Capítulo 4

-parece que volverá a llover

Fueron las palabras dichas por bell, mirando fijamente por la ventana, sin poder dormir debido a todos sus pensamientos los cuales lo tenían en un gran conflicto interno

Su salida el día anterior con lefiya a ojos de todo el mundo fue indudablemente una cita, aunque lo negaran era un hecho, pero ere no era el problema

El verdadero problema fue lo que paso al final, ver a la princesa al lado del caballero fue un duro golpe para ambos corazones, y como ya era costumbre ambos dejaron salir sus mas carnales deseos en el otro

Pero esa noche había cambiado, por primera vez mientras lo hacían se llamaron por sus nombres. Y aunque le cueste reconocerlo bell se sentía orgulloso de hacer gemir su nombre a aquella pequeña elfa

Los minutos pasaban tranquilamente, pero su mente era un caos, puesto que ahora no estaba seguro que hacer a partir de ahora ¿debería terminar con este pacto? ¿o debería arriesgarse a continuarlo?

No lo sabía, pero lo que, si sabia era que esa decisión debe ser tomada por ambos, ante esa resolución bell sonrió un segundo queriendo, pensando que aquella respuesta puede esperar un poco mas

Ya que ahora mismo no se encuentra solo

-mmm... ¿bell?

Una suave voz, aduras penas audible resonó en aquella cama

- ¿Qué hora es?

-shh- respondió el chico mientras comenzaba a acariciar delicadamente la cabeza de su acompañante

-aún es muy temprano- con una voz cálida al igual que su caricia -sigue durmiendo

Los ojos adormilados de lefiya no quisieron oponerse y poco a poco cerraron sus ojos, pero, aun así, la chica pronuncio unas palabras antes de caer nuevamente dormida en los brazos del chico

-bell...

Abrazando al chico, usando su cuerpo como su almohada personal, y apunto de quedarse dormida, fue como la joven elfa dijo la primera verdad nacida desde lo mas profundo de su corazón

-...no quiero que te vayas...

El lugar quedo en silencio, el conejo solo miraba a la hada dormida tranquilamente sobre él, por alguna razón esas ultimas palabras hicieron que su corazón diera un pequeño salto, podía sentir como su cara se había sonrojado imaginando el significado de esas palabras

Pero se negó a hacerse falsas ilusiones, no quería dejarse llevar por algo como eso, lo mas seguro era que lefiya dijo esas palabras solo por estar apunto de quedarse dormida, ellos no se veían de esa forma, ellos habían hecho un pacto y debían cumplirlo

Esa fue la mentira que se dijo para autoconvencerse a si mismo

Y moviéndose suavemente para no despertar a lefiya bell la cubrió un poco mas con las sabanas para que no le diera frio mientras, al mismo tiempo que la abrazaba con algo mas de fuerza, a lo que pese a estar dormida la sonrisa de la chica había regresado a sus labios 

mirando el techo de aquella habitación solo pudo pensar en el día donde todo dio comienzo, el día de aquel festival

era un día soleado, bell y lefiya recién se estaban quedando en aquella casa donde antes era un secreto de loki, pero una vez fue descubierta no le quedo mas remedio que entregarla a la familia

-ya terminé que acomodar estos materiales lefiya-san- dijo bell con algo de sudor en su frente por estar moviendo varias cajas toda la mañana

-yo también ya terminé con mi parte- replico lefiya estando a unos cuantos metros de del chico -iré a darme una ducha- señalando a bell mientras sus ojos se afilaban como dagas - ¡más te vale no expiarme como hiciste aquella vez en el piso 18 entendido!

Aquel recuerdo donde vio a varias integrantes de la familia loki, su familia, pero sobre todo a ais wallenstein desnudas llego a su mente haciendo que su rostro se pusiera tan rojo como un tomate

- ¡c-c-claro que no haría eso! – inclinándose en señal de disculpas -e-esa vez fue un accidente

-jum

con resignación lefiya tuvo que darle la razón ya que le habían dicho la verdad y que el verdadero culpable había sido el dios Hermes

-aun así, no te me acerques y menos en la noche- su enojo había vuelto, pero ya no era con el chico sino con la diosa de su familia - ¡no entiendo porque loki tuvo que comprar esta casa y menos con una sola habitación!

