Antes las palabras de Tiempo, todo el salón quedó sumido en un profundo e incómodo silencio, nadie de los presente se creía lo que el otro dios había declarado, incluso pensaban que habían escuchado mal.

-¡¿Eh?!- Gritaron en conjunto Vida y Muerte con incredulidad reflejada en sus rostros.

-¡¿Cómo es eso posible?!- Pregunto aún un incrédulo y preocupado – ¡El señor ITHIS no puede crear unos dioses tan rápido!

-Lo sé, él no las hizo solo, NIM se involucró en el proceso, también y antes de que digan algo, el señor ITHIS se lo permitió- Mencionó Tiempo luego de recobrar el aliento.

-Pero ¿Por qué ahora?- Pregunto Vanidad.

-Fue por mí, últimamente el visto como tanto Vida como Muerte, su trabajo se ha ido incrementando y poniéndose más difícil, así que fui a pedir que hicieran alguien para que pudiese ayudarles.

-¡Pero nos hubieses dicho antes!- Reclamó Vida.

-¿Para qué? Para que de nuevo ustedes dos negasen dicha ayuda a como negaron cuando el señor ITHIS les dijo que les iba a dar sirvientes- Con aquellas palabras ambos dioses (Vida y Muerte) bajaron la cabeza avergonzados- Como sea, Luz, Hanna ya pueden pasar.

Al finalizar de hablar, la puerta del salón de reunión se volvió a abrir dejando ver a dos hermosas chicas, de las cuales en cierta manera tenían características físicas similares a las Vida y a Muerte.

-Esta es Luz- Dijo Tiempo señalando a la más chica de baja estatura de piel verde pálido, de cabello largo en un moño y dos mechones rizados a cada lado de su rostro y hermoso par de ojos verdes, quien llevaba bello vestido amarillo pálido con una cinta negra en su cintura, calentadores de brazos (lo siento no conozco el nombre de esas cosas) altas de color negro (en realidad no se su nombre verdadero), un par de medias altas de distintos colores como: Verde, amarillo, naranja, negro- Y esta es Hanna- Dijo señalando a la más alta de los dos, incluso se podía ver que hasta era más alta que Vida. No se podía negar su parecido con Muerte, unos hermoso y encantadores ojos amarillentos, incluso el mismo estilo de cabello con el mechón rubio en medio, llevaba puesto un hermoso vestido negro largo y unos hermosos guantes del mismo color y una pequeña sonrisa en su rostro.

En el momento de estar ambas a la par de Tiempo una tensión en el ambiente entre todos, al menos hasta que la sonrisa en el rostro de la chica a la que ahora conocían como Hanna.

-¡Hermanito!- Gritó esta para dirigirse donde Muerte y abrazarle.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo que hermanito?!- Gritó un confuso y conmocionado Muerte.

-Oh si, Luz él es Vida- Dijo Tiempo a la chica mientras señalaba al ahora calmado Vida- Y bueno, Hanna ya sabe el resto... Y si, Muerte tu eres su hermano menor.

-Pero ¿Cómo es eso posible? ¿Yo fui creado primero?- Pregunto Muerte aun en los brazos de su ahora hermana.

-En realidad no, Hanna fue primero en ser creada pero NIM- Al mencionar el nombre con algo de disgusto, Hanna le lanzo una mirada de reproche a lo cual Tiempo intentó ignorar- Bueno, él no encontró la forma para poder completarla y siendo su primera creación, él la conservó, después con un poco de ayuda del señor ITHIS te creó a ti, pero mira el lado positivo ¡Al menos ya se conocen!- Termino Tiempo algo nervioso.

-Ah... Pues... Hola- Dijo Muerte algo apenado.

-No te preocupes por explicarme cómo funciona tu trabajo, ya me han hablado todo antes de venir- Dijo muy tranquila separándose un poco de Muerte, y con un movimiento de su mano derecha hizo aparecer un libro de color negro con una hermosa flor dorada en el centro y en la parte de arriba letras del mismo color que decían "El libro de la Muerte" – Este libro que tengo en mis manos nos va ayudar, en el está escrito o mejor dicho se escribirá el nombre de las personas y animales que van a morir, cuando, donde y a qué hora.

-¡Enserio! ¡Si hubiese tenido este libro desde antes, todo hubiese sido más fácil!- Exclamo un emocionado Muerte.

Mientras tanto Vida y Luz se encontraban discutiendo acerca de cómo se repartirían el trabajo desde ahora entre otras cosas. En cambio los demás dioses solo podían verlos desde sus asientos, es decir, no todos los días llega Tiempo para decirte que tienes hermanas.

Y hablando de Tiempo.

-Tiempo quisiera hablar conti...- No termino de hablar Sabiduría al saber que dicho dios se había ido, bajo su mirada a la mesa de reuniones para ver una nota en ella.

Yo ya cumplí con lo que tenía que hacer.

Tengo mucho trabajo, el 'tiempo' no espera nada.

Que tengas mucha suerte lidiando con ellas, Sabiduría.

Mantén observaba a Hanna.

Sabía que lo comprenderías.

Suerte y besos >3<

Tiempo.

"¡Ese maldito de nuevo me dejo como niñera!" Pensó enojado Sabiduría sintiendo una vena sobresalir de su sien mientras estrujaba la nota en su mano. Sin darse cuenta, cierto dios de cabello blanco y piel morena se estaba riendo de él.

Al terminar la reunión (ahora sí) y que las cosas se calmaran más, todos se fueron a sus respectivas casas a excepción de las nuevas integrantes, las cuales a petición de sus hermanos se quedaron atrás esperándoles ya que ellos tenían que hablar.

Hanna quien ahora estaba sentada en la silla de Muerte solo observaba con una sonrisa a una seria y enojada Luz, la cual se encontraba de pie al otro lado de la mesa.

-Quita esa maldita sonrisa de tu rostro- Dijo una molesta Luz con el ceño ahora fruncido al ver como la sonrisa de la otra hacerse más grande.

-Cuidado con tus palabras. Por cierto, si te veo intentando algo en contra de mi hermano menor, yo te mato, mira que en cualquier momento te puedes extinguir Lucecita~- Hanna soltó una pequeña risa ante el sonrojo de enojo en el rostro de la menor, pero antes de que algunas de las dos hiciera algo más, sus respectivos hermanos entraron de nuevo a la sala y llevárselas a sus casas.

Pobre Vida y Muerte, no sabían en lo que Tiempo les había metido en su afán de ayudarles.