capítulo 3
~ ¡aaahh! ~
fue el sonido que mas a menudo se escuchaba en aquella recamara, ya era algo tan habitual, algo tan cotidiano para aquellos dos jóvenes.
El rechinar de la cama, las respiraciones pesadas, los suspiros, pero por encima de todo... los gemidos. Los días fueron pasando, dejando atrás aquel festival donde esta extraña relación dio comienzo.
~ ¡ah! ¡aaahh! ~
Jadeaba la joven elfa mientras estaba encima del conejo blanco, la vergüenza del comienzo ya había desaparecido casi en su totalidad, para este punto era innegable para ambos que disfrutaban sus muy recurrentes encuentros
Pero, aun así, sin importar cuantos besos se dieran, cuantas veces se tocarán, cuantas veces se unieran ellos no se llamaban por su nombre.
~ ¡y-ya casi! ¡Y-yo...! ~
Hablo lefiya solo para ser inmediatamente callado por el beso de bell
Su cuerpo subía y bajaba en un vaivén sincronizado, sus lenguas se entrelazaban mutuamente, ya siendo expertas en eso, ya habiendo explorado por completo la boca del otro, sosteniendo sus manos, con los dedos entrelazados igualmente
~ ¡Mmmngh! ¡Mmhh! ¡Mmmmh...! ~
Fue todo el sonido que murmuro lefiya antes de sentir el interior de su cuerpo una gran calidez producida por bell.
Ambos adolescentes habían tenido un orgasmo compartido, dicha sensación duro por aproximadamente un minuto hasta que ellos colapsaron suavemente en la cama
Lefiya había caído justo encima del pecho de bell, sus pesadas respiraciones los hacia incapaces de decir alguna palabra por unos segundos, o eso era lo que querían hacer creer al otro, pero aquello era una mentira y ellos lo sabían
Aun así, pese a no decir alguna palabra si demostraban sus emociones con sus acciones
- ¡t-tu...!
Una agitada lefiya fue la primera en hablar, pero no por iniciativa propia, ella lo hizo fue por la sorpresa de sentir como bell le estaba acariciando su trasero suavemente
y aun así ella lo dejo, la sola idea que lefiya viridis permitiera dicha acción departe de bell cranel era impensable hace algunas pocas semanas, pero ya todo era diferente
con un gran sonrojo, con su respiración aun algo agitada por su mas reciente encuentro la joven hada alzo su mirada y vio aquellos ojos rojos como cual rubies fijamente
-eres un conejo eternamente en celo ¿sabes?
Aquella mirada, aquellos ojos azules, aquellas mejillas sonrojadas, hizo que bell se diera cuenta de un detalle que había pasado desapercibido para él, pero que ya no podía ignorar por más tiempo y eso no era otra cosa más que aquella chica arriba suyo... era realmente hermosa
- ¿l-lo siento...?
Una disculpa inesperada fueron las palabras de bell, pero ¿Por qué lo hizo? No lo entendía
-puff... jaja
Una pequeña risa fue solo la reacción de lefiya la cual aun se encontraba acostada en su pecho, ante aquella vista bell simplemente sonrió, para este punto el chico ya había visto tantas facetas de la chicas.
Su enojo, sus lágrimas, su risa, su ternura, sus preocupaciones, el aroma de su perfume, la sensación de su piel, la forma en que ella se peinaba cada mañana, sus gustos en la comida, entre muchas, muchas más cosas
Sencillamente bell había estado memorizando cada detalle de aquella pequeña hada que ahora mismo aun se encontraba riendo tan tranquilamente pese a que estaban desnudos uno encima del otro, y, ante todos estos pensamientos, algo nació en su corazón... la culpa
Bell sabia plenamente que lo que estaban haciendo no estaba bien, no por las demás personas sino por ellos mismos, usarse de esa manera no era bueno para sus corazones, es por eso que él quería cambiar algo
-oye lefiya... yo
-no vamos a volverlo hacer
Refuto rápidamente mientras se separaba lentamente del pecho bell para después levantarse de la cama e ir por su ropa
-no al menos por ahora, tenemos cosas que hacer, así que tendrás que esperar
Continúo hablando mientras comenzaba a vestirse, preparándose para sus tareas diarias en aquella casa
-n-no me refería a eso...
Con algo de intriga lefiya se detuvo de seguir poniéndose su ropa, y viéndolo fijamente esperando las palabras del chico
-hoy podemos pedir algo de tiempo libre...que alguien tome nuestro lugar por unas horas
Lefiya abrió los ojos por la sorpresa, después de todo lo había olvidado por estar muy ocupado haciendo "eso" con bell, pero antes que pudiera decir alguna palabra el chico continuo
-es por eso que me preguntaba si a ti... ¿te gustaría ir a pasear por la ciudad conmigo?
