Capítulo 75: Invitación para la cacería
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Gente. Esta vez no hay alerta de delicioso.
Debido a las políticas, me temo que se acabaron esas escenas.
Y esperen que no tenga que eliminar las tres anteriores.
Ahora... ¿Por qué hay ese mensaje...?
;)
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Al día siguiente...
Punto de vista de Alain...
Desperté un día más, llevándome una de mis manos a mis ojos para rascarme la cabeza.
Ya no falta mucho para terminar mi entrenamiento con Caronte, Calisto y Mifer. Aunque no esperaba que me entrenaran (más por Caronte), les agradezco por haberlo hecho.
Accidentalmente, me volví a pasar mis dedos sobre mis labios, haciendo que volviera a chasquear mi lengua del enojo para apartarla.
¿A qué se debe esto?
Bueno... No me gusta recordarlo. Mis etapas de ser un adicto a fumar fueron uno de mis puntos más bajos en mi vida... Y parece ser que el mundo me lo quiere hacer recordar.
Aún no puedo quitarme de mi cabeza lo que paso anoche. Creía que estaba listo para volver a pelear, pero aún sigo recordando lo que paso en Cishera a pesar de ya haber pasado cuatro meses...
¿Pero como puedo hacerlo...? Hacer eso sería olvidar a mi amigo... No quiero olvidar a Flex...
Él no me olvidaría...
...
...
...
Ah...
Bueno... Ya estamos a un día de que vaya con Cafer y los que "contrato" para esa misión.
Aunque... No puedo dejar de estar pensando en una cosa. Ando preocupado...
Sin que nadie que los cuide...
-Bueno Zero, ya va siendo hora de despertar...- dije rendido. No entiendo porque, pero me siento extrañamente cansado...
¿Eh?
Y a todo esto... ¿Y mi camiseta...?
Espera. ¿Por qué ando yucho?
Zero se habrá puesto celosa de que haya tenido una salida con Calisto y me habrá hecho quien sabe que...
Aunque durante estos 4 meses... Emmmmm... Bueno...
No hemos podido hacerlo...
Gire mi cabeza, y en lo más profundo espere que eso hubiera sido así... Pero el cabello rojizo ondulado me decía todo lo contrario...
Kami... ¡Si esto es una broma córtala de inmediato! ¡¿Pero en qué momento...?!
-Darling...
Padre nuestro que estás en el cielo. Santificado sea tu nombre...
Unos minutos más tardes...
Pov general...
-¡¿Se pueden saber que estaban pensando ustedes dos?!- Caronte, por culpa de Elías, se había enterado lo que había pasado la noche anterior, o al menos que ambos abandonaron la Dungeon durante unos minutos.
-Calisto, te pusiste en demasiado peligro. Esta bien que quieras abandonar la Dungeon, pero siempre y cuando sea algo importante como para desarrollar tu primer piso. ¡Pero salir para únicamente ver los alrededores...!- su hermano, siendo él quien mejor comprendía los riesgos al ser más experimentado, estaba algo más calmado que su padre aunque aun así estaban furiosos.
-Perdón. Tenía curiosidad por el exterior. Nunca me dejaron salir después de todo- la Corazón de Dungeon bufó enojada, pero estaba arrepentida.
Su padre, luego de un largo suspiro, se acerco a ella para tomarla del hombro para que la mirase bien.
-Por tu bien te lo decimos. Sabes que los están cazando a ustedes dos y por eso mismo te pedimos que te mantengas en la Dungeon...
-Aún no eres lo suficientemente fuerte para afrontar a los primigenios. Ni yo soy tan fuerte para enfrentarme a uno de ellos. Y gracias a la información de Alain sabemos para que pueden llegar a utilizar nuestros núcleos...
-El Wallhush de anoche...- Calisto murmuro por lo bajo, haciendo que Caronte casi se atragantara.
-¡¿Perdón?! ¡¿Había un Wallhush con esas características así tan cerca de nosotros?!- ahora fue Mifer quien perdió la cabeza para tomar a su hermana para levantarla, quien desvió la mirada apenada.
De inmediato la soltó para girar su mirada al otro lado de la biblioteca.
