callejones, se escucharon voces todos temiendo que los hubieran escuchado, guardaron silencio, para escuchar mejor que decían las personas que estaban afuera.

La voz ronca de un hombre era la que sobresalía de la conversación.

-¿Ya ocultaste el cargamento de cuernos de Bicornio?-

Los cuernos de Bicornio se usan para hacer pociones pero al haber tanta demanda, estaban en peligro de extinción y se traficaba clandestinamente con ellos. El hombre continúo hablando.

- Ya no tardan en venir los Aurores para buscar a Sirius Black, ¿Qué? ¿No has oído la noticia? No puede ser tiene 2 noches que escapo de Azkaban, ¡Ah! Hasta hoy pusieron los carteles de sé "Busca". Yo ya lo sabía.- Dijo en tono de orgullo aquel hombre.- Porque tengo un conocido que trabaja en el ministerio de magia, el me lo dijo,.... ¡Vámonos! ¡Parece que ya vienen!.-

Inmediatamente solo se escucharon pasos apresurados que se perdían entre el callejón.

Hermione, Sirius y Remus se volvían a mirar atónitos. El joven licántropo inmediatamente tomo acción.

-¡Vamos los ocultaré en mi departamento, ahí tengo un escondite!-

Sin protestar Hermione y Sirius de nuevo en su forma de perro salieron a toda prisa Hermione viendo lo alto del lugar y las innumerables puertas pregunto a Remus esperando fuera la más cercana ¡No tenían más tiempo!

-¿En cuál vives Remus?-

El volteo a mirarla y sin darle más importancia respondió.

-En el 193.-

-¡No pensaras se subamos corriendo no llegaremos!-

El joven Remus Lupin la abrazo y con la mano que le quedaba libre tomo al enorme perro y desparecieron.

Reapareciendo varios pisos arriba, enfrente de una puerta vieja de color negro. El licántropo saco su varita y la puerta cedió, todos entraron.

-Vengan.... Es por aquí-

Decía Remus guiándolos al fondo de su pequeño y viejo departamento.

Era similar al que Hermione había rentado pero este tenía muebles llenos de libros era más pequeño y se veía mucho más viejo era un lugar muy solitario.

Al llegar hasta el final del pequeño apartamento. Se toparon con un estante lleno de libros y Remus lo movió Sirius tomo de nuevo su forma humana para ayudarle, era muy pesado. Detrás de él había una especie de puerta pequeña el joven licántropo la abrió.

-¡Escóndanse ahí!... ¡No hay tiempo vamos!.-

Hermione se metió primero siendo seguida por Sirius, era un sitio muy pequeño una especie de Armario para escobas.

Remus cerró la puerta, dejándolos a oscuras. Solo se escucho como tapo aquella entrada con el estante de libros nuevamente.

Hermione no veía nada pero sentía tan cerca a Sirius, que su corazón comenzó a traicionarla, por alguna razón no sentía pánico de los Aurores tal vez era el efecto de la poción de "Felix Felicis" ó porque estaba al lado de Sirius, el animago notando aun sin verla que Hermione respiraba con nerviosismo, se acomodó para abrazarla y se inclinó un poco para decirle, a lo que podía sentir era su oído.

-No te preocupes Hermione yo te protegeré.-

Hermione se quedó inmóvil, sintió el aliento de Sirius cerca de sus labios.

Sirius al acomodarse así, hizo que las palmas de las manos de la joven bruja terminarán tocando el fuerte y desnudo pecho de Sirius que solo llevaba la gabardina puesta y dejando esta parte de su cuerpo expuesta.

Hermione estaba imaginando que tatuajes estaría tocando. Al animago le agrado sentir las delicadas manos de la joven bruja tocando su cuerpo.

-Hermione....podré no ser Regulus, pero tú eres importante para mi.-

Sirius en la oscuridad puso una de sus manos sobre las de Hermione apretándolas con delicadeza contra su pecho. A Hermione se le detuvo el corazón.

Se exaltaron al oír unos fuertes toquidos a la puerta y la voz de Remus.

Remus al oír que llamaban a la puerta trato de guardar la calma, tenía que proteger a su mejor amigo y aquella chica que lo había ayudado. ¡Ya no estaba más solo!

Se acero a la puerta y la abrió con normalidad. Había dos Aurores con sus túnicas muy limpias. Cuando lo miraron cambiaron su expresión como sabiendo que era un Licántropo por las cicatrices de su joven y demacrado rostro.

-¿Dígame en que puedo servirles? ¿A que debo su amable presencia? ¡Pasen Pasen !-

Los invito el licántropo como quien nunca a recibidas visitas en su vida. Los dos Aurores entraron viendo con desagrado aquel sitio.

Entraron a todos los cuartos que eran pocos, la cocina, un baño, y un cuarto todos muy pequeños.

Remus se sentó estrepitosamente en un sillón jadeando y tosiendo.

Los dos Aurores se le quedaron viendo con total rechazo y se taparon la cara con sus túnicas, como si se fueran a contagiar de algo, uno de ellos hablo detrás de la túnica.

-¿Señor vive usted solo? ¿No ha visto nada sospechoso?-

Remus respondió fingiendo voz enferma.

-Vivo solo.... Si no lo ha notado, soy un licántropo y todos temen que los contagie, lamentablemente no he visto nada sospechoso-Tocio de nuevo- casi no eh salido falta poco para la luna llena.-finalizó con un tono de malicia que para Remus no le salía bien.

