Capítulo 3: Nombre perdido.

Su pelo era rubio y muy liso, con un estilo muy peculiar y sus ojos eran de un azul muy claro, me parecía muy extraño que un chico tan resplandeciente está en este lugar. Puesto que de alguna manera me los imagino a todos adultos, feos y malvados.

— ¿como te llamas?— preguntó Roxas curioso.

— Dreamx— contesté con un poco de confusión.

—bueno Dreamx, acompañame. Tenemos muchas cosas que hacer.— caminó hacia la zona de dondo yo venía, segundos después hice lo mismo fijandome en como todos me miraban.

No me quité la capucha y ellos tampoco en ningún momento, en cambio Roxas lo hizo sin dudar. No lo entiendo. Es como si él no tuviera ningún tipo de problema en mostrar quien es.

— y dime Dreamx, ¿no sabes cual es tu poder?— volteó a mirarme y se rascó la cabeza.

— la verdad no, no sé muchas cosas. Mi confusión es muy grande.— miré mis manos intentando recordar algo.

— ya veo... Bueno, yo también estaba así al principio, y con el tiempo he podido enterarme de algunas cosas.— se detuvo y extendió su mano.

— ¿que haces?— no le presté atención y pregunté con curiosidad, él se quedó en silencio unos segundos.

— corrección, que iba hacer. Porque lo harás tú. — me señaló alzando una ceja.

— ¿yo qué?— no sabía de que hablaba.

— nosotros usamos portales para transportarnos por diversos mundos, estos portales se generan cuando estiramos nuestras manos y nombramos con el pensamiento a donde queremos ir.— se cruzó de brazos.

— y... ¿a donde queremos ir?— pregunté queriendo más información.

— ah, es cierto. Bueno lo mejor para comenzar sería ir a Villa Crepúsculo, ahí comencé yo también. Así que menciona eso en tu mente y ya verás como aparece.

— está, ¿bien?— moví mi cabeza un poco preparandome.

Estiré mi mano y cerré mis ojos, traté de despejar mi mente lo más posible para que no hubiera problemas, respiré profundo y mantuve el aire dentro de mí. Dije la zona en mi mente repetidas veces pero no pasaba nada, solté el aire con resignación.

— venga intentalo de nuevo, sólo piensalo una vez.

Volví a respirar, sólo lo dije dentro de mí.

"Villa Crepúsculo"

— ¡bien hecho! Ahí lo tienes— apretó sus manos orgulloso.

Abrí primero el ojo derecho poco a poco y ahí estaba, un portal negro y morado. Abrí los ojos con mucha impresión, no esperaba que de verdad sucediera. Pero siento algo extraño, siento como si ya hubiera visto eso antes, tengo la sensación de que ya he estado dentro de él, pero es imposible, nunca lo había hecho.

— Bueno, adelante Dreamx, entra en tu portal— lo señaló con la mano abierta.

— está bien...— de verdad tenía la sensación de haberlo visto.

Caminé lentamente hacia el portal, tenía algo de nervios, quedé frente a él por unos segundos; y metí mi brazo derecho, luego el izquierdo  entré de lleno. Roxas tardó unos segundos en entrar para luego comenzara caer de una manera muy alocada, pero divertida. Lo extraño es que volví a pasar por lo mismo, recordaba haber visto todo esto pero no sé como. No me conozco en estos momentos, ni siquiera sé como comportarme...

— ¡¿es una pasada cierto?!— Gritó mientras caíamos con una sonrisa de extremo a extremo.

— la verdad si es diver-

frenamos de una manera dolorosa, pero mientras el cayó de rodillas por la costumbre, yo me pegué de cara contra el suelo... no les recomiendo caer a gran velocidad con la cara hacia abajo, es muy mala idea. Se levantó limpiándose el atuendo mientras yo revisaba si no me había roto la nariz por el golpe.

— ¿por qué caíste tan mal? — preguntó el con una risa exagerada que daba rabia.

 Sólo le dí una mirada de demonio y lo arremedé con la "i".

—  bueno, dejándonos de bromas. ¿Ves ese portal en frente de nosotros? Ahí se encuentra Villa Crepúsculo.

—  bueno— sacudí mi vestimenta y miré el portal.—  vayamos entonces.