-¡Oye Alain! ¡¿No se te olvido algo decirnos algo más acerca...?!
De inmediato se calló al ver al Beater sentado en el piso con una gran cachetada en su mejilla izquierda, y parada frente a él estaba su espada de pie desprendiendo un aura roja con dorado.
-¿Y?
-No fue mi culpa... Ya te lo dije...- habló cabizbajo. Zero no estaba para nada contenta, y eso se notaba desde lejos.
-Eso no me lo dice tu cuerpo...- Alain desvió su mirada, claramente apenado por la situación vivida en la noche, donde ni siquiera se molesto en darle un aviso de que saldría de la Dungeon o siquiera se molesto en ir a dormir con ella tal y como habían hecho los últimos meses.
-Ah que bien, lo que nos faltaba. ¿Aparte abusaste de Alain?- pregunto Caronte luego de mandar todo a la mierda para cruzarse de brazos, estresado -. ¿O también vas a decir que fue un accidente?
-Bueno...- Calisto desvió la mirada con algo de vergüenza para que Mifer bajara la cabeza.
-Bueno, Alain. ¿Qué tienes que decirnos al respecto?- pregunto Mifer cruzándose de brazos, acercándose al Beater seriamente.
Sin embargo, Zero lo regreso a ver con sus ojos iluminados de un fuerte rojo intenso, una clara advertencia que no se meta.
-Zero...- Alain se levanto para tomarla de la mano, quien le regreso a ver enojada -. ¿Podemos hablarlo después?
-...- la espada humanizada exhalo agotada, deshaciendo el aura que le rodeaba para ir apagando sus ojos -. Está bien.
-B-Bien... Ah, y una pregunta Mifer-san. ¿No tienes alguna forma de comunicación?- pregunto Alain mientras su espada se cruzaba de brazos, dedicándole una mirada de advertencia a Calisto quién sonrió nerviosa.
-¿Para qué? ¿Perdiste el cubo?- pregunto algo enojado, haciendo que negara -. ¿Y para que quieres algo así si ya tienes el cubo y el chat de los invocados?
-Bueno...- miro a Caronte y a Calisto, tomando ánimos para mirar al Corazón de Dungeon -. Es para... Nirie, Cafer, Bryte y Viaty.
-¿Y para qué?- pregunto Caronte confundido, haciendo que empezara a caminar de un lado a otro viendo la biblioteca
-Bueno... No me siento seguro de dejarlos en Grandum- sus ojos se fijaron en uno de los cuadros donde se veía la familia de cinco pertenecientes a la Dungeon -. Sin Reus cuidándolos... No puedo dejarlos aquí. Con los traficantes, el príncipe queriendo matarme al igual que los asesinos que buscan mi cabeza... Simplemente no me siento seguro.
-¿Y... No has pensado traerlo a una de nuestras Dungeons?- pregunto Caronte enojado, pero Calisto negó.
-No es un lugar para niños. Y no te sentirías seguro con ellos aquí, ¿verdad?- Alain asintió mientras se enfocaba en ellos, haciendo que Caronte dudara más.
-¿Y no es más peligroso que él los lleve con ellos? ¿Qué pasara donde actives el Modo Furia?- pregunto, aunque estaba más preocupado por los niños sí eso llegara a pasar. El Beater le importaba poco en ese caso.
Alain bajo la cabeza, no sabiendo que responder.
-Basta papá...- Calisto trato de dejar el tema, pero el Beater hablo.
-No lo sé...- Alain inevitablemente recordó todo lo que hizo cuando activo esa cosa -. Pero... Tampoco se como protegerlos. Nadie querría hacerlo, y aunque agradezco que quieran resguardarlos aquí, si alguno de los primigenios ataca... No se que voy a hacer... Si los dejo los pongo en peligro, si los llevo igual... Son niños, no quiero que conozcan el verdadero horror de este mundo.
-¿Y crees que puedes protegerlos? ¿En tu estado actual?
-Ya papá. Fue suficiente- Mifer termino toda la discusión, poniendo su mano sobre el hombro del Beater para tratar de darle ánimos -. ¿Estás seguro de tomar esa decisión? No podrás estar con ellos todo el tiempo, y algo podrá pasar- Alain volvió a dudar, desviando su mirada.
