Capítulo 8
- ¡Aaaaghh! ¡Uunnggh!
Eran los únicos sonidos que se escuchaban en aquella carpa, los gemidos de lefiya resonaban mientras eran meramente retenidos
su entrepierna ardía en éxtasis mientras ella saltaba en un continuo vaivén sobre la pelvis del conejo
-Aaaah...ahh...ahh....ahh...ahh...aahhh
-l-lefiya...- intentaba hablar el chico -e-estás haciendo...m-mucho ruido, algui...
-n-no me importa- lo interrumpió lefiya mientras ella solo seguía moviendo sus caderas de arriba abajo - ¡por loki-sama, como extrañaba esto!
-l-lefiya, enserio... Mnnggh- el chico luchaba para no hacer mucho más ruido -no debemos... Ooohh... hacer tanto ruido
-entonces bésame...- la joven elfa solo aumento la intensidad de sus caderas - ¡bésame!
Aquella orden fue cumplida, bell jalo a lefiya hacia su rostro para reclamar aquellos labios que ahora le pertenecían, al mismo tiempo que el mismo también intensifico sus movimientos mientras
Los gemidos de ambos eran ahogados con aquel beso lleno de deseo
La pasión se apodero de aquellos jóvenes, aun sabiendo que estaban muy cerca de sus respectivas familias no pudieron evitar acabar así, pero...
¿Quién podría culparlos?
Su tiempo en aquella casa los habia vuelto adictos a sentir el cuerpo del otro
Y durante todo este tiempo no lo habían vuelto a hacer hasta esta noche, por lo que ellos solo estaban recuperando el tiempo perdido
Sus lenguas chocaban una con la otro, no queriendo ceder el domino de aquel apasionado beso, todo mientras ambos movían sus caderas sin control, lefiya pudo sentir como el miembro de bell se hacía más grande, dándole a entender lo que vendría a continuación no haciendo más que alegrarla
-¡¡Nnggghhhhh!!
Aquello fue su gemido ahogado cuando bell se habia corrido adentro de ella llevándola al orgasmo, todo mientras sostenía las manos de bell con fuerza y cerraba los ojos
Una vez bell habia terminado lefiya con las pocas fuerzas que le quedabas se alejó un poco del chico, lentamente pudo sentir como el miembro de bell salía de su entrepierna dándole una última descarga de placer que recorrió su espalda
Entre jadeos de ambos pudo sentir como el líquido que habia liberado bell adentro de ella comenzaba a salir, siendo visto por el chico, cosa que extrañamente lo hizo sentir orgulloso
-ah...ah...- lefiya lentamente recuperaba el aliento -otra vez dejaste salir mucho adentro de mi- decía mientras lentamente se acercaba al chico y se recostaba a su lado -no es que me moleste, pero...
Una duda habia nació en su corazón, cosa que bell noto y mientras la cambiaba de posición para abrazarla por la espalda
-dime...- dijo el chico luchando para no dormirse por el cansancio
-bell...- con su cara algo roja no solo por el reciente acto sino por lo que diría -tu... ¿Qué harás si quedo embarazada?
El chico se sorprendió, aquello le hubiera quitado el sueño de golpe si no estuviera muy cansado de haber matado monstruos todo el día con su grupo en la expedición. Bell es ese instante recordó que, si bien es cierto que la natalidad de la raza élfica era baja, aquello no era un impedimento para que un humano y una elfa tenga hijos
Solo era cuestión de intentarlo y hacerlo varias veces...y ellos dos sí que lo han hecho varias veces
Aun así, el chico solo sonrió, y usando las pocas fuerzas que le quedaban se cubrió tanto el cómo a lefiya con una sábana justo como la primera vez que se unieron, bell abrazo con un poco más de fuerza a lefiya la cual esperaba su respuesta
-si eso llega a pasar yo...- dijo bell casi en un susurro mientras posaba su mano en el vientre de lefiya -asumiré la responsabilidad- con lo último de conciencia en su cuerpo el chico beso detrás del cuello a la chica -te hare feliz...lefiya
Aquello fue lo último que dijo el chico antes de quedarse dormido, por su parte lefiya sentía que su corazón estallaría de felicidad, sus labios dibujaron una hermosa sonrisa, llevo su mano hacia donde bell tenía la suya sosteniendo su vientre y la puso justo encima
Sabía que aun eran muy jóvenes, sabía que su profesión estaba llena de peligros, sabia de la rivalidad constante de sus diosas patronas y aun así...
-tener los hijos de bell...- decía débilmente la chica mientras ella también se quedaba dormida -eso me gustaría- con una hermosa sonrisa en sus labios lefiya se durmió
Las horas pasaban, la luz se hacía cada vez más intensa en el piso seguro, las primeras personas iban despertando y saliendo de sus carpas para comenzar con sus labores antes de seguir con la expedición
Pero para la pareja era distinto, ellos habían terminado muy cansados luego de todo eso, quedándose profundamente dormidos, y volver a sentir la compañía del otro mientras dormían no hizo más que empeorar ese hecho
Mientras más y más personas se despertaban lefiya estaba teniendo un sueño, casi igual al que tuvo un día antes de entrar al calabozo, solo que esta vez habia algo diferente en él.
-ya llegué
Dijo una lefiya adulta entrando a la casa que compartía con bell
-bienvenida a casa cariño, estoy preparando la comida, ¿Cómo te fue?