Sabiendo a que se refería bell intento calmarla, después de todo es bien sabido que a los elfos no les gusta que los toquen, y si bien hay excepciones como lefiya misma la cosa cambia si hubieran tenido que compartir la misma cama

-n-no te preocupes lefiya-san- con algo de pasividad en su voz -yo me puedo quedar perfectamente en aquel sofá- señalándolo

Ante eso lefiya por un segundo se sintió mal, pese a su rivalidad, pese a su conducta y hostilidad hacia bell cranel el nunca se molestaba, nunca le gritaba e incluso hasta hubo ocasiones en que ella se equivocaba y era bell el que cargaba con la culpa

- "acaso yo... ¿soy una mala persona?"- se recrimino a si misma -no me refería a...

Pero antes de terminar su frase la puerta de aquella casa fue tocada y rápidamente bell fue a abrirla, pero para sorpresa de ambos quien había llegado no era nadie mas que la chica que se había ganado el corazón de ambos, confundidos pues se supone que ella debería estar afuera de orario entrenando

Pero ahí estaba, delante ellos estaba ais wallenstein, la princesa de cabellos dorados

- ¡a-a-ais-san! – con gran nerviosismo bell fue el primero en reaccionar

- ¡señorita ais! – con gran alegría en su corazón fue rápidamente hacia su "amiga" - ¿Qué haces aquí?

-no...- inclinando la cabeza de confusión - ¿no debería estar aquí?

El pánico invadió el cuerpo de lefiya, sus palabras fueron malinterpretadas, "¿ahora que pensara la señorita ais? ¿pensara que no quiero que haya regresado? ¿pensara que no me gusta volverla a ver? O ¿¡pensara que no quiero que nadie me interrumpa estando a solas con ese humano!?"

Eran los pensamientos que surcaban por su mente, su cuerpo se paralizo pensando todo eso, pero no era la primera vez que sucede, después de todo... lefiya tiene mucha imaginación

-n-no, no es eso ais-san- bell se integró a la conversación y para pesar de lefiya el había vuelto a ayudarla, aunque este no se diera cuenta -es solo que tu deberías estar entrenando afuera de orario...- con algo de pesar en su voz la cual solo fue notada por lefiya -con el...

-necesito algunas cosas, después regresare a entrenar con leon- mostrando una pequeña sonría que sorprendió a ambos jóvenes -es...es buen maestro

Ambos jóvenes abrieron los ojos por la sorpresa, si bien ais wallenstein llamaba a los miembros de su familia por sus nombres, a los demás aventureros los llamaba por su apodo, menos a bell, él era la única excepción, y eso lo hacía sentir algo especial

Pero ahora que la princesa pronuncio el nombre del caballero con tanta familiaridad hizo sentir al chico que no era tan especial como pensaba, y al cabo de unos pocos minutos la princesa había tomado lo que necesitaba y se empezó a retirar de aquella casa

"tengo que detenerla"

Pensaron ambos jóvenes al mismo tiempo mientras veían su espalda alejarse más y más. Ambos con el mismo motivo, pero con pensamientos diferentes

Lefiya ya conocía a leon Vardenburg, aquel maestro que muchas de las mujeres consideraban como extremadamente atractivo, no solo por su apariencia física, sino por su amabilidad a la hora de ayudar a sus alumnos

Bell por su parte pensaba que, si no hacia algo ella podría interesarse en aquel sujeto que, por lo que había escuchado era el único otro hombre en ser nivel 7 al igual que ottar

Y fue ahí donde ambos recordaron aquel festival que se celebraría esta noche en la ciudad, cuyo evento principal seria un baile, es por eso que tanto bell recordando cuando bailo por primera vez con ais en la fiesta de apolo, como lefiya queriendo de igual forma tener su oportunidad de bailar con ais y estar muy pegada a ella fue que ambos la llamaron al mismo tiempo

- ¡ais-san/señorita ais!

Logrando su cometido, haciendo que la princesa se detenga y girara su cuerpo para volverlos a ver, aquella era la oportunidad perfecta, lefiya solo tenia que dar unos pasos mas rápidos que bell para ser la primera en preguntarle, quería ser la primera en preguntarle, pero por desgracia ella...