-No lo sé. No quiero dejarlos solos. Estuve tanto tiempo afuera que no me di cuenta que ya habían crecido... Se que llevarlos es un peligro, pero dejarlos también lo es...
-Darling. Ya han crecido bastante. Y sabes el poder que tienen Bryte y Viaty para protegerlos- Zero hablo, olvidando por un momento su enojo -. Puedes dejarlos en la iglesia tranquilamente...
-El Wallhush que nos estaba acechando- hablo Calisto seriamente, llamando la atención de todos -. Alain... ¿Te diste cuenta que solo te ataco a ti?
El Beater abrió los ojos en shock, empezando a respirar agitado mientras sus ojos se iluminaban.
-Algo te está cazando Beater- Caronte hablo seriamente, viendo como Alain empezaba darle un ataque, quien se acercó a Calisto para tomarla de los hombros.
-¿Sientes a alguien cerca de aquí?- cerro sus ojos para concentrarse, haciendo una pequeña mueca.
-Te lo dije anoche. No he sentido a nadie durante días. Tampoco hay una forma de salir de esta Dungeon sin llegar antes al quinto piso.
Aun oyendo la respuesta, sus ojos como su respiración no se calmaron, soltándola para caminar fuera de la biblioteca, y cuando no logro calmarse salió corriendo, haciendo que Zero se enoje para mirar al Jefe de Dungeon, con sus ojos iluminados y empezando a desprender su aura otra vez.
-Felicidades Caronte- desapareció en partículas para dejar a la familia sola, quienes se vieron agobiados.
-Siendo sincero papá, controlaste muy bien la situación- Mifer aplaudió sarcásticamente mientras el mencionado se llevaba una mano a sus ojos.
Pov de Alain...
No aguanto más...
Si algo les llega a pasar...
N-No voy a aguantar...
Lo lamento... P-Pero ya no puedo aguantar más...
Abrí mi inventario para empezar a buscar algo. Se que no debería hacer esto, pero cuando he intentado de todo para poder calmar esta ansiedad... Te lo prometí abuelo, prometí que lo dejaría, pero ya no logro aguantar más.
Tantas cosas han pasado, tantas cosas que me gustaría contarte...
¿Por qué tuve que llegar a este mundo...? ¿Por qué tengo que seguir vivo después de todo lo que paso...?
-No lo hagas, Darling- Zero me detuvo cuando ya tenía "eso" entre mis manos, haciendo que me quedara con el cigarro en medio camino, abrazándome.
...
¿Qué... estoy haciendo...?
-L-Lo lamento... S-Solo que no puedo pensar en otra cosa. Si algo les llegara a pasar...- no quise desmoronarme, no otra vez...
-¿Por eso quieres llevarlos contigo?- pregunto seriamente, haciendo que dudara para asentir.
-Bryte y Viaty son solo niños. Aunque sé que Shax los crío bien, y que gracias a ellos Kat y los sublíderes lograron derrotar a uno de los dragones, pero también tengo que cuidarlos, se lo prometí... Pero no se si estoy listo para eso...
Zero hizo un pequeño puchero para acariciar mi cabello, quitándome el cigarro "infinito" para eliminarlo al aplastarlo y deshaciéndolo en llamas rojas.
-Podemos cuidarlos, Darling. Lo haremos los dos. Eso te lo prometo- le hablo dulcemente -. Nadie los pondrá un dedo encima. Eres su protector, ellos lo ven así.
-Claro... Ah... Prometí que los cuidaría. ¿En que momento me encariñe tanto?- pregunte en voz alta, alzando mi mirada para ver ese maldito cielo que tiene este piso de la Dungeon -. Lo que sea que me estuvo cazando... debe tener bastante tiempo libre.
-O estar interesado en ti.
-Tengo a bastantes interesados en mí- respondí de forma inmediata y algo calmada, suspirando completamente cansado. Ya era lo último que faltaba... -. Cierto, Zero... ¿Aún sigues enojada por lo que hice...?