Aquello le pareció raro a lefiya, la voz de bell sonaba diferente, aun podía sentir el gran cariño que este le trasmitía, pero igualmente su tono era distinto, ella pensó que simplemente era por estar algo lejos así que simplemente decidió acercarse
-estuvo bien, algo complicado- suspiro ligeramente -desde que tome el puesto de riveria-sama en la familia las cosas han estado algo difíciles, no me quiero imaginar como la pasaste siendo el capitán de tu familia
-bueno no fue tan difícil, más que nada porque lili era la que casi se encargaba de todo jeje
Lefiya estaba cada vez más cerca, ella estaba confundida, conforme se acercaba la voz de bell no cambiaba, al contrario, se hacía más suave y delicada
-oye bell- llegando a la misma habitación - ¿Por qué tu voz suena...- no dijo nada por unos segundos debido a la impresión - ¿¡bell!?
Delante de lefiya estaba una mujer de gran cabellera blanca, ojos rojos como los de un rubí, sus facciones habían cambiado un poco pero aún era totalmente reconocibles, aquella mujer con apariencia de un conejo o en este caso coneja era bell cranel
- ¿¡que te paso!? ¿¡estas bien!? ¿¡quién te hizo esto!? ¡si Hermes-sama hizo alguna estupidez otra vez no habrá nadie que me detenga de enviarlo devuelta al cielo!
Tantas preguntas, tantas dudas rondaban por su mente, pero aquello nada importo para la mujer la cual al ver a su pareja se lanzó a sus brazos para darle un cálido beso en los labios
-no sé de qué estás hablando cariño- dijo la peliblanca separándose un segundo del beso -debes estar muy cansada por todo tu duro día- acercándose nuevamente al rostro de lefiya -déjame ayudarte a relajarte- besándola nuevamente
- "sus labios saben igual"
Por un segundo acepto aquel beso, pensó que sus gustos por las mujeres se habían ido cuando bell llego a su vida, pero verlo de esa forma la hizo recordar un poco a su antiguo yo, el pecho de ambas mujeres colisionó, pero aquellos días quedaron atrás, fue por eso que se negó
Lefiya sabía que era bell, ella no tenía ninguna duda en su corazón, aun así, ella forcejeo, si bien todos sabían que a ella antes le interesaban las mujeres eso habia cambiado cuando comenzó su historia con aquel conejo
Ella quería devuelta al bell hombre... ella quería devuelta a su hombre
- ¡aaaaahhhhhh!
Lefiya se despertó de golpe, sentándose en la cama, sin importarle destaparse ella misma y su acompañante haciendo que sus pechos desnudos quedaran expuestos. Ella miro por todos lados dándose cuenta que habia sido todo un raro sueño
Aquello lo confirmo cuando giro su rostro y vio a bell durmiendo tranquilamente, con su cabello corto y sin pechos de mujer en el
-menos mal fue solo un sueño- ella miro más fijamente a bell, inquietándose por una parte en concreto del chico -p-por si acaso revisare bien- llevando su mano hasta la entrepierna de bell logrando sentir su miembro -menos mal sigue ahí- alegrándose y avergonzándose al instante por eso -espera... ¿¡porque me alegro por eso!?
Fue lo que dijo mientras no soltaba el miembro de bell, ella no quería reconocerlo y mucho menos quería que bell lo supiera, después de todo ella siempre lo llama pervertido, ¿Cómo quedaría ella si se enterara? Eran sus razonamientos
Pero nunca se percató que seguía sosteniendo a bell, acción que lo hizo despertar con aquella imagen
-lefiya... ¿Qué estas...- lentamente el chico se despertaba, siendo lo primero que vio en el día a aquella elfa sosteniendo firmemente su mimbro -haciendo?
-b-bell yo...- rápidamente quita su mano avergonzada -n-no estaba haciendo nada
-no te creo- dijo bell mientras también se sentaba para estar a la par con lefiya -si tantas ganas tienes repetir lo que hicimos anoche podemos...
Bell lentamente se acercaba al rostro de lefiya, ella por su parte volvía a recostarse en la cama, avergonzada por como su imagen era manchada como una pervertida, ella no era así
Mentira
-ya te dije que no estaba haciendo nada- avergonzada al mismo tiempo que se sonrojaba un poco -solo tuve un raro sueño que... "ay no"- dándose cuenta del error que cometió
- ¿un sueño? - decía bell mientras se recostaba para intentar ver a lefiya a la cara - ¿Qué clase de sueño te hace tocarme ese lugar justo al despertar? - pregunto mientras una sonrisa pirara se dibujaba en sus labios - ¿me lo dirías?
- no te lo diré- declaro la chica
-vamos dime- insistió el chico
- ¡no!
bell se acercaba más y más a lefiya, ante la negativa el chico comenzó a hacerle cosquillas
- ¿me lo dirás?
-jajaja n-no te... jaja...te diré- era lo que lefiya podía decir meramente al tapar su boca conteniendo su risa
Aquellos jóvenes estaban tan sumergidos en su propio mundo que no escucharon como más y más voces comenzaban a escucharse
-b-bell... jaja...detente- hablaba meramente la chica con un tono casi de súplica -alguien... jajaja... podría oírnos- de inmediato el chico se detuvo, cosa que la alegro y rápidamente intento recuperar el aliento -no podemos dejar que nos oigan
Aquello era verdad, nadie podía enterarse que ellos dos pasaron la noche juntos, aun así, bell no pudo evitar decir algo
-es cierto, pero...- recordando las palabras de lefiya de hace unas horas -eso no es lo que decías hace unas horas
De inmediato lefiya lo recordó, su rostro se enrojeció por completo, incluso las puntas de sus orejas estaban rojas como un tomate, ante la vergüenza ella se cubrió con la sabana, aquella fue la señal para bell de que habia hablado de mas
-perdón- se disculpó no recibiendo respuesta -"según mi abuelo nunca debo preguntarle a una chica si esta enojada"- los muchos consejos que su abuelo de daba desde muy joven pasaron por su mente, al mismo tiempo que bell se adentraba a aquella sabana para ver el rostro de la joven hada - ¿lefiya?
