CAPITULO V
Cuando llegó Minhyuk, su tía no estaba, había salido.
Seokjin en cambio no entró igual con Minhyuk, no querían despertar sospechas.
Aquel romance seguía desarrollando en silencio, sin que su tía se de cuenta.
El tiempo había transcurrido, pero el amor que sentían no había disminuido, al contrario, día a día, hora a hora iba en aumento la llama de la pasión. Era un amor puro y sincero, y no solo una ilusión. El amaba y respetaba al menor y éste así mismo lo amaba con la inocencia de sus años, de su corta edad, era un amor puro y noble.
Como siempre, venían juntos del instituto a la hora de salida en que Seokjin iba a su encuentro, en ese momento caminaban juntos de regreso a casa.
—Minhyukkie… ¿Cuándo tendré el placer de llevarte a pasear por el campo, podrás salir? —preguntó Jin.
—Pues, mañana tenemos un programa en el teatro, podemos aprovechar para irnos a otra parte — propuso Minhyuk.
—¿Ah sí?... Fantástico, entonces te llevaré conmigo adonde tú quieras, pasaremos un día maravillosos, ya lo verás.
—Sí, contigo siempre será maravilloso en cualquier parte del mundo —respondió el muchacho.
Entre palabras tiernas, dulces besos y frágiles caricias, estaban por llegar, apenas faltaba un par de cuadras.
—Bueno bebé, te veré mañana —se despidió Jin.
—Sí, tú saldrás unos minutos antes de casa para esperarme donde siempre, ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Se dieron un beso y se despidieron; como siempre, Seokjin entraba después.
—Tía Sun, buenas tardes —saludó Minhyuk al llegar.
—Ven ven… Te estaba esperando, voy a salir. —dijo su tía.
—Está bien tía, ¿Vas a tardar?
—Creo que sí, volveré a las seis más o menos.
Minutos más tarde llegaba Jin, Minhyuk lo observaba desde la ventana, detrás de las cortinas de su habitación. Después cuando él entró en su departamento, el muchacho fue tras él, llamó a la puerta con los nudillos de su mano.
—¿Quién? —contestó Seokjin, desde el interior.
Su novio, sin responder volvió a llamar.
En seguida salió el, quedando sorprendido, por tan agradable, inesperada y sorprendente visita.
—¿No me invitas a pasar? —dijo él, sonriente.
—Sí, perdona. Pasa, pasa.
Minhyuk reía, mientras él, seguía con curiosidad mirándolo sin entender.
—¿Por qué me miras así? ¿No te gusta que te visite? —dijo el contrario mientras seguía riendo.
—Claro, claro. Claro que me gusta, pero…
—¿Pero qué amor? ¿Qué cómo es que vengo sin importar que vea mi tía, es eso?
—Sí, eso es ¿Y tú tía?
—No está, entonces decidí visitarte.
—¿Sí? Te lo agradezco… Pero ven, ven. Siéntate que te voy a cantar con mi guitarra.
Minhyuk se sentó a su derecha y apoyó su cabeza en su hombro para escucharlo cantar.
Cuando terminó, el menor aplaudió, y acercándose más hacia él le besó en los labios, diciendo cariñoso:
—Esta es mi humilde, pero sincera recompensa, Seokjinnie.
Ahora el contrario le cogió de la nuca y le devolvió el beso diciendo:
—Gracias bebé, pero no merezco tanto, así que toma el cambio, no me gusta que me den más de lo que es justo.
—Entonces, a decir verdad, no te merecías nada, así que devuélveme todos, que me gusta que lo hagas.
—¡Te amo, Minhyuk, te amo!
—Ven Jinnie, ven… —ofreció su regazo el muchacho.
Haciendo apoyar la cabeza en su suave regazo, le acarició el cabello peinándolo con sus finos dedos que hacían estremecer de gozo y placer; su cuerpo se fue quedando laxo.
Una agradable sensación se apoderó de Seokjin al sentir sus finos dedos y el tibio regazo de su novio. Poco a poco fue cerrando los ojos, todo él estaba envuelto de una debilidad agradable de la cual no quería salir jamás, el contrario lo besaba, él se quedaba inmóvil, apenas decía:
—¡Bésame, Hyukkie, bésame! ¡mátame con tus besos, que me muero de gusto!
