Capítulo 9: Un beso robado

Pov Normal

Ambos chicos si se le podría decir así pues bien sabemos que uno es un demonio dorito illuminati con aires de grandeza que ya puede cambiar su forma a una humana por que incrementan sus poderes, entraron a la mansión del ya mencionado demonio al mismo tiempo.

Uno se encontraba nervios, temeroso y curioso a la vez por el nuevo entorno en el que se encontraba ya que la mención si era demasiado grande además de elegante y a la vez lujosa contando igual que tenía cierto toque lúgubre a su alrededor ocasionado uno que otro escalofrío en el castaño. Mientras que el otro se encontraba feliz, divertido y entusiasmado pues había logrado lo que quería desde hace un tiempo, y en esos instantes no se separaría de él pues se notaba por la forma en la cual lo agarraba de los hombros, apretando un poco ocasionado algo de dolor en el menor el cual intentaba no mostrar ante el rubio.

Empezaron a caminar por los largos pasillos del condominio, por el cual en el proceso Bill le explicaba a Dipper cada una de las habitaciones y sus funciones a excepción de las recámaras de sus subordinados los cuales para el rubio eran irrelevantes según él.

Estuvieron recorriendo la mansión casi por unas tres horas completas, pues era más grande por dentro de lo que se veía por fuera, y era obvio pues la magia de Bill lo hacía posible. Durante el recorrido Dipper llegó hacer demasiadas preguntas pues a pesar de la situación en la que se encontraba su curiosidad seguía andando a todo lo que daba, pero no obtuvo en si muchas respuestas por parte del mayo ya que le contestaba muchas veces cosas como "no importa" "no hay nada ahí" "para qué quieres saberlo" " no puedes entrar ahí" " está prohibido" entre muchas más similares lo que le enojaba al menor, pero no sólo preguntaba por su curiosidad sino que era también porque quería encontrar o ver si habría algún medio de escape de aquel lugar. Pero por el momento no encontraba algún medio por el cual salir sin ser detectado.

En un momento el castaño se llegó a percatarse que las puertas empezaron a disminuir cómo avanzaban más profundo en la mansión, el único alivio que le quedaban era ver las ventanas que mostraban el bosque que rodeaban el lugar, para luego ser guiado a una puerta dorada que el rubio abrió con su magia en la cual se podían ver unas escaleras de caracol en un patrón de amarillo y negro, las cuales subieron ambos a la par. Durante toda la subida Bill mantuvo su mano en la espalda de Dipper para asegurarse de que subiera las escaleras y a la vez que no tratara de hacer alguna locura.

La subida si fue algo larga por lo que el menor pudo darse la idea que se dirigían a la parte más alta del condominio, hubo un momento en el que el castaño se desesperó por la razón que le estaba haciendo eterna la subida, sabía que era grande en muchos aspectos la mansión, pero no lo creía tanto para casi subir una eternidad unas escaleras.

Pero justo cuando se decidía a hablar el menor llegan ambos a otra puerta dorada, que al igual que la primera es abierta por la magia del demonio, mostrando detrás de esta una clase de lobbies o recibidor de alguna casa el cual consistía con un sillón negro de piel retrancado en la pared izquierda del cuarto el cual era enorme dando un medio círculo que rodea una pequeña mesa triangular de vidrio y del lado derecho se encontraba una barra de alimentos que contenía un pequeño refrigerador y una estufa, al frente de esta se puede ver una mesa rectangular con un mantel blanco y dos sillas con acabado. Pero eso no era lo único que le llamó la atención al castaño sino que al fondo se encontraban otra tres puerta con una considerable distancia una de la otra, más que cada puerta estaba pintada de un color diferente, la del centro era de color negra, la de la derecha era amarilla con retocados negros y con un triángulo con un ojo en el centro y la de la izquierda era azul marino con pequeños toques de blanco con un pino en el centro, por esa razón Dipper ya se estaba dando una idea de cuál será su cuarto.

Pov Dipper

Me quede observando toda la habitación para luego observar las puertas que se encontraban al fondo de esta, dándome una idea cuál sería mi cuarto y cuál era el de Bill pero la del centro aún no tenía una idea, pero antes de que pudiera hacer alguna pregunta Bill empieza hablar.

—Ni te esfuerces en preguntar qué hay detrás de la puerta negra, que como el resto de otras habitaciones está prohibida para ti, además de que te quedaras en este nivel de la mansión.

—¡Entonces aquí me dejaras encerrado!

—Técnicamente, sí.

