- Cielos... honestamente no creí que Kacchan accediera- Comentó el sucesor de All Might mientras ingresaba a una tienda de ropa.

- Me siento un poco mal por él- Respondió Uraraka mientras entraba junto a su compañero.

- ¿Él te lo pidió primero? ¿Verdad?- Preguntó Izuku con tono comprensivo. - Si quieres ir, sólo hazlo... además no es justo para él.- Ánimo con una cálida sonrisa que ocasionó un pequeño sonrojo en aquellas mejillas llenitas. - Yo puedo sólo-

- No te preocupes...- Se apresuró por aclarar la chica. - Debemos recuperar el tiempo perdido.-

- Claro- Respondió el joven aspirante a héroe mientras tomaba algunas playeras. - Bien... hora de pagar.- Anunció resignado haciendo fruncir el seño a su amiga.

- Eso no señor...- Reprochó seria. - Debes probar la ropa para ver que tal te queda. -

- ¿Es enserio? No te preocupes, confío en mis medidas. - Añadió sonriendo.

- No es eso- Dijo la chica de mejillas regordetas mientras lo tomaba de la mano y lo llevaba al probador.

- ¡Entra!- Ordenó la pelicastaña mientras veía seriamente al peliverde quién sólo suspiró derrotado.

- Diablos... y yo que me había emocionado- Confesó con tono ¿triste?

- ¿A qué te refieres?- Preguntó algo nerviosa por la reacción de su antiguo amor.

- Creí que me traías para cambiarme la ropa.- Admitió con una sonrisa mientras una potente tonalidad carmín invadía las mejillas de la femina.

- Tonto...- Susurró sonrojada mientras el pecoso la veía.

- ¿Crees que alguna de las trabajadoras  desee ayudarme a cambiarme la ropa?- Preguntó como si nada de manera inocente, justo antes de sentir un pequeño dolor en su brazo derecho.

- Solo entra y ni si te ocurra preguntar.- Amenazó la chica de mejillas regordetas con cierto tono de molestia mientras pellizcaba el brazo derecho del chico.

- Está bien- Comentó para luego ingresar a uno de los probadores.

Mientras el sucesor de All Might estaba entretenido en su  fastidiosa labor, su acompañante se preguntaba ¿qué era lo que le había sucedido? En esencia... el Deku del que ella se había enamorado seguía estando ahí, pero esta nueva actitud algo más divertida y atrevida no le gustaba mucho, le gustaba que aquellas bromas fueran dirigidas hacia ella, la manera en la que el chico la hacía sonrojar o su simple sonrisa, pero al escucharlo mencionar a otras mujeres hizo que el enojo en su ser aumentara demasiado, Deku era de ella y ahora que había regresado, no lo dejaría irse de nuevo.

- Bien.. ¿Qué tal me veo?- Cuestionó el pecoso mientras salía del probador dejando anonadada a su compañera y es que... para Ochako, el chico ya era guapo, antes y después del cambio, pero con aquel conjunto de shorts beige y camisa blanca era imposible no mirarlo, claro que la pelicastaña no fue la única en notarlo, y para disgusto de esta, pudo escuchar algunos murmullos acerca del chico, así como ver algunas miradas nada santas que le daban algunas chicas... -Si tan sólo supieran...- Pensó Uraraka mientras reía para sus adentros.

- Te ves muy bien- Alabó la chica de mejillas regordetas con un ligero sonrojo y expectante de las miradas de atención del resto de la población femenina.

- Gracias- Respondió el chico con una sonrisa que aumentó la tonalidad carmín en su acompañante.

Después de probar diversos conjuntos, múltiples sonrojos por parte de la fémina  (en especial cuando la ropa era algo abierta) y, para molestia de Ochako, miradas de algunas chicas que pasaban por ahí, ambos se dirigieron al mostrador, pero antes de llegar, Izuku vio una camisa que le había gustado, ésta tenía un diseño del Traje de All Might durante su famosa "Era de Oro"

- Uraraka... ¿puedes adelantarte por favor?- Preguntó el chico mientras mantenía su mirada fija en aquel artículo y extendía su billetera con la intención de que la chica de mejillas llenitas la tomara.

Por su parte, la amante del mochi rió un poco al ver que los gustos de su compañero no habían cambiado con el tiempo, así que tomó la billetera y continuó su camino a la caja.

Para suerte de ella, que en este momento no era acompañada por el chico, las tres personas que atendían en el mostrador eran de sexo femenino y al acercarse un poco escuchó algo que no le gustó en absoluto.