-bell, lefiya... ¿Qué sucede?

Se detuvo

"tengo miedo"

La simpleza de esas palabras la detuvo de inmediato, lo mas mortificante de una confesión o en este caso invitación era que no sabría nunca el resultado, si esta era aceptada la alegría la inundaría en un torrente de felicidad, pero si era rechazada una pesadilla caería sobre sus pensamientos, cuestionándose si ella no era suficiente, si alguna vez lo será

Ante eso lefiya cerró los ojos, imaginándose que ser rechazada le resultaba dolorosamente mas sencillo que tan siquiera interno y ser rechazada realmente, era extraño, pero su pequeño corazón así estaría a salvo

-ais-san

De repente las palabras del chico la hicieron abrir sus ojos de golpe, delante de ella bell cranel había llegado delante de ais wallenstein, su cara estaba roja como cual tomate, lefiya no la veía directamente, pero no lo necesitaba, después de todo sus orejas estaban algo sonrojadas igualmente por lo que era obvio como estaba el resto de su rostro

-bell... ¿estas bien? – una confundida ais lo mira con la mirada algo inclinada - ¿estas enfermo? Tienes la cara roja

-e-estoy bien- lleno de nervios el chico se armo de valor -p-pero te quería preguntar algo

-dime

-t-t-te...- apretando sus puños, y haciendo una ligera reverencia - ¿¡te gustaría ir esta noche al festival conmigo!? – lleno de nervios bajo un poco el tono de su voz, pero igualmente fue escuchado -también podríamos bailar como cuando fue el a fiesta del dios apolo

El silencio se hizo presente, ninguno de los tres decía nada, para lefiya este había sido un golpe mucho mas duro del que esperaba

En ese instante recordó todas las veces que ellos dos se veían a escondidas para entrenar en las murallas, todas las veces que esos dos habían interactuado y de como poco a poco ais fue ganado interés en él.

Y una imagen llego a su mente, la imagen de bell y ais caminando juntos uno al lado del otro mientras se alejaba más y más de ella. Y un único pensamiento inundaba su mente y alma

Estaba celosa, pero no sabía por qué exactamente, ¿eran celos por ver como ais se iba con otra persona que no fuera ella? ¿eran celos por que ais pensaba mas en bell que en ella? No lo sabía...

Mentira

Si lo sabía, y no era nada de eso, el verdadero motivo de sus celos era por bell cranel, pero no por interactuar mucho mas que ella con ais, la verdadera razón era que aquel joven que parecía tan asustadizo, como si se tratara en un inocente conejo... si tenía el valor de acercarse a ella y mostrar una parte de sus sentimientos

Ante ese hecho lefiya cerro lentamente sus ojos nuevamente, no quería ver cuando ella lo aceptara, pese a que no quería que eso pasara ella no tenia el derecho a intervenir ni de molestarse si ella mismo no tenía no el valor de decirle una sola palabra

O al menos eso pensaba

-lo siento- dijo ais

- "¿eh?"- abriendo los ojos lefiya mira fijamente a ais, pero sobre todo a bell "¿Por qué lo rechazas?"

-y-yo...- pronuncio suavemente bell mientras alzaba la mirada y veía fijamente a la princesa

-lo siento bell, pero no estoy interesada en ese festival

dándose la vuelta, y volviendo a caminar dejando a un triste bell al igual que una confundida lefiya, pero sin que ninguno de los dos se diera cuenta que los puños de la princesa temblaban un poco

un minuto después de eso bell rio un poco mientras se rascaba la cabeza, dirigiéndose hacia la entrada de la entrada de aquella casa, queriendo olvidar que su invitación fue rechazada

- ¿estas bien?

Le pregunto lefiya, era obvio que no lo estaba, sus humedecidos ojos denotaban que estaba contenido sus lágrimas, y aun así el...

