𝟬𝟮┊Capítulo dos

Era un nuevo día y Jungkook se encontraba haciendo su rutina diaria que era hacer un poco de ejercicio, ya que todavía no podía hacerlo como antes, después de su lesión tenía que tener cuidado.

Después del ejercicio, se metió a bañar, tenía que estar a las siete en la empresa, todavía tenía tiempo, además todavía tenía que preparar su desayuno. El no era bueno en la cocina, pero estaba claro que se podía defender un poco en esa área.

Nunca le había preocupado por aprender hacer algo tan elaborado si solo se tenía que hacer comida para sí mismo.

Sabía que no estaba tan solo puesto que desde que adoptó a Bam, el perro siempre le ha hecho compañía, aunque ahora no estaba en casa, porque lo había llevado al veterinario para su chequeo de cada mes y él se quedaba una noche ahí para descansar después de un día ajetreado.

El día de ayer fue un día de sorpresa, no esperaba ver tan rápido al padre de aquella niña que le pidió llevar a Bam, en una hora y día en específico. Estaba agradecida con la pequeña, no tenía mucho que había llegado a Corea del Sur y que ella le ayudará a que Bam hiciera su ejercicio diario.

Todavía le parecía raro regresar a Corea del Sur, después de años estar fuera del lugar donde él nació. Su padre a los trece años decidió mandarlo a estudiar fuera.

Y regresar veinte años después es tan raro todo.

Saliendo de sus pensamientos se dispuso a irse, esa mañana no tenía ganas de desayunar en su casa, mejor le diría a su secretario Choi, que comprara algo para él.

Otra mañana llena de gritos, risas y sobre todo pequeñas quejas de Jiwoo, la pequeña no quería ir a la escuela.

Esa era ya una rutina diaria de los Kim.

──Sí no te paras de la cama y te alistas para irnos a la escuela, el día de hoy no vamos a ir al parque, Kim──. La menor al escuchar tales palabras se asustó y salió disparada para el baño.

Ella había hecho una promesa y no quería romperla, no quería que Jungkook se sintiera triste. Porque ella ya había sentido esa sensación.

Taehyung soltó una pequeña risa al ver que había funcionado sus palabras.

Sacó todo lo que su hija iba a necesitar en la cama y salió del cuarto, dejándola sola para darle privacidad.

Y así transcurre otra mañana más, en la vida de los Kim.

Habían pasado unas horas desde que Taehyung había llegado a su trabajo, se encontraba algo agotado, la noche anterior no había dormido bien, todavía tenía un enojo con Minjoon.

Aunque dices “el que se enoja, pierde”, pero nadie quita el hecho que su hija terminara llorando porque su otro padre no había cumplido su promesa.

Sabía que tarde o temprano, Jiwoo, descubrirá la clase de persona que era Minjoon o su amor por él se irá acabando cada que vuelva a fallar en sus promesas. Y esta vez, él no podrá hacer nada para que su hija no sufra.

Sabía que en algún momento Jiwoo se enojaría tanto con Minjoon como con él, por ser mentirosos.

Salió de sus pensamientos una vez que por la puerta de su oficina entró un Wooyoung enojado.

Se sorprendió mucho al verlo de esa manera, casi nunca o nadie hace que Wooyoung se enoje.

Pero parece que hoy es el día de suerte para la persona que causó el enojo en su mejor amigo.

──¿Qué sucedió para que estés en este estado?──, preguntó con mucha curiosidad, mientras se acomodaba en su silla.

Soltando un suspiro y sentándose en la silla enfrente de Taehyung, se dispuso a hablar──. El imbécil del secretario privado del Ceo, me rechazó los documentos que me dio el señor Jeon, solo porque según él están mal──, algo que siempre molestaba a Wooyoung era que le recalcaron sus errores──. Estos documentos no pueden estar mal, me desvele haciendo estos informes y además solo los miro por encima, y aquella mirada que me dio se que se estaba burlando de mi──. Se dejó caer para atrás, se sentía cansado.

Agarrando la carpeta que Wooyoung dejó caer en su escritorio empezó a leer el contenido de los documentos.

Soltó una pequeña carcajada después de leerlo y miró a su amigo quien ya lo estaba mirando con cara de querer matarlo.

Taehyung se paró de su lugar para acercarse a Wooyoung y casi poner los documentos en su cara, solo para decir──. Y no esperaba más, desde el primer vistazo todos nos daríamos cuenta de su error, di que solo él se burló de tu y no toda la sala directiva──. Le apuntó justamente una de las líneas del documento que se repetían varias ‘a’ después de terminar una frase.

Wooyoung lamentó no volver a revisar el documento hoy justamente en la mañana, pero aun así le parecía una falta de respeto que aquel secretario Choi se riera de él por su pequeño error.

Mientras que Jung maldecía a Choi, Taehyung empezó a alistar sus cosas, ya era hora de su salida. Tenía que pasar por Jiwoo a la casa de su madre para después llevarla al parque tal como lo había prometido esa misma mañana.

Unos cuarenta minutos después, Jiwoo ya se encontraba sentada en el carro en el asiento de atrás muy emocionada por ir a jugar con Bam y platicar con su amigo Jungkook.

Mientras iban cantando y riendo entre ellos, Taehyung siempre tendría claro que sus mejores momentos serían con su hija.

El parque les quedaba a unos diez minutos desde la casa de la madre de Taehyung así que llegaron más rápido de lo que se habían imaginado.

Una vez ya en el parque Taehyung iba siguiendo a su hija qué iba dando brincos y corriendo hacia la resbaladilla.

Mirando la hora en su celular Taehyung frunció el ceño al ver que solo faltaban unos minutos para la hora de la cita.

Tal vez su jefe Jungkook llegaría unos minutos más tarde, no le tomó impotencia y se fue a sentar en la banca.

Jiwoo se encontraba dándole pequeños empujones a su nueva amiga que había hecho en el parque.

Las dos se habían llevado bien, tenían gustos similares y sobre todo iban en la misma escuela solo que Ji-Ae es un año mayor que Jiwoo.

Taehyung empezó a platicar con la mamá de Ji-Ae y se sorprendió al saber que era la primera vez que la niña hacía amigos sin la necesidad de su ayuda.

También estaba el hecho que Jiwoo era la que hablaba más y sabía cómo tranquilizar a Jiae.

Guardaron silencio cuando vieron acercarse a ellos las dos niñas.

──Papi, ya tardo mucho mi amigo Jungkook──. Murmuró, su voz sonó apagada.

Taehyung se paró de la banca y se inclinó para estar a la estatura de su hija.

Soltando un suspiro se dispuso a hablar. ──Mi amor, tal vez el señor Jungkook esté ocupado con asuntos de su trabajo──le empezó a explicar.

La niña negó con la cabeza. ──Él me prometió venir y ya pasan más de las cuatro──, sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas. ──¡El también es un mentiroso al igual que mi papá!──. Dichas esas palabras, las lágrimas que tenía retenidas salieron.

Sorprendido ante el berrinche de su hija, decidió que se desahogará, sabía que todavía estaba sensible por el hecho que no había visto a su padre.

Simplemente cargo a su pequeña y la empezó a consolar.

──Ya, mi niña, solo está siendo un mal momento, hoy no es el día, tal vez lo veamos otro día──, agarrando sus cosas se empezó a despedir de la niña y su madre.──Despídete de tu amiga y de su mamá, corazón──. Le pidió tranquilamente.

La niña solo movió la mano y recargó su cabeza en el hombro de su padre. Estaba cansada, no había tomado su siesta de la tarde.

Ya que estaba tan emocionada de volver a jugar con Jungkook y Bam.


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