☡REALIDAD☡
Izuku aún yacía en la cama, habían pasado tal vez 15 o quizás 20 minutos desde que había visto aquellas escenas, escenas que se encargaban de romper su convicción y su corazón. Cada caricia que su Ochako le daba a ese idiota era un pedazo de su ser que se desmoronaba, cada risa y cada beso aumentaban las lágrimas del peliverde, el cual por primera vez en mucho tiempo deseó haber seguido aquel estúpido consejo de saltar por la ventana, tal vez muchos pensarían estaba exagerando, pero el sol que iluminaba su vida, aquel faro de esperanza que había sido luz en la oscuridad se había extinto... o al menos eso creía.
Deku sintió como un par de brazos se aferraban a su abdomen y como un cuerpo más pequeño que el suyo se apegaba a él.
- Tranquilo cariño... ya estoy aquí - Lo primero que pensó fue en su madre, pero la calidez que esta desprendía era diferente. - No se que hayas visto, pero todo fue una mentira - Uraraka utilizaba un tono suave que poco a poco calmaba al chico. - Te amo... - Finalizó apretando su agarre.
- ¿Acaso puedes querer a una basura como yo?- Cuestionó con pena. - Deberías irte con Kacchan... como lo hacen todas.-
- Ellas son unas idiotas - Exclamó dolida la chica, más que por lo dicho, por la actitud que había adoptado el chico.
- No... ellas son muy listas y tú también, yo... no soy suficiente para alguien como tú - En verdad escucharlo hablar así le dolía, así que aflojó su agarre, para pasar sobre el peliverde hasta quedar frente a él, quiso llorar al ver los ojos hinchados del pecoso.
- Tú eres el único al que amo... el chico que me hace feliz, mi héroe - Susurró acercando su rostro para darle un reconfortante beso al cuál el peliverde no dudó en responder.
- ¿Eso crees?- Un poco del brillo en su mirada había vuelto.
- No se que fue lo que esta estúpida te hizo ver, pero quiero que sepas que te amo y estoy aquí para ti.- Fue la sencilla respuesta de la chica.
Kemy despertaba, notando que no podía moverse, estaba atada... pero eso no era lo peor, despertó justo al momento en el que Izuku tomaba la mano de aquella vaca y la colocaba sobre su mejilla, sonrojandose al tacto de esta.
Esa debía ser ella...
- Te amo... - Aquella rota y necesitada declaración hecha por Izuku hizo que su corazón latiera rápidamente, latido que se detuvo al ver que el destinstario de aquella declaración no era ella.
Uraraka sintió ternura al ver así a su novio, él necesitaba cariño y una prueba de que sus sentimientos hacia él eran verdaderos, así que nuevamente lo besó delicadamente, asegurándose de borrar con sus labios todo rastro de la boca de aquella perra, se sorprendió levemente al sentir como Deku correspondía inmediatamente, el peliverde buscaba consuelo en sus labios... y ella le entregaría todo.
Kemy quería llorar al ver a Izuku así, verlo besando a la castaña le había dolido demasiado, verlo sonrojarse ante su tacto y escucharle decir esas palabras fue el tiro de gracia... quería gritar, pero no podía, su boca estaba cubierta con algo.
La castaña había cesado el beso, cosa que tensó al chico, el cual se tranquilizó al sentir como Uraraka se colocaba a horcajadas sobre él, para besarlo nuevamente, la amante del mochi tomó aquellas manos amplias y las guió por todo su cuerpo, sintió como la anatomía de Izuku reaccionaba al palpar su trasero y sus pechos, pero ella sabía que debía ir lento, quería transmitir sus sentimientos al peliverde utilizando su cuerpo.
El noveno portador del One For All era un títere en esos momentos, un títere que no protestó al darse cuenta de que la chica había logrado sacarle la camisa.
Un leve gemido escapó de su boca al sentir como Ochako bajaba lentamente por su pecho, dejando un camino de besos por su abdomen hasta llegar a sus pantalones, instintivamente ambas miradas conectaron, mientras que la castaña desabotonaba aquella molesta prenda y al igual que la camisa se deshizo de ella.
Utsushimi, a pesar de todo, no pudo evitar mirar el cuerpo de su ex-novio, notando cada músculo y el ligero temblor que inconscientemente el chico tenía, intentaba centrar su atención en él y no en esa maldita que estaba ahí, pero aún así no podía hacer nada.