-no te preocupes lefiya-san, lo mas seguro es que ais-san no quiere distraerse de su entrenamiento

Sonrió

- "mentiroso"

Pensó lefiya mientras bell pasaba por su lado y volvía a entrar a aquella casa para poder de alguna forma olvidar sus problemas

- "debería estar feliz por esto"

Apretando ligeramente sus puños, viendo la espalda de aquel chico que claramente le acababa de dar una sonrisa salsa

- "pero no puedo"

Ingresando a aquella casa, solo para ver como bell estaba volviendo a organizar los materiales después que ais se haya llevado lo que necesitaba

- "tu al menos si tuviste el valor de invitarla...en cambio yo me paralice de miedo por la sola idea de su respuesta"

Todo eso eran los pensamientos de lefiya mientras olvidaba aquella idea de ir a darse una ducha, y al igual que hacía bell comenzó a organizar nuevamente los materiales, y pese a estar uno al lado del otro, ninguno digo una sola palabra.

Las horas pasaron y la noche había llegado, a la distancia ya se podía escuchar las luces y la buena música que estaban tocando en ese festival, incluso se podía escuchar el buen ambiente y las risas de los niños mientras jugaban

Pero para dos jóvenes era diferente

Si bien ellos pudieron pedir que en algún momento alguien tomara su lugar para así poder ir también, no lo hicieron, no querían, ni mucho menos estaban de humor para eso, estaban en silencio, viendo ocasionalmente por la ventana mas cercana a aquel lugar, no pudendo ver mucho mas que las luces, pero si escuchando casi todo

Aquello parecía tan distante, como si fuera un mundo completamente aparte al que no querían ir, y, aun así, agradecían no estar solos, era extraño, pero no les importaba

Se mantenían en silencio, no interactuando mucho entre ellos, respetando el espacio del otro, pero todo cambio cuando escucharon como toda la multitud empezó a gritar de emoción, sin entender que había pasado ambos se acercaron a la ventana para averiguar que estaba ocurriendo, sin percatarse que sus hombros se tocaron

- ¡que hermosa!

- ¡qué tipo tan apuesto!

Eran las palabras mas recurrentes que ambos jóvenes escuchaban, sin saber de quien se referían ¿Quién había llegado? ¿alguna diosa? ¿algún aventurero muy famoso? No lo sabían, pero no tardaron mucho en saber

- ¿¡quién es ese tipo y como fue capaz de hacer que [la princesa de la espada] viniera con el!?

- "ais-san/señorita ais"- pensaron ambos jóvenes mientras sentían como sus corazones les dolía

-idiota- replico el civil al otro -ese tipo es [Knight of Knights] y es un nivel 7

- ¿¡que!?- pregunto aterrorizado - ¿no se suponía que [el rey] era el único nivel 7 en el mundo?

-no, existe otro- observando como los recién llegados comenzaron a bailar para gran emoción de la mayoría -no me extraña porque la princesa siempre rechazaba a todos los hombres que se le confesaban

Cada palabra dicha era mas dolorosa para aquellos jóvenes alejados del lugar, los gritos de emoción les impedía escuchar mucho más, pero como si fuera una cruel broma del destino, si fueron capaces de escuchar unas palabras más.

-solo un verdadero caballero es digno de estar al lado de la princesa

Un nuevo silencio se hizo presente, pese a estar rodeados por los gritos de emoción de los ciudadanos de orario, en aquella solitaria y oscura habitación era todo lo contrario, lefiya pudo sentir como algo se movía en su hombro, y cuando dirigió su mirada hacia el origen pudo ver que era bell, el cual aguantaba las sus lagrimas con toda su fuerza de voluntad

Ahí lefiya se dio cuenta del gran dolor que sentía el chico en ese momento, el hecho de haber sido rechazado de por si solo era doloroso, pero el hecho que esa misma mujer que horas antes le dijo que no estaba interesada en ese festival si fue, pero no con el

No lo entendía del todo, pero ver a ese chico en ese estado fue un duro golpe para su alma, era extraño, desde que se conocieron su relación nunca fue normal, la rivalidad que ella le tenia en mas de un sentido era un gran motivo para ella seguir adelante, pero al verlo en ese estado hizo que por primera vez sintiera algo de rabia hacia aquella princesa

Pese a ella estar triste de la misma manera sabia que ese chico que tanto la había ayudado antes ahora necesitaba de su ayuda, es por eso que reprimió sus propias lagrimas y en un silencioso pero cálido abrazo consoló a bell el cual no pudo resistir mas y lloro todo lo que pudo

Los minutos pasaron, bell ya se había calmado un poco, y agradeciéndole a lefiya por su apoyo quiso irse a dormir en aquel sofá viejo, pero la joven elfa lo impidió

-divirtámonos- dijo lefiya haciendo que un confundido bell la mire

- ¿eh? – con gran confusión bell hablo -p-pero...