-no estoy molesta- finalmente hablo -solo me avergoncé al recordar eso que dije antes
Ambos se veían fijamente a los ojos, ninguno podía decir con exactitud cuando el color de sus ojos se habia vuelto su favorito, pero aquello no importaba
-siento haberte recordar eso- hablo el chico
-ya te dije que no estaba enojada tonto- respondió la chica -en vez de disculparte comienza bien nuestro día
Ella cerro sus ojos, bell comprendió a que se refería, es por eso que acerco su rostro para darle un cálido beso de buenos días, en aquel beso no habia nada de lujuria, simplemente cariño, una vez acabo lefiya llevo sus dedos a los labios del chico
Definitivamente prefería a su versión hombre
-buenos días lefiya
-buenos días bell
Ambos sonrieron, ambos lentamente iban acercando su rostro para compartir otro beso, pero aquello fue interrumpido
- ¿oye elfy no oíste algo raro ayer? - pregunto anakitty
- ¿algo raro? - la maga respondió -no realmente, ayer terminé muy cansada y dormí profundamente
-pues yo si escuché algo raro anoche, pensé que eran monstruos, hablé con los que vigilaban el perímetro y no vieron ni escucharon nada
Cada palabra ponía a bell y lefiya más nerviosos, además que sus voces se escuchaban cada vez más cerca
-bueno es normal, por tu raza y nivel tus sentidos son mejores que la mayoría- la maga siguió hablando -pero dejemos eso por ahora de lado, ahora despertemos a lefiya para irnos al lago a bañar
- "ay no"- pensaron los jóvenes adentro de la carpa temerosos de ser descubiertos
Aquello parecía el final, iban a ser descubiertos, su extraña relación seria rebelada de la peor manera posible
Afortunadamente no fue así, alguien los salvo, pese a que su corazón aun le dolía, la chica oriental de cabello dorado los ayudo
-anakitty-sama, elfy-sama yo me puedo encargar de despertar a lefiya-sama- haruhime hablo, con un tono algo apagado, tratando de ocultar su tristeza -si no se apresuran alguien le puede quitar su turno
-vamos haruhime ya te dije que me puedes llamar aki nada más...- la chica gato se giró para ver a su nueva amiga, viendo como sus ojos estaba algo rojos, preocupándose por ello - ¿¡haruhime que te paso!? - tanto la chica gato como la maga se acercaron a la renard
- ¿estuviste llorando? - la maga cuestiono, buscando una explicación - ¿alguien te dijo algo? Si bete se quiso desquitar contigo por ser de la misma familia de bell-san le diremos a riveria-san para...
-no- la renard las interrumpió -nadie me hizo nada, solo no dormí bien anoche
Aquello no era más que una mentira a medias, la joven renard estuvo casi toda la noche llorando pensando en lo que escucho en aquella carpa que tenía delante suyo y de lo que hicieron los dos que estaban adentro
No obstante, con un corazón golpeado por la realidad que ella nunca será escogida por su héroe, ella decidió seguir ayudándolo
-si no se apresuran alguien tomara su turno- las dos miembros de la familia loki se miraron, ciertamente no querían esperar más tiempo -no se preocupen por mí, yo despertare a lefiya-sama
- ¿segura que estas bien? - aki cuestiono
-si- la renard solo asintió
-está bien- la maga hablo -muchas gracias haruhime-san- sonriendo ella miro a su amiga - ¿nos vamos? - le hablo a aki la cual algo dudosa acepto, no sin antes decirle unas palabras
-gracias haruhime- la renard solo sonrió -por cierto, dile a lefiya que se ponga su carpa más cerca, aquí huele algo raro
Haruhime guardo silencio un tiempo, ciertamente ella también podía oler aquello de lo que hablaba anakitty, todos los años que paso en el distrito rojo la hicieron recordar perfectamente aquel aroma, el aroma de un hombre y una mujer que compartieron la misma cama, y aun así mantuvo su sonrisa
-si... se lo diré
Fue así como la chica gato y la maga se alejaron, dejando a haruhime sola delante de aquella carpa
- ¿ahora que hacemos bell? - susurro lefiya, tratando de hablar lo más bajo posible
-no lo sé- respondió bell, igualmente susurrando -cuando haruhime-san hable tu...
Aquellos susurros fueron interrumpidos por la voz de la chica oriental, la cual se acercaba a la entrada de la carpa, pero sin abrirla
-ya pueden estar tranquilos ambos
- "¿eh?"- pensaron el conejo y la elfa al mismo tiempo
Los nervios aumentaron, haruhime les habia hablado en plural, lefiya quería hablar, fingiendo que acabada de despertar y que no entendía por qué se refería a ella como dos personas, pero fue demasiado tarde
-sé que esta despierta lefiya-sama- la chica luchaba para que sus nacientes lagrimas no cayeran -al igual que usted bell-sama
Los jóvenes se quedaron mudos, incapaces de decir una sola palabra, no solo por los nervios, sino por la sorpresa de haber sido descubiertos por primera vez...según ellos
Por su mente paso la idea de explicar que todo era un malentendido, pero aquello era imposible cuando aún seguían desnudos
Afortunadamente la joven renard continúo hablando, diciendo algo que los tranquilizo y al mismo tiempo los hizo tener algo de pesar
-no se preocupen, no le diré esto a nadie- sus manos temblaban, mordía un poco sus labios para controlar su voz, pero sus lágrimas lentamente comenzaron a bajar por sus mejillas -bell-sama...porfavor respóndame una pregunta antes de irme
Su tono cambiaba, incapaz de controlar sus emociones, comenzándose a escuchar pequeños llorosos, en ese instante bell comenzó a sentirse algo mal, no le gustaba ori a su amiga de esa manera
- ¿Cuál pregunta, haruhime-san? - dijo el chico, reconociendo que estaba adentro de aquella carpa
-usted...- sus lágrimas traicioneras tomaron el control, cayendo al suelo justo como ocurrió hace unas horas en ese mismo lugar - ¿es feliz con lefiya-sama?