Pregunte algo nervioso y apenado. No me acuerdo mucho como fue que Calisto y yo acabamos en una cama, pero yo no hubiera cedido. Desde antes que se fueran Wyrm y Syltae junto con PoolCat había perdido ánimos, y entre esos ánimos también se fue parte de mi lujuria.
Ahh... Debería salir mejor, pero no con ganas de desahogarme, sino ir en plan únicamente en divertirme.
Divertirme... Ah...
-Ahora que me hiciste recordar lo estoy- bufó ella enojada, haciendo que suspirara cansado, no por fastidio.
Más tarde...
Entrenamos por última vez hasta la noche, intercambiando de contrincantes cada treinta minutos. Aunque pelear con Mifer me ayudo bastante ya que me enseño a mejorar mis técnicas de viento como las paredes y los puñetazos de aire, y con Caronte que me enseño a mejorar mis posturas de combate y un poco sobre como tengo que actuar cuando el Modo Furia se active, aunque me insistió de una forma pesada (esta vez de forma calmada a diferencia de la mañana), cuando me tocaba contra Calisto me apenaba. Y no era él único, ella también lo estaba por lo sucedido.
Zero también había aprendido bastante de ambos hombres, con Mifer enseñándole varias técnicas de fuego que podría explotar gracias a su afinidad con ella. A diferencia de mí que la única con la que ando familiarizado era la normal al usar técnicas como el Espíritu Excalibur o Spirit Sword, aunque también me he familiarizado bastante con las técnicas Galick.
Aunque quise aprender a usar las técnicas que adquirí cuando desperté la Armadura de Dragón no pude usarlas. Caronte y Mifer sostuvieron dos puntos de vista, Caronte siendo que eran técnicas exclusivas cuando tenía puesto la armadura y Mifer que era que simplemente no tenía idea de como ejecutarlas debido a la inexperiencia claramente presente cuando las adquirí.
Y para finalizar nos enfrentamos Zero y yo. Estábamos bastantes igualados, pero al final ella termino ganando gracias a un descuido de mi parte. No tiene nada que ver que sigue enojada conmigo tanto que no midió los golpes...
Para nada.
Cerré mi ojo derecho para ver la hora, siendo que ya empezaba la noche. Ya deberíamos volver, mañana nos toca viajar.
-Alain- alguien me distrajo, haciendo que regrese a ver para a la Corazón de esta Dungeon quien tenía puesto su casco -. ¿Tienes un minuto?
-Eh... Claro- trate de sonar normal, pero claramente estábamos incomodos. Guarde mi espada en mi espalda para ponerme frente a ella, pero empezó a caminar.
Bueno, mejor que quedarnos parados o sentados en un solo sitio. Creo.
-Gracias.
-¿Eh? ¿Por qué?- pregunte algo confundido, con ella poniendo sus manos en su espalda.
-Por darme una idea clara de como diseñar mi nuevo piso.
-¿Vas a hacer otro bosque? Mifer y tú tienen problemas con ese tipo de bioma- bromee por lo bajo haciendo que riera, logrando dibujarme una sonrisa para seguir -. Pues me gustaría que me lo dijeras, pero debe ser una sorpresa... ¿Y en que te di ideas?
-¿No que quieres que sea una sorpresa?
-Haber, un pequeño spoiler no hace mal. Aparte es tu Dungeon, tú misma verás lo que haces.
Hubo un pequeño silencio, con ella finalmente deteniéndose para suspirar agotada.
-Tienes razón, no va a funcionar.
-¿Acerté con que era un bosque?- pregunto con una ligera sorpresa, haciendo que asintiera con ligera vergüenza -. De verdad a Mifer y a ti les hace falta un poco de creatividad. Deberías tomarte tu tiempo para pensarlo...
-¿Y por qué haría algo así?- pregunto de repente. Esto de la Dungeon definitivamente no van con ella.
-Bueno... Sonia tuvo que haber viajado para haberse inspirado a crear los pisos a partir de ahí. Podrías hacer lo mismo...- me arrepentí de inmediato lo que dije. Perdón, se me olvida a veces ese detalle -. Bueno... Mmmm...- me lleve una mano al mentón, prendiéndose mi foco de inmediato para sacar mi cuaderno -. ¿Y si usas esto para sacar inspiración?
