#Relato creado para dinámica del grupo de Facebook «Mundo de escritores».

Los niños se levantaron a media noche espantando a la madre, quien los mandó de nuevo a la cama.
—Nuestro padre nos llama —respondieron a coro, con los ojos velados por una extraña sombra.
—Su padre falleció hace mucho y lo saben.
—No, el que matamos no era nuestro verdadero padre —contestó el menor.
La madre, horrorizada, se echó a llorar.
—Vengan —se oyó una voz espectral que retumbó desde los cimientos de la casa, dejando a la mujer paralizada del horror—. Vengan con su padre. Su exilio en la tierra acabó; ya no necesitan seguir fingiendo.
Los pequeños se miraron y sonrieron con malicia: ¡eran libres!
El grito desesperado que escapó de la garganta de la humana que, durante esos años llamaron madre, se fue ahogando con la sangre que borboteaba desde su desgarrado abdomen.
—¡Vengan a mí, hijos del mal! —llamó otra vez aquella voz que ascendía del mismo infierno.
Con la tibia sangre resbalando aún entre sus aserrados dientes, hinchando el pecho de orgullo al saber que su padre había venido a buscarlos en persona, los hermanos miraron por la ventana.