—¡Calla, calla Jinnie y duerme, no digas nada, duerme que yo velaré tu sueño, luego cuando despiertes, me contarás lo que soñaste, disfruta de mis caricias, que todavía nos queda tiempo! —dijo Minhyuk.
Al cabo de un par de horas de amor y ternura, miraron el reloj.
—Cómo quisiera que nunca se acabe el tiempo en que estamos juntos… Cómo quisiera robarle a la vida un poco más, ¡qué no diera por detener el tiempo, tan solo para amarte, para adorarte, y no dejar que te marches, que nadie te aparte de mi lado, ni siquiera por un instante! —dijo Seokjin.
Emocionado pronunció el muchacho:
—Cómo no quisiera; eso es verdad, pero qué vamos hacer, al menos debemos de disfrutar del tiempo que tenemos.
Un beso, otro beso, una caricia, otra caricia. Cuanto se amaban, tan felices eran que hasta perdían la noción del tiempo, las horas iban pasando de forma que a ellos le parecía a toda prisa, era como si las manecillas del reloj estuvieran ansiosas por devorar el tiempo.
Estaban estrechamente unidos, sus almas, sus corazones, sus vidas; nada ni nadie les separaría, seguirían amándose por siempre, por toda la vida.
—Bueno Seokjinnie… Tengo que irme, tú también tienes que irte ya a clases. —dijo Minhyuk.
—No te preocupes por eso, amor, puedo entrar a la segunda hora —respondió Jin.
—No, eso sí que no te permito, no quiero que por mi culpa pierdas tus clases.
—No Hyukkie, por ti haría cualquier sacrificio si es necesario, además, una hora se puede recuperar, estudiaré y triunfaré, para algún día pedirte que seas mi compañero para toda la vida, para llevarte al altar vestido con un hermoso traje, ya verás, serás el novio más lindo del mundo, todos de admirarán, tanto hombres como mujeres, te mirarán con pasión y envidia, y sí la luna estuviera aun alumbrando en ese instante con su luz selénica, seguro que se pondrá celosa y tratará de esconderse detrás del manto de la noche al contemplar tu belleza.
—Mi Jinnie, qué palabras hermosas sabes decir. Oírte hablar es como escuchar el mejor de los poemas en los labios del mejor de los poetas; eres capaz de volver loco de amor a cualquier persona y por más frívola que ésta sea, cualquier persona estaría feliz a tu lado, cualquiera se enamoraría de ti, ojalá y eso no suceda, por que tan solo de imaginar a otro en tus brazos, me estoy muriendo de celos.
Que hermosas palabras se decían, cuanto amor existía en sus corazones.
Se encontraban de pie, a punto de despedirse. Minhyuk le tenía rodeado del cuello a Jin, mientras que él le apretaba de la cintura levemente contra su cuerpo mirándose a los ojos, con ternura, ansiedad y amor.
—Es hora ya, Jin, debo irme y tú también, sé paciente, nos veremos mañana.
—Está bien, y gracias por este momento tan feliz e inesperado que me has regalado —respondió con amor él.
—¡Hasta pronto Seokjinnie!
Se despidieron con un beso que pareció que no iba a terminar nunca. Jin se quedó parado, saboreando todavía el beso que aún se agitaba en sus labios.
Después salió Seokjin para la universidad. Más tarde llegó su tía Sun.
Entre tanto, Minhyuk estaba haciendo tareas, al mismo tiempo que preparaba la cena.
—Buenas tardes tía —saludó con entusiasmo.
—Buenas tardes querido —contestó la señora.
Su tía terminó la preparación, mientras Minhyuk terminaba sus tareas.
—Minhyuk, pon los platos que vamos a cenar —dijo su tía.
—Sí tía, en seguida voy.
Mientras cenaban conversaban:
—¡Ah tía mañana nos vamos al teatro, tenemos un programa, no podemos faltar, por lo tanto, no vendré a almorzar.
Minutos más tarde terminaron de cenar.
Luego de ver un poco de televisión pasaron a descansar.
No pensaba hacer doble actualización hoy pero aquí estoy con otro capítulo más.
Me encanta este capítulo, espero que a ustedes también.
Disculpen los errores, estoy que me duermo, sin embargo, quería regalarles otro cap más.
Ahora sin más me despido, tengan una bonita semana.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top