Tome mi cuaderno al revés para alzarlo y estirarlo frente a ella, quién lo miro curiosa.
-He estado en varios lugares, y siempre trato de tomar de tomar una fot... siempre trato de dibujar para tenerlo almacenado.
-¿Por qué?
-Bueno...- cerré el cuaderno, haciendo que bajara mi mirada de pena -. Iba a hacerlo para enseñarle a Nirie y los demás, pero con lo que pasó... No estaba preparado para contarles- suspire agotado, esto no esta saliendo definitivamente bien -. ¿Por qué estamos aquí? No te creo que quieras hablar de la Dungeon.
No respondió. Ya me imagino porque tiene puesto el casco.
-Bueno... Si... ¿Pero tú quieres hablarlo?
-Emmm... Zero ya anda enojada conmigo por eso, así que creo que no...- dije apenado con una mano en la nuca.
Sip, esto está yendo de mal a peor.
Ya nada. Tengo que cortar el cable.
-Bueno...- aplaudí para exhalar, buscando deshacer el mal aire de una buena vez -. Me tengo que ir. Gracias por haber entrenado conmigo- hice una pequeña reverencia de respeto, dando media vuelta para volver...
Cuando ella me tomo fuertemente del hombro derecho, y antes de que pudiera hablar me planto un beso en el cachete, separándome al terminar de una forma algo brusca, poniéndose su casco de inmediato para darme la espalda.
-A... Asegúrate de volver a salvo con todos- me pidió avergonzada, haciendo que me quedara frío con mis mejillas rojas, parpadeando varias veces para sonreír con algo de felicidad -. No quiero perder un buen amigo.
Genial, friendzoneado directo.
Sonia, lo que me pediste no se va a poder cumplir.
-¡No lo decía de esa forma!- dándose cuenta de lo que dijo recalco de inmediato su error, haciendo que suspirara algo aliviado.
Que labor más difícil me pusiste, ¿eh?
Minutos después...
-Alain, antes de que te vayas- Mifer me intercepto cuando ya estábamos afuera de la mansión, acercándose a mí para extender su mano -. Son los cristales que me pediste.
-Wow. Gracias Mifer- dije con una sonrisa. Ya tengo una idea de como hacerlo un regalo para los niños.
-Ten cuidado, ¿quieres? Mi hermana a este paso va a quedarse sin novio- bromeo estirando una sonrisa. Puedo jurar que hay humo saliendo de ese casco... Y de la máscara de Caronte...
Y de la espada que tengo a mi espalda.
Antes de que se pueda ganar un insulto de su hermana abrió un portal listo para irse a su Dungeon, deshaciéndolo a los segundos para dejarnos solo al padre y a la hija.
-Ah... Beater- Caronte hablo seriamente haciendo que lo regrese a ver, dándome cuenta que se acercaba a mí para extender su puño -. Solo quiero que me prometas una cosa. Si algo me llega a pasar, protegerás a mis hijos.
No digas una pendejada. No digas una pendejada...
-¿Ya me la entregaste?- pregunte con burla. Mierda.
-¡Ya vete mejor a la mierda!- claramente se molestó y deshizo su gesto, pero luego de que riera extendí mi mano en forma de puño para que él me imitara.
-Te lo prometo.
-Bien. Ahora vete ya antes de que me arrepienta de mi decisión.
Sonreí para mirar a Calisto, quien tenía la mirada desviada. Aunque de seguro me está viendo de reojo.
-Volveré. Se los prometo, a los dos. Nos vemos.
Di media vuelta para atravesar el portal, y así como así, volví al bosque de los inicios.
-Bien...- Zero casi de inmediato apareció. Tenía su ropa normal, eso para evitar el uso innecesario de su "transformación" si se puede llamar así -. Si quieres que te perdone te toco llevarme.
-Aunque estabas en tu forma de espada... ¡Ah! Sí, sí.
Captando la indirecta la tome entre mis brazos para alzar el vuelo de inmediato.
Minutos después...