—   adelante.—  comenzó a caminar y salió hacia el mundo nombrado.

— vale, aquí voy.—  me dije en mis adentros y caminé despacio hacia el lugar.


Al pasar al mundo pude apreciar que no era un lugar muy habitado, si habían personas pero eran muy pocas, a mi alrededor habían tiendas de diversos tipos y letreros de todo tipo de colores. Pero la tonalidad de las paredes,muros y calles eran de un sólo color, castaño claro, que pereza de pensar en diferentes colores tenían los dueños de esto.

  —  Bueno, tu trabajo se divide en tres cosas el día de hoy. Paso 1 inspeccionar tres áreas del mundo, paso 2 abrir un cofre que te puse en la parada del metro número 2, y por último derrotar a un pequeño sincorazón  Tango Escarlata, será fácil. guardó el papel arrugado en su bolsillo que no sé en que momento sacó.

 — ¿que es un Tango Escarlata?—  fue lo único que me interesó.

 — supongo que ya tienes claro que son los sincorazones, pues, su mismo nombre lo dice, Los Sincorazón son unas criaturas que nacen de lo más profundo del corazón de la gente cuando sucumben a la oscuridad. Detectan los corazones y se los arrebatan a sus dueños para multiplicarse. 

  — Bueno, pasando de ello. ¿Que tipo de cosas tengo que investigar?—  dije en un tono de confusión, no tenía claro que era lo que tenía que buscar. 

  — Es Fácil, sólo anota de la ciudad lo que te parezca interesante, es la misión más fácil, luego de ello sólo  

  — Entiendo. ¿Tengo que hacerlo ahora supongo?— di dos pasos al frente.

  — Claro, cuando hayas terminado vienes conmigo, yo estaré en aquella tienda ¿vale?—  señaló una colorida tienda con un cartel en el techo.

El se alejó poco a poco de mí y me dejó completamente a solas para hacer mi "primera misión", miré a diferentes direcciones, no sabía ni donde comenzar. Decidí caminar para recorrer el lugar, que a pesar de mantenerse con un sólo color, era agradable y daba un aire de calma, mientras recorría todo con mi vista no pude evitar pensar en distintas cosas que invadieron mi mente desde que desperté en esa cama, ¿quien soy? ¿por qué de la nada siento como si conociera todo esto pero al mismo tiempo siento que no pertenezco aquí? ¿quienes son esas personas, y por qué Roxas me resulta tan diferente?

Me distraje por unos segundos y sin querer tropecé con una chica que caminaba por allí, ella cayó al suelo al igual que yo,  enseguida me levanté y decidí ayudarle a pararse del suelo, ella no habló mientras se limpiaba su ropa del polvo, me miró fijamente unos segundos sin ningún gesto para luego regalarme una cálida sonrisa. Quedé en silencio unos segundos y luego reaccioné para disculparme.

— ¡Oh vaya, lo siento mucho no miraba por donde iba!— bajé la cabeza en signo de vergüenza.

— No tienes de que preocuparte, yo también estaba despistada, es también culpa mía— dijo brindando una pequeña risa.— Mi nombre es Olette ¿Y el tuyo?— extendió su mano.

— Oh— Le dí mi mano para estrecharlas —  Mi nombre es. 

De la nada sentí como lo que quería decir, desapareció por arte de magia, como si me hubieran arrebatado las palabras de la boca.

— ¿como?—  preguntó ella confundida.

— Mi nombre... ¿mi nombre?—  baje la mirada tratando de encontrar una respuesta a lo que acababa de pasar.

Puse mi mano en mi cabeza con una resaca repentina y quedé unos segundos en silencio.

— No tienes que decir tu nombre si no quieres, ¿Tienes algún problema, algo en el que quieras que te ayude?—  preguntó amablemente.

— Eres muy amable, lo siento, tengo un mareo que no me deja ni pensar, y bueno...—  moví mis dedos a mi barbilla.— Por ahora no necesito ayuda, pero si la necesito no dudaré en buscarte ¿Olette?—  pregunté para confirmar su nombre.

— ¡Exactamente! Entonces nos vemos mareos repentinos.— dijo ella para acto seguido irse corriendo.

— ¿Mareos repentinos?... Vaya.— seguí caminando para cumplir el objetivo.