No pudo terminar su frase puesto que lefiya había tomado el control de la situación

-pese a que no estemos ahí, es un festival ¿no? – sonrió mientras buscaba en unas pequeñas gavetas varias cosas -hemos trabajado mucho y merecemos un descanso- con sus labios tembloroso, pero manteniendo su falsa sonrisa -divirtámonos

El chico se quedó mirándola por unos segundos, en esos momentos pudo ver como la joven hada frente a el temblaba un poco, sus ojos estaban algo húmedos, y ahí lo entendió, lefiya también estaba triste

-gracias...

Fue todo lo que pudo decir bell para aceptar el gesto de ayuda de lefiya, y usando unas cuantas velas que encontraron decoraron ligeramente la ventana donde estarían mas cerca del festival, escucharon juntos la música, viendo aduras penas los espectáculos, aunque mas que verlos solo se los imaginaron

Pero el dolor de saber que en ese festival esta la princesa acompañada por otro hombre no desaparecía, por eso, en un pequeño impulso por olvidar lo que pasaba el chico había sacado de un pequeño escondite que descubrió en el suelo una botella de alcohol

No había que ser un genio para saber que era de la diosa loki

Sirviéndose en un pequeño baso el chico había tomado alcohol por primera vez, al inicio no le gusto, pero eso no importaba, lo malo era que, de todas las botellas escondidas en esa casa, bell había descubierto de las mas suave de todas, por lo que le llevaría mucho tiempo sentir algún efecto

Aprovechando que lefiya dijo que iría a buscar algo el bebió mas y mas vasos, maldiciendo internamente su resistencia y que el trago que tomaba era muy suave, pero eso cambio cuando lefiya había llegado

Con un rostro sonrojado, sin saber si era por lo que veía o porque finalmente estaba surtiendo efecto todos esos tragos, aquello no importaba, puesto que lo único que si importaba ahora era lo hermosa que se veía lefiya.

-l-l-lefiya-san...- escondiendo la botella detrás de su espalda - ¿Qué llevas puesto?

-es un vestido que encontré en unas cajas... esa loki si que guarda cosas muy raras

La chica no era tonta, pudo ver claramente esa botella de alcohol que el chico ocultaba, pero no era nadie para decirle a la gente como debería afrontar sus penas, y menos ella que prefería fingir que no las tenia

-s-si eso veo, pero...- hablo bell con algo más de calma - ¿Por qué lo llevas puesto?

-es un festival cuyo final será un baile ¿no? – refuto queriendo parecer mas madura de lo que en verdad era -es por eso que me puse un vestido, ya que no seria un buen baile sin uno

- ¿vas a bailar? - confundido sin entender mucho - ¿con quién vas a bailar?

Ante esas preguntas lefiya estuvo apunto de perder el control de sus emociones, por suerte no lo hizo, ella sabia que era mayor que bell, es por eso que quiso seguir con su fachada de madurez

- ¿vez a alguien más aquí? – viendo como bell negaba con la cabeza -tonto conejo

Después de esas palabras la chica extendió sus manos para que el chico las tomara, al principio bell estuvo dudoso de hacerlo, es bien sabido que los elfos se molestan si los tocan directamente, pero también recordó la primera vez que ambos se vieron

Aquella ves que accidentalmente chocaron, pese a que bell se dio cuenta de que ella era una elfa quiso retirar su mano para ayudarla para levantarla, pero fue la propia lefiya la que sostuvo su mano

Por eso esta vez fue al revés, esta vez fue bell la que acepto su mano de ayuda, sus cálidas manos se unieron, por algún motivo ninguno de ellos las quería separar del otro, y aprovechando que la música aun sonaba, ellos comenzaron a bailar

Su baile era muy formal, no muy apegados, pero aun así fue suficiente para ellos, por un segundo ambos se olvidaron de sus penas, por un segundo ambos se olvidaron de quien se encontraba en ese festival acompañado de alguien que no eran ellos, por un segundo ellos genuinamente se divirtieron

Pero el destino a veces es cruel

Los gritos de todos en el festival se intensificaron, al parecer ya había comenzado el baile final y las estrellas no eran otros que ais y leon, ambas parejas bailaban al mismo tiempo, una siendo iluminada por todas las luces de la ciudad y los aplausos de sus habitantes

La otra lo hacía con unas tenues luces producidas por unas velas y nadie los aplaudía, estaban completamente solos en ese lugar

- ¡beso, beso, beso!