Luego de pasar por la entrada de Grandum ya que no quería comerme el flechazo de la mega ballesta que tienen en el techo para cuando detectan a un intruso volvimos por fin.
-Ahora... Quiero donas- Zero pidió luego de un rato, haciendo que asintiera.
Ahora me toca cumplir sus caprichos. Supongo que es justo.
Pov general...
El reino, a pesar de tener una gran cantidad de habitantes las calles estaban algo vacías para ser temprano, cosa que les pareció extraña a los dos, pero no le dieron demasiada importancia. Luego de la invasión, mucha gente se había ido del reino para refugiarse en otros, esperando no acabar como Cishera que sufrió una horda del juicio, y aunque la horda fue real, hubo otros motivos para la desaparición del reino.
Entre ellos a Solpher y sus arcángeles como el Rey Demonio y sus generales.
Visitaron la misma tienda que Alain visitó luego de la fiesta para animar a Wyrm, aunque estaba algo llena. Pero como eso era una "cita", él saco la silla para que Zero se sentara, entiendo lo que iba a hacer.
-No me tardo- le causaba algo de gracia ver a su portador tan atento como nervioso, aunque también sentía bastante ternura y calma al verlo alegre después de tanto tiempo.
Fue de inmediato a la fila para que otras dos personas se pusieran atrás de él, impidiéndole voltear
-"Han sido unos meses duros, pero por fin Darling puede volver a sonreír sin forzarlo... Como me gustaría que esto duro para siempre..."- pensó Zero mientras alzaba su mirada. Estar varios días en la Dungeon le hizo detestar el cielo del quinto piso, deseando volver a mirar el cielo nocturno estrellado.
-¿Esta ocupado?- pregunto una voz a su lado, tomando la silla de madera que estaba frente a ella, y sin obtener una respuesta sentarse.
Iba vestido elegantemente, teniendo una chaqueta de vestir gris que se ajustaba a su cuerpo, teniendo debajo de esta una camisa negra.
Tenía unos ojos amarillos que perfectamente podían ser dorados. Su cabello era de un color marrón con las puntas siendo de un color rojo, y detrás de él su cabello bajaba siendo apenas recogido por una pequeña coleta.
-Si, está ocupado- explico seriamente, pero al no obtener alguna respuesta del que ocupaba la silla saco su espada para clavarla al piso, dejándole en claro que hablaba en serio.
Aunque no hizo un efecto en él, quien sonrió algo desafiante.
-Vaya... Quien pensaría que esa espada fueras a ser tú.
Eso le hizo abrir sus ojos en shock, y al ver que sus palabras si hicieron efecto en ella, continuo.
-¿O es que acaso no me recuerdas?
-¿Debería hacerlo?- pregunto en alerta, haciendo que aumente su sonrisa enseñando su dentadura perfecta.
-Mmmm... Pues claro que sí. Tú fuiste mi espada durante un largo tiempo.
La pregunta le impacto, ocasionando que su sonrisa aumentara.
-¿Tu espada...? Estás mintiendo.
-Cuarto piso de la Dungeon del Este. Ahí te encontré- Zero se tensó, haciendo que por fin cambiara su semblante para apoyarse en la mesa con su brazo derecho -. Me sorprende que no me recordaras. No cuando pasamos por tanto juntos...
Los ojos de Zero se iluminaron cuando él trato de tomar su mano, manteniendo su sonrisa para retirar la otra mano.
-¿Acaso sigues dudando de que no soy tu dueño...?
-¿Tú me encerraste ahí?- pregunto seriamente a punto de iniciar una pelea.
-Oh no, no, no. Fuiste mi espada durante bastante tiempo, pero te termine perdiendo al momento de perder en una pelea. ¿No quieres volver a esos tiempos?
Zero alzo sus dos dedos para formar una bala de energía.
-Piérdete.
-Oh... Bueno, supongo que es justo. Como yo te perdí en una pelea, te tendré que recuperar de la misma forma- giro su mirada para ver a Alain quien ya estaba en el demostrador, impidiéndole la mirada a su espalda por culpa de las dos chicas que estaban detrás de él.
-Deja a Darling fuera de esto.