Ya había registrado gran parte de la ciudad y tenía 2/3 cosas anotadas,  resumiendo un poco, escribí que la ciudad tiene muy buen manejo del comercio puesto que hay tiendas y negocios por todos lados, también noté que había una especie de torre gigante con un enorme reloj el cual es también la estación de un gran tren, sólo me falta una cosa y es la que estoy escribiendo ahora, la función del metro subterráneo.

  — ¡Hey, Roxas!— dije acercándome a él.

—  ¡Hola! ¿ya has terminado con tu primer objetivo?—  preguntó tranquilo

—  sí, aquí tienes.— le entregué el pequeño bloc de notas y el comenzó a leer sin más.

 — Ya veo... Interesante— dijo mientras seguía leyendo— vaya, tienes buen ojo para analizar cosas, a mí me regañaron la primera vez porque soy tonto— sonrió simpático.

  —  Vaya— sonreí.—  gracias por el cumplido ¿que debo hacer ahora?

  — Oh, bueno, ahora debes ir al metro que mencionaste y encontrar un cofre, dentro de él está un éter, úsalo con sabiduría.

— ¿un éter?— pregunté 

— exacto, cuándo lo encuentres te explicaré mejor, y trata de hacerlo rápido, el tiempo corre y hay algo que quiero mostrarte antes de que atardezca. 

  — Oh, entiendo, bueno lo haré de inmediato.—   comencé a correr hacia la estación.

  — Voy contigo.— comenzó a seguirme.

Tardé un poco en conseguir el cofre, pero lo hallé, de él saqué el dichoso éter que mencionó Roxas, y me dijo que se usaba para restaurar la energía de la magia, al principio le miré con cara de "estás loco" pero después comencé a comprenderle, luego de ello salimos a la parte de en frente a la torre del reloj, y me dijo que esperáramos unos 2 minutos.

— ¿Y bien? Ya pasaron 2 minutos.— dije sin ver nada fuera de lo común.

— Espera un poco...—  levantó su mano en un signo de espera—  y... ¡ahora!

En ese preciso momento dos seres extraños salieron de la nada justo en frente de nosotros, una especie de criatura con un sombrero naranja, típico de un hechicero, estaba flotando y su cuerpo era de hierro, tenía los ojos envueltos en la sombra de su sombrero y no paraba de soltar chirridos extraños.

— Bien, dale un agradable saludo a tu primer sincorazón. —dijo señalándolo tranquilo.

— Se ve muy... extraño— dije mirándolo de arriba a abajo.

— Bueno, saca tu llave espada y acaba con él. 

—  ¿llave qué?— repetí   

— Espada, ya sabes, tu arma de defensa, no me digas que no sabes.— dijo él confundido.

—  Pues estás en lo correcto, no tengo ni idea que hablas...

—  Está bien, no te alarmes pero, por ahora, no te quedes en un solo lugar.

— ¿qué, por qué?   

Acto seguido de mis palabras ese bicho raro lanzó una bola de fuego hacia mí, no podía creer lo que veía, Roxas esperaba una reacción de parte mía pero quedé totalmente inmóvil,caí al suelo de rodillas, él se puso frente a mí e invocó esa extraña arma a la que llamaban "Llave espada", su arma si parecía una llave real, sólo que mucho más grande, y con esta desvió esa bola de fuego como si fuera una de baseball.

— no te quedes en un solo lugar, busca la manera de invocar tu llave espada ¡Ahora! 

— ¡¿Por qué no acabas tú con ellos?! ¡Tú si sabes y tienes poderes, yo no!— grité con los nervios en aumento

—  porque si yo lo hago la misión no estará completa y no podremos hacer VAC exitoso.— respondió desviando otras dos de esas llamaradas.

 — Pero...—  bajé la mirada sin saber que hacer.

—  Vamos tú puedes, confía en ti.—  Roxas volteó mirándome con una sonrisa de confianza.

 suspiré profundamente y me levanté apretando mis manos. cerré mis ojos tratando de encontrar una respuesta vagos recuerdos llegaban a mí, eran de alguien en una especie de carretera arrastrándose, no sé quien es, necesita ayuda.

  — ¡Dreamx reacciona, van hacia ti!


Continuará...

Algún siglo de estos.... seee... xdxd.

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