El silencio se hizo presente, durando unos cuantos segundos hasta que la joven elfa reaccionara a aquella pregunta tan repentina
- ¿¡huh!?- exclamo con algo de rudeza en su voz - ¿me estas invitando a una cita? –
cruzándose de brazos, sin importarle que solo llevaba unas bragas a pena vista y su camisa este aun desabotonada no dejando mucho a la imaginación
-sabes que no...
-lo sé- la interrumpió bell -lo se perfectamente, es solo que... jeje
Una risa nerviosa había salido de sus labios, aquella imagen de un joven indeciso debió hacer que lefiya se enojara, pero no lo hizo, ella simplemente espero a que el terminara su explicación, y ante la atenta mirada del hada el chico prosiguió aun con algo de nerviosismo en su voz la cual poco a poco desaparecía
-llevamos varios días aquí- haciendo una ligera pausa produciendo un pequeño sonrojo en lefiya -y solo pensaba que sería bueno salir y así poder distraernos un poco acerca de... "eso"
Una imagen llego a la mente de lefiya, la imagen de la princesa de cabellos dorados, el origen de toda esta historia.
Lefiya no sabía que pensar, ¿debería aceptar o rechazar esa propuesta? Honestamente no lo sabía, ante esa contradicción ella quiso rechazarlo, pero algo llego a su mente, aquel día en ese festival había llegado a sus recuerdos
- ¿no es una cita?
Pregunto con algo de duda en su corazón, no quería reconocerlo, nunca lo reconocería, pero se sentía algo nerviosa por la respuesta
-no... no lo es
Un pequeño dolor surgió en el pequeño corazón del hada, pero su orgullo le hacía incapaz de reconocerlo, pensando por varios segundos y viendo fijamente el rostro del joven que tenia delante suyo ella acepto
-...está bien, en ese caso dame unos minutos para asearme
-está bien, yo haré lo mismo
Los minutos pasaron, ambos jóvenes ya estaban casi listos, bell fue el primero en estarlo el cual aprovechando el tiempo aprovecho que unos miembros de la familia loki habían llegado para dejar mas recursos a su cuidado les pidió que dieran el mensaje a finn que querían un descanso, cosa que aceptaron con gusto
Una vez hecho eso bell se dirigió nuevamente a la habitación principal en donde cada noche la pasaba con lefiya, y abriendo la puerta sin anunciarse, como si fuera lo mas normal del mundo la vio a ella
- ¿ya estas lista lefiya?
-no seas impaciente, aún estoy arreglando mi cabello
Con un peine en la mano lefiya estaba cepillando su largo cabello suelto, pacientemente ella continuo, por un segundo pensó que eso molestaría al chico, que se molestaría en esperar
pero fue todo lo contrario cuando bell se puso detrás de ella y tomando el cepillo suavemente su sus manos comenzó a cepillarle el cabello con de forma gentil
- ¿q-que estas...?
-te estoy ayudando a cepillar tu cabello... ¿te molesta?
El corazón de lefiya había vuelto a dar un pequeño salto, un pequeño sonrojo surgió en sus mejillas, ella no entendía porque razón se avergonzaba de estar en esta situación si ha hecho cosas mas vergonzosas con ese hombre
Ante ese pensamiento se avergonzó aún más, ¿desde cuándo ya no lo veía como un chico que utilizaba y lo empezó a ver como un hombre? No lo entendía, y su corazón se aceleraba poco a poco por eso
-tienes un cabello bastante largo
Comenzó a hablar bell para su suerte, cosa que la hizo reaccionar y salir de aquellos pensamientos peligrosos para su corazón
-s-si...- intentando calmarse -pero lo malo del cabello largo es que me demoro en arreglarlo y es peor cuando paso mucho tiempo en el calabozo- soltó un pequeño suspiro -eh estado pensando en cortármelo ¿sabes?
Ante esas palabras bell cerro los ojos, imaginándose como seria la joven hada con el cabello corto
Y solo una respuesta llego a su mente
-no lo hagas...- respondió bell dejando se cepillar
- ¿eh? – con intriga lefiya giro levemente su cabella para tratar de verlo, queriendo decir unas palabras, pero bell se le adelanto
-estoy seguro que te verías muy bien con el cabello corto, pero...