Exclamaron con gran jubilo los civiles, no había que ser unos genios para saber a quienes se lo decían, tanto bell como lefiya se detuvieron en ese instante, temerosos que de lo que pudiera pasar a continuación, sus mentes les hicieron ver varios escenarios y ninguno les gustaba

Y con un gran grito, mucho mas fuerte que los anteriores los civiles celebraron, ante eso tanto bell como lefiya pensaron lo peor

-sírveme un trago de esa botella que ocultaste antes- dijo lefiya ocultando sus ojos con su cabello

-si- dijo bell para luego tomar aquella botella y servir ese trago

Pasaron varios segundos y ninguno decía nada, solamente bebían de sus vasos, el silencio absoluto reinaba la habitación, ninguno se miraba por razones diferentes, pero aquel tiempo fue el suficiente para que bell pensara sus siguientes palabras

-lefiya-san- haciendo que la chica a su lado voleara ligeramente su rostro, pero sin aun mostrarle los ojos - ¿sabes que eh estado pensando todo este tiempo?

Una pregunta imposible de contestar en el peor momento posible, pero eso el chico lo sabía, es por eso que continúo hablando

-pensaba que si me esforzaba mas que nadie en alcanzarla seria digno de ella- mirando el cielo por la ventana -pero nunca tomé en cuenta sus sentimientos, el hecho que yo hiciera todo por ella no la obligaba a aceptarme- unas lágrimas volvían a salir de sus ojos, pero sin querer detenerse continuo -sabia el riesgo que conllevaba y aun así lo hice, pese a que no fue una declaración de amor, yo...- su tono se hacia mas doloroso de escuchar -estoy seguro que hubiera terminado de la misma manera- viéndola un segundo mientras una suave sonrisa se dibujaba en sus labios -y pese a todo eso, tu hoy estuviste a mi lado, ayudándome y tratando de consolarme- dijo mientas esa sonrisa desaparecía

-c-cálmate- dijo lefiya insistente en su mentira, de querer aparentar que estaba calmada

-pero no puedo evitar comenzar a odiarte

Aquellas palabras dejaron atónita a lefiya, la cual miro fijamente a bell revelando que sus ojos tenían muchas lagrimas contenidas

-hemos estado juntos mucho tiempo últimamente, te eh visto cuando miras a ais-san, te eh escuchado cuando murmuras su nombre, la forma en que la miras

- ¿Cómo lo...? - fue interrumpida

-eres muy obvia... soy consciente de que tú también estas enamorada de ais- dejando cualquier tacto de lado, cualquier consideración aparte el la miro fijamente - ¿Cuándo me lo ibas a decir?

Las lágrimas de lefiya comenzaron a recorrer sus mejillas, amortiguando sus sollozos al morder sus labios, pero aun así ella intento responderle

-e-eso no te incumbe humano- sus manos temblaban, su corazón le dolía, su alma gritaba -y-yo no te tengo que decir de quien estoy enamo...

-no me refiero a eso- la interrumpió - ¿Cuándo me ibas a decir que también estabas destrozada?

Lefiya ante esa pregunta intento escapar, pero bell lo evito, sosteniéndola firmemente con sus manos el no se detuvo con sus palabras

- ¿sabes porque estoy empezando a odiarte?