Aquella pregunta los sorprendió a los dos, ambos podían intuir porque lo preguntaba, en ese instante lefiya lo comprendió, en el momento que todos sepan de su extraña relación muchas chicas llorarían
No obstante, antes que pudiera sentirse culpable por eso sintió como bell pasaba su brazo por su espalda, sujetándola del hombro y acercándolo hacia su pecho, dándole un cálido abrazo mientras la miraba con una expresión llena de cariño la cual la hizo sonrojar
-si- respondió el chico sin ninguna vacilación en su voz -soy realmente feliz con lefiya a mi lado
Verdad
Aquello podría parecer algo cruel para algunos, algo hiriente, pero ¿no era mejor dejar las cosas claras para no seguir ilusionando a una joven chica?
Lefiya por su parte pudo sentir como su corazón latía con fuerza y su cara ardía por su sonrojo
Ella se sorprendía como las palabras de bell lograban ponerla tan feliz, fue por eso que con gran cariño ella lo abrazo
Si... muchas chicas llorarían
Pero aun sabiéndolo lefiya no soltaría a aquel conejo
-y-ya veo...- hablo haruhime sacándola de sus pensamientos -gracias por responderme bell-sama- su tono era desgarrador para ambos, pero aun así ella se forzó a decir una última cosa -lefiya-sama... porfavor...- costándole hablar fruidamente, mientras hacia una reverencia que ninguno veía al mismo tiempo que más de sus lágrimas caían al suelo -haga muy feliz a bell-sama
Tenía tantas cosas más que decir, tenía tantos sentimientos aun guardados en su corazón, pero aquel lugar no era el momento ni lugar, no obstante, lefiya no lo consideraba así, fue por eso que reuniendo gran valor comenzó a abrir lentamente la carpa, no para restregarle su victoria
Sino para verla directamente a los ojos y poder responderle apropiadamente
-lo prometo- sus palabras hicieron que haruhime alzara la mirada encontrándose con aquellos ojos azules que cultivaron a su héroe -yo hare feliz a bell tanto como, no...- guardo silencio por menos de un segundo -lo hare feliz aún más de lo que él me hace feliz a mi
Una fuete declaración fue dicha, sus ojos cargados de gran valor al mismo tiempo que sus mejillas sonrojadas por expresar partes de sus sentimientos sobre bell a otra persona
La chica oriental solo se levantó tranquilamente, sus ojos aun lloraban, pero sonreí, era doloroso de ver, pero aquello tenía que ser así
-gracias- unas ultimas lagrimas rodaban por sus mejillas -yo en verdad... les deseo solo lo mejor a ambos
Y con eso dicho la chica dio media vuelta y se alejó, no quería decir nada más, no sabía si podría resistirlo, ella necesitaba tiempo, su corazón lastimado necesitaba sanarse
Una vez se fue lefiya ingreso nuevamente a aquella carpa y lo primero que hizo fue abrazar a bell el cual correspondió de inmediato, ambos se sentían mal por aquella chica, pero no podrían hacer nada por ella
- "haruhime-san lo lamento"- pensaba bell mientras ponía un poco más de fuerza a aquel abrazo - "ahora me doy cuenta de tus sentimientos por mí, pero no puedo aceptarlos"- por su mente pasaba los sonidos de su llanto, llegando a una conclusión - "talvez en otra vida si pueda hacerte feliz, pero en esta...quiero estar con lefiya"
Luego de aquella curiosa forma de despertar ambos jóvenes se vistieron, lefiya fue la primera en salir para asegurarse que no habia nadie alrededor, su intención era llegar lo más rápido posible al lago y tratar de bañarse lo más rápido posible para quitarse el aroma de bell
El chico por su parte no podía hacer eso hasta que sea el turno de los hombres, es por eso que una vez pudo salir de aquella carpa rápidamente fue hacia la suya propia donde welf lo estaba esperando, bell solo agradeció que su amigo no tenía los sentidos mejorados
Durante su práctica bell no tuvo más opción que decirle toda la verdad...obviando ciertos detalles claro esta
-ahora entiendo porque haruhime-san esta así- hablo el herrero -supongo que eso es algo inevitable, afortunadamente tiene a mikoto-san, además de sus nuevas amigas de la familia loki
-si- solo respondió eso el conejo
-sé que te puedes sentir mal, pero solo dale tiempo- haciendo que bell asintiera -en cualquier caso...- quedándose un segundo en silencio para luego poner una gran sonrisa -conque esa elfa ¿eh? - una pequeña risa resonó felicidades amigo
-gracias- rascándose un poco la mejilla -pero porfavor no
-que no se lo diga a nadie ¿cierto? - hablo el herrero sorprendido a bell por adivinar lo que iba a decir -tranquilo, no lo hare, yo pienso que eso es algo que ustedes mismos deben anunciar- inclinándose levemente -lamento haberte forzado a decírmelo
-no te disculpes welf, yo fui el que quise decírtelo
-entiendo- levantado la cabeza -pero respóndeme una duda- viendo como su amiga asentía -yo pensaba que amabas a la princesa de la espada, ¿Qué paso con esos sentimientos?