Un pequeño silencio que duro segundos, pero que para lefiya fueron largos minutos surgió
-pienso que te ves mejor con el cabello largo, así como lo tienes ahora
-s-solo era una idea... v-voy a dejármelo así- sonrojándose un poco más, perdiendo la calma que había conseguido con antelación al darse cuenta de lo que dijo - ¡pero no es como si me lo dejara así por ti!
-l-lo se...- igualmente avergonzado al saber lo que dijo sin pensar
Un pequeño suspiro salió de la boca de la joven elfa, mientras dejaba que aquel chico terminara de cepillar su cabello largo, para así por fin tener su salida, donde antes quería pasar este día con ais wallenstein ahora ya no le parecía tan mala la idea de pasarlo con bell cranel
Al poco tiempo después finalmente habían llegado su remplazo por lo que ambos jóvenes pudieron salir de aquella casa después de varios días, caminando tranquilamente por las calles de orario, ganándose la mirada de todas las personas que los veían, logrando ver como algunos susurraban entre ellos.
- ¿porque todos nos estarán mirando de esta forma?
Pregunto bell algo confundida por lo que pasaba a su alrededor, y al igual que el, la joven elfa no sabía que tanto miraban, la reacción de las mujeres eran las mas notorias puesto que miraban fijamente a lefiya, ante eso, una pequeña chispa de inseguridad paso por su mente
Después de todo ese día llevaba algo diferente y el chico no había dicho nada, por lo que mirando al joven hombre que había a su lado le pregunto
-bell...- deteniéndose un segundo al igual que su acompañante - ¿me veo rara con esta ropa?
- ¿eh? - confundido - ¿a qué te refieres?
- ¡solo dime que piensas!
Con un ligero grito lefiya lo encaro, no entendía bien que era lo que sentía, ¿Por qué se esmero en ponerse un nuevo vestido? ¿Por qué le molestaba tanto que bell no le hubiera dicho nada? ¿acaso importaba en primer lugar su opinión?
No lo sabía, pero mientras ella divagaba en su mente el joven chico solo la mirada, de arriba abajo y unas palabras inesperadas para la joven elfa habían salido de sus labios
-la verdad es que... t-te... te vez...
-olvídalo- con una pequeña decepción lefiya quiso seguir caminando – "no sé porque pregunte eso para empezar"
Mentira
- "no es como si me impor..."
-h-hermosa- bell hablo
- ¿eh? – mientras lefiya se sonrojo
Ninguna palabra mas fue dicha, no querían, no debían, el pacto que hicieron esa noche se lo impedía, no debían ir mas halla del punto en donde estaban en esta "relación", y aun así... a lefiya le gusto escucharlo
Los jóvenes aventureros se quedaron en silencio, acercándose lentamente, el azul y el rojo de sus ojos se encontraron, y olvidándose de todo el mundo a su alrededor ellos lentamente se acercaban mas y mas
Afortunadamente los susurros aumentaron, no solo en cantidad sino en intensidad, logrando hacer que ellos reaccionaran a tiempo antes de ser descubiertos, fue ahí que pudieron escuchar como los ciudadanos empezaron a hablar sobre la posible relación que aquellos dos reconocidos aventureros podrían tener
temerosos de ser descubiertos, ellos sencillamente se alejaron lo más rápido posible del lugar, recriminándose ellos mismos por ser tan descuidados
pasaron los minutos, y pese a ese incidente ellos pudieron haberse separado eh ir cada uno por su lado, pero no lo hicieron, ellos se quedaron juntos
orario era muy grande y bell tenia poco tiempo de estar en aquella ciudad, es por eso que acompañados de lefiya ellos conocieron nuevos sitios para que el chico no se perdiera en el futuro
aquella era simplemente la excusa que se dijeron a ellos mismos, pero la verdad es que no querían que nadie de sus conocidos los viese juntos y su "relación" sea descubierta
fue así que el tiempo paso, su día de descanso estaba apunto de terminar y ellos ya tenían que regresar a su puesto, en todo ese tiempo que pasaron juntos la pasaron conociendo nuevos lugares, nuevos negocios de los que nunca habían oído, algunas cosas les gustaron y otras no, pero eso no era lo importante
lo verdaderamente importante era que en todo ese tiempo por su mente nunca apareció aquella chica, la princesa de cabellos dorados por ese día había sido olvidada de sus pensamientos y ellos lo agradecieron, la pequeña salida improvisada había sido un éxito
lamentablemente el destino tenia otros planes
mientras ellos regresaban volvieron a escuchar varias voces, pero a diferencia que con ellos estas eran claramente audibles desde un principio, intrigados por lo que sucedía se acercaron a ver que era de lo que todos hablaban