- ¡suéltame! - aparto la mirada, tratando de escapar de su prisión, no queriendo escuchar ninguna palabra mas

-te estoy empezando a odiar porque a pesar de estar en la misma situación fuiste lo suficientemente fuerte como para ayudarme, para animarme, para consolarme- soltando lagrimas las cuales caían al suelo -por tu culpa estoy empezando a odiarme a mi mismo- sus lagrimas aumentaron -me odio porque no pude hacer nada para ayudarte

e-eso... no es verdad

las lagrimas de la joven hada habían sido desbordadas, liberando todo su dolor delante de aquel joven chico que tenia delante

-yo nunca seré como tú, alguien valiente que a pesar del miedo al rechazo tuvo el valor de arriesgarse- quería gritar, desahogarse completamente -cuando quise invitar a la señorita ais al festival yo me paralicé del miedo, yo...

Sus palabras cesaron luego de eso, solo hubo un llanto muy doloroso del cual bell se había unido, dos corazones lastimados era todo lo que había en esa oscura habitación mientras las pocas velas que aun quedaban encendidas lentamente se apagaban

Cuando las lagrimas cesaron, ellos se miraron fijamente a los ojos, tenían que hacerlo para poder sentirse seguros uno al lado del otro

-eres valiente

-no lo soy

-eres una buena persona

-solo te ayude por lastima

-mentirosa

En ese momento bell puso sus manos sobre las mejillas de lefiya, acercando lentamente su rostro al de ella, en circunstancias normales ella se alejaría de inmediato, pero seguramente el alcohol finalmente había surtido efecto sobre ellos

Mentira

Ambos sabían que iba a suceder, pero no podían evitarlo, algo los llamaba a hacerlo, lefiya cerro los ojos, mientras acercaba voluntariamente sus labios a los del chico, y aun es esas condiciones las contradicciones volvieron a su ser y pronuncio una palabra que ella misma no seguía

-detente

-detenme

No hubo resistencia ni mucho menos remordimientos, ese beso fue sin duda alguna correspondido por el otro, tal vez fuera por despecho, tal vez fuera por la influencia del alcohol, o incluso que haya sido por otra causa más, pero nada de eso importaba ahora

Ambos eran inexpertos, no sabían que hacer, no tenían un manual al cual apegarse, simplemente se dejaron llevar mientras las ultimas lágrimas de ellos recorrían sus mejillas y la ultima vela encendida estaba apunto de extinguir su llama

-ese fue... mi primer beso- dijo la chica

-el mío también- respondió el chico

Una vez se separaron un pequeño hilo de saliva se había formado, con sus miradas aun fijas en los ojos del otro, el rojo y el azul se veían tan fijamente, menos de un segundo después sus labios habían vuelto a unirse, una y otra vez

Sin amor alguno entre ellos, solo había la necesidad de sentirse amados, de no estar solos ante los acontecimientos ocurridos, con sus ojos cerrados por su mente paso la princesa de cabellos dorados, y su corazón palpito con fuerza por eso

- "esto es malo, si imagino que es ella mi corazón..."

- "siento todo tan distante, solo puedo oír como mi corazón palpita con fuerza"

Fue en ese momento que por la mente de lefiya ocurrió una idea, era absurda, una locura para cualquier persona que la escuchara, pero nadie tenia derecho a interponerse en esto, lo que ocurriría solo era cosa de bell y ella

Separándose meramente como puede del beso fue que lefiya hablo después de recuperar un poco el aliento

-yo no te amo y tu tampoco me amas a mi

-lefiya-san...- interrumpió bell solo para ser silenciado por los dedos de lefiya

-tú no te declaraste directamente a la señorita ais y yo ni lo eh intentado- dijo la joven elfa mientras tomaba las manos del joven y lentamente volvía a acercar su rostro -es por eso que...

un juramento se formará esa noche

entre un joven humano y una joven elfa

con sus manos entrelazadas, mientras sus rostros volvían a acercarse para unir sus labios

y mientras lo hacían, lefiya pronuncio las últimas palabras del día

-ninguno se enamorará del otro, esto terminará hasta que alguno de nosotros consiga decirle claramente sus sentimientos a ella, en otras palabras...

con sus rostros a un centímetro de volver a conectarse, cerrando sus ojos, lefiya termino su frase mientras su tono de voz se hacía cada vez más bajo

-lo tendremos todo del otro, menos nuestros sentimientos... si estás de acuerdo con esto vuélveme a besar

y con eso sus labios se unieron

el pacto fue sellado

la promesa fue hecha

desafortunadamente para ambos, sin importar el género o la raza

los mortales son muy propensos a las mentiras

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