Bell se quedó en silencio por unos segundos, sorprendido nuevamente del hecho que ya no piensa en aquella princesa, no obstante, él no ha olvidado todo lo que ella ha lecho por él, es por eso que con una sonrisa respondió
-yo aun la admiro, admiro su fuerza, agradezco que me haya salvado del minotauro aquel día, pero...- bell guardo silencio, por su mente solo estaba la imagen de aquella joven elfa, cosa que solo hizo que su sonrisa solo se hiciera más grande -ahora es a lefiya la única chica que llega a mis pensamientos cuando pienso en quien me hace feliz, ella es la primera persona que quiero ver cada mañana al despertar, ella es la primera persona a la que le quisiera contar cuando me pase cosas buenas , ella es...- quedándose en silencio mientras la imagen de lefiya llega a su mente
-no hace falta ser tan empalagoso- el herrero sonrió mientras el conejo salía de sus pensamientos avergonzado
-l-lo siento...
-una cosa mas
- ¿sí?
-después de todo lo que me contaste y viendo como llego haruhime, se puede decir que tú y esa elfa ya son pareja ¿no?
-b-bueno yo...- bell se sonrojo, después de todo su extraña relación ha sido en un total y completo desorden, y el hecho que ninguno de los dos haya dicho algo al respecto directamente no ayudaba -e-estamos llevando esto poco a poco
El silencio se hizo presente nuevamente, no habia que ser un genio para saber que significaba la mirada del herrero, aquella mirada solo mostraba un total y claro "¿enserio"? no obstante él no se interpondría más, aquella no era su relación
-bueno como sea, nuevamente felicidades hombre- welf rompió el silencio -y no te preocupes, como ya te dije no le diré a nadie
-gracias welf
-solo intenta no demorar mucho en aclarar su relación o ella podría cansarse de ti- intento bromear el herrero
- ¿Cómo tu con Hephaestus-sama? - contrataco el conejo
- ¡oye!
Ambos amigos solo pudieron comenzar a reír luego de eso.
Los días pasaron luego de eso, tanto bell como lefiya se complementaban mucho mejor a la hora de acabar con los monstruos, todos lo podían notar, aquel chico con apariencia de conejo y aquella joven elfa se hacían a sus ojos cada vez más cercanos
Algunos incluso ya estaban esparciendo diversos rumores, sobre todo las personas con rasgos animal por su mejor desarrollado sentido del olfato, para evitar eso ambos muy a su pesar acordaron no volver a dormir juntos mientras sigan en la expedición
Lástima que ni ellos mismos pudieron cumplir eso, y si bien no pasaban la noche juntos como en el piso 18 si buscaban pequeños momentos para escaparse con alguna excusa para luego encontrarse, tratando de engañar a los demás fingiendo una discusión como las que tenían antes, pero la forma en que llegaban daba la impresión de todo lo contrario
Una de las que más noto aquellos cambios fue riveria, ella siempre que escuchaba aquellos rumores ordenaba que dejaran eso para cuando salieran del calabozo, no obstante, no podía dejar de pensar en ellos por ella misma
Mientras que una preocupación comenzó a nacer en su interior, enfocada en aquella princesa de cabellos dorados que veía como su hija, aquella chica desde que apareció bell cranel lentamente fue abriéndose emocionalmente, algo que ni ella misma fue capaz de lograr en muchos años
Al mismo tiempo ella se alegraba por su alumna y algún día sucesora, su confianza en sí misma habia aumentado, sus resultados habían mejorado notoriamente, ella quería felicitarla, pero siempre que le intentaba hablar en privado ella se veía muy distraída, susurrando algunas cosas
Ante eso ella simplemente suspiro, alejándose de lefiya, llegando a la conclusión que era mejor no interferir, no obstante, decidió hablar con finn al respecto, solo por si en un futuro alguna de aquellas dos chicas necesitaba su apoyo
Tras eso unos cuantos días más pasaron, finn habia decidido dejar hasta este punto la expedición, ya tenían suficiente materiales y piedras mágicas recolectadas para mantenerse estables, además que sería peligroso bajar más para los miembros de más bajo nivel como casi todos en la familia Hestia
Fue por eso que aprovecharían ese día en un piso seguro para descansar y recuperar energías para ascender y regresa a la superficie, ambos presentían que una vez lleguen tendrían que dar algunas explicaciones, fue por ese motivo que querían aprovechar sus últimos momentos de tranquilidad
- ¿estas lista? - dijo el chico, estando solo con la chica enfrente de un pequeño lago sin nadie a su alrededor
- si- hablo lefiya - ¿en verdad no hay nadie cerca? - cuestiono la chica
-no te preocupes, revise por los alrededores y no hay nadie cerca- decía bell mientras lentamente se quitaba la ropa -nadie nos vera
Aquel joven sin ninguna pizca de vergüenza en su ser lentamente fue despojándose de cada una de sus prendas, todo ante la atenta mirada de la joven elfa
- ¿no me dirás que tienes vergüenza de desnudarte delante de mí? - bell hablo en un tono de broma -después de todo lo que hemos hecho esto no es nada, incluso tu misma me tocaste nada más despertar cuando estuvimos en el piso 18
- ¡no me recuerdes eso! - ella se sonrojo, aun avergonzada por ese hecho
- ¿y aun no me dirás que sueño tuviste para hacer eso?