-¿Y quién te dijo que estoy interesado en pelear con él? Le estaría arruinando la diversión a quien lo piensa cazar. Hablaba de ti, quiero pelear contigo.
-¿Le están cazando? ¿Entonces si era verdad?- pregunto enojada -. ¿Quién?
-¿Aceptaras mi propuesta entonces? Acepta y te daré el nombre.
Dudo unos instantes. No tenía planeado aceptar, pero saber quién podía atacar a su Darling, o mucho peor, atacar a Nirie, Orborn, Phiophis y demás podía darle cierta advertencia.
-...- desvió su mirada, recordando a cierta persona que cierta Caith Sith menciono -. Kraven...
-¿Oh? ¿Ya lo conocías?- pregunto algo sorprendido, y al confirmar que era él casi se levanta para empezar a pelear -. Wow, wow. Tranquila. Le estaría arruinando la diversión a Kraven.
-¡Déjenos en paz!- bramo furiosa, pero él simplemente negó.
-Lo lamento querida, pero así son las cosas. Y yo no me involucro con Kraven. Lleva tiempo estudiándolos, es por algo que puedo encontrarte. Está listo para iniciar su cacería en contra de tu amado portador...
Zero no aguanto más para disparar directamente a su cabeza que se echó para atrás por culpa del disparo, aunque para su sorpresa eso le hizo sacar una gran carcajada, sorprendiéndola.
-¿Oh? ¿Qué sucede? No te voy a hacer daño, eres mi amada espada después de todo- reincorporo su cabeza hacia adelante, sonriendo sin importarle que su sangre empezara a brotar hasta pasar por su nariz, dejando caer una gota en la mesa -. Fue una agradable charla, pero me tengo que retirar. Espero que aceptes pelear contra mí cuando nos volvamos a ver. Y aunque no soy mucho de amenazar... Esos niños de esa iglesia pueden sufrir de distintas formas para hacer que aceptes...- Zero se levanto para poner su espada en su cuello, cortándolo para que empezara a sangrar.
-Si te atreves a tocarlos...
-Eso pasara donde no aceptes. Nos vemos, Two Sword- quito su espada con su mano derecha para levantarse, empezando a caminar sin importarle tener un agujero en la cabeza.
-¿Sucedió algo?- pregunto Alain ni bien llego, viendo al sujeto que se alejaba tranquilamente.
-N-No, nada- sonrió forzosamente, sentándose y rápidamente quitando la sangre que estaba en la mesa con una servilleta, haciéndola bolita para finalmente quemarla en su mano.
-¿Entonces por qué sentí tu maná...? Zero. ¿Qué paso?- pregunto nuevamente, con ella bajando la cabeza para alzarla, sonriendo forzosamente.
-Nada. Ese tipo solo quería una indicación para llegar con un doctor. Estaba herido- por supuesto que no se trago la mentira, pero no insistiría más.
Lejos de ahí...
-¿Y bien?- pregunto alguien sentado mientras bebía tranquilamente con una botella de whisky a su lado. El sujeto que previamente amenazo a Zero se puso a su lado, tomando la botella para servirse al abrir su inventario sacando un vaso.
-Claro que es ella. Es imposible que no reconozca a mi propia espada. Pueden pasar años y jamás la olvidaría- sonrío de una forma algo enamoradiza, haciendo que sonriera al oír su respuesta.
-Entonces esta listo. Cada uno tiene su objetivo. Probare la fuerza del Beater al completo sin ninguna restricción, y tú tendrás a tu espada de vuelta. Todos ganamos- alzo su vaso para dar un breve brindis con el recién llegado, sonando un fuerte *Clank* seguido de beber el contenido, reincorporándose para empezar a caminar.
-¿Hora de la cacería?- pregunto el sujeto con una sonrisa de lado.
-Mi cacería final.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Guten tag people!
Y aquí hago mi presencia una vez más.
¿Qué tal el capítulo? Lo que se viene espero que sea entretenido. Luego de mi pequeño hiatus, ya tengo el escenario planteado en mi mente. Solo espero que iniciar el nuevo semestre (aparte en la noche, F por mí) no me mate.
Bueno, eso ha sido todo. Me despido y como siempre digo:
Os leo~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top