- Bien... ¿Quién será la que se encargue de atender al sexy peliverde?- Preguntaba decidida una de aquellas chicas, ésta tenía cabello castaño y largo, con buena figura.

- Yo lo vi primero - Mencionó otra de las chicas, la cual era pelirroja y usaba anteojos, su cabello igual era un tanto largo y lacio.

- Sí, pero... Ohhh Lo siento- Se disculpó la última chica al ver a Uraraka con el ceño fruncido en frente de ellas.

- Ohh  Está bien...- Respondió la amante del mochi con una sonrisa falsa.

- En serio discúlpenos- Repitió aquella chica, ésta era rubia, tenía el cabello lacio y su cabello estaba recogido en un curioso moñio rojo.

- No se preocupen...- Respondió nuevamente con aquella sonrisa falsa.

- ¿Encontró todo lo que buscaba?- Preguntó mientras disimuladamente miraba de reojo al chico que se encontraba aún viendo aquella camisa de All Might.

Al escuchar esto, una maliciosa idea cruzó por la mente de la pelicastaña.

- Ohh yo no compre nada... mi novio lo eligió, sólo estoy pagando...- Comentó con falsa inocencia mientras entregaba el dinero.

- Ohh bueno... - Respondió  sonriente la blonda mientras  entregaba el cambio.

- Gracias por su visita- Agradeció la chica del mostrador, pero se quedó muda al ver a la persona frente a ella.

- Gracias a ustedes- Respondió el peliverde que ahora se encontraba frente al mostrador junto a la pelicastaña quién sonreía triunfante.

- ¿Nos vamos Uraraka?- Preguntó con una sonrisa  mientras tomaba los artículos, para posteriormente salir junto a su compañera recibiendo miradas tristes y enojadas de parte de las chicas que se encontraban en el mostrador.

Para concluir aquella "cita" el noveno portador del One For All decidió invitar a Ochako a tomar un helado para agradecerle por su compañía, ante esto, la pelicastaña sólo pudo sonreír tontamente y aceptar.
Llegaron al puesto, en dónde el joven aspirante a héroe pagó, ambos decidieron caminar un rato mientras disfrutaban de un cómodo silencio, el cual fue roto por el chico.

- Uraraka... ¿puedes responderme algo?- Preguntó serio Izuku mientras  caminaban llamando la atención de la chica.

- Claro Deku- Respondió sonriente para después seguir disfrutando su helado, el cuál ya estaba a punto de acabar.

- ¿Qué relación tienes con Kacchan?- Cuestionó de la misma manera haciendo que la pelicastaña dejara caer los restos de su helado

- ¡Sólo somos amigos!- Se apresuró a explicar la chica.

Ante la respuesta el chico sólo suspiro: - Eso me alegra- Admitió, aunque en realidad  le daba igual, honestamente no le hubiera importado que fueran novios, pero algo dentro de su ser se había alegrado al escuchar la respuesta de su acompañante.

- ¿Por qué preguntas?- Interrogó bastante nerviosa y sonrojada, pues por su mente pasaban  múltiples situaciones en las cuales Izuku le decía que la amaba.

- Para no sentir remordimiento...- Comentó con una pequeña sonrisa.

- ¿A qué te refie...- La chica intentó hablar, pero fue callada por un sorpresivo beso por parte del pecoso, por acto de reflejo Uraraka correspondió a éste mientras cerraba los ojos disfrutando nuevamente del contacto de los labios de su amado, extrañaba esa sensación, era cálida y reconfortante, pero dentro de ella algo comenzó a preocuparle, los besos de Deku habían mejorado y eso sólo podía significar una cosa...
No es que eso la enojara... mucho, pero esos pensamientos se disiparon al recordar algo muy importante... ella era la primera...  y eso nadie se lo quitaría.

- He de admitir que me hacía falta uno de esos- Mencionó sonriente el noveno portador del One For All sonrojando aún más a su acompañante, la cual había reaccionado de esa manera al terminar con aquel contacto tan ansiado.

- Yo también- Respondió como pudo la chica quién no lo soportó más y ahora fue ella la que atacó nuevamente los labios de su compañero, la acción en cuestión se repitió  múltiples veces y con cada una de ellas los besos se tornaban más intensos, una sensación de seguridad extrema  invadió el cuerpo de Ochako por segunda vez en su vida, siendo la primera aquella despedida y con una leve sonrisa maliciosa tomó la mano de su "amigo" para comenzar a dirigirse hacia la academia.