Lefiya no respondió, solo se dio la vuelta mientras ella se quitaba su ropa, todo ante la atenta mirada del conejo el cual no podía de dejar de mirarla fijamente en sus atributos
Una vez ambos estuvieron desnudos entraron al lago juntos, ayudándose a limpiar mutuamente sus cuerpos, para este punto ya no habia parte del otro que no hayan visto, no hayan tocado con suaves carisias o que sus labios no hayan besado
Una vez terminaron ambos se recostaron en el borde de aquel lago solitario, bell paso su brazo por detrás de la espalda de lefiya y la abrazo sujetando su hombro derecho
Lefiya por su parte simplemente se acercó más a bell, recostándose ligeramente sobre su pecho, disfrutando de aquel momento de tranquilidad
Ella cerro sus ojos, disfrutando de cada segundo junto a su conejo, el silencio era relajante, pero aquello termino cuando bell volvió a preguntar
-oye enserio quisiera saber que soñaste
- ¿no te rendirás con eso cierto? - dijo lefiya mientras aún tenía los ojos cerrados
-no
Bell solo soltó una pequeña risa, lefiya por su parte con un poco de vergüenza cedió ante su petición, sabia que, de continuar negándose, bell la miraría con esos ojos de conejo triste como ella los llamaba y igualmente se lo diría
Fue así como mientras ambos seguían recostados en aquel lago lefiya le conto todo su sueño, pero se dejó llevar y también le revelo el sueño que habia tenido antes de comenzar la expedición
Una vez termino de contarle sus sueños, bell solo se quedo callado, confundiendo a lefiya la cual al verlo noto como estaba aguantándose la risa, cosa que no pudo mas
-jajaja- continúo riéndose por unos segundos mas -y yo que pensaba que era el único con sueños raros
-no te burles- dijo mientras comenzaba a hacer un tierno puchero -conejo tonto
-perdón, perdón- calmándose mientras la veía fijamente a los ojos -es solo que me alegra saber que no soy el único que ha soñado con el otro
- ¿también has soñado conmigo? - sus mejillas se sonrojaron mientras se ilusionaba por saber eso
-por supuesto- bell sonrió mientras se acercaba lentamente a su rostro -de hecho, son muy similares al sueño que tuviste antes de entrar al calabozo
Con eso dicho sus labios se encontraron nuevamente, compartiendo un cálido beso, el chico llevo su mano a la mejilla de la chica para profundizar el beso. Mientras que la chica solo aceptaba gustosamente, no obstante, bell se separó un poco, algo que a ella le disgustaba cada vez que sus besos acababan
-si sigo besándote no se si pueda controlarme- declaro el chico
-no me sorprende- dijo la chica con una ligera sonrisa -después de todo eres un conejo en eterno celo
- ¿mira quién lo dice? - respondió bell -con lo que me dijiste, y la forma en que te encontré tocándome después de tener ese sueño donde yo era una mujer- aquellas palabras pusieron nerviosas a lefiya -te alegraste de aun tener esa parte... ¿cierto?
-b-bueno yo...- su rostro se sonrojo, extendiéndose incluso hasta las puntas de sus orejas
-si yo soy un conejo en eterno celo...- el chico sonrió con algo de burla al darse cuenta que habia acertado - ¿eso no te convierte en una hada en eterno celo?
En ese instante lefiya se separo completamente de bell, levantándose de golpe, dejando todo su cuerpo al descubierto, con un gran sonrojo en su rostro la chica solo podía mirar al chico
- ¡eso no es verdad! - ella empezó a habar un poco más alto
-lefiya calma...
- ¡yo no soy una pervertida!
Unas pequeñas lagrimas comenzaron a salir, bell por su parte al verlas simplemente jalo a lefiya hacia el subiéndola sobre sus piernas mientras la abrazaba, la chica quería resistirse, pero el agarre del conejo era más fuerte
La chica lentamente se calmada, abrazando por el cuello a bell, pero son verlo directamente al rostro
-yo no soy una pervertida
-yo no pienso eso
-tampoco soy un hada en eterno celo- en ese momento lefiya movió su cabeza para mirar fijamente los ojos de bell -no me gusto que me llamaras así- pegando su frente con la de bell -no volveré a llamarte conejo en eterno celo
-gracias, pero...- decía bell mientras abrazaba la espalda de lefiya, acercándola a su cuerpo quedando completamente pegados -si eres tu no me molesta que me llames conejo
- ¿enserio? - hablo lefiya mientras abrazaba la cintura de bell con sus piernas
-si, después de todo tu dijiste que yo era tu conejo ¿no? - dijo el chico antes de darle un beso para terminar de calmarla -y en ese caso...tu serias mi hermosa hada
Con esas palabras el corazón de lefiya comenzó a latir con fuerza, en un impulso ella comenzó a besar al chico, dejándose llevar por la inmensa alegría que estaba sintiendo en ese momento
Tantas contradicciones, tantos sentimientos revueltos
Pero en todo ese caos lefiya ya no tenía ninguna duda
Ella se habia enamorado de aquel chico con apariencia de conejo
Fue por eso que no le importo el lugar, lefiya intensifico aquel beso, mas pasional, llevando incluso unas de las manos del chico a uno de sus pechos el cual con gusto comenzó a apretar suavemente, lentamente movía sus caderas, estimulando el miembro de bell para volver a unirse como tantas veces han hecho
Desafortunadamente aquello no se podrá
- ¡miren ya puedo ver el lago! - hablo una alegre tiona - ¡vamos chicas apúrense!
Ambos jóvenes se asustaron, se habían metido tanto en su momento que no se percataron que ya habia pasado mucho tiempo y que mas personas se acercaron a aquel lugar
Como pudieron alcanzaron a tomar su ropa y a esconderse detrás de una gran roca, afortunadamente nadie parecía haberlos vistos
Aquello fue un increíble golpe de suerte
- ¡es bonito este lago! - comento la alegre tiona -bueno ¿Qué estamos esperando? - aquella chica comenzó a quitarse su ropa nada más llegar
-no seas impaciente tonta- tione hablo mientras imitaba a su hermana la cual ya se habia lanzado al lago -date prisa ais
-si
fue todo lo que dijo la princesa la cual al igual que sus compañeras de familia se habia desnudado eh ingresado a aquel lago
mientras tanto aquella hada y aquel conejo estaban escondidos intentando no hacer el mas mínimo ruido, pero era difícil por los nervios, mas que nada por recordar como dejaron a Hermes después que las espiara en aquella ocasión donde afortunadamente él se salvo
-mas te vale no mirarlas- comento lefiya -si lo haces me enojare
-claro que no- se defendió bell
Todo eso ocurría mientras ambos se veían fijamente
Lastimosamente los sentidos de tres niveles 6 eras muy buenos, y si bien no eran tan desarrollados como los de las razas con características animales si lograron escuchar unos susurros que las pusieron en alerta, sobre todo tione
La mayor de las amazonas con pasos fuertes se acercaba al origen de aquellos susurros, enojada y con una voz aterradora diciendo que si era algún pervertido espiando lo golpeara hasta casi matarlo, que el único hombre que tiene permitido verla completamente desnuda es su capitán
Pero una vez tione llega hasta aquel sitio solo se encuentra a una sola persona, sorprendiéndose de quien se trataba
- ¿lefiya? - con algo de duda tione habla - ¿Qué haces aquí?