Para luego sonreír con malicia y antes de que pudiese insultarlo y decirle una y mil malflemias sabidas y por saber, el muy maldito me tomó de la muñeca para arrastrarme al cuarto que supongo yo es el mío, rápidamente abrió la puerta para lanzarme a una enorme cama de cobijas azules, muy poco pude ver la habitación pues antes de que me pudiera enfocar la vista tenía a ese demonio sobre mi aprisionándome, quitándome todo medio de escape posible.

—¡¿Qu-que estas asiendo?! — Grité exaltado tratando de quitármelo de encima.

—Naaaaaaaaaada aún, solo admirando mi nueva adquisición — sonrío perversamente para empezar acercarse peligrosamente a mí.

—No te me acerques — luche por liberarme tratando de darle algún golpe con mis manos o tratar de patearlo pero era yo demacrado débil comparado a él y al parecer mi pequeña lucha lo hizo enojar algo, pero no hacía nada pues en eso siento una clase de corriente eléctrica que ocasiona que deje de luchar, no puede ser que se me haya olvidado las malditas represalias del entupido collar que me regaló el desgraciado, el cual aprovechó para tomar mis manos y ponerlas sobre mi cabeza evitando cualquier intento de escape, con la energía que aún tenía trate de decir lo último — déjeme ir.

—No lo are, si aún no viene lo mejor.

—A que te...

No pude terminar la oración ya que él me calló de la forma que menos me lo esperaba y esa era, por un demonio, con un BESO, no lo podía creer él me estaba besando ME ESTÁ BESANDO, y no no solo era un beso cualquiera sencillo y nada más, era MI PRIMER BESO y lo de Marmando no cuenta.

Intente separarlo de mí, pero me aprisionaba más a él tratando de profundizarlo pues hubo un momento en el que dejó de sostener mis manos atándolas con unas cuerdas creadas por su magia, sostenía mi cabeza y cadera con sus manos enredándolas en mi cabello, apenas y podía respirar. Hubo un momento en el que empezó a morder mis labios hasta el punto en el que empezaron a sangrar un poco y como era inevitable llegue a emitir un pequeño gemido de dolor el cual el aprovecho para meter su lengua en mi cavidad bucal explorándola en toda ella, juntaba su lengua con la mía atrayéndola de vez en cuando a que entrara a su boca para luego volver a la mía.

Ya no puedo más con esto, mi respiración se empieza a cortar, para mí suerte el acaba el beso dejándome por fin tomar el preciado aire que me hacía falta.

En serio lo odio.

Pov Bill

No me arrepiento de nada, por fin pude saborear esos deliciosos y a la vez delicados labios que desde hace tiempo me tenía tentado a probar, y como soy yo no le pedí permiso.

Sé que colocó mucha resistencia al inicio mi pequeño Pino, pero da igual no dejaré que nadie además de mí lo toque y lo tenga él es solamente mío.

En estos momentos me le quedo viendo a su hermoso rostro el cual aún se encuentra rojo y jadeante con un pequeño hilo de saliva bajando por su barbilla junto a algo de sangre por las mordidas que le di a sus labios los que ahora están hinchados por el beso, el cual me gustaría repetir de nuevo, pero antes de que pudiera repetirlo un pequeño rayo de luz apareció enfrente nuestro, para luego mostrar a uno de mis secuaces en una clase de video llamada holográfica a base de magia.

—Amo Bill perdone por interrumpirlo, pero es necesitado urgentemente.

Par luego desaparecer de nuestra vista en otro resplandor de luz, chasqueo la lengua en son de disgusto, al parecer tendría que dejar este juego para después, pero no sin antes dejarle un pequeño recuerdo a Pino.

Rápidamente bajó a su clavícula en la cual depositó un pequeño beso para luego morderlo dejando una pequeña marca con mis dientes y al igual dejando salir otro poco de sangre por la fuerza que ejercí la cual pude saborear, para saber que era muy dulce como su portador, aunque lo mejor no fue el sabor de esta sino el pequeño pero audible sonido de un gemido por parte de mi Pino el cual se oía bien.

Me levanto de la cama dejando un poco desconcertado a mi Pino el cual se tocó en el lugar donde deje la mordida, en serio es tan adorable. Cuando termine ese asunto tan "importante" me encargaré de jugar un poco más con él.

Le doy otro vistazo el cual me deja enserio claro que nunca lo dejaría ir, él es mío y de nadie más como para dejarlo libre de forma tan simple.

Chasqueo mis dedos desapareciendo de la habitación para ir al lugar al que me llamaron y resolver el problema de una vez por todas.

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Ok quiero pedir disculpas por las demoras, pero estaba actualizando otra historia la cual estaba algo atrasada, pero aquí ya tienen el otro capítulo y ¿Les gusto? Sean honestos. ¿Qué creen que le pase a Dipper en el siguiente capítulo?

Pues gracias por leer, Con esto me despido.

Adiós XD

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