El miembro de un ahora desnudo Izuku se exhibía frente a Uraraka, la cuál detestaba la idea de que Kemy lo viera también, pero era necesario para demostrarle que el pecoso era suyo... suyo y de nadie más.
Besó la punta, haciendo suspirar a Deku, el cual miraba al techo de su habitación, dio pequeños besitos en el tronco y pasó la lengua por el frenillo, movimiento que sabía que era una de las tantas debilidades de su novio, el cuál gimió ante el la calidez de la lengua de la chica de mejillas llenitas.
Estuvo así durante 5 minutos más, llenando de caricias el miembro de su amado.
La estudiante de Shiketsu miró con horror como aquel pequeño Deku desapareció en la boca de aquella vaca, lo había hecho con una gran facilidad, como si eso no fuera algo nuevo para ella ¿cuántas veces lo habían hecho para llegar hasta ese punto? Dirigió su atención a la sonrojada cara del pecoso, su respiración agitada y sus intentos por contener el placer que sentía despertaron la excitación de la chica de labios carnosos, la cuál no despegaba la mirada de la pareja, otra vez, Kemy intentó gritar, pero fue imposible.
La cálida lengua de Uraraka bailaba por la virilidad de Izuku, el cuál llegó a su límite cuando ella mordió suavemente su miembro... conocía a Deku, este movimiento era otro de sus puntos débiles.
El néctar del amor brotó de aquella punta rosa, salpicando aquellas mejillas llenitas y las sábanas, nuevamente Utsuhimi miraba fascinada la expresión del chico... ella podría conseguir una mil veces mejor.
Lentamente Ochako se sacó la ropa y se restregó suavemente por el formado cuerpo del chico, ocasionando que virilidad volviera a levantarse.
No tardó mucho en alinear aquella vara de carne con su propia intimidad, levemente giró la cabeza y cruzó miradas con la impotente estudiante de Shiketsu, la cual intentaba hablar, reprimiendo las lágrimas, negando lo obvio, así que como una buena persona Ochako le guiñó un ojo antes de introducir completamente al pequeño Deku en su interior.
Utsushimi cerró los ojos, esto era como aquella pesadilla... si eso era, despertaría junto a Izuku en su cama, tal como había sucedido en la enfermería.
Y así lo hizo... pero esta vez no se había movido de su lugar, con temor escuchó un par de gemidos, los cuales provenían de la castaña, la cual en esos momentos subía y bajaba en la entrepierna de su ex-novio.
- Deku... - Llamó Uraraka al sentir como Izuku había comenzado a moverse por su cuenta. - Eres el único para mi - El pecoso abrió los ojos para mirar a la amante del mochi, la cual había puesto una mano sobre su mejilla.
- Soy completamente tuyo - Admitió de manera sumisa el sucesor de All Might.
- Dek... - Se detuvo antes de mirarlo cariñosamente - Izuku... - Llamó para después darle un tierno beso mientras él aún entraba y salía de ella.
El pecoso pasó sus manos por el suave abdomen de la chica, la cual sonrió ante esto, después de todo, su vieja actitud estaba regresando.
La chica de labios carnosos presenciaba con tristeza la manera en la que esos dos se miraban, también notó aún durante el beso aquella tímida sonrisa en Izuku al pasar las manos por el abdomen de Uraraka ¿acaso todo lo que había dicho era cierto?
Con un vaivén suave y preciso ambos llegaron al clímax, mirándose el uno al otro, verde y café luchaban con un mensaje oculto... el amor.
Ahora Utsushimi estaba rota... ver cómo la persona que amaba se entregaba a otra que no era ella había acabado con su convicción a la par que algunas lágrimas había comenzado a caer por su rostro.
Izuku sólo tenía ojos para una persona... y aunque odiara admitirlo, esa persona ya no era ella.
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HOLA...
AQUÍ ESTÁ LO QUE HABÍA DICHO EN EL MENSAJE...
SOY UNA PERSONA QUE ESCUCHA DE TODO, PERO CUANDO SE TRATA DE ESTE TIPO DE CAPÍTULOS SOY MUY ESPECÍFICO CON LA MÚSICA QUE SUELO ESCUCHAR.
ESTAS SON ALGUNAS DE LAS CANCIONES QUE ME AYUDARON A ESCRIBIR EL CAPÍTULO
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