-l-lo siento jeje- buscando una excusa -llegue antes a bañarme y no me di cuenta que me demore
- ¿escuchaste algunos susurros? - tione pregunto mirando a todos lados no viendo nada
-esa debí ser yo... estaba repasando los hechizos que riveria-sama me enseño
Con un gran sonrojo lefiya intentaba controlar el tono de su voz, después de todo ante aquella situación tan crítica lo único que se le ocurrió en ese momento fue tomar a bell y sumergirlo en el agua, y para que no saliera no tuvo más opción que sentarse encima suyo, pero para suerte y desgracia de ambos la chica se habia sentado encima del rostro del chico
-mmm ya veo- tione hablo mirando a lefiya para luego sonreír -y que buenos que estes aquí, hace tiempo que no hablamos- con gran alegría la amazona tomo de la muñeca a la elfa jalándola -pongamos al días de todos estos días con las demás
Fue así como el grupo de amigas se reunió después varios días, ais estaba feliz de poder tener la oportunidad de volver a estar con su amiga, por su parte a bell no le toco otra opción mas que salir suavemente del agua y guardar silencio hasta que ya todas se vallan
Las cuatro chicas comenzaron a hablar, todo mientras ocasionalmente lefiya miraba en la dirección donde estaba bell escondido, y fue en uno de esos momentos en que giro su cuerpo que sus pechos revotaron en el agua, cosa que puso triste a una de las hermanas
- ¡no es justo! - se quejó tiona - ¿¡porque soy la única con pechos pequeños!? - la amazona lloraba como una niña pequeña - ¡incluso lefiya me traiciono!
-no se puede hacer nada hermana- tione con una sonrisa burlona hablo -no todas pueden tener la suerte de tener estos encantos- con gran orgullo la hermana mayor agarro sus pechos mostrándolos para la molestia de la hermana mayor -a los hombres solo les gusta los pechos grandes, es por eso que un día el capitán caerá rendido a mis encantos
- ¿¡eh!?- tiona se indignó - ¡animales!
- ¿es eso cierto? - ais hablo, sosteniendo sus pechos mientras un solo pensamiento llegaba a su mente -"¿a bell le gustan grandes"?
-si- tione continuo -si alguna mujer quiere conquistar por completo a un hombre tiene que tener el material sufriente para hacerlo
Aquellas palabras desanimaron a tiona, aquellas palabras le dieron ideas equivocadas a ais, y sobre todo aquellas palabras hicieron que lefiya hablara
-eso no es verdad, no todos los hombres son así- sus palabras fueron firmes, alegrando a tiona al respecto -"bell ya me lo ha demostrado muchas veces, a el le gusta el tamaño de mis pechos"- una inconsciente sonrisa se habia dibujado en sus labios mientras pensaba esa ultima parte
- ¡lefiya tiene razón! - con una esperanza renovada tiona se alegro -estoy segura que a argonauta-kun no le importa eso
Tras esas palabras el lugar quedo en silencio, la sonrisa que lefiya tenia habia casi desaparecido, ais por su parte tras la mención de aquel chico con cabello blanco llamo su atención, cosa que la amazona mayor noto y siendo consciente de algunos rumores no se pudo evitar preguntar
-por cierto, lefiya- tione la nombro con una sonrisa picara en sus labios - ¿Qué traes con ese chico? Incluso cuando bete lo insultaba tu fuiste la primera en defenderlo echándole toda tu bebida encima
-b-bueno...yo...
-es cierto- tiona hablo, recordando ese momento -estuviste increíble en ese momento jaja
-g-gracias... bell también me dijo eso...- de inmediato se tapo la boca, aquella mención la hizo habar sin pensar
Tanto tiona como tione se miraron, con una sonrisa que complicidad en ella
-ustedes dos...- pero nadie digo nada cuando ais hablo - ¿desde cuándo son tan cercanos?
La princesa no lo sabía, pero desde aquella vez que escucho como ellos se llamaban directamente por sus nombres su corazón le dolía, aquel sentimiento solo se hizo mas fuerte cuando en aquella ocasión bell llego corriendo hacia ellas, pidiéndole a lefiya entrenar con el
La princesa solo veía como aquel chico con el potencial de ser un héroe se alejaba cada vez mas de su lado, al mismo tiempo que su amiga se iba con él, cada vez dejándola más atrás
-yo...
En ese momento lefiya recordó el rostro lleno de lágrimas de haruhime, podía intuir que ais también sufriría por aquella noticia, tenia que decirles la verdad, pero no quería, no al menos en este momento
-desde que el capitán nos puso a cargo de cuidar esos materiales en esa casa todo comenzó a cambiar- lefiya continúo hablando mientras todas la escuchaban, incluso el mismo bell -al estar cerca de el me di cuenta de lo mucho que estaba equivocada en mi opinión inicial acerca de el
Los recuerdos invadieron su mente
-pese a que al inicio yo me comportaba algo fría y distante con el- una sonrisa se formaba lentamente en sus labios -bell siempre me siguió ayudando aun cuando no se lo pedía, el siempre se mostraba alegre y respetuoso conmigo
Aquella promesa olvidada hace mucho también llego a su mente
-Incluso cuando tenía sus propios problemas el siguió ayudándome- su sonrisa se hacia mas marcada -fue en esa casa que me di cuenta que bell no solo es un buen humano, es una persona digna de respecto- lefiya sin darse cuenta habia llevado sus manos justo en la zona de su corazón el cual latía con mucha fuerza -y le agradeceré por siempre a finn-san por haberme encargado esa tarea
Lefiya dejo de hablar, ella quería decirles a todos sus verdaderos sentimientos, incluso al mismo bell, pero quería hacerlo una vez salieran del calabozo, por su parte las hermanas amazonas solo se miraron, comprendiendo que esta sucediendo con su amiga
La princesa por otro lado no lo entendía del todo
-ustedes dos son buenos amigos...- su mente era un caos, incapaz de expresar correctamente lo que sentía -al igual que bete
Ante esa mención lefiya frunció el ceño, las hermanas quería intervenir, pero la joven elfa se les adelanto
- ¿a qué te refieres a que bell y bete son amigos? - su ceño fruncido se hizo un poco más intenso - ¿no viste como ese tipo lo insultaba?
-pero siempre ha sido así- llena de confusión seguido hablando -incluso la vez que fuimos a celebrar luego de regresar de una expedición paso lo mismo
- "¿aquella vez"?
Su mente lo recordó, aquella ocasión en donde un bete borracho comenzó a burlarse de alguien, en aquel momento estaba concentrada en otras cosas por lo que no le presto mucha atención
Pero ahora lo comprendía, aquella persona del que bete se burlaba no era otro que el mismo bell
- ¡te equivocas! - lefiya hablo con un gran tono, casi siendo considerado un grito mientras se levantaba - ¡ellos no son amigos! ¿¡Quién podría ser amigo de un tipo que siempre lo insulta, lo menosprecia y se burla llamándolo todo el tiempo débil!?
-lefiya...- tiona hablo intentando calmarla
No funciono
- ¡bete solo es un idiota que siempre se burla de casi todos los miembros de la familia, siempre menospreciándolos solo por no ser tan fuertes como el!
-lefiya...- tione intento calmarla
Tampoco funciono
- ¡y el maldito es tan cobarde que nunca se mete con alguien que sabe que es más fuerte que él, siempre molesta a los débiles!
Ais no dijo nada, solo veía llena de sorpresa al igual que las hermanas amazonas
-no es como bell- su tono lentamente se iba calmando -bell siempre se ha enfrentado contra oponentes más fuertes, él ha avanzado tanto, mucho más rápido que cualquiera de nosotros, pero aun sigue tratando de manera amable a todos a su alrededor
Aquellas palabras estaban llenas de verdad, la princesa y las hermanas amazonas lo sabían muy bien, ellas habían sido testigo de algunas de las batallas mas importantes del chico, pero eran dos las que mas destacaban entre todas ellas
Aquella primera batalla contra un minotauro, donde solo siendo un nivel 1 logro vencerlo sin ayuda de nadie, y por supuesto contra aquel otro minotauro que habia salido a la superficie, en ambos combates el chico era mucho más débil que su adversario, pero aquello no le impidió enfrentarlo con gran valor
-dígame una cosa señorita ais- lefiya la veía directamente a los ojos -si sabia que bete siempre ha menospreciado a bell, si sabia que el siempre ha tenido algo en su contra porque...- ella apretó ligeramente sus puños - ¿Por qué nunca hizo nada para detenerlo?
El lugar quedo en completo silencio nuevamente, la atmosfera se sentía pesada, fue ahí que la amazona mayor puso orden
- ¡suficiente! - tione se levantó de golpe - ¿que fue todo eso lefiya?
Estaba molesta, pero no con lefiya, estaba molesta consigo misma, ella lo sabía, ella habia visto como bete siempre molestaba a varias personas en su familia, incluso a algunas chicas que ella consideraba sus amigas y no hacía nada
-lo siento- dijo la princesa con una mirada agachada y en un tono suave
-no...yo soy quien lo siente- lefiya finalmente se calmó, volviendo a sentarse en el lago -lamento haberte dicho todo eso en ese tono señorita ais
La princesa por su parte solo asintió con la cabeza, seguido de eso salió del lago, tomo sus ropas y luego de vestirse se marcho del lugar siendo seguidas por las hermanas amazonas, la chica de cabellos dorados tenia muchas cosas que pensar
- ¿estas bien?
Fueron las palabras dichas por bell, una vez vio como aquellas tres chicas se fueron dejando sola a la joven hada el conejo blanco fue a su lado, el chico nada mas preguntarle eso la abrazo por la espalda, apoyándose sombre el hombro de lefiya
Lefiya por su parte no decía nada, simplemente estaba procesando todo lo que les habia dicho a sus amigas, ciertamente no le orgullecía de como dijo las cosas, pero al mismo tiempo se alegraba de haberlas dicho
-en verdad eres alguien increíble lefiya- el chico hablaba en un tono suave pero lleno de cariño -gracias
- ¿Por qué me agradeces? - dijo la chica mientras se daba la vuelta y ambos continuaban su abrazo
-supongo que, por muchas cosas, la verdad es que no logro encontrar una razón exacta
La chica libero una pequeña risa, profundizando mas aquel abrazo
- "en verdad...estar entre sus brazos me hace sentir tan tranquila"
Fue todo lo que pudo pensar ella en aquel momento
- "lefiya siempre está protegiéndome, yo no puedo quedarme atrás"
En ese instante el chico pudo sentir como su espalda ardía ligeramente
- "si quiero cumplir mis promesas, si quiero poder proteger a lefiya yo... debo volverme más fuerte"
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