Los Aurores confirmando con horro su condición no perdieron más el tiempo y salieron, no querían contagiarse, pidiéndole al licántropo antes de salir que si veía algo lo reportará y que sería recompensado.

Remus nunca en su vida hasta ahora se había sentido bien de ser un Licántropo y de vivir en un lugar así, muchos de los magos y brujas que vivían en ese horrible lugar traficaban cosas y tenían escondites para esas situaciones el joven licántropo no imagino utilizar algún día el escondite detrás de su estante de libros.

Habiendo superado el peligro, fue a sacar a Hermione y a Sirius.

Los dos estaban rojos y respiraban con dificultad.

Remus ayudo a Hermione a salir del pequeño escondite, Sirius salió solo.

-¡Oh Remus muchas gracias! ¡Ah! ¡Espera! ¡Tengo un regalo para ti!-

Hermione se volteo para sacar algo de su bolsa mágica. El animago y el licántropo la miraron curiosos.

-¡Toma necesitas tomarla, tal vez no la conozcas es ¡Poción Matalobos!-

Dijo Hermione con emoción entregándole la botella al animago que la miro atónito junto al animago.

Remus por un momento pensó que Sirius le había dicho a Hermione de su condición, pero dejo de pensarlo al escuchar a su amigo.

-Hermione....¿Cómo sabias que Remus es Hombre Lobo?-

La joven bruja sintió un tirón en el estómago, y pensó rápidamente.

-Ah...pues lo escuche! Hace un momento cuando se los dijo a los Aurores.-

El nerviosismo se hizo notar en la bruja, y Sirius dándose cuenta de su mentira, le contesto con desilusión.

-Hermione por favor no mientas.... Esa poción la compraste antes de conocer a Remus, Dudo que Regulus te diera esa información.-

Ya eran dos veces que Sirius mencionaba a Regulus.

Hermione se vio acorralada al no tener más fundamentos ¡Ya no podía seguir ocultando que sabía todo eso porque venia del futuro!

Remus no pudo decir nada no sabía que estaba ocurriendo y defendió a la joven chica que se veía afectada.

-Sirius, Albus Dumbledore confía en Hermione él me pio que hiciera lo mismo y lo hago!-

Sirius agacho la cabeza, si Remus supiera que Albus Dumbledore en un principio no conocía a Hermione, y a él le dolía no saber lo suficiente de ella.

Hermione hablo.

-Gracias Remus, pero Sirius tiene razón yo sé muchas cosas, demasiadas. Eh venido de muy lejos para ayudarlos a todos, les mostrare la verdad, tardaría todo el día en explicarles todo y al final me tomarían por una loca, necesito que ustedes lo vean por si mismos. Usen la Legeremancia conmigo, no me opondré.-

Hermione se sentó en una silla sin decir nada más.

Trataría lo mejor que pudiera de ocultarles su amor por Sirius, ya que no quería que él animago fuera a sentirse de alguna forma más comprometido con ella y los sentimientos, que él fuera a tener por ella fueran forzados, ella lo amaba sinceramente había hecho todo eso de corazón sin intención de forzar a Sirius a amarla ¡Que recompensa más grande, para ella que ofrecerle una vida distinta al amor de su vida!

Remus se quedó de pie sin moverse, no le haría nada a aquella bruja tan inofensiva de mirada sincera.

En cambio Sirius se acercó a donde Hermione estaba sentada, se arrodillo enfrente de ella y tomo sus manos mientras le decía.

-Hermione no necesitas hacer esto, aunque no me creas confió en ti, eres la bruja más maravillosa que eh conocido jamás.-

La joven bruja abrió los ojos y le suplico a Sirius y a Remus, que no tenían intención de hacerle nada.

-Por favor Sirius....Remus.... Se los pido necesitan ver esto y de dónde vengo, ya no quiero seguir mintiendo y menos a ustedes.-

Volviendo a cerrar los ojos chocolate unas lágrimas escaparon de ella, los dos amigos no tuvieron más remedio que obedecerla.

Los dos en la mente y recuerdos de Hermione la vieron a una tierna edad de 13 años junto a ellos más adultos, Remus se vio a si mismo siendo Profesor y dándole clases a Hermione en Hogwarts a un adolecente Harry Potter aquello era impresionante.

Sirius por su parte se vio mucho mayor en un estado deplorable peor como sé veía al salir de Azkaban ¿Había escapado el solo de Azkaban? Vio a su ahijado Harry Potter ¡Ya era un Jovencito se parecía mucho a James!

Juntos los dos vieron todo lo ocurrido en la casa de los gritos su intento de matar al traidor de Peter Pettigrew , y luego para la impotencia de ambos la huida de este.

A parecer de los dos, todo había salido mal, Harry había sido muy noble pero ¡Colagusano tenía que pagar!

Después vieron otro recuerdo, Era Hermione acompañada de un Harry y un Ron un poco mayores, lloraban. Y al final solo vieron a Hermione haciendo un hechizo que gracias a sus palabras era para regresar el tiempo.

Remus y Sirius no eran tan buenos en la Legeremancia como lo era Albus Dumbledore y Severus Snape, así que solo vieron lo que Hermione les permitió ver, de haber sido buenos hubieran visto más.

El animago y el licántropo volvieron en sí, Ahora todo estaba más que claro. ¡Hermione venia del futuro! ¡Sabia tantas cosas que ellos aun desconocían!

-Ahora lo saben ..... Albus también lo sabe.-

Dijo Hermione esperando ver la reacción positiva o negativa del par de magos.


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