- ¿Qué sucede? – se acerco bell a preguntar a uno de los civiles
aquello fue un error
Caminando por el medio de las concurridas calles estaban la chica dueña de sus mejores y peores momentos, las personas se apartaban de su camino, pero ellos no parecían tomarle importancia alguna
Fue ahí que tanto bell como lefiya vieron en el rostro de ais algo que casi nunca sucede... ella estaba ligeramente sonrojada mientras una tierna y pequeña sonrisa era dibujada por sus labios
A su lado estaba el apuesto caballero dorado, imponente al igual que elegante, aquel hombre no era otro que Leon Vardenburg el segundo hombre en poseer el nivel 7 al igual que [el rey] ottar
-definitivamente únicamente el caballero es digno de caminar al lado de la princesa- se giro el hombre al que bell le había preguntado - ¿no lo crees...? – dándose cuenta que nadie estaba detrás suyo
Alejándose tan rápido como podía, queriendo escapar de aquella imagen bell había tomado de la mano a una claramente desanimada lefiya, arrastrándola hacia un pequeño callejón, quedándose completamente solos detrás de una casa
Donde inmediatamente el... volvió a reclamar los labios de la hada
~ Hhmmmhm ~
El beso fue profundo y apasionado desde un comienzo, lefiya al comienzo por la sorpresa se resistió, pero en un rápido movimientos bell aprisiono su muñeca con su mano izquierda y con la derecha la arrincono contra la pared
Unos suaves gemidos eran producidos por lefiya la cual poco a poco fue aceptando esa intoxicante y adictiva sensación, llegando al punto de acercar su mano libre hacia bell, pero, no para alejarlo sino todo lo contrario
Lefiya abrazo a bell y sosteniéndolo de su espalda ella lo jalo hacia ella, con el único propósito de profundizar aun mas ese beso
Sus lenguas danzaban las una con la otra, volvieron a depositar toda su frustración y deseos en el otro, pero algo era diferente esta vez
En ese momento bell había recordado todo el día que paso con lefiya, como este la vio reír dulcemente en la mañana, como el la peino antes de su salida, como ella se veía de hermosa en ese nuevo atuendo, y por supuesto de la culpa que empezaba a sentir por todo esta locura que estaba cometiendo
Ninguno estaba jugando con el corazón del otro, ellos mismos se lo habían buscado, pero aun así para el... le parecía cruel
~ señorita...~
dijo lefiya entre suspiros mientras unas lagrimas se formaban en sus ojos por aquella imagen que vio hace unos minutos atrás
pero fue en ese instante que todo cambio
~ lefiya ~
Con gran sorpresa para la joven elfa, bell por primera vez desde que comenzaron a hacer estos actos la llamo a ella y no a la princesa
-e-espera...- trato de apartarse, pero era nuevamente besada por bell -n-no pode...
~ lefiya, lefiya, lefiya ~
Bell repetía su nombre una y otra vez, después de todo pese a que sabia que no estaba en su acuerdo inicial le parecía muy injusto decir el nombre de otra mujer en medio de un acto tan íntimo, es por eso que, aunque sus corazones pertenecían a otra persona, el al menos...
- "tramposo"- pensaba lefiya mientras apretaba mas fuerte la espalda del chico – "sabes que no podemos llevar esto a ese lugar, pero" – aceptando los innumerables besos llenos de pasión – "¿Por qué me siento mejor cuando me llamas por mi nombre?" –
Ella genuinamente no lo entendía, quería una respuesta, pero al mismo tiempo no quería saber la razón, en este momento solo quería disfrutar el momento y olvidarse de todo lo relacionado con ais wallenstein, aunque sea solo momentáneamente.
Es por eso que ella
~ lefiya ~ la nombro el chico con deseo
~ bell ~ respondió la chica con el mismo sentimientos
Fue ahí que con un último beso ambos sesepararon, solo para mirarse mutuamente, con sus respiraciones muy agitadas,con un gran sonrojo en sus rostros, ellos simplemente se miraron fijamente alos ojos uno del otro
Ninguno dijo nada por unos segundos, pero el deseo es algo que atrapa a cualquiera
-r-regresemos r-rápido para continuar con esto- dijo la chica -...bell...-
-claro- dijo el chico mientras se acercaban para darle nuevamente un beso -...lefiya...-
Al poco tiempo después los dos jóvenes habían regresado a aquella habitación, solo para unirse nuevamente carnalmente, pero con la diferencia de que... el nombre de ais nunca